Juliana
Pasaron 2 semanas y el entrenamiento seguía y mis habilidades crecían cada vez más, también las de Val. Hicimos una carrera y la meta era llegar al refugio, yo la ganadora, Val llegó segundos después.
-Eres muy lenta —me burle de ella.
—Otra carrera —me desafío.
—Esta bie...—no logré terminar cuando Val ya había empezado a correr —. ¡Oye! Eso no se vale —y fui tras ella, la alcance, saltamos algunos arbustos que aparecían en el camino —. Te alcance. Y ahora me voy—me miro confundida, le sonreí y le guiñe el ojo, comencé a correr más rápido, salte sobre la rama de un árbol para darme más impulso aún dejando a Val varios metros detrás de mi, corrí hasta llegar a un barranco, la caída no era muy profunda, pero solo habían montones de rocas, seria más una dolorosa caída y para otros mortal —. ¡Te he vuelto a ganar! —le grite a Val que venía cerca —. Soy la mejor corrien...—no pude terminar cuando sentí que alguien me lanzó con fuerza por el barranco, me golpeé con varias rocas en la caída hasta llegar al suelo y quedar de espalda soltando un gemido de dolor —. ¡Eres una mala perdedora, Val! —mi voz se escuchaba con eco, la vi asomarse un poco y luego comenzó a bajar, lo hacía hábilmente hasta que llegó a mi lado, me tendió la mano y me levanto.
—Perdón —se disculpo —. Me recuerdas a mi hermano cuando competimos y siempre me ganaban —me dijo con nostalgia.
—Lo extrañas —afirme, ella asintió —. No debiste de hacer lo que hiciste.
—Tome una decisión, salvar tu vida —me dijo —. Podré haber desilusionado a mi clan, pero no podía permitir que te hicieran daño. Te amo —mi corazón dio un vuelvo y palpitaba con más fuerza, me beso sin dejar decirle algo y me perdí en sus suaves y dulces labios, la agarre de la cintura y la apreté contra mi cuerpo y profundice el beso, mis manos subían y bajan suavemente por su cadera hasta llegar a su espalda, nos separamos por la falta de oxígeno, pero dejamos unidas nuestras frentes, mirándonos y sonriendo, iba a besarla nuevamente incluso hacerle el amor aquí mismo, pero un gruñido nos alertó, al separarnos nos dimos cuenta que tres animales estaban mirándonos con sus ojos amarillos y en posición de ataque, Val se puso en frente de mi.
—Nos encontraron —dijo, si eran los tres lobos, Derek, Aaron e Isaac, aunque en su forma animal no se quien era quien, el lobo negro era más grande, así que seguramente ese era Derek y nos miraba furiosamente, se acercaron lentamente donde nosotros.
Vi a Val acercarse un poco y se sacó su chaqueta de mala gana, levantó la cabeza y comenzó aullar fuerte y se transformo dejando la ropa rasgada en el suelo, me miró de reojo dio media vuelta y comenzó a correr y yo tras de ella, salte y subí a su lomo, los tres lobos corrían a gran velocidad tras nosotros, el negro era muy rápido, seguido de uno que su pelaje era de tres colores, marrón, gris y blanco y el tercero que parecía ser más joven era de un color café.
Nos sumergimos en el bosque golpeando arbustos y ramas, mire hacia atrás, ya no los veía.
—Creo que los perdimos, Val —dije, pero segundos después algo con mucha fuerza nos golpeo lanzó lejos a cada una, me levante y ahí estaban enfrente de nosotras nuevamente, Val se interpuso para protegerme.
—Puedo con ellos, Val —le dije segura pase por su lado acariciando su pelaje, me miró con sus enormes ojos y negó con la cabeza, soltó un leve gruñido y se separo de mí para para acercarse a ellos.
Y Derek fue quien se acercó de ellos, quedaron a unos centímetros se miraban desafiante, esto era una pelea personal que Val quería pelear sola, su hermano le gruñaba con gran furia y Val solo bajaba la cabeza, pero aún así también gruñia.
Era tanto furia de Derek que parecía que la iba atacar en cualquier momento, Val seguía con la cabeza agachada, pero de un momento a otro los ojos de Val brillaban y comenzó a gruñirle a su hermano, levantó la cabeza y cada vez se elevaba más, se veía más imponente, más grande, algo en ella había crecido y ahora era ella quien le gruñia con furia y dejaba a su hermano como un gatito indefenso.
Val golpeó a Derek con las patas y lo lanzó contra un árbol partiendo este último a la mitad por la fuerza, se giro para mirar a los demás y les gruñó de la misma manera y estos sólo agacharon la cabeza. En eso veo llegar a Luke con sus ojos amarillos.
—¿Qué sucedió? —preguntó, parecía preocupado nos miraba a cada uno, pero su vista se quedó fija en uno de los Lobos, en Isaac —. ¿Isaac? —preguntó, el lobo movió sus orejas al escuchar su nombre —. Soy yo, tu hermano Luke —el lobo lo miró bien y sus orejas se hicieron para atrás y los ojos estaban humedecidos, se acercó lentamente donde Luke y este lo abrazo del cuello —. Que grande estas —acarició su pelaje.
* * *
Después de que todos volvieron a ser humanos y vestidos nos reunimos afuera con los demás, Isaac aún no podía creer que estaba nuevamente con su hermano. Nos reunimos con mi padre, Derek y los otros dos no podían creer que estuviera vivo aún, le contamos sobre Víctor y entendieron todo a la perfección y estaban de acuerdo en unirse y luchar, luego de eso compartimos con los demás.
—Vas a volver con nosotros, ¿verdad? —le pregunto Isaac esperanzado.
—No creo que me lo permitan —le contestó Luke —. Además, tengo una familia —miró a su mujer y sus dos hijos —. ¿Quieres conocerlos? —Isaac asintió y los dos se acercaron a Mérida y sus hijos.
—¿Cómo están las cosas en el castillo? —le pregunté a Derek.
—Nada bien después de la muerte de Bill. Tomó el mando de todo el castillo — contestó —. Quiere tu cabeza. Pero nosotros vinimos por Val, no por ti —Val lo miró con seriedad —. Pero después de oír lo que nos dijeron, tus amigos están en peligro.
—¿Sabes algo de Lena?
—No la he visto, solo a ese tal Jasper con su novia y las hijas de Víctor —contestó.
—Me preocupa que le haya hecho algo a Lena —Val tomó mi mano y la acarició, Aaron vio ese acto y miró hacia otro lado molesto y se levantó, Val y Derek lo miraron extrañados.
—No te preocupes, Juls, seguramente estará bien —me tranquilizó.
—Deberías hablar con Aaron —le sugerí, ella lo miró un momento y luego a mí y asintió.
Valentina
—¿Por qué tan alejado? —le pregunté acercándome a Aaron que estaba de pie frente a la fogata, me puse a su lado.
—Solo quería pensar un poco.
—Más bien te alejas por qué estas molesto—afirme, me miró y sus ojos brillaban por la luz del fuego.
—¿Porque no me elegiste a mi? Yo te amo, y los dos hubiéramos sido felices juntos.
—No puedo mandar a mis sentimientos —le conteste.
—No la conoces.
—La conozco muy bien —le dije, él negaba —. Si, lo hago. Este sentimiento es desde hace mucho tiempo atrás. La primera vez que la vi, cuando era pequeña sentía esa extraña atracción, al principio pensé que sólo era eso, pero a pasar el tiempo me fui dando cuenta que era algo más —le conté —. Intente rechazarla una vez por que sabía que estába mal, pero era imposible por que aunque no la tuviera en persona, siempre estaba en mis pensamientos —Aaron solo me miraba y vi en su mirada que comenzaba a entenderme.
—Pero si te llega a romper el corazón, yo estaré ahí para destrozarla a ella —y los dos comenzamos a reír, pero nuestra sonrisa se borro cuando todo el lugar se iluminó de rojo, miramos al cielo, y asombrados vimos la luna llena totalmente teñida de rojo.
Algo estaba sucediendo. Algo muy malo.
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Esta es una historia corta, así que les quería avisar que quedan pocos capítulos para el final.
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Chio 🐾🐾🌈