COFFEE: MI CHERRY
❪ cherry. ❫
—VAMOS DIEGO, TU MISMO LO DIJISTE —insistí por quizá vigésima vez, el moreno bufo, como si eso fuera a hacerme callar.
—Jamás demostraste interés antes, ¿por qué te interesa ahora? —abrí la boca, una y otra vez como si se tratara de un pez, aunque nada salía de mi boca.
Cerré la boca, resignandome mientras me dejaba caer en el asiento trasero del auto.
Allison me veía desde el espejo retrovisor, suspire y me sujete al asiento para impulsarme y estar pegada al asiento nuevamente.
—Son... ¿Interesantes? ¡Maldición! ¡Solo se que los quiero! Imagina lo emocionante que debe ser dar siempre en el blanco sin intentarlo ni una sola vez —el moreno rodó los ojos, honestamente no comprendía como es que su paciencia aún no se agotaba, pero lo admiraba.
—No necesito imaginarlo, si tanto los quisieras lo generarías por ti misma —ahora fue mi turno de rodar los ojos
—¿Quizá porque la última vez que genere un poder de la nada quede tres días inconsciente, genio? —el se encogió de hombros
—Y la última vez que copiaste uno terminaste en el cuerpo de una adolescente hormonal de trece años —hice una mueca, tenía un punto.
—Lo hormonal no tiene nada que ver, ¿de acuerdo? —me apresure a defenderme —De hecho, apuesto a que tengo un mejor control sobre ellas que toda la academia junta —sonreí con suficiencia, Allison soltó una risa por lo bajo mientras Diego se limitaba a mirarla mal.
—Solo deja que Cherry copie tus poderes, Diego —hablo Cinco por primera vez en todo el camino, mire al moreno de nuevo.
—No es necesario, Cinco, gracias —el suspiro cansado, Diego me miro por un segundo
—De acuerdo, copiaras mis poderes en cuanto lleguemos de nuevo a la academia, pero cállate —sonreí al escucharle, estaciono el auto y todos bajamos rápidamente
Era la estación policiaca que Diego siempre mencionaba, observé todo el edificio
—Se que el tal Jenkins debe tener un expediente. Solo debemos conseguirlo —informo Diego, asentí aun con la mirada fija en el edificio
—¿Y tu plan es entrar ahí y pedirlo? —pregunto Allison con una sonrisa burlona, cosa que ninguno de los dos hombres que estaban ahí logro notar
—Conozco está estación como la palma de mi mano. He pasado mucho tiempo adentro —reí sin poder evitarlo, Diego me miro entre divertido y fastidiado
—Esposado —canturree con diversión
—Como sea, este es el plan —comenzó Diego
—¿Plan? —la voz de Cinco lo interrumpió —Me teletransportare y tomaré el archivo —ese era un buen plan, pero definitivamente era peligroso robar un archivo policial, aunque Diego quería hacer lo mismo, pero si era sincera tenía la ligera esperanza en que Diego lo lograría
—Tu no conoces las entradas y salidas de este lugar —volvió a hablar Diego y sin más se fue de ahí, bufé pasando las manos por mi cabello, se había vuelto mania el tocarlo cuando algo me ponía ansiosa. Allison se fue a un teléfono público y Cinco se apoyo en una pared tranquilamente.
Me quedé parada frente a el, no quería ir a fingir estar interesada en lo que hacía Allison porque no me importaba en nada, Diego se molestaría si iba detrás de él, y como quería copiar su poder esa opción no me convenía. No tenía otra opción más que quedarme junto a Cinco, sin importar que tan incómoda se volviera la situación.
Pero la respuesta era sencilla, era muy incómoda.
Su mirada estaba fija en mi, lo cual era extraño. Habíamos tenido algo durante años y jamás se había comportado de esa forma, tan... Embobada.
—¿Qué? —el sonrió de lado, marcando su hoyuelo perfectamente —¿Tengo algo en la cara?
—¿Además de facciones perfectamente equilibradas? —fruncí el ceño, el río sin gracia alguna, chasqueo su lengua.
Maldita sea, ¿por qué se veía tan atractivo haciendo ese gesto tan estúpido?
Desvié la mirada con un suspiro, tratando de evitar el lanzarme sobre el y llenar su rostro de besos.
—Estoy pensando —lo interrumpí, mirándolo con diversión
—¿Aún lo haces? —me burle, el se encogió de hombros, como si mis intentos de molestarlo fueran en vano.
—Siempre estoy pensando en ti —rodé los ojos fastidiada, aunque mi estomago seguía sintiendo esa estúpida sensación de un cosquilleo —¿Esta vez si me escucharás? —dude un poco
—Si no pensará en hacerlo ya me habría ido —eso pareció ser suficiente como respuesta
—Estoy pensando en como es que puedes recordar todo justo antes de que retrocediera el tiempo, era imposible que alguno de ustedes lo hiciera —dio un paso acercándose a mi, colocó las manos en sus bolsillos —Pero mírate, eres Ocho Hargreeves, has roto casi todas las reglas que dicen que algo es imposible. Te conozco de toda la vida y aún así no dejas de sorprenderme.
Sus ojos me delinearon el rostro por completo, y no pude evitar notar como es que su mirada recaía por unos largos segundos sobre mis labios.
Sonreí de lado, acercándome un poco más a su cuerpo.
—Si enserio piensas que olvidaré lo que paso en la carretera con un par de palabras bonitas, estás muy equivocado —sonreí sarcástica —Siempre te considere el más brillante de la academia y ahora me estás demostrando que no es así —trago saliva, lo estaba poniendo nervioso.
—¿Quién eres y que le hiciste a mi Cherry? —frunció el ceño, acusándome como si fuera la culpable de algún delito.
—¿Tu Cherry?... Por favor, no seas hipócrita, Cinco. Tu, tu fuiste lo que me sucedió —el iba a abrir la boca para volver a hablar cuando llegó Diego con una gran sonrisa y los archivos que necesitábamos
—Tus archivos —los elevó con una sonrisa llena de ego y se los dio a Allison, ella abrió la carpeta y al instante hizo una mueca preocupada
—Santa mierda —exclamo, me acerque a ver mejor lo que ella veía y ahora entendía porque había dicho eso —Harold Jenkins es Leonard Peabody —levanto la foto para que nuestros hermanos vieran lo que ella había notado
—¿El novio rarito de Vanya que interrumpió en la mañana? —pregunto Diego, Allison asintió
—Vaya, primer novio que tiene y es un lunático —asegure —Bien, ¿Qué les parece ir a revisar su casa? —ellos me miraron confundidos —Ya saben, vamos y si está ahí lo matamos, simple —me encogí de hombros
LOS CUATRO CAMINABAMOS tranquilamente por el jardín de Harold, al final mi idea no había resultado tan imposible como había pensado. Aún que yo solo lo había dicho en forma de broma, mis hermanos parecían estar convencidos de invadir la propiedad
—Tengan cuidado, no sabemos de que sea capaz Leonard Peabody —advirtió Allison
—No se veía peligroso cuando lo vi, de hecho parecía un flacucho —dijo Diego
—Estoy de acuerdo con él —hable encogiéndome de hombros
—Si, así son la mayoría de los asesinos en serie —agrego Allison —Digo, míralo —señalo a Cinco que nos observaba con una cínica sonrisa
—Gracias —respondió Cinco con tranquilidad
—Y ese también es un buen punto —justo cuando dije eso Allison se escabulló lejos de nosotros, decidí ignorar eso
—¿Qué quiere este tipo con Vanya? —pregunto, me encogí de hombros pensando en alguna forma para entrar, la puerta era la primera opción
—¿Qué tal si le preguntamos después de matarlo? —propuso Cinco
—Oye mira, voy a romper... —miro alrededor buscando a Allison y al ver qué no estaba frunció el ceño —Seria bueno que la gente siguiera los... —ahora fue Cinco quien se fue teletransportándose, Diego me miro
—No me voy a ir, así que deberías entrar —me encogí de hombros, Diego rompió el vidrio de la puerta cayendo del otro lado, hice una mueca imaginando el dolor que causo eso. Gire la manilla y entre después de el, que se mantenía en el suelo e hizo una mueca incrédula cuando sonreí con diversión —Estaba abierto —el me miro mal
N/A;
Ando en modo flash porque me vi toda la tercera temporada en un día y no he terminado de reescribir está cuando ya debería estar trabajando en la tercera.