Al día siguiente, para el desayuno, me levanté un poco tarde pero por lo menos Harry también, siendo que Hermione siempre era la primera en levantarse y Ron le encantaba ir a comer de primero. Sin embargo en cuanto llegamos al Gran Comedor, los susurros empezaron a dispersarse y todos nos estaban viendo con miedo, bueno...mas bien a mi, como si le estuviera poniendo un cuchillo a la garganta a Harry, como si estuviera a punto de matarlo.
—¿Y esas caras largas?—pregunté mientras íbamos a la mesa de Gryffindor, Ron y Hermione me vean muy pálidos, con un articulo en sus manos, era El profeta, todo el mundo nos estaba mirando. La mesa estaba llena de comida y le sonreí a Ron
—¿Que ridículo articulo publico Skeeter ahora?—pregunte rodando los ojos sentándome entre Fay y Hemione—. ¿Sobre Hermione ahora enamorando a Fleur? Vamos, Ron, los elfos no se enojaron con nosotros
—Laila...—Fay dijo con la voz apretada—. Tal vez quieras leerlo.
Vi a mis otros compañeros de Gryffindor, Lavander y Parvati me miraban asustadas, Dean y Seamus estaban muy callados, toda la mesa de Gryffindor estaban viendo con cuidados mis movimientos, yo y Harry tomamos el mismo diario y comenzamos a leer.
«LA HIJA DE UN ASESINO»
Parece una estudiante cualquiera. Sin embargo es todo lo contrario. Laila Elizabeth Scamander, es hija de la ya fallecida Elizabeth Scamander una de las victimas de la Guerra Magica, y bisnieta del famoso magizoologo Newt Scamander. Sin embargo muy poco saben sobre el verdadero linaje de esta chica, que cursa el cuarto año en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Hace 16 años en el pueblo de Hogsmeade, se caso una joven pareja de recién graduados de Hogwarts en una ceremonia un poco privada aunque sin duda muy celebre entre la generación del 78'. Fue la boda de Elizabeth Scamander con su compañero de escuela Sirius Black. La boda después celebrada en las Tres Escobas fue junto a los famosos LIly y James Potter, amigos de la pareja.
De esta unión nació la niña Laila Black, aunque para no relacionarla con su padre, esta inscrita con su apellido materno, siendo criada por sus retirados bisabuelos Newt y Porpentina Scamadner. Como bien se sabe, el año pasado Black se fugó de Azkaban, siendo este uno de los servidores mas leales del que no debe ser nombrado, y según fuentes confiable; todo Hogwarts sabe, la señorita Scamander mantiene una amistad muy íntima con el muchacho que derroto al que no debe se nombrado desde el primer año que entraron al colegio. Siendo que en la segunda prueba el rehén que tuvo que rescatar Harry Potter fue nadie mas que la propia señorita Scamander. Sin embargo es descrita por sus compañeras de clase como una chica de horribles modales siendo metamorfomaga, algunos sospechan incluso sobre legeremancia, un don que solo brujos oscuros han tenido naturalmente, incluso que habla sola. Según una de sus compañeras, Pansy Parkinson una agraciada muchacha nos confirma "Tiene un comportamiento violento, me ha amenazado muchas veces con hacerme daño, es una completa narcisista"
El excéntrico director Albus Dumbledore le ha ocultado esta información a la facultad y a sus propios estudiantes, incluso esta chica podria ser sospechosa de la fuga de su padre de Azkaban. Tal vez Harry Potter no se halle al corriente de la desagradable verdad sobre su amiga, pero Albus Dumbledore tiene sin duda la obligación de asegurarse de que Harry Potter este seguro de esta jovencita, la hija de un asesino prófugo y posible sospechosa de la cual se tendría que desconfiar debido a su progenitor para asegurar las vidas de los demás estudiantes, ¿Sera que el destino de el campeón Harry Potter y la hija de un vasallo del que no debe ser nombrado sera tan terrible como el de sus antecesores?
En cuanto termine de leer junto con Harry, abrí la boca sorprendida y el diario El profeta en mis manos, estallo en llamas y en tres segundos se volvió cenizas en mis manos
—Laila...—comenzó Harry.
Vi alrededor de el Gran Comedor, por las caras, todo el alumnado había leido el articulo.
—Creo que voy a vomitar...—murmure saliendo rápidamente, no había sentido la misma sensación tan asquerosa desde que había escuchado en las tres escobas sobre como supuestamente mi papá había traicionado a los padres de Harry y había asesinadó a mama, aunque todo había resultado mentira. Las piernas me temblaban y me sentía débil, me pesaban como bolsas de agua, fui al corredor, sintiéndome terrible.
—¡Laila espera!—escuche la voz de Hermoine,
—Deberiamos matar a esa Skeeter—escuche la voz de Morgana en mi cabeza, no estaba manifestada a mi lado, estaba en mi conciencia.
—No...
—Estas enojada Laila, y tienes que dejarlo ir, tienes que mostrar tu enojo! ¡Haz algo! ¡Nadie te debe insultar así! La próxima vez que la veamos le romperemos el cuello...—Morgana me susurró.
—M, por favor cállate—le murmure tapándome las orejas, pero ella estaba en mi cabeza, sentí la rabia que se había estado acumulando en mi corazón explotar, la rabia de que papá estaba viviendo como un vagabundo a base de ratas, mientras Lefay se bañaba en oro y prestigio, en como papá era culpado y todos hablaban de que el había matado a mamá cuando esa no era la verdad. Que Lefay viniera a matarme, que nadie creyera en la inocencia de papá, que Pettigrew ese traidor estuviera vivo.
—Laila, cálmate—escuche al voz de Ron.
—¡NO ME DIGAS QUE ME CALME!—chillé, todas las ventanas a nuestro alrededor se hicieron trizas, mis amigos levantaron la varita para evitar los pedazos de vidrio.
—Anwyl, dejalo ir, expresa tu rabia—sentí la voz en mi cabeza—. Esa Skeeter te ha arruinado la vida...
Hice las manos puños, pensando e cosas positivas y tratando de ignorar a Morgana, pensé en mis abuelos Newt y Tina, pensé en mis mascotas, pensé en la manera en que mis amigos me habían abrazado, cuando McGonagall me había dado el vestido de mama.
—¡Miren es la hija del lunatico!—escuche la voz de Pansy que venía del gran comedor, con su séquito de Slytherin, yendo hasta mi—. La hija de un asesino, aunque siendo honesta todos ya sabíamos que te faltaba algo en la cabeza, Scamander.
Por los siguientes segundos hice algo que de seguro no iba a ayudar a mi reputación;
—¡PARKINSON! ¡TE VOY A MATAR!—me olvide de la magia, me olvide de cualquier hechizo o embrujo tirándome encima de Parkinson y comenzando a golpearla. Escuche como todos los estudiantes salían del gran comedor e iban hacia el pasillo donde estábamos las dos, Pansy me quito de encima y me jaló el cabello con fuerza, mientras los diferentes estudiantes se arremolinaban hacia nosotras.
—¡Dale! ¡Dale!—escuche la voz de Fred Weasley, y tenía un puño en alto, animándome a que siguiera.
—¡40 galeones a Scamander!—gritó George—. ¡Hagan sus apuestas!
—¡Laila dale con el pie!—Ron gritó emocionado, hice como me dijo y le pise la mano.
—¡Ganale Laila!—escuche la voz de Ginny Weasley.
—¡Ron!—Hermione le gritó—. ¡Hay que separarlas!
Sentí a Ron y a Harry tomarme por los hombros y alejarme de la chica que estaba en el suelo, ella trató de saltar hacia mi pero Draco junto con sus otros amigos Slytherin la tomaron por los hombros para evitar que siguiera, no entendí porque hasta que todas las sonrisas desaparecieron y vi a la profesora McGonagall roja de furia yendo hasta nosotras.
—¿Que es este comportamiento? ¡50 puntos menos para Gryffindor! ¡50 puntos menos para Slytherin! ¡Que vergüenza frente a nuestros invitados!
—¡Ella me ataco profesora!—Pansy exclamó.
—Poco importa, Parkinson—la profesora le espetó, con un movimiento de su varita arregló todas las ventanas rotas y me vio—. Scamander a la oficina del director—vio a mis amigos—. Ustedes tres también, siganme.
Mire mis amigos con una mirada de disculpas, no quería arrastrarlos en el castigo, solo tenía que asumir toda la culpa.
🐉
Estaba sentada en la oficina de Dumbledore, antes los pies no me llegaban al suelo desde el asiento y los balanceaba, ahora que había crecido podía sentarme perfectamente, mis amigos a mis lados y frente a nosotros estaban McGonagall y Dumbledore, él tenia una expresión suave y calmada pero la profesora no podía evitar su preoocupación.
—¿Un dulce de limón?—me preguntó amablemente Dumbledore pero yo negué, no estaba para el animo de dulces.
—Esa fue Morgana—aclaré rápidamente sobre los vidrio rotos—. Ella es la que hace esos desastres, bueno...me concede el poder de hacerlo
—Gracias por echarme al agua.—ella me exclamó cruzada de brazos.
—Laila, no has hecho nada malo—Dumbledore me tranquilizo.—. Creo que es tiempo de hablar de lo que pasó hace 15 años atras no lo crees?-
Asentí, sin embargo me fije en mis tres amigos.
—¿Pero porque ellos están aquí?
—No debes sobrellevar esto sola, necesitas de tus amigos, Laila, lo que tienes dentro de ti...
—¡Tengo un nombre!—chillo Morgana a mi lado haciendo sobresaltarme.
—La hizo enojar—hice una mueca apuntando a la esquina donde los demás veía un vacio.
—Mis disculpas—él asintió hacia donde apuntaba—. Pero debo advertirte que Morgana se ha desarrollado mucho en tu mente y mucho mas rápido de lo que pensamos.
—Si—asentí—. Es mi amiga.
—Entiendo tu relación con ella, la señora Morgana ha estado contigo desde que estabas en el vientre de tu madre. Dime Laila, ¿ya connoces la historia de Morgana?
—Claro—asentí—. Leí lo mas que pude sobre ella y bueno...ella también me ha dicho un par de cosas. señor.
—Sin embargo hay algo que no aparece en ningún libro de historia, Morgana fue sin duda una bruja muy poderosa y peligrosa...
—Muchas gracias—Morgana sonrió a mi lado.
—Pero eso fue debido al abuso de parte de su familia, de reprimir su magia desde la niñez—él siguió y la sonrisa de Morgana cayo en picado—. Esa energía reprimida fue oscura, muy oscura, y creo que por esta vaga descripción sabes a lo que me refiero.
Vi a Morgana quien vio hacia otro lado y al siguiente segundo desapareció en un pestañear de ojos.
—Un obscurus—murmuré, pero negué con la cabeza-—. No, eso es imposible...¿Morgana tenia un obscurus?
—Esperen ¿que es un obscurus?—preguntó Harry.
—Es...una energía, una manifestación mas bien de magia reprimida desde una edad temprana, es oscura, como un parásito, se crea cuando un niño es obligado a reprimir toda su magia. Esta energía es destructiva y violenta—recordé las historias de mi abuelo Newt—. Ahora ya no existen, pero antes...a los magos nacidos de muggles en la antigüedad eran comunes. Pero...seria muy obvio que yo tuviera un obsucurus.
—No lo tienes—él asintió—. Este salio de Morgana pero sus emociones dejaron un rastro de este en ella, su enojo, su resentimiento siguieron con ella por lo que un poco del obscurus dejo su huella en ella. Por eso, Laila, cuando sientes las misma emociones; odio, resentimiento y enojo, esa huella se manifiesta.
Fue un tremendo alivio que me haya negado que tenía un obscurus por lo que me había dicho mi abuelo Newt me hubiera muerto de miedo si lo tuviera. Aunque eso de la huella no me dejaba tranquila.
—Eh...eso es bueno porque hay un pequeño, pequeñito, minúsculo problema que queda—dije con un hilo de voz, me moví un poco el collar del uniforme para que me vieran los moretones, les explique de mis pesadillas o lo que sea que fueran para que me dejara una marca física mientras eso sucedía en mi mente. Aunque Dumbledore permaneció tranquilo sin embargo McGonagall parecía querer ahorcarme también.
—¿Como pensaste que ocultar esto hará la situación mejor?—vio a mis amigos—. Ninguno de ustedes sabían?
Los tres negaron.
—Ya habían muchos problemas, ademas...solo eran sueños no?—traté de sonreír.
Dumbledore no respondió y McGoagall se vio mas preocupada.
—Enseñarte la Oclumancia sería lo ideal, sin embargo apenas tienes 14 años, aunque ya estas bastante acostumbrada a cerrar tu mente debido a tu legeremancia para evitar escuchar las de otros. Por ahora lo mejor sera que la señora Pomfrey te de una pócima para dormir.
—¿Y que me hará?
—Evitar que sueñes—McGonagall respondió.
Todos los Weasley cuando Laila pelea: