El Miedo De Ámbar #1

By LuAnto321

14.9K 3.6K 2.2K

Un simple apodo puede desestabilizarla. Un nombre tan común puede enloquecerla. Una mínima coincidencia se r... More

Prólogo.
Capítulo 1: Dia anormal.
Capítulo 2: El casi beso.
Capítulo 3: Ethan y Cassie.
Capítulo 4: Ya no está.
Capítulo 5: La foto.
Capítulo 6: Cuando sea el momento.
Capítulo 7: Caso cerrado (+18)
Capítulo 8: El pasado y la visita inesperada.
Capítulo 9: El deseo.
Capítulo 10: Espiando.
Capítulo 11: Despejando la mente.
Capítulo 12: ¡¡¡Aaaaah!!!
Capítulo 13: Su cara...
Capítulo 15: Cansada (+18)
Capítulo 16: La historia falsa.
Capítulo 17: Regalo adelantado.
Capítulo 18: Palabras inesperadas.
Capítulo 19: Recordando algunas cosas.
Capítulo 20: Confesando algunas cosas.
Capítulo 21: Dos amando a una.
Capítulo 22: ¡Felíz cumpleaños Ámbar!
Capítulo 23: Planeando.
Capítulo 24: El secreto de Cass.
Capítulo 25: Otro sueño.
Capítulo 26: Confirmación.
Capítulo 27: Mallacan 18 años triple cask.
Capítulo 28: Rompiendo la regla №2
Capitulo 29: ¿Un error? (+18)
Capítulo 30: En otra mente.
Capítulo 31: La Fräulein Sevedo.
Capitulo 32: El alcohol.
Capítulo 33: El primer "Te amo" (+18) [Parte 1]
Capítulo 34: El primer "Te amo" [Parte 2]
Capítulo 35: Tregua.
Capítulo 36: Dudas.
Capítulo 37: Borracheras olvidables.
Capítulo 38: Lauralei Weiβ.
Capítulo 39: Sentimientos agridulces.
Capítulo 40: Tres meses.
Capítulo 41: Etapas difíciles.
Capítulo 42: Terapia.
Capítulo 43: El comienzo.
Capítulo 44: Vodka (+18)

Capítulo 14: Necesito tiempo.

432 96 32
By LuAnto321

Hay Ethan... Esas extrañas amistades que haces. Ten cuidado chiquitín.








Narra Ethan.

Me rechazó.

Me dijo que no.

Ella no siente lo mismo que yo.

Ella no sabe lo que siento yo.

Y sí, dolió mucho su rechazo, parecía que un balde de agua helada me calló en la cabeza haciéndome reaccionar y diciéndome: No se puede conseguir todo lo que quieres.

Una opresión en mí pecho (más bien en mí corazón) se sintió cuando me alejó de ella. Cuando me separó y el contacto que teníamos se desvaneció.

Duele.

Yo la amo.

De eso no hay duda alguna.

Ella es todo en mí vida, no puedo dejar de pensarla ni un solo día.

Obviamente también porque estamos juntos en la misma casa, habitación, escuela y grado.

Y aún así es una tortura.

Una tortura porque al estar en la misma habitación no puedo besarla ni hacerle el amor, tortura porque cuando estamos en la escuela muero por tomar su mano en público y decirle a todo el mundo que es mía y solo mía, tortura por querer decirle todos los días "te amo" al oído, tortura por todo.

Todo sería sencillo si:

1: Ella me demostrara sentir algo más que amistad por mí.

2: Ryan se alejara de ella y se vaya a cualquier otra parte sin dejar rastro.

Si se cumple el punto número 2 tengo más posibilidades del punto número 1.

Lo cuál, honestamente, dudo.

Dos lágrimas mojan mí cara cuando cierro la puerta de su habitación y me apoyo en ella cerrado los ojos y aprieto mis manos a los costados.

Flashback.

Hace 2 horas.

Quiero entrar al bar donde tenía que estar hace cinco minutos, pero hay dos hombres grandes y musculosos que me piden identificación en la entrada de éste.

"Mierda", la olvidé en casa. Aunque sea falsa aparentando tener 18 años, solo tengo 17.

Antes de que pudiera decir algo, mí amigo sale, los mira frunciendo el entrecejo molesto y dice:

—Viene conmigo— su voz y su mirada son tan frías, que sin quejarse los dos hombres me dejan entrar.

Aunque él es más joven.

Entramos al bar, y el olor a un montón de bebidas alcohólicas y marihuana inunda mis fosas nasales, haciendo que la arrugue.

Hay mucha gente, pero no tanto.

La mayoría está bebiendo y los demás están hablando o drogándose.

Y eso que son las 4 de la tarde.

Cuando nos sentamos en unas sillas alejados de los demás, su sonrisa me contagia.

Fue un tiempo sin verlo.

»Ay amigo mío, te he echado mucho de menos, ¿cuánto fué?— pregunta y una chica trae dos cervezas. Se va y lo miro.

—Casí un año— él asiente y continúo —¿Dónde estuviste?

—¿De repente te preocupas por mí Ethan?, ¿En serio?— me sonríe y yo lo miro serio —ok, estuve ocupado viajando y haciendo varias cosas.

—¿Qué clase de cosas?

—Cosas personales Ethan, cosas personales.

Decido no seguir insistiendo porque ya sé que no me va a dar la respuesta.

—Está bien— le doy un trago largo a mi cerveza y él me sonríe.

Estarán pensando: ¿Por qué sonríe siempre?

Es una de sus "cualidades", porque no es una sonrisa bonita, es todo lo opuesto.

Es la típica sonrisa de un hombre sínico y psicopata que hace cosas no tan buenas, y que a través de sus ojos hay un pasado oscuro y demasiados secretos.

—¿Qué te trae por aquí, mejor dicho, por qué estás aquí? Solo hablamos hace unas semanas por teléfono y nada más— su voz me saca de mis pensamientos.

—No te había dicho antes, pero hace unas semanas yo me acosté con ella— él sabe de quién hablo y por un momento creí haber visto que se había tensado, pero al segundo sonríe.

"Debo estar imaginando"

—Joder, ¿De verdad?— asiento y él se ríe.

Desde que lo conocí supe que no estaba en sus cabales, y que al menos un tornillo le faltaba.

»No asientas nada más, necesito detalles Ethan, ¿A ella le gustó?— hago una mueca.

—Sí— rueda los ojos y termina de tomar su cerveza.

—Pero qué, ¿Ella gimió tu nombre y tuvo el orgasmo rápido?

—Ay en serio, no empieces.

—Cuentame Ethan, sabes que puedes confiar en mí.

También termino la cerveza y lo miro.

—Sí, gimió mi nombre todas las veces que la toqué, estaba muy mojada cuando la penetre, tuvo dos orgasmos y los dos nos corrimos al mismo tiempo, ¿Algo más?— pregunto con sarcasmo.

—Esa es la actitud y no, ya escuché lo que quería saber.

—Dios aveces eres un grano en el culo— ruedo los ojos y él asiente riendo.

La camarera esta vez trae un whisky y dos vasos.

—Pero poniéndonos serios, ¿Tú crees que después de que follen y pasaran los días, ella siente algo por tí?

Abro la boca pero la cierro repetidas veces como un pez.

Pareciera que nada había pasado entre los dos y con el pasar de los días esa noche quedó en el olvido.

—Ethan...

—No— contesto al mismo tiempo y él sirve en los vasos una gran cantidad de whisky.

—¿Tú la amas?— pregunta serio.

Es mi turno de reírme como un loco.

—¿Desde cuándo te interesa mí vida amorosa?— "O lo desastrosa que es" pienso.

—Desde que me llamaste para vernos, porque estoy seguro de que querías que te ayude.

No le respondo y eso lo confirma.

»¿Quieres que sea honesto?

—No— aunque sé que no me va a hacer caso.

Sabes que ella jamás te va a ver de otra forma que no seas su mejor amigo.

—Eso dolió, gracias— me tomo de un solo trago el whisky y el ardor en la garganta hace que tosa un poco.

—¿Y qué quieres que te diga?

—Vine aquí porque quiero que me ayudes.

Una sonrisa diabólica se forma en sus labios.

—¿Qué clase de ayuda?

—Hay un chico.

—No me digas, es el típico cliché que gusta de tu mejor amiga y tú quieres hacer hasta lo imposible para que se aleje de ella, porque temes que él sea más lindo que tú y te la robe, ¿Algo así?— su sonrisa es más grande y asiento —¿Qué puedo hacer por tí entonces?

—Ese es el punto, necesito que hagas algo, pero nada malo.

—¿Cómo sería eso?

—No lo sé.

—Está bien, te voy a ayudar pero va a ser difícil.

—¿Por qué?

—Porque ese chico era tu mejor amigo, ¿No es así?— desvío la mirada.

—Sí— murmuro.

—Y si yo fuera tú, ya lo hubiera matado.

Pronuncio su nombre lentamente en forma de advertencia.

»¿Qué?, sí de verdad la amas, deberías matarlo, o mínimo, darle un susto para que se aleje completamente de ella y no aparezca nunca más.

—No voy a matarlo, y tú no la harás tampoco— finge un puchero.

—Le quitas la diversión a todo, aguafiestas.

—Por ahora necesito acercarme más a Ámbar, y tiene que ser hoy.

—¿Quieres llamar la atención?

—Exacto.

—¿Qué hora es?

Me fijo en el reloj.

—17:20.

—¿Y sabes a qué hora sale su padre del trabajo?

—17:30.

—Lo cuál, pasaría por aquí en 10 minutos— dice para sí mismo —toma toda la botella— empuja a la mencionada hacia mí lado y lo miro confundido.

—¿Para qué?

—Con esto es suficiente para que estés borracho, y enseguida te digo el resto.

Me tomo toda la botella en menos de un minuto y me siento mareado.

—¿Y ahora qué?

—Te voy a dar un golpe cerca del ojo para que te quede morado.

—¿Estás loco?

—Maso menos, y entonces voy a decirles a unos hombres que finjan golpearte en la acera de aquí, justo cuando pase su papá, así él te recoje, se van a su casa, antes de bajarse vas a vomitar en su auto, y mientras él lo limpie, Ámbar te va a poner hielo y va a hacer que te bañes, y ahí van a ir a su cuarto y toda esa mierda. La vas a besar y depende si se resista, veremos si siente algo por tí o no.

—¿Acabas de planear todo esto ahora?— me río. Me pegó fuerte el alcohol.

—Soy un genio lo sé— nos paramos y me mira serio —¿Listo?

Asiento y al cabo de unos minutos cuando hay cuatro hombres en la vereda, incluyendo nosotros dos, el impacto de su puño en la mejilla me hace hacer una mueca de dolor.

—Que comienze el juego— dice y a lo lejos distingo la camioneta de William.

Él se despide y entra adentro.

Los hombres fingen empujarme fuerte, cuando en realidad apenas me tocan y yo tengo que ser el dramático que se va para atrás y así sucesivamente, hasta que escucho la puerta de una camioneta cerrándose y pasos rápidos hacia mí dirección.

El whisky me dejó tan desconcertado que no me doy cuenta que William me está hablando y prácticamente me arrastra hasta la camioneta.

—Dios Ethan, ¿Te encuentras bien?— me da golpes suaves en la mejilla para que reaccione.

Asiento y él arranca la camioneta.

—Me vuelve loco— murmuro entre risas.

—¿Qué?— despega la vista del frente para mirarme un instante.

—Ella me vuelve loco Will.

—¿Quién Ethan?

—Ella, es ella— me sigo riendo para no llorar.

—Dime quién Ethan.

—Ella, solo ella puede volverme loco. Solo ella— repito durante todo el camino.

—Llegamos— y como dijo mi amigo termino vomitando en el piso y William maldice.

—Lo siento— me agarro la cabeza que está empezando a dolerme.

Me da una botella de agua que parece que había comprado en el camino y unas pastillas de menta para quitar el desagradable sabor a vómito.

—No importa, vamos, Ámbar ya está aquí, ella te va a curar— la mención de su nombre hace que el dolor de cabeza pare un poco y que las malditas mariposas se sientan en mi estómago.

Sonrío y me bajo aún mareado.

William me ayuda y cuando entramos a la casa, él me deja en el sillón.

—Gracias William.

—De nada, voy a buscar a Ámbar.

Y con eso se va.

Pero cuando se ella baja sus ojos muestran tanta preocupación que me siento una mierda al saber que yo soy el causante de que esté así.

La miro como si fuera todo mí mundo y la mirada se esfuma para transformarse en una de ira al ver que el imbécil de mí ex mejor amigo está a su lado.

¿Qué hace aquí?

¿Por qué está aquí?

¿Que estuvieron haciendo antes de que llegara?

De solo imaginar que él la estaba tocando o haciendo algo más en su cuarto, me dan ganas de vomitar otra vez.

El idiota se va luego de intercambiar unas palabras con Ámbar, y al cerrar la puerta su cara de preocupación vuelve a instalarse y una vez más me siento culpable.

Me lleva a su cuarto y él plan se repite en mi mente cuando entro a la bañera y ella comienza a pasarme la esponja con jabón en la espalda y yo miro sin ninguna discreción sus ojos mirándome aún con preocupación, sus labios entre abiertos, la forma en la que su ceño se frunce cuando ve mi ojo echo un desastre y su sonrisa a pesar de estar angustiada.

¿En qué momento me enamoré de este ángel?

Aunque esté así, dedicándole toda mi atención, se nota que no está 100% concentrada en mí.

Estoy más que seguro que piensa en Ryan.

Ryan...

Estúpido Ryan.

Fin del flashback.

No hay duda.

Ámbar se enamoró.

Pero no de mí.

Se enamoró de Ryan.

Y él de ella.

El plan fue una total mierda.

Narra Ámbar.

Miércoles, 6 de abril.

Al día siguiente.

Respiro hondo antes de que Ryan abra la puerta de su habitación y pase yo primero.

Estoy nerviosa y él parece que lo nota, porque también se pasa las manos repetidas veces en su jean.

Dejamos las mochilas en un sillón que está en la esquina del cuarto y nos sentamos en el borde de su cama sin decir nada por un momento.

Desde que subimos a su camioneta hasta ahí no habíamos dicho absolutamente nada. Y anterior a eso solo le recordaba que no se olvide de que debíamos hablar.

El silencio es demasiado incómodo así que decido hablar primero.

—Bien...

—Necesito más tiempo.

Los dos decimos al mismo tiempo y nos miramos confundidos al no entender.

—Tu primero— digo.

—Necesito más tiempo Ámbar.

—¡¿Qué?!— prácticamente grito —¿Tiempo para qué?

—Ámbar...— me quiere agarrar del brazo pero yo me aparto y me paro.

—No, me dijiste que hoy me vas a contar todo Ryan— me cruzo de brazos y él también se para.

—Te lo quiero decir después de nuestro cumpleaños— murmura agachando la cabeza pero igual lo escucho.

—¿De nuestro cumpleaños?— este chico siempre me confunde.

—Si.

—¿Pero por qué?

—Porque tengo miedo que si te lo cuento, no volverás a hablarme nunca más.

Sí, definitivamente me confunde.

—¿Y eso?

—Solo hasta después de nuestro cumpleaños, te voy a contar todo, lo prometo— me toma de la mano pero no me resisto.

La desesperación en su voz y los nervios me preocupan.

Pero aunque eso me preocupe, yo merezco saber la verdad y todavía faltan varios días para tal fecha.

—No.

Me mira triste y sigue insistiendo.

—De verdad por favor, te lo prometo, te contaré todo con detalles, solo espera.

—Ese es el problema, ya me cansé de esperar— me zafo de su mano, agarro mi mochila y cuando estoy por abrir la puerta, él se adelanta trabando la bendita puerta y apoya mi espalda en ella.

Acerca sus labios hacia el lóbulo de mi oreja y me tenso cuando deja varios besos y tira de esta sin causarme dolor haciendo que suspire.

»¿Qué-qué haces?— tartamudeo sintiendo las mejillas color carmesí.

—Solo quiero que esperes unos días— susurra en mi oído y los vellos de mi piel se erizan.

—Ryan...— el corazón me late a mil por hora y la mochila se me cae al suelo.

—Yo te lo dije linda, esto que comenzamos, hay que terminarlo— sus labios bajan hacia mi cuello donde succiona fuerte hasta que me duele y él pasa su lengua para suavizarlo.

Dios, la sensación es indescriptible.

—Ryan...— repito, pero consigo que suene como un gemido a sonar como una advertencia, lo cual consigo que él gruña en mi cuello y aprete sus caderas contra las mías.

—Shh— susurra chupando y suelto un gemido bajo.

—Te odio— respondo cerrando los ojos cuando aprieta mis pechos por sobre la tela.

Él se ríe.

—¿Así?, ¿Y por qué?

—Ya deja de torturarme.

—¿Qué quieres linda eh?— su respiración es tan agitada como la mía.

—Quiero...— no puedo conseguir decir nada con su boca en mi cuello y sus manos en mis pechos.

—¿Quieres que te folle ahora, que te haga mía, que grites mi nombre cuando te corras, eso quieres?

Ay Dios, sus palabras sucias me exitan más de lo que ya estoy.

No le contesto y él aprieta más lo que hace que mis piernas se sientan como gelatina.

»Solo dí que sí, sabes que no te puedes resistir— sus besos mojados recorren todo mi cuello y con el juicio nublado, la mirada perdida, los breves gemidos saliendo de mi boca, asiento.

Solo necesita eso para mirarme con sus ojos más azules que verdes además de dilatados, y estampa los labios con los míos dejándome sin aliento.

------------------------------------------------------
Y acá mis queridos lectores, los dejo (como le dije a mi mejor amiga) con la intriga sexual.

Esta Ámbar que no se resiste al bombón de Ryan. Se pasa jsjsjsj.

También me encantó este capítulo porque tenemos a un personaje nuevo en la novela, lo cual aún no tiene nombre (aún).

Y eso lo hace más misterioso muejeje.

Preguntas:

♥¿Ésto sigue o algo o alguien va a interrumpir tal caliente escena?

♥¿Creen que conocen al "amigo" de Ethan?

Respondan, comenten y voten.

Los quiero y nos leemos luego.❤

Continue Reading

You'll Also Like

103K 9.2K 31
Eliza Jones y Stella Lambert son el prototipo de: "personas correctas en el momento equivocado", pues sus vidas habían coincidido en preparatoria, cu...
69.2K 3.6K 52
Eva, una talentosa fotógrafa en ascenso, y Jase, un apuesto modelo, se cruzan en una fiesta caótica donde Jase, tras beber en exceso, cuenta con la i...
1.2M 8.2K 12
Por mi mente vagan miles de pensamientos Eroticos que eh decidido convertirlos en relatos breves recopilados en este libro
55.8K 1.8K 57
➡𝘭𝘢𝘴 𝘵𝘳𝘢𝘥𝘶𝘤𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘴𝘰𝘯 𝘥𝘦 𝘵𝘶𝘮𝘣𝘭𝘳 (𝙘𝙧𝙚𝙙𝙞𝙩𝙤𝙨 𝙨𝙞𝙚𝙢𝙥𝙧𝙚 𝙙𝙖𝙙𝙤𝙨 𝙚𝙣 𝙘𝙖𝙙𝙖 𝙘𝙖𝙥) ➡𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴, 𝘳𝘦�...