POV Jennie
Mi humor no estaba siendo el mejor ese día. Me había levantado realmente cansada y llegué quince minutos tarde a una clase que me encantaba sobre filosofía antigua, a la cual no me dejaron entrar.
Controla tus chakras Jennie, controla tus chakras.
La mitad de la mañana se fue junto a la única materia interesante ese dia. Para la hora del almuerzo, estaba aún peor. Intente perderme en el campus y leer un poco los apuntes que Nayeon había tomado esa mañana, para intentar despejarme.
No lo conseguí.
Bambam y sus amigos ruidosos llegaron a donde estaba, contándome sobre la terrible mala suerte que habían tenido en elegir una entrevista en inglés. Creo que el único que realmente se dio cuenta que no estaba prestando atención, fue JB y sólo me dedico una sonrisa apenada. Bambam y JB no era el problema, Jackson, Mark y Josh sí.
Fue JB quien sugirió que buscarán a Lisa para comenzar el trabajo, y logró que convencerlos, alejandolos de mi. Pero para ese momento, yo ya debía entrar a mi próxima clase.
Gracias universo, por esta conspiración en mi contra.
La señorita BoA nos dio un nuevo trabajo que formaría parte del cincuenta por ciento de la calificación para este cuatrimestre y debía presentarlo en unas semanas. Tenía tiempo suficiente.
Salí del salón leyendo atentamente las consignas. Como era de esperarse, el tiempo era equivalente a la dificultad. Debía retratar una imagen que parecía irreal casi bizarra, pero que fuera real.
No me di cuenta que ya había llegado al final del pasillo, hasta que me crucé con Lisa y Joy.
Al parecer Bambam y los otros no la encontraron.. o si?
Intercambiamos un par de palabras, en realidad fue casi mecánico, en estos momentos mi cabeza intentaba encontrar una imagen o al menos de una imagen que pudiera retratar.
Nada se me ocurría.
Llegué al final del pasillo, vi desde una columna a Bambam y a su grupo, sentados en el jardín y riendo estrepitosamente. No estaba de humor para gritos ahora mismo.
Regresé sobre mis pasos en dirección a la salida, salí por la entrada para autos que estaba más cerca, y me dirigí a casa. Necesitaba relajarme, respirar profundo, quizás beber un café y dibujar un rato.
Subí a zancadas, me desvestí de prisa y me adentre en la ducha. Deje que el agua fría se llevará mi mal humor mientras de fondo sonaba Falling de Harry Styles. Respire profundamente, sintiendo el olor a frutos rojos que tenía mi shampoo, mezclado con el olor a vainilla del jabón.
Odiaba la vainilla pero hoy lo toleraba.
Después de secarme, salí desnuda, sabiendo que nadie estaba en casa y que tenía unas horas antes de que Lisa o Bambam volvieran.
Me puse un pantalón holgado, una sudadera vieja y manchada, seque mi pelo descuidadamente con la toalla. Prepare en mi paleta algunos colores, sobre mi escritorio había más frascos de diversos tamaños, vacíos y llenos con pintura de todos colores.
Puse el seguro a mi puerta, luego los cascos en cada oído, la lista en aleatorio y deje que mis manos hicieran el resto.
Pensé en calma. En tranquilidad. En paz. En como eso tenía tanto poder sobre uno. Lo importante que era. A mi cabeza llegaron colores azules en diferentes tonalidades.
Continúe pintando, en mis oídos resonaba, Home de One Direction. El blanco del lienzo desaparecía en cada movimiento de mi pincel. Todavía debía pensar algo para mi trabajo, pero ahora, el azul francia que se acoplaba en las orillas, era una prioridad.
Ya no importaba haberme levantado temprano, tampoco perder la clase, escuchar los gritos de Mark y Jackson, mucho menos el trabajo. Ahora era sólo yo.
Cuando la canción terminó, me quite un casco y me aleje unos pasos para ver la pintura. No era mi mejor trabajo, pero cualquier pintura que lograba relajarme, la consideraba importante.
- Está hecho.- Murmuré orgullosa.
Escuche la puerta cerrarse con fuerza y unos golpes en la pared. Me quedé congelada en mi sitio.
¿Qué mierda?
Podia escuchar unas pisadas abajo y luego sentí otras subir rápidamente y más golpes en las pared.
¡Mierda, mierda, MIERDA!
Me quedé estática, sin respiración, los ojos abiertos y las piernas temblando.
- ¡Nos están robando!.- Susurre con hilo de voz.
Escuche un par de golpes y como si algo se agitara. Seguro estaban revisando la habitaciones, y pronto llegarían a la mia. Tape mi boca con ambas manos, mirando que el pestillo de mi puerta seguía puesto. Si querían entrar, sabrían que alguien estaba dentro.
Quería llorar.
- ¡Oh, Dios!.
Todo se detuvo en el momento en que escuche gemir a alguien en el pasillo.
- Dios no tiene nada que ver en esto.- ¡Joder!
Era Lisa.
- Deja de reír y.. ah~- Otro gemido más seguido de una risa ronca.
Mi cara ardió al instante. Habría preferido que fueran ladrones, y no esto. Lisa estaba en el pasillo, con una chica, a punto de tener sexo y ella no sabía que yo estaba aquí.
Tomé el casco que me había quitado y volví a colocarmelo. Le subí el volumen a la música todo lo que pude, me negaba a escuchar a la prima de mi novio follando a cinco metros de mi cuarto.
Puse las canciones más ruidosas que conocía, cualquier cosa que me impidiera escuchar los placenteros gemidos de aquella muchacha. Pero cada vez que una canción terminaba, ese lapso de sólo segundos, bastaba para oír las súplicas de aquella chica.
- ¡Mierda sí! ..¡Joder Lisa!.-
Enterre mi cara avergonzada en la almohada. Era increíble la suerte que tuve esté día. Realmente hoy no sería mi día.
Me la pase así casi una hora y media, hasta que finalmente todo volvió a ser silencio. Apagué la música y deje mi cuerpo recuperar su calor natural. Me sentía tan avergonzada. Yo jamás había gritado de esa forma con Bambam, ni siquiera en nuestras noches más locas.
Unos minutos más tarde escuche unas risas provenientes de la habitación y seguido de eso, unos pasos. No quería violar la privacidad de Lisa, pero la curiosidad me ganó y en ese momento me deslice lentamente de la cama hasta la puerta para escuchar mejor.
- Podemos repetir esto. No puedes hacerme probar y dejarme deseando.- Esa voz.
Joy..
- Supongo que no soy tan mala para hacer algo así.- Escuche a Lisa responderle con un tono sugerente.
Comencé a pensar en las veces en las que Bambam habría usado ese tono conmigo, pero podía contarlas con una mano. Él no era la clase de chico que te coquetearia, al menos no de esa forma. Mi novio sin duda alguna, era del tipo más romántico.
Ahora que lo pensaba, Lisa y él podían ser tan distintos. Eran agua y aceite y aún así, compartían ese vínculo tan fuerte. Era irónico y muy peculiar.
Escuché sus voces alejarse junto a sus pisadas. Ahora tenía que planear como salir de aquí sin que Lisa supiera que la pille follando. Pero ¿Qué podía inventar?
¿Dormir? No tenía el sueño tan pesado como para no oírlas. Eso definitivamente no funcionaría.
La puerta principal se cerró, entonces mi cerebro dio un par de órdenes y yo sólo hice lo primero que se me ocurrio.
Lisa subía las escaleras y en ese preciso momento, abrí la puerta. Ella se quedó pálida al borde del último escalón mirándome, traía el pelo revuelto y los labios hinchados.
- Hola.- Le sonríe aparentando que nada había sucedido.
- H-Ho-Hola Jennie..- Su voz desapareció.
Puse ver como el blanco se iba de su cara para darle paso a un rojo.
Está nerviosa, ternurita.
- ¿Qué tal todo? ¿Recién llegas?.- Pregunté caminando hasta ella con aire despreocupado.
- ¿N-No me escuchaste.. llegar?.- Preguntó aún nerviosa y confundida.
Negué con tranquilidad.- Me encerré en el cuarto a pintar, y.- Sostuve mis cascos.- Puse la música muy alto.- Me encogí de hombros con inocencia.
Ella asintió con lentitud, mirándome a mi y luego hacía mi habitación.
- ¿Saliste antes?.- Preguntó con duda.
- Estaba teniendo un no muy buen día, así que decidí venir aquí.- Dicho esto, pase junto a ella por la escalera.
No sabía cómo y de dónde me había surgido esa idea, pero al parecer funcionó. Suspire con alivio cuando llegué al final de las escaleras y fui hacía la cocina.
Saque del refrigerador una jarra con agua fresca, serví un vaso y en cuestión de tragos, volví a dejarlo vacío.
- ¿Me sirves un poco?.- Preguntó Lisa a mis espaldas.
Volví a verter líquido en el vaso y se lo deje a un lado. Vi su mano tomarlo, y luego la mitad de su torso apareció a mi lado. Quise evitar mirar a los ojos, pero no podia. La vi beberse toda el agua de un sólo tirón.
Seguro está cansada.
Me sonroje al instante cuando ese pensamiento cruzó mi cabeza y desvíe la mirada.
- ¿De verdad no me escuchaste llegar?.- Preguntó con la voz ronca y la respiración algo agitada por beber.
Trague saliva nerviosa y me volví a mirarla. Ahora sí podía percatarme de la fina capa de sudor sobre su rostro, sus labios enrojecidos, la mano que sostenía el vaso mostraba perfectamente algunas venas sobresalientes. Mi mente me jugo una mala pasada y recordé cada jadeo, gemido y grito que había escuchado.
- De verdad..- Dije casi susurrando.
Ella inspeccionó mi rostro, supe que mi voz me había delatado cuando vi sus mejillas tomar ese tono rojizo otra vez. Pero no dijo nada.
Sólo dejó el vaso a un lado, con su la vista fija en mi, acercó su mano hasta mi rostro para tomar un mechón de cabello que caía frente a mi ojo derecho y con sumo cuidado, lo llevo hasta la parte trasera de mi oreja.
- Iré a dormir un poco.- Murmuró para luego alejarse.
Y ese simple contacto, hizo que mi corazón martillara con fuerza y mi piel se erizará.
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Maratón 4/4
Y con esté dio por finalizado. Gracias por el apoyo que le dieron y sus comentarios. Adoro leerlos.
A partir de ahora las cosas se pondrán algo intensas.
Nos vemos en la próxima actualización!
Love G.