Chicas misteriosas | Meliodas
El olor a alcohol se estaba volviendo cada vez más sentido. El lugar no estaba tan lleno de gente como solía ser. El sombrero de jabalí siempre había sido un lugar exitoso. La gente venía con sus amigos y familiares para beber y celebrar. Este es un lugar lleno de felicidad. A veces por la noche venía gente, desafortunada en el amor o que no tiene estabilidad económica, para emborracharse y olvidar sus problemas aunque sea por un momento. A pesar de esto, el sombrero de jabalí nunca perdió la magia que adquiere cada mañana gracias a los niños que juegan, sus padres que hablan tranquilamente y la música que retumba por todo el local. Pero hoy es diferente. Todo el esplendor que emanaba incluso sólo verlo desde lejos había desaparecido y yo no era el único que se había dado cuenta... Incluso Ban y King habían notado de que la gente ya no era tan alegre como solía ser. Algo extraño estaba pasando y no teníamos ni la mínima idea de que era.
Veo un chico con ojos color carmesí, cabellos entre celeste y blanco saliendo de la cocina y acercándose a mí — capitán, voy a tomar un poco de aire
Mentira. Lo conozco.
Ni siquiera vi a un niño salir de sus casas hoy. Era como si todos tuvieran miedo de salir. Todos menos uno... Ha pasado mucho tiempo desde que un niño viene todas las noches a pedirnos que le demos las sobras que habíamos acumulado durante el día. Es un chico muy dulce, cariñoso, valiente y siempre se preocupa por su hermano menor. Esos pobres niños eran huérfanos y sus padres no habían dejado ninguna herencia. Ban seguramente le dará sus restos diarios.
— dile a Wild de esperame, yo también quiero saludarlo
El me mira y después inicia a reír sin sentido — jaja esta bien — dicho esto se fue
Siento la puerta del local abrirse de nuevo. Me volteo con una sonrisa en los labios, porqué sé perfectamente quien estaba por entrar. Zaneri.
— capitán — coloca su mano en mi hombro — me ocupo yo de los otros clientes, tu ve con ella
— gracias King
Voy hacia aquella chica y la saludo amablemente. Ella hace lo mismo y me pide si no era demasiado tarde para entrar — pronto vamos a cerrar, ya no aceptamos clientes, pero para ti hay siempre un sitio libre
— gracias Meliodas, eres el mejor
— ven conmigo, te voy a servir la mejor cerveza del sombrero de jabalí — ella me sigue hasta la barra. — la cerveza de Vanya — digo mientras le ofrecía el vaso. Ella lo acepta gustosamente y toma un sorbo.
— es deliciosa — veo como sus ojos se iluminan.
Miro hacia otro lado un poco sonrojado — escucha yo queria... ehm — digo buscando de llamar su atención. Siento su mirada posarse sobre mí y esto me hace agitar aún más — quería preguntarte si... — fui interrumpido
— disculpenme si me entrometo en vuestra conversación, es que tenemos que cerrar... — nos informa King
— oh esta bien... dentro de un rato me voy — King se va y Zaneri se voltea a mirarme — ¿que estabas diciendo?
— n-nada...
La chica castaña termina de tomar su cerveza, luego me saluda amablemente y se va con su solita aria alegre. Habia perdido otra oportunidad para invitarla a salir. Terminado de limpiar todo me dirigo a la parte trasera del local. Alli estaban mis amigos y Wild.
— de nuevo gracias, es solamente gracias a ustedes si yo y mi hermano tenemos para comer
— ya basta agradecenos ¿estas seguro que no quieren que les prepare algo en vez de conformarse con simples sobras? — pregunta Ban
— no, esto es más que suficiente, a mi hermano le encantan las sobras
— a proposito, nunca te hemos preguntado como se llama... — dice King curioso
— se llama Mild, pero le gusta hacerse llamar Hawk. Dice que le queda bien — veo formarse un brillo particular en sus ojos, eso sucedía todas las veces que hablaba de su hermano
— entonces, salúdanos Hawk de parte nuestra
— lo haré... nos vemos mañana — gritaba mientras se alejaba corriendo. Ya se está acercando la noche y es muy peligroso para un niño girar sólo por estas calles. Pero el es diferente... me recuerda a mi cuando tenia su edad.
Nos dirigimos a casa con un aire cansado. Mientras atravesamos el bosque, Ban hacia sus sólitas batutas sobre la altura de King y este se quejaba de que mi mejor amigo no lo dejaba en paz. Yo solamente me reía y escuchaba su discusión habitual. Nuestros días eran todos iguales. Mismos clientes, mismas conversaciones y el sólito camino para regresar a nuestro hogar. Algunas personas pueden pensar que es aburrido, pero yo soy feliz así. En pasado ya tuve demasiados problemas. Lo unico que quiero es una vida tranquila y la encontré. ¿Que podría ocurrir ahora?
— mira capitán — King señala un árbol caido que estaba en medio de nuestro camino.
Ban se acerca lentamente hacia ese árbol y después mira a su alrededor. De repente su expresión tranquila cambió por una sorprendida y asustada a la vez — hay personas aquí ¡vengan a ayudarme! ¡Estan heridas!
Nosotros dos corrimos hacia el y lo ayudamos a sacar aquellas personas de ese lugar. Eran tres chicas. ¿Desde cuando estaban allí? ¿Están vivas? ¿Que hacian por aquí? En esta zona non pasan muchas personas... tenia demandas preguntas pero lo más importante ahora era curar sus heridas.
— seguramente estan muertas, vámonos... — Ban aveces puede tener un corazón de piedra. Se que en pasado el ya había probado a ayudar los demás pero esas personas nunca lo apreciaron. Pero no creo que sea solamente esto... hay más. El único problema es que a Ban no le gusta contar su pasado a los demás.
King pone un dedo debajo de la nariz de una de ellas — respira
— entonces tenemos que ayudarlas. Llevémoslas a casa
El alto chico de cabellos plateados no parecía muy convencido, pero hizo como dije, agarró una de ellas en las espaldas y se la llevó hasta nuestro hogar. Escanor... mantendré mi promesa.
El oji miel apoya la chica a lado de las otras. Voy en el otro cuarto para agarrar los vendajes y las hierbas medicinales. Cuando encontré todo el necesario estaba por regresar hasta que sentí unos rumores. Me apresuré a ir en el salón. Una de esas chicas se había despertado y no queria quedarse quieta. Mis amigos intentaban explicarle que estaba en un lugar seguro, pero ella parecía demasiado asustada para escucharlos.
Me acerco con la mejor sonrisa que podía mostrarle, me agacho y la miro en los ojos — Debes estar tranquila, nosotros queremos solamente ayudarte
Ella para de moverse y se tranquiliza, luego mira a su alrededor. Era como si estuviera buscando algo... o alguien. Cuándo vió la chica rubia a lado suyo la abrazó fuerte. La peliplateada sussurra algo que no pude oír.
— ¿como te llamas? — pregunté sin borrar mi sonrisa
Ella me mira sorprendida, luego me responde tímidamente — E... Elizabeth
— es un placer conocerte Elizabeth, yo soy Meliodas y ellos son mis amigos Ban y King — digo mientras los señalaba. Detengo mi mirada en sus brazos llenos de arañazos — ¿esas heridas te duelen?
Ella dice que no con la cabeza. Mientras nosotros hablábamos King sé dispuso a curar las heridas de las otras dos chicas y Ban se fue hacia la cocina para prepar algo de comer. — pueden quedarse aquí hasta que no se recuperen completamente
— ¿n-no será mucho estorbo?
— no te angusties, nosotros les ayudaremos con mucho gusto
Después de comer, mostré a Elizabeth la habitación de huéspedes. La ayudo a llevar las otras chicas y a echarlas en las camas. Ella me agradece de nuevo. Hay algo extraño en esa chica... sus movimientos, su compostura, la manera en la que camina. Son... diferentes. Quizás sea solamente mi impresión, pero parecia una chica de alta clase. Completamente diferente a como se comporta Liz. Mejor ya no pienso en eso, ahora me echo en la cama y mañana se verá que hacer.
— ¡hermano!
Un niño...
— ¡hermanoo!
Zeldris...
— ¡hermano despierta! — grita aquel niño peli negro
Veo un "yo" pequeño que abre los ojos y se levanta rápidamente. ¿Un sueño? No...
Un recuerdo.
— Zeldris... — el adolescente rubio mira a su alrededor — ¿donde está nuestro padre?
— está trabajando ¿no recuerdas?
— oh si... — dice un poco turbado
— ¿que tienes? ¿Te duele algo? — pregunta preocupado el oji negro
— no es nada...
Me recuerdo ese día... ¿como podría olvidarme? Ese fue el día... en el que mi vida cambió completamente.
Aquel chico oji esmeralda se voltea rápidamente y pone sus manos en los hombros de su hermano — escucha Zel ahora te voy a hacer una pregunta muy importante... porfavor responde lo más sincero posible
— ¿eh? Esta bien... pero así me asustas — dice no muy convencido
— bien... — hace un gran respiro — ¿tu me creerías si te digo que nuestro pad- — fue interrumpido
— ¡chicos ya llegué! — grita aquel hombre desde el otro cuarto. Se siente el rumor de una puerta cerrárse y los pesados pasos que daba su padre hacia donde estában ellos.
— ¡padreee! — Zeldris corre hacia el y lo abraza fuerte.
El pequeño "yo" se queda allí observando la escena. Ver de nuevo ese hombre le causaba dolor al pequeño oji verde. Después de eso los tres van al salón para comer todos juntos. Cómo sienpre el señor se sentó en la cabeza de la mesa y sus hijos a sus lados. Inician comer tranquilamente.
— Meliodas... ¿haz practicado con la espada en mi ausencia? — pregunta el padre sin dejar de comer
— no.
— oh... — dice serio
— ¡papà! Cuándo seré grande yo también quiero ser un caballero como tu — afirma entusiasmado aquel niño pelinegro.
— no Zel... — sussurra el niño rubio
— ¡entonces lo serás! Voy a ser yo mismo quien te enseñe. Te convertirás en el caballero más leal, fuerte y valiente de todos. Tu hermano gruñón dice qu- — lo interrumpe el pequeño "yo"
— ¡deja de decir tonterias! — grita amargo. Los tres se quedan callados. El aire comienza a hacerse más pesado. El joven Zeldris no tenia la mínima idea de que estaba pasando allí.
El padre baja un poco la mirada — Meliodas... ve a tu recámara
El chico obedece y se va furioso. En ese entonces no sabia que pronto hiba a perder mi hermano y de consecuencia toda mi familia. No puedo considerar ese hombre mi padre. El nunca lo fue.
Después de un poco Zeldris entra en el cuarto de su hermano mayor — hermano... yo voy al bosque con papá para entrenar, tranquilo regresamos pronto
— vengo yo también — replicò el con una expresión seria
— ¡no! — grita su hermano — yo... n- no quiero verte pelear de nuevo con nuestro padre
— pero Zel yo- — lo interrumpen
— ¡ya basta decir que nuestro papá es malo!
Me recuerdo que en ese entonces me sorprendí mucho al sentir mi hermano gritar así fuerte. El siempre fue muy pacífico, decía que lo mejor para resolver los problemas es hablar. Y verlo así fue una novedad para mi...
— ya me tienes harto, tu quedate a casa. — el peli negro cerró con fuerza la puerta y se va corriendo.
— ¡no, espera Zel! — el pequeño "yo" sale de la casa desesperado para buscar su hermanito. Pero... Ya era demasiado tarde.
Esa fue la ultima vez que vi mi hermano...
El pequeño oji esmeralda estaba por regresar a su habitación però un fuerte golpe recibió a la cabeza y calló a tierra inconsciente.
Me recuerdo que cuando desperté me sentía tan asustado. El lugar en el que me encontraba era tan oscuro que no se podía ver nada. No podía respirar bien, me faltaba el aire. Después de un poco me di cuenta que me encontraba adentro de una caja. Por un lado había un pequeño agujero del que podía entrar una ligera luz. No era muy grande, pero lo suficientemente grande cómo para ver lo que había afuera.
Un mercado. Podía oír a la gente hablando, el ruido de un saco lleno de monedas y de repente oyo una voz que no conocía. Un hombre.
— ¡Véngan! ¡Vengan! Estoy vendiendo un niño por pocos centavos. ¡No retrocedan! ¡Es una oportunidad única en la vida!
Abro los ojos. Mi respiración era pesada, estaba expulsando litros de sudor y una lágrimas había dividido a mitad mi mejilla. ¿Tan sólo recordar esos momentos había provocado esto en mi?
Siento unas voces... tres personas... ¿están peleado?
Reconozco rápidamente una de esas voces. Es la de Elizabeth.
Me levanto de la cama sin hacer ruido y miro afuera de la ventana. La luna todavía estaba alta en el cielo buscando de iluminar la oscuridad de la noche. Me volteo y veo Ban sentado en su cama. Iba a preguntarle qué estaba pasando, pero me invita a callar poniendo un dedo en la boca — shhh
Nos levantamos lentamente y luego salimos de nuestra habitación furtivamente. La puerta del cuarto de las chicas estaba abierta y parecía que allí dentro no habia nadie. Más nos acercábamos al salón y más esas voces se podían escuchar claramente. Ban se queda detrás de la pered, yo volteo un poco la cabeza para ver con quién estaba hablando Elizabeth.
Dos chicas. Eran esas chicas que encontramos junto a Elizabeth. En ese instante llegó King. El estaba detrás mío y tenía una expresión amarga. Antes que pudiera decir algo Ban le tapó la boca. — King... no digas nada porfavor — sussurro
— mm mmmm
— escucha... no sabemos nada sobre ellas. He intentado tener una conversación con Elizabeth pero no nos dijo nada sobre porqué estaban allí cuándo las encontramos o de su pasado. Pude descubrir solamente que esas chicas son sus hermanas. La cosa extraña es que ¡no se parecen en nada! Lo sabemos que no es bueno espiar las personas, però necesitamos saber más sobre ellas — le explico siempre a voz baja
El deja de rebelarse y se para a lado mío con una expresión muy seria. King odia hacer este tipo de cosas, siempre fue así. Vuelvo a voltearme para poder escuchar la conversación que tenian aquellas chicas.
— no puedes irte — dice Elizabeth con un tono triste
— yo hago lo que quiero — responde fríamente la chica castaña
— Diane... — la peliplateada agarra las manos de la chica y las aprieta entre las suyas — porfavor... dame otra posibilidad para ser una buena hermana mayor
Diane la mira un poco sorprendida, luego se safa de su agarre y mira hacia otro lado. Hay un momento incómodo entre las tres. La joven rubia decide intervenir — será mejor ir a dormir ahora...
— yo no quiero pasar ni un minuto más... con esta — dice con voz cortante mientras miraba la oji azul
Veo como Elizabeth baja la cabeza y aprieta los puños con fuerza — lo se... no fui una hermana mayor ejemplar. Cuando más me necesitabas yo no estuve allí contigo, disculpenme mucho... — levanta su mirada y comienza a formarse un brillo en sus ojos — Pero te prometo que desde ahora voy a estar más presente. Ahora podremos pasar más tiempo juntas, podremos viajar, divertirnos, ya nadie podrá separarnos. Te prometo qu- — fue interrumpida
— ¡ahora callate porfavor!
Otro silencio incómodo.
— tú crees que es tan facil perdonarte ¿verdad? — buscaba de contener las lágrimas
— ahora basta Diane — sussurra la joven rubia
— Elaine, no es asunto tuyo — dice a voz baja y después fija su mirada nuevamente sobre Elizabeth — ¡tu no tienes la mínima idea de lo que he pasado! He hecho muchos sacrificios para ustedes dos mientras que tu hacias algo que no quieres decirnos... ¡detrás-de esa-maldita-puerta!
— yo solamente... — Elizabeth decide no terminar la frase y Diane se queda mirándola fríamente
— yo me voy.
— ¡no! Porfavor Diane — la agarra del brazo
La oji morada voltea su cabeza lentamente — ¿porqué? Sin mi ya no tendrás problemas ¿no era esto lo que querías?
— sabes que no es así
— dime algo Elizabeth... ¿porqué? ¿Porqué desapareciste así? ¿Porqué ya no nos querías ver? ¿A caso no somos suficiente agradables para ti?
— que dices Diane... ustedes son todo para m- — la peliplateada no terminó la frase, porqué recibió una fuerte cachetada de parte de la castaña. Fue tan fuerte que la chica calló a tierra.
Elaine preocupada se acerca a esta — ¿Elizabeth estas bien?
Esa chica ya se estaba pasando de la raya así que nosotros decidimos intervenir y salimos de nuestro escondite — ¿que sucede aquí? — pregunta Ban. Ellas se limitan a mirarnos y nosotros las imitamos.
¿Ellas son realmente hermanas? ¿De donde vienen? ¿Estaban escapando de alguien? Si fuera así ¿de quién? ¿Porqué?
¡Holii! Muchas gracias a todos los que están leyendo la historia. Este será mi primer fanfic que tiene capítulos tan largos, así que deséame suerte >u<
Sé que al principio hay cositas confusas, pero se irán explicando a medida que pasen los capítulos.
Espero les haya gustado el capítulo. Si es así, no olviden de dejar una estrellita y/o comentario. Me gusta saber vuestra opinión sobre lo qué escribo.
¡A la proxima hermosos!
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