Valentina
Nunca pensé que vería uno en mi vida, siempre creí que no existía, pero no ahí estábamos caminando detrás de uno; su mitad de arriba era enorme, cuerpo de hombre con músculos bien formados y la mitad de abajo de caballo de pelaje marrón oscuro. Tenía el cabello largo liso, color azabache y de ojos marrón. Su nombre era Phillip. Nos llevaba en lo profundo del bosque, la oscuridad se mezclaba con el rojo de la luna, Juls iba tomada de mi mano, también iban Luke, Mérida, Macario y mi hermano. El centauro no hablaba nada solo caminaba y caminaba.
Hasta que por fin nos detuvimos pasando por unos arbustos, vimos una pequeña laguna de aguas azules, lo extraño es que el azul resplandecía con mucha fuerza, en medio de la laguna había una espada que emitía esa luz azul y al parecer eso causaba que el agua se iluminará. Nos dimos cuenta que al rededor de la luguna habían más centauros, entre ellos mujeres y niños.
-Hace varios días que esta asi —dijo Phillip —. Tal vez tu nos podrías explicar —miró a Juls.
—¿Yo? Ni siquiera se lo que es... Bueno se que es una espada, pero no se que tendria que ver conmigo.
—Ella no sabe, Philip —dijo una voz tras de él, Philip se movió y vimos a otro centauro parecia ser más viejo y se nos acercó, pero no dejaba de ver a Juls —. Eres idéntica a ella.
—¿A quien? —preguntó Juls confundida.
—A tu madre —contestó, la mirada de Juls cambió, sus ojos brillaban.
—¿Usted... Usted la conoció? —preguntó.
—Si. Llegó a nosotros herida —contestó —. Curamos sus heridas, pero aún así ella sabía que no se salvaría. Ella fue quien dejó la espada enterrada. Sabía que vendrías. Cuando estuvieras lista.
—¿Lista? ¿Pará qué?
—Pará usarla. Es tu herencia —contestó el centauro.
—No se si estoy lista para usarla. No se si la merezca —le dijo Juls, apreté su mano, me miró.
—Yo se que puedes —le di fuerzas, ella me sonrió.
—Esa espada siempre emitía una luz, pero no tan fuerte como ahora. La espada sabe que ya estas lista, por eso su luz es tan potente —le dijo, Juls asintió, me miró y me dio un corto beso y luego se alejo, camino hasta el lago, no era muy profundo, ya que al llegar frente a la espada el agua le llegaba a la cintura. Se puso frente a ella y la miró, la tomó de la empuñadura con las dos manos y vi que cerró los ojos, los abrió con fuerza y jalo la espada hacia arriba sacándola por completo causando una honda expansiva al rededor del bosque, Juls miraba la espada asombrada, la luz azul seguía pero más tenue, tocaba la hoja con suavidad, veía el brillo en sus ojos y una sonrisa en sus labios, alzó la vista y me miró y sonrió de la misma manera.
* * *
—Está no es nuestra lucha —le decía Phillip a Mérida.
—Aún así les afecta —le dijo enojada, sabía que no los iba a poder convencer —. Pero esta bien, no insistiré —dijo rendida y se fue con Luke.
—Es hora de irnos —me dijo Juls, tenía la espada en su espalda.
—Espera un poco —le dije, me acerque donde ellos antes de que se fueran —. Philip —lo llamé, él y los demás se giraron para verme —. ¿Tienes familia?
—Si.
—¿Y la amas? —volví a preguntar.
—Arriesgaría mi vida por ellos —contestó firme.
—Nosotros también tenemos familia y nos estamos arriesgando por ello y no nos estamos escondiendo en el bosque como unos cobardes —solo dije eso, ninguno me dijo nada, pero en su semblante sabían que tenía razón. Me fui con los demás.
—¿Qué vamos hacer ahora? —preguntó Luke.
—Luchar —contestó Juls.
Lena
Kara estaba curando las heridas de Selene después curarme a mi, tubo que suturar una que era la más profunda, por suerte la cabaña de Juliana la tenía bien equipada y fue aquí donde decidí llevar a Selene, notaba que aún estaba en shock por la muerte de su hermana ya que no sentía cuando Kara le atravesaba la piel con la aguja.
—Lo lamento, Selene.
—Ya no te sigas disculpando —dijo mirándome a los ojos —. Éramos nosotras o ella. Además ella ya no era mi hermana, no había otra cosa más que hacer que matarla.
—Terminé —le dijo Kara.
—Gracias —dijo y se levantó y camino hacia una ventana, la casa estaba iluminada por velas y las cortinas cerradas —. ¿Qué vamos hacer? ¿Cómo haremos para derrotar a todo ese ejército de criaturas?
—Podría ayudar el ejército —Kara habló y la miramos —. Pero pensándolo bien, tal vez no me creerían y me enviarían algun hospital psiquiatríco —rio nerviosa, yo solo sonreí, quiso ser graciosa por la tensión del momento.
—Lo más probable es que algunos humanos ya sean controlados por espectros —le dijo Selene.
—Tal vez podría buscar a Juliana —les dije.
—¿Y como? No sabemos si esta viva si quiera.
—Lo sé, pero tal... —no pude terminar cuando un estruendo me interrumpió, el vidrio de una de las ventanas se rompió y cerca estaba Kara, un hombre había entrado de golpe por esa ventana y agarro a Kara he intento llevársela, tomé mis espadas gemelas y le corte la muñeca, la soltó, se quebró otro vidrio, este atacó a Selene usado su arma para enfrentarlos.
—Son humanos controlados por espectros —dijo Selene mientras luchaba con uno que era más grande que ella.
—Escondete —le dije a Kara, obedeció y se coloco lo más lejos posible en la oscuridad.
Logré vencer a uno cuando otro me agarro por la espalda, tenía mucha fuerza, hizo que soltara mis espadas y me lanzó contra la mesa de centro de madera rompiendola, volvía atacarme pero logre detenerlo dándole una patada, me levante tome una de mis espadas y le corte la cabeza, fui ayudar a Selene y le enterre la espada en la espalda al tipo.
—Vendrán más —le dije —. Quedate aquí y no salgas —mire a Kara, ella solo asintió con la cabeza, mire a Selene y salimos de la casa, y en efecto, venían seis más corriendo hacia nosotras comenzamos a mover nuestras espadas con agilidad de un lado a otro y corrimos hacia ellos. Eran fuertes y nos costaba vencerlos; a uno le corte la pierna y luego le atravese el pecho, al segundo le enterre las dos espadas en el cuerpo y al tercero corrí hacia él, salte dándome una vuelta en el aire y al mismo tiempo corte su cabeza con las dos espadas caí en puntillas. Vi a Selene que acababa con uno. Pero al parecer esto no terminaba, escuchábamos más aleteos, eran los diablillos, nos pusimos en posición de ataque. De repente justo en el momento de atacar un animal se atraveso y los atacó derribando a varios diablillos, vimos que era un Lircay de color gris.
Aullo y comenzaron a ver más aullidos, miramos atrás de nosotras y ahí estaban; Derek, Aaron, Isaac y al medio de los tres Valentina, se veía más grande que antes, también había una mujer de cabello rojo con un arco y flecha, los 5 comenzaron a correr al ver que más diablillos y humanos poseídos se acercaban.
Había empezado una pequeña guerra, Selene y yo también corrimos para seguir peleando.
Era una batalla dura, eran cientos de diablillos y más de una docena de humanos, lograban atacarnos y herirnos. Varios diablillos atacaron a Isaac y lo ayude. Era la primera vez que Vampiros y Lircay luchaban juntos. Terminamos con todos.
—Supongo que son todos —dijo la mujer de cabello rojo que se nos acercó —. Soy Mérida, esposa de Luke —indicó al lobo gris.
Me iba a presentar pero se escucharon aleteos muy cerca, solo eran aleteos, pero ahora era más de mil de ellos que venían a gran velocidad, la diferencia es que su cuerpo eran de color negro, seguramente los más fuertes, sostuve bien mi arma al igual que Selene y Mérida, y los Lircay gruñian ya listos para volver atacar, cada vez estaban más cerca y se veían más grande. A centímetros de nosotros una honda espanciva de luz nos rodeo y destruyó a los miles de diablillos volviendolos cenizas en segundos, quedamos todos impactados, las cenizas volaban por los aires, Selene y yo nos giramos y vimos quien había sido la causante de tal fuerza, Juliana estaba en cuclillas, había enterrado una espada en la tierra, al verme sonrió, sacó la espada y se puso de pie.
—Llegamos justo a tiempo —dijo con una sonrisa y envainando la espada en su espalda.
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Se viene, sábado último capítulo y el marte el epílogo 😱😱😱
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Chio 🐾🐾🌈