Sábado. Un día de mierda. La madrugada del viernes se había despertado algo, ofuscado. Había tenido un sueño realmente raro pero excitante a la vez.
En sus sueños estaba Imalay.
Oh realmente fue bueno.
Ella estaba en su apartamento. Estában solos. Ella estaba en ropa interior de encaje color azul celeste, se veía condenadamente bien y de momento todo comenzó a volverse caliente. Ella estaba haciendo una especie de baile, como si fuera una stripper. Edward estaba sentado al borde de la cama, sin camisa y con sus pantalones de pijama de algodón. No lo dejaba tocarla. Ella prácticamente estaba encima de el besándolo y era una tortura no poder tocar su piel morena. Bailaba tan sensual y el ritmo de sus caderas era algo alucinante y extremadamente sexy. Su mirada penetraba la de el, como si con ella le dijera que la tocase. Ese era su deseo. Tocarla.
Sus manos picaban por tocar la curva de su cadera.
La tomo por la cintura y la acerco a el, colocándola a horcajadas sobre si mismo. Su espalda toco el colchon y ella continuo su baile al ritmo de la música aún estando encima de el. Lo estaba volviendo completamente loco. La manera en la que sus caderas chocaban con las de el, en la forma en que se movía encima suyo. ¡Joder, estaba encima de el, moviéndose sobre su miembro y el no podía hacer nada, ya que tenía sus manos atrapadas en un fuerte agarre!
Maldición eso era lo más excitante que había vivido.
Todo eso paso cuando se desperto a las cuatro de la mañana sudando por ese extraño sueño.
¿Qué carajos había sido eso? ¿Por que soñaba con ella? Definitivamente esa muchacha de ojos oscuros le había echo algo. No podía quitársela de la cabeza.
Ni siquiera pudo volver a dormir. En su mente se reproducía ese sueño una y otra vez. No podía borrarlo aunque quisiese. Era una locura. Se dio un baño y se quedo en la sala viendo televisión.
La realidad era que no podía hacer nada gracias a que no había dormido nada y eso tuvo consecuencias. Cada vez que cerraba sus ojos, la imagen de una Imalay sonriéndole y besándolose aparecía en su cabeza, al final se dio por vencido y encendió la tv a las cuatro de la mañana.
†
EDWARD
He estado todo el día echo una mierda. No pasan dos minutos cuando mis ojos están cerrados. Últimamente mi mente ha estado ocupada pensando en Imalay. Esa mujer no sale de mi mente y no se porque. Ella tiene un no se que, que me atrae como el infierno y no puedo evitar mirarla en el trabajo como un maldito psicopata. No dejo de pensar en ella. Es tímida pero a la hora de defenderse era toda un fiera. Lo sabía porque el jueves, Chaz la estuvo molestado un rato en la comida y ella se enojo tanto que le lanzo con la cuchara desde la otra mesa. Tuvo suerte el condenado, la cuchara iba directo a su frente. Me hubiera reído en su cara si eso llegaba a pasar. Eso le pasa por cabrón.
Ella estaba dos mesas alejada de Chaz, parece que le había echo algo antes y por eso se fue. Pero mi querido hermano era, es tan jodidamente molesto que siguió molestando a la pobre chica. Ella simplemente exploto.
-Parece que alguien no durmió bien- escuche la voz de mi hermano.
Estaba en su típico pantalón de jugar basket, seguramente iría luego a la cancha que hay en la esquina donde también había un parque para jugar baseball. Me encanta este sitio. Chaz y yo habíamos decidido que si íbamos a vivir juntos tenía que ser un lugar, donde hubiera aire fresco, vegetación y una buena cancha para jugar. Creo que este apartamento es el mejor. No tenemos que pagar nada, solo agua y luz. También decidimos que si alguno de los dos se casa pues el apartamento es del otro. Aunque hace un par de semanas atrás le dije que estaba comenzando un proyecto nuevo, quería vivir sólo. Ya tenía la casa. Sólo faltaba pintar y mover todas mis cosas aya. No era muy lejos de aquí, sólo eran algunos 15 minutos como mucho.
-Cállate, llevo despierto desde las cuatro de la mañana- dije.
Estaba en el sillón mirando la televisión o al menos lo estaba intentado. Tenia mucho sueño y sentía que el cualquier momento caería patas arriba.
-¿Qué pasa?- era muy listo para saber que le escondía algo. Soy de las personas que no puede ocultar nada y tampoco se mentir.
Suspire. Soy un maldito libro abierto.
No le quería contar de mi sueño y de lo frustrado que estaba con todo esto. Esta bien que me haya perdonado pero aún así no tenemos una relación..amigable. Se que soy un idiota, siempre estoy de un humor de perros pero es que nadie es capaz de ver lo bueno que hay en mi.
No sabía como contarle.
Seguramente Chaz empezaría a burlarse y a echarme en cara que el logro en dos días ganarse a Imalay y yo aún no había tenido la oportunidad de hablar con ella más de 25 minutos. Aunque lo de ayer no cuenta pero creo que fue un gran avance.
Lo mire. No estaba seguro de esto. Tampoco es que me avergüence, siempre le cuento todo a Chaz, sea el tema del amor o lo que sea. Es mi consejero.
-Estoy desvelado- pase mis manos por mi rostro.
-¿Y?- insistió
-Tuve.....-no sabía como decir esto- Oh Dios, tuve un sueño con Imalay- dije. Me sentía incómodo.
Chaz dio un salto. No puedo descifrar su expresión. Tiene una sonrisa en la cara y me mira como si acabara de matar a alguien.
-¿Qué clase de sueño?- pregunto
-¡No pienso contártelo!- conteste al instante. Esto llegaba a hacer muy abrumador- ¿Vas a la cancha?-asintió -Voy contigo.
Trate de evitar el tema. No pensaba contarle mi sueño. Aunque estoy muy seguro que el se hace una idea de como fue.
Me levanté del sillón. Apague la tele y camine todo el pasillo hasta mi cuarto. Quite mis pantalones, me coloque los bóxers y luego el pantalón de jugar basket. Tome la camisa sin mangas color negra, que era conjunto del pantalón y me la coloque. Me puse unos vans desgastados color azul y despeine mi cabello.
Chaz ya me estaba esperando en la sala. Siempre envidie la forma en la que olvidaba todo. La verdad no se que va a pasar el día que me mude. Me volveré loco, pero hay que acostumbrarse.
-Vámonos-dije.
Salimos del apartamento y llegamos al la puerta principal. La cancha quedaba justo detrás del apartamento, así que no teníamos que caminar mucho.
Abrí el pequeño portón que había y entramos. No estaba en muy buen estado. Las paredes tenían graffiti, el suelo estaba despintado y ya no tenía las marcas de base. Para mi estaba bien. Siempre escondíamos la bola detrás de las gradas, era costumbre. Además, le pertenecía a todos los que venían a jugar aquí.
Rápido no encontramos con los otros chicos.
-Hey- salude.
Jack 1 y Jack 2. Eran gemelos y tenían 17 años. Le decíamos así ya que no podían estarse quietos. Siempre estaban brincando y saltando y haciendo chistes. Eran altos, cuerpos de atleta, cabello café, ojos oscuro y piel blanca.
-¡Hola Edu!-contestaron los gemelos a la misma vez. Esto era demasiado raro. Aún no lo supero.
-¿Y los otros?- pregunto Chaz.
-¡Aquí!- gritaron todos.
Oh dios.
Los otros gemelos.
Ángel y Angelo. Estos eran un poco más tranquilos pero cundo se juntaban con los otros gemelos hacían un desastre. Eran altos, fuertes, ojos café, piel blanca y cabello oscuro. Llamaban la atención de cualquier mujer. Como dicen ellos "somos tan atractivos que algunas veces es abrumador"
Su idiotez sobrepasa los límites.
-Edu últimamente has estado perdido- Jack 1 estaba saltando la cuerda demasiado rápido. Tanto así que hablaba entrecortado.
Lo mire sonriendo. Este chico nunca se estaba quieto.
-El trabajo- conteste mientras rebotaba la bola y pronto comenzó el juego
Esto servia para distraerme. Ya no pensaba en ese sueño tan caliente. Esto era lo que necesitaba. Distraerme. No quería pensar en eso, si lo hacia perdería la cabeza, la razón y la cordura. Estoy decidido en conquistarla, se me hará difícil, lo se, esta chica es de las dificiles. Y eso me gusta. No es fácil de conquistar pero yo no soy persona de rendirse.
Los equipos estaban formados por:
Chaz, Jack 1 y Ángel.
Y el otro equipo:
Angelo, Jack 2 y yo.
La verdad que le estábamos dando la pela del siglo
-¿Que paso hermanito? ¿No puedes conmigo?- me burle
-No seas cabrón, sabes que puedo contigo- dijo
Solté una carcajada. El podía ser muy chistoso algunas veces.
Veinte minutos después estaba exhausto y derrotado. El equipo de Chaz había ganado por un punto.
¡Por un puto punto!
A la verdad que el mundo la tiene contra mi.
Nos refugiamos en las gradas ya que empezó a llover muy fuerte. Estas quedaban justo al frente del parque. Me encantaba porque cuando había juego en la cancha y en el parque a la misma vez podías verlas.
Andaba en las nubes. Otra vez esos pensamientos sobre Imalay.
¡Maldición!
Tenía mis codos en la rodillas. Mi mirada estaba en un punto fijo. El frío entraba por mis huesos y realmente dolía. Me pongo a pensar en las cosas que han sucedido en estas semanas. Como todo ha cambiado.
Hace dos semanas atrás, mi hermana me había dicho que tenía que reacer mi vida. No podía concentrarme solo en el trabajo y en la empreda olvidadondome de mi solo para llenar el vacío que había en mi corazón. Me había dicho que tarde o temprano tendría que llegar la chica que complementara mi vida. Después de lo que paso con Sara deje de ser el mismo. Me había convertido en un hombre maduro. Ella me había dicho que no me amaba, pero no dolo eso, ella trato de estafarme, me lastimo muy profundo al rechazar a mi familia, lastimar a mi sobrino y con eso llego el limite.
Eso había dolido, en aquel tiempo. Ahora sabía que no la amaba, que era como un capricho para mi. No lo veía porque sólo tenía 20 años, alguien que todabia esraba experimentando, pero ahora que tengo 26 se que no la amaba y que tampoco tenía sentimientos hacia ella. Tampoco se con exactitud lo que siento cuando hablo con Imalay. Es una sensación extraña pero tampoco puedo apresurarme porque no he compartido mucho con ella y solo lleva unas semanas en la empresa.
Existen muchas cosas que no se de ella. Como por ejemplo, si tiene novio o esta en una relación formal. Si eso es cierto yo estaria muy jodido.
Olvidando el tema de Imalay, va como unas dos semanas que no visito a mamá. Aunque ella vino a mi casa el miércoles, eso no es excusa para no visitarla. Necesito ir a donde era mi casa, quiero mi cuarto, mi cama, mi frisa, mi almohada, todo. Definitivamente necesito un descanso.
Salgo de mi nube de pensamientos cuando uno de los chicos me golpea la cabeza.
-Estas en otro mundo- Jack 1 esta sentado a mi lado y tiene el balón bajo sus pies.
-Estoy muy frustrado- digo.
No hay nada más cierto que eso. Esta semana ha sido muy difícil. Mucho trabajo. Nunca en mis seis años de ser jefe me había sentido tan cansado, frustrado y nervioso.
-Necesitas relajarte hermano, toma unas vacaciones- Jack pone su mano en mi hombro y me sonríe.
El es más que un amigo para mi al igual que lo otros. Levantó mi cabeza al escuchar el grito de Chaz.
-¡Edward, mueve tu culo aquí ahora mismo!- grita a todo pulmón
¿Que diablos?
Se que es algo grave por el tono de su voz. Espero que no sea nada que tenga que ver con mi sobrino. Me levantó y camino hasta Chaz, que se encuentra con la mirada fija en el parque.
-¿Qué pasa?-
Con su cabeza señala el parque. Hay, en medio de esta tormenta, de este frío de muerte, esta Imalay con un bate golpeando quien sabe que cosa y gritando. Lo más que me asusta es lo que dice:
"Quiero morir"
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Hola! espero que el capítulo les gusté.
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