Capítulo 15
Me sentí realmente triste, durante todo el día de ayer estuve así. Anne no había respondido mi carta y estaba preocupada. Quizás le parecieron muy intensas mis palabras y no quiso seguir con esto.
Porque ahora que lo pienso, que es eso de "rescatarme" ¡por dios! Diana en que estabas pensando. Tal vez asusté a Anne.
O quizás si la escribió y Gilbert no pudo traemela... quería pensar eso a que Anne no me había respondido. Pero recordé que Gilbert era un muchacho realmente responsable, el me entregaría la carta aunque haya huracanes.
En fin...
Ya me sentía lo suficientemente bien para ir a la escuela, ya no tenía fiebre, hoy volvería a ir. Como me prometió el doctor.
Así que esperaba ver a Anne para preguntarle por qué no había respondido mi carta.
Mi padre me ofreció llevarme a la escuela, pero le dije que estaba bien. Después de una semana de no ir ansiaba caminar hasta allá y sentir la brisa, el otoño ya estaba llegando y era mi estación favorita.
Cuando estaba saliendo de mi casa, escuché unos gritos que decían mi nombre. No eran demasiado fuertes, eran altos pero disimulados. Cuando me volteé era la señora Cuthbert, quedé sorprendida me detuve para ver que quería.
- Diana... que bueno que te encuentro aquí- dijo apresurandose a llegar a mi lado -
- Señora Cuthbert, ¿cómo está? ¿qué sucede? - pregunté confundida-
- Bien gracias, ya vuelves a la escuela al parecer, me alegro mucho Diana - dijo sonriendo- Veo que estas mejor, a Anne le alegrará mucho volver a verte en la escuela ha estado muy triste
- ¿En serio? - dije sonriendo -
- Si y demasiado, yo lamento mucho lo que sucedió realmente me gustaría revertirlo. Pero conozco la postura de tu madre y no quiero generar problema - dijo lamentándose- Pero puedo ayudarlas a que sigan en contacto, Anne me pidió que te diera esto - dijo entregandome un sobre -
Rápidamente lo tomé
- Señora Cuthbert... muchas gracias - dije emocionada - Estuve esperándolo, gracias por traerlo
- No es nada Diana, espero esto se solucione
- Espero lo mismo - dije apenada -
- Bueno, iré a llevarle este pastel a tu madre, era mi excusa- dijo riendo -
Sonreí a su comentario y luego emprendí mi camino a la escuela otra vez.
No sabía porque Gilbert no había traído la carta pero al final no pensé en eso.
Me sentí realmente feliz, quería llegar lejos de la vista de mi casa para leer la carta de Anne, quizás podría responderle en persona. No me importaba quien nos viera porque en realidad la extrañaba muchísimo.
Llegué a un lugar en donde había bastas plantas a la orilla del camino y había una piedra a un lado, así que me senté allí y comencé a leer.
Querida y adorada Diana
Primero que nada, quisiera disculparme por no haberte respondido de inmediato, no es que no quisiera responderte, sino que me entretuvo el libro que me enviaste. Realmente aprecio que lo hayas recordado. Me está gustando muchísimo.
Otra cosa que quiero decirte es que también te extraño Diana y te extraño muchísimo, hasta podría decir que te extraño más de lo que tu me extrañas a mi. Quisiera volver a hablarte, sé que no será posible que estemos juntas otra vez. Pero al menos podré verte en la escuela, aunque las ganas de abrazarte me carcoman por dentro.
He estado pensando mucho en ti y en los raros sentimientos que tengo, los cuales no puedo explicar. Desearía poder salvarte, de lo que estés viviendo, solo que no se como hacerlo. Pero si supiera no dudes en que lo haría, te rescataria de todas las torres en las que te encontraras encerrada. Podría ser un gran príncipe azul para ti, pero no sé cómo hacerlo. Lo lamento tanto, aún así...
Te quiero mucho Diana... demasiado y espero verte pronto.
Con mucho cariño Anne
Pd: olvidé decirte que esta carta no te la entregará Gilbert, tuvimos un leve desentendido. Lo que significa que ya no podremos enviarnos cartas, porque Marilla no puede fingir visitarte todos los días y obviamente que si yo pudiera entregartelas, no estaríamos escribiendonos desde un principio.
Finalmente no te preocupes Diana, sé que algún día podremos volver a hablarnos... quizás cuando ya no tengas que vivir con tus padres y seas una elegante dama. No te aflijas por esto, yo te esperaría toda la vida mi dulce Diana.
Al terminar de leer la carta no pude evitar soltar un par de lágrimas, ¿acaso Anne se estaba despidiendo de mi? no podía ni quería creerlo, es realmente el peor momento de mi vida si era así.
Tragué saliva y comencé a caminar de nuevo a la escuela, abatida por esa carta, la cual había empezado tan bien y luego terminó terriblemente.
¿Cual era el problema? si lo era Gilbert, podíamos hablar y solucionarlo todo, el volvería a ser nuestro mensajero. Pero tal parecía que Anne no quería, si no ella hubiera buscado la forma.
Me negaba a aceptar eso, me negaba con todas las fuerzas de mi corazón.
Comencé a correr hacia la escuela.
Llegué tarde, ya todos estaban sentados en su lugar. Al entrar vi a Anne, junto con Ruby la miré con un gesto de angustia, ella hizo lo mismo, pero luego apartó su mirada rápidamente.
Fui a mi asiento y solo podía verle la espalda, necesitaba apreciar más tiempo su cara, la que extrañaba tanto ver.
Durante toda la clase estuve realmente inquieta, quería hablarle a Anne, ella no participó para nada en la clase. Cuando estábamos deletreando como siempre lo hacíamos, el maestro llamaba a tres alumnos al frente para que lo hagan.
Yo nunca quería pasar, pero esta vez lo hice sin que me llamaran, el maestro Phillips me miró con mala cara, pero no me importó para nada. Solo pasé al frente para ver a Anne, ella se sorprendió cuando pasé, me miró una sola vez en todo el rato que estuve frente a ella. Y yo solo me concentraba en su presencia, en mirar sus ojos y su cabello, deletreaba mirándola fijamente en intentando que también me mirara a mi, me desesperaba al notar que no lo hacía.
Finalmente fallé en deletrear una palabra y tuve que volver a mi asiento, Anne no me miró para nada, cuando volví a mi lugar bajé la cabeza y unas lágrimas salieron de mis ojos. Intentaba disimular lo más que podía, lloraba en silencio como había aprendido a hacer siempre.
...
Cuando sonó la campana del almuerzo, vi que a Anne la llamó el maestro, le dijo un par de cosas y luego la envió al depósito.
Yo estaba almorzando con las niñas tranquilamente pero aún pensando en Anne, cuando vi que entró al depósito supe que era mi oportunidad de hablar con ella, sin que nadie nos viera y le pudiera decir a mi madre.
- Niñas... debo ir a... hacer algo - dije rápidamente a Josie, Ruby y Tillie con quien estaba almorzando y me paré rápidamente -
Ellas se quedaron confundidas pero no dijeron nada, continuaron hablando.
Yo rápidamente me escabullí para que nadie me vea y entré al depósito. Anne estaba de espaldas y al escuchar cerrar la puerta se volteó rápidamente.
- ¡Diana! -
- ¡Anne! - dije sonriendo-
Al instante nos acercamos y nos dimos un fuerte abrazo. Sentí como si fuera el abrazo que estuve esperando toda mi vida, me sentí a salvo, pude oler el dulce aroma del cabello de Anne y no quería soltarla bajo ninguna circunstancia. Pero finalmente tuvimos que hacerlo.
- Diana, te extrañé tanto - dijo Anne emocionada -
- También yo y no te das una idea
- Pero por qué viniste aquí, alguien puede vernos y decirle a tu madre- hablo preocupada -
Me acerqué a la puerta nuevamente y le puse traba
- No si no pueden entrar - dije riendo -
- Diana... noo. Nos meteremos en problemas- dijo Anne mientras se acercaba para volver a abrirla -
- Anne escúchame- dije anteponiendome sobre la puerta para que no pudiera salir -
- ¿Que sucede? - dijo alejándose de mi-
- ¿Ya no me quieres? - pregunté tragando saliva -
- ¿Que, de qué hablas Diana? Claro que te quiero - habló rápidamente-
- Entonces... ¿por qué me escribiste esa carta?
Anne quedó en silencio y solo miró el suelo, permaneció así por unos minutos. Yo me comenzaba a desesperar por hayar una respuesta.
- ¡Respondeme! - dije gritando un poco - Anne... ¿por que no buscas las solución para que volvamos a ser amigas? - pregunté apartandome de la puerta y acercandome a ella -
- Diana yo... - dijo nerviosa-
- ¿Que pasa? solo dímelo - dije desesperadamente -
- Yo no quiero perderte para siempre, en realidad te quiero. Esto podría provocar que te lleven lejos, lejos de mi para siempre. Al menos aquí, puedo verte - admitió acongojada -
- Anne, no vas a perderme. No lo permitiría jamás- respondí acercandome a ella -
- No puedes saberlo, no eres adivina. No sabes que pasará hoy ni mañana. Quizás todo salga mal y no habrá marcha atrás - dijo sumamente desesperada- No es que no te quiera, solo que no quisiera perderte, y pensándolo bien estas mejor sin mi, lo único que sé hacer yo es traerte problemas
- De esto puedo estar segura, de que no permitiría que nadie me vuelva a alejar de ti Anne. No sé que es lo que haré, pero voy a conseguir que volvamos a estar juntas. Porque te juro que no hay persona en el mundo con quien desee estar más que contigo... princesa Cordelia - dije sonriendo al final - Tu eres lo que necesito para ser feliz, no cambiaría absolutamente nada. Jamás me sentiría bien sin ti Anne
- Diana, juro que cuando te miro mi corazón colapsa - dijo soltando unas lágrimas- También eres la persona con quien me gustaría pasar el resto de mi vida, mi amiga del alma serás tu por siempre y también eres lo que más necesito para ser feliz, para estar completa otra vez.
Sonreí y luego me acerqué a ella, para limpiarle las lágrimas que se habían alojado debajo de sus ojos.
- Las princesas no lloran- dije mientras lo hacía-
- ¿Ni por su príncipe? - dijo sonriendo-
- Ni por un príncipe... porque de hecho aquí no hay ninguno
- ¿Ya no serás mi Wisteria?
- Seré tu Diana si me dejas
Anne me abrazó luego de oír mi frase y habló detrás de mi oído, casi susurrando.
- ¿podrían dos princesas estar juntas alguna vez?
- En un cuento todo puede pasar - respondí sin entender muy bien su pregunta-
Anne se soltó de mi agarre y me dio un beso en la frente
- Te quiero Diana - dijo y luego salió por la puerta -
Me quedé inmensamente confundida por esa situación, solo estaba segura de una cosa. Lo que sentía por Anne ahora era diferente de lo que sentía la primera vez que la vi.
Su forma de hablarme y tratarme las notaba diferentes, pero seguían conteniendo el mismo amor de siempre.
Esperé un rato para salir del depósito, de ningún manera tenían que enterarse que estábamos ahí juntas.
Luego de que terminó el almuerzo salí sigilosamente, nadie notó nada extraño, lo que me alivió de mil formas diferentes.
Cuando volvimos a nuestros asientos, Anne me sonrió de una forma que yo no podía explicar. Pero realmente lo apreciaba.
Durante el resto de la clase no dejaba de pensar en ella y en la pregunta que me había hecho... ¿dos princesas podrían estar juntas? eso era un pensamiento que nunca me había llegado a la mente, jamás ni en mis sueños más locos. Pero Anne había logrado abrir esa incógnita en mi cabeza, nunca había escuchado de dos princesas juntas... de hecho ¿era eso posible? o al menos ¿normal?
Finalmente no pude concentrarme en la clase para nada, me sentí un poco ansiosa, me senti asustada.
¿Que eran esas ideas que llegaban a mi mente? no las entendía y algo me decía que no eran buenas. Pero... ¿Anne también lo pensó? podríamos estar pensando en lo mismo justo al mismo tiempo.
En ese momento ella se volteó y me sonrió ampliamente, le devolví la sonrisa y luego sentí mi estómago revolverse. ¿Que es lo que sucede?