Comencé a quererlo sin saber que
en otra vida fuimos almas gemelas,
eso no evitó que esta vez lo amara con
más locura.
LOS SACRIFICIOS DE AMAR.
Supe que él final había llegado sin planearlo. Sentí su fantasma junto a mí. Supe que la vida se me escapaba de las manos justo cuando supe todos los secretos que él me escondió todo el tiempo.
No pude evitar llorar. ¿Por qué es tan difícil aceptar la realidad? Ojalá nuestra fantasía hubiera durado más que una eternidad. Lo amaba, lo quería, pero no podía perdonarle.
No quise escuchar las voces de mi cabeza que tanto me habían vuelto loco. No dejé que me hicieran arrepentir de mis decisiones. Mi vida cambiaría con esas decisiones, pero eran lo mejor que podía hacer para salir adelante. Esas voces en mi cabeza no ayudaban. Me había vuelto loco con tantas mentiras suyas. Sus mentiras, sus juegos, sus idioteces me abrieron los ojos.
Las gotas de lluvia no lograban hacer que se callara su llanto. Lloraba, pero después de todo no sabía si lo hacía en realidad. «Lágrimas de cocodrilo».
Su rostro bañado por la tenue luz de la luna que se colaba por la ventana. La televisión encendida. Los muebles volteados. Mis manos manchadas de sangre, su cabeza brotando sangre. Vaya nidito de amor el nuestro.
Lloré, dejé que todo lo que había vivido a su lado me llenara. Todo pareció tan real, tan bonito, y de repente a la mierda se fue. Tal vez rompimos el amor de tanto amar. Tal vez mentimos por amor sin miedos y con muchas ambiciones.
Idealizamos un mundo feliz. Buscamos felicidad en un mundo sin esperanza. La vida nos arrancó las alas, nos cortó los pies, nos despedazó las manos y nos trituró el corazón, sólo para darnos cuenta de que la felicidad no se puede pagar sin sufrimiento.
Él me mató las esperanzas de amar. Así que yo debía superar lo que me había hecho, debía caminar hacia adelante, dejar a un lado lo que me rompió y superarlo.
Así que levanté el arma.
—No hagas esto, Dylan, por favor —rogó arrodillado, llorando y con arrepentimiento. Vaya actor. No debía confiar en él. Mano firme, no titubees.
—Cállate, pendejo.
—¡No!
Apreté el gatillo y terminé con la mentira que me creé. Adiós cariño, adiós mi rey, adiós mi corazón, adiós mi querido Alan.
EEsto es en celebración de las 100k vistas en MOONLIGHT 1.
pd: moonlight se está editando y viene con nuevas escenas. 😌
pd2: ya acabé de actualizar la parte uno, así que pronto comenzamos con esta.
Yuju.