Alma Brillante ~Creek~

By Einhorn-Blau

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A su edad invocar a un demonio le parecía algo tan interesante, tan irreal. Sentía como hormigas recorriendo... More

Ritual.
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Recuerdo
Recuerdo 2
Recuerdo 3
Recuerdo 4
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Aviso troste.
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Final, triste y anhelado final.

14.-

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By Einhorn-Blau

Craig.

En cuanto Tricia cerró la puerta yéndose a la escuela, Craig miró a Tweek con una sonrisa impaciente. Se rió al ver cómo Tweek se le quedaba mirando con extrañeza, incluso ladeó la cabeza hacia la derecha sin quitarle la mirada de encima. Craig tuvo ganas de presionar los músculos que se fruncían en el entrecejo de Tweek con su dedo indice; se talló las manos en el pantalón para deshacerse de la sensación.

— Estaba pensando... Sería buena idea que practicaras caminar o que te vean otras personas, para evitar complicaciones.- propuso, sin dejar de frotar sus manos.

Vio a Tweek entrecerrar los ojos en una mueca indecisa.

— No sé si sea buena idea.- respondió, se sentó con la espalda recta.

— Yo creo que lo sería. Pienso que podría ser divertido.

— Ya, imagino. Pero, ¿qué pasa si a mitad de camino no puedo controlarlo y desaparezco de repente?

— Yo confío en ti, sé que puedes lograrlo.- Alentó descansando ambas manos a sus costados.

Tweek dejó caer los hombros mirando a Craig con recelo. Craig se rió ligeramente; Tweek lo estaba mirando como si fuera un imbécil y no se le ocurría otra cosas más inteligente que hacer además de reírse. Quizá era más por nerviosismo, es decir, Tweek no le había quitado los ojos de encima desde hacía un buen rato, y por obvias razones esto le provocaba un nerviosismo peculiar.

— La confianza a veces no es suficiente, Craig. Es un arma de doble filo.- le dijo con un tono frío. Craig frunció el entrecejo lleno de confusión.

—  ¿Qué tiene que ver con esto?- cuestionó, extrañado.

— Salió sólo.- contestó encogiéndose de hombros restándole importancia.- Una simple advertencia que puede servirte o no para otro momento.

Craig lo miró fijamente, intentando deducir qué rayos ocurría con él. Tweek le dedicó un sonrisa grande, y un poco incómoda. Craig finalmente desvió la mirada.

— ¿Entonces qué? ¿Vas a intentarlo?- insistió.

Tweek se mordió el labio inferior, pensativo. Finalmente Craig vio como Tweek soltaba un suspiro pesado y quejumbroso, hizo desaparecer sus cuernos y alas, y sus ojos se volvieron de un color azul océano, se puso de pie sosteniéndose de la mesa a su costado bajó la atenta y curiosa mirada de Craig. Craig estiró la mano hacia Tweek quién le miró con una ceja alzada, interrogante.

— Puedes apoyarte en mí, si quieres.- ofreció.

— Lo tendré en cuenta.- dijo sin aceptar la mano ofrecida.

Craig bajó la mano lentamente al tiempo que Tweek se soltaba de la mesa. Se sobresaltó al ver como el demonio se tambaleó hacia adelante.

— Estoy bien.- dijo Tweek recuperando el equilibrio. Lo vio suspirar profundamente.- ¿Me veo normal?- le preguntó.

Craig lo miró fijamente. No, se dijo, tal cantidad de belleza no es para nada normal. Pero dudaba ser lo suficientemente valiente como para decir algo tan vergonzoso como eso.

— ¿Qué quieres decir con normal?- preguntó en su lugar.

— Me refiero a si me veo como un buen monstruo de tres cabezas, obviamente.- respondió.

Craig le dedicó una mirada cansina. La mayoría de las ocasiones los comentarios sarcásticos de Tweek eran demasiado innecesarios, tanto que a veces le provocaba ganas de dejarlo hablando solo en una habitación e irse a vivir su vida tranquilamente; justo ahora podría irse sin ningún problema. Claro que nunca se le ocurriría decirle esto, pese a todo era extremadamente consciente de lo fácil que sería para el demonio arrancarle la cabeza, y quizá no en sentido figurado.

— Te ves como un humano, si es lo que intentas decir.- le dijo con una sonrisa de lado.

— ¿Y me veo bien?- preguntó en tono pícaro.

Craig sorbió por la nariz, mirando al demonio sin emoción.

— Te ves casi igual que siempre.- lo que podría traducirse en: sí, pero no me hagas decirlo, porque no voy a saber cómo reaccionar a lo que me respondas.

— Uf, en ese caso me veo fenomenal.- se pavoneó.

— No tenía idea de que también tenías problemas de narcisismo.- sonrió con burla.

— No los tengo.- afirmó.- El narcisismo engloba muchas más cosas.

Craig rodó los ojos.

— Va. Tenemos que irnos ya o llegaremos tarde.- avisó. Tweek resopló.

Caminó hacia su mochila colocándola en su espalda mientras Tweek se soltaba poco a poco de la mesa dando algunos pasos inseguros hacia la sala.

— ¿Estás seguro de que no quieres ayuda?- le pregunto de nuevo.

— Si la necesito te lo haré saber.- aseguró.

Craig asintió, se dirigió a la puerta de la casa, la abrió y esperó hasta que Tweek estuviera a su lado. El demonio llegó hasta él entre tropiezos, tambaleos y una que otra mala palabra que hizo sonreír a Craig. Craig se aseguró de cerrar bien la puerta una vez que ambos salieron; emprendieron rumbo a la escuela. Era interesante ver a Tweek, o escucharlo maldecir la existencia de la gravedad. Si era sincero ni su parte más positiva habría podido imaginar que Tweek accedería a hacer esto, mucho menos a hablar con sus amigos, lo más esperable era que se negara rotundamente a su idea; aún siente la sorpresa que le llegó cuando vió a Tweek analizando el asunto después de habérselo preguntado. Definitivamente Tweek era mil posibilidades caminando por ahí.

— ¿Cómo voy a saber que funciona?- preguntó Tweek después de soltar un suspiro pesado y profundo.

— Supongo que la gente no me mirará como si estuviera hablándole a la nada.- respondió con obviedad.

— Ahí tienes un punto.- reconoció.

Su equilibrio poco a poco iba mejorando, la emoción de Craig iba en constante aumento. Era enternecedor ver a Tweek esforzándose tanto por algo; se sentía orgulloso de que fuera capaz de conseguirlo.

— ¿Color favorito?- preguntó Craig de repente.

Tweek se detuvo para mirarlo con el entrecejo fruncido, Craig se detuvo a su lado tratando de retener la carcajada que poco a poco iba escalando por su garganta.

— El verde, creo.- dijo mirando un árbol que se encontraba en la acera de enfrente.- Realmente es hermoso.- admitió mirando ahora el cielo.

— Mis ojos son verdes, ¿te gustan? - preguntó sin pensar. ¡Sus ojos ni siquiera eran tan verdes! Craig ¿qué rayos haces? se preguntó.

Y cuándo Tweek lo miró sin expresión deseó que se lo tragara la tierra. Siempre es tan lógico y en el momento menos indicado tiene que soltar una tontería. ¡Por supuesto que sí! El demonio debió notar lo avergonzado que estaba porque le sonrió con burla.

— Sí, son preciosos.- respondió sin deshacerse de su sonrisa; retomó la marcha.

Craig dejó que avanzara unos cuantos pasos; se golpeó la frente con la palma de la mano rápido y sin mucha fuerza. Podía sentir todo su rostro y sus orejas ardiendo por la vergüenza. Caminó detrás de Tweek respirando profundo y rogando por que su piel volviera a su estado natural.

— ¿Hay algo que deba saber sobre tus amigos?-preguntó el demonio, Craig apresuró su paso para llegar a su lado.

— Bueno, son demasiado curiosos, quizá te pregunten cosas personales.- vio a Tweek mirarlo con una mueca de desagrado.- Pero puedes decirles cuando no quieras responder algo, sin problema.- se apresuró a explicar.- y... Clyde tiene un humor un bastante extraño.

— ¿A qué te refieres con extraño?- cuestionó.

— No sabría como explicarlo. Dice muchos chistes sin sentido.

Tweek se tropezó con sus propios pies; por impulso Craig lo tomó del brazo para evitar que se estampara con el suelo; Tweek se quedó quieto y con los ojos abiertos por la sorpresa.

— Odio esto.- se quejó para después relajar todo su cuerpo y suspirar con cansancio. Craig soltó una carcajada, alejó su mano del brazo de Tweek.

— No te preocupes, a cualquiera le puede pasar.- lo consoló.

Ambos volvieron a retomar su marcha, Craig se percató de algunas personas que habían presenciado la situación y los miraban con curiosidad. Tweek parecía no haberlo notado, o no le importaba. La parte positiva de esto era que ahora podía comprobar que efectivamente las demás personas podían ver a Tweek.

— Ya, pero yo no soy cualquiera.- mencionó con altanería. Craig volvió a rodar los ojos.

— Para no ser cualquiera es un poco patético que te hayas tropezado con tus propios pies.- atacó con burla. Tweek lo estaba mirando de reojo con molestia, Craig se rió.

— Si pudieras ir al inframundo te quedarías ciego por mi resplandor.- se pavoneó nuevamente.

— Claro, me imagino que sí.- respondió con sarcasmo.

— Sí, sí. Te lo aseguro.- siguió.

Tweek terminó soltando una carcajada, para Craig fue imposible no reírse también. Craig vio a Tweek inclinar la cabeza hacia atrás por la risa, el demonio dejó los hombros relajados y todo su cuerpo se balanceaba al ritmo de sus carcajadas, lo miró tropezar de nuevo y reír aún más fuerte por ello; no podía quitarle los ojos de encima, observarlo lo llenaba de paz, le hacía sentir tan tranquilo, como si tan sólo con verlo todos sus problemas desaparecieran momentáneamente. Era ver a Tweek y olvidarse incluso de que estaba vivo.

Comenzaban a dolerle las mejillas por sonreír; ahora que se detenía a analizar un poco la situación ni siquiera entendía realmente por qué Tweek se estaba riendo, así que sólo se dedicó a disfrutar del ambiente creado. Tweek se inclinó hacia adelante apoyando las manos en sus rodillas, respirando lento y profundo. Craig intuyó que intentaba controlarse. Una señora pasó a su lado, los miró a ambos y le sonrió a Craig con diversión y ternura, él le devolvió la sonrisa sintiéndose un poco apenado.

— ¿Estás bien?- le preguntó con una sonrisa una vez que la señora se alejó. Tweek se irguió colocando las manos sobre su estómago y soltó un suspiro.

— Sí, recordé algo y me hizo mucha gracia.- explicó.

Craig se quedó embobado; Tweek tenía las mejillas, la nariz, la frente y las orejas de un color rosa intenso que podría fácilmente confundirse con un rojo, dicho tono hacía que los lunares que tenía esparcidos por el rostro resaltaran aún más, y sus ojos tenían un brillo peculiar. Craig sólo pudo asentir con torpeza.

— Bien, andando.- apuró Tweek.- Que se te hará tarde.

Craig lo siguió cuando el demonio retomó el andar. Se aclaró la garganta ligeramente antes de hablar.

— En el siguiente cruce está la escuela.- recodó.- Quizá deberíamos aprovechar que no hay nadie en la calle para que te vuelvas... ¿Cómo lo digo? ¿Invisible?

— Puedo pasarla de largo hasta encontrar un lugar solitario donde pueda volver a la normalidad, por eso no te preocupes, yo me las arreglo.

— De acuerdo.- respondió.

Una vez estuvieron frente a la institución Craig vio a Tweek seguir de largo sin titubear ni despedirse, como si supiera exactamente a donde se dirigía; y quizá fuera así. Craig entró a la escuela, inhaló profundo, pudo sentir como el aire llenaba por completo sus pulmones, su cuerpo se relajó al momento de exhalar despacio. Vio a Clyde frente a su casillero, con la cabeza metida en el como si quisiera desaparecer por ahí; caminó hasta él con paso alegre.

— ¿Puedes hacerme un favor?- habló más rápido de lo normal.

Clyde saltó del susto y soltó un pequeño grito. Algunas personas del pasillo los miraron con una sonrisa que variaba entre lo extrañado y lo burlesco. A Craig se le escapó una carcajada.

— ¿Estás bien?- le preguntó sin dejar de reír.

— ¿Cómo voy a estar bien, imbécil? Casi escupo un pulmón del susto.

Craig se sostuvo el estómago con ambas manos cuando su risa le obligó a inclinarse hacia adelante.

— Perdóname .- le dijo con sinceridad cuando pudo recuperar el aliento.

— ¿Qué es lo que necesitas?- preguntó el castaño de mal humor. Aunque era más que obvio que estaba fingiendo.

— Que salgan conmigo y mi crush, y que no le preguntes cosas raras.- murmuró.

Clyde se giró para mirarlo de forma repentina, Craig se echó para atrás por inercia.

— ¿Qué dices?- interrogó.- A ver, me estás diciendo que vas a salir con tu crush ¿Por qué demonios no aprovechas y vas solo con él?- dijo con un tono que insinuaba que Craig era un imbécil.

— Por qué le prometí que estarían ustedes.- respondió con el mismo tono.- Es nuevo por aquí y creí que ustedes podrían ayudarme a buscar lugares que quizá le gusten.- explicó.

Clyde lo miró con los labios apretados en una sola línea mirándolo con recelo; Craig levantó las cejas en señal de confusión, negando ligeramente con la cabeza al mismo tiempo y encogiéndose de hombros.

— Sigo pensando que desperdicias una oportunidad importante.- le dijo.

— Ya, pero ¿van a ayudarme o no?- interrogó ya cansado.

— Yo... sí, quiero conocerlo. Pero debes preguntarle a Token.- recordó.

— Que sí.- canturreó.- En cuanto lo vea le pregunto. Pero, te digo, si tu ya dijiste que sí probablemente también acepte él.- alardeó.

— Yo no estaría tan seguro.- canturreó de vuelta.

— ¡Sabes que sí! Es igual de chismoso que tú.- atacó. Clyde lo miró con  molestia, terminó encogiéndose de hombros.

— La verdad es que sí, no te lo voy a negar. ¿Cuándo es tu cita?

— Hoy.

— ¡¿Hoy?!- gritó.- Joder, Craig, es viernes de tacos.- reprochó haciendo un berrinche.

Craig miró a su amigo con cansancio, cualquier día podía ser día de tacos.

— Podemos ir ahí.- respondió como si nada.

— Bueno.- dijo con resignación.

Craig sonrió con emoción.

————

Intenté actualizar desde el viernes, pero no puedo concentrarme en nada. Ahora mismo estoy haciendo tres cosas a la vez porque no puedo enfocarme en una sola. Literalmente en lugar de editar este cap me puse a escribir otro, y otras ideas de historias que estoy haciendo. Llevo todo el mes así, pero es lo que hay.

So, lamento si este capítulo se siente flojo y sin sentido, al menos así me parece a mí. Pero no tengo ganas de arreglarlo, motivación 0.

Voy a intentar que el siguiente cumpla mis expectativas. En fin, descansen y cuiden su salud mental, y la física también. Ai nos vidrios 💕

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