Antes de mirarte a los ojos,
y mirarme,
entre espejos humanos
de luces fatigadas.
Antes de besarte...
y besar mi alma lastimada
con la vana esperanza
escondida tras el porvenir,
antes de morir un rato
entre tus brazos y matarte al tiempo
he de declarar mi desencanto,
mi hastío
eternamente vivo.
¿Será que las noches
seguirán siendo lo que antaño?
Atrapados en el paño
estelar del amor sublimado.
Y hoy te extraño
y tu presencia
irónicamente repudio,
pues sólo el reflejo
de esos tristes ojos lastimados
son lo que amo.