Una actualización temprana 👏👏👏👏👏 Es un capítulo corto, pero con sustancia, (aviso🔥🔥🔥🔥🔥 ) creo el siguiente tardará, así que espero dejar buen sabor de boca con este.
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Una vez de vuelta a la base, el primer objetivo era averiguar de dónde provenía el dinero encontrado en el autobús. Ellen había conseguido sacarle algo de información a los dos tipos, pero el coronel, había decido que fuera antidrogas junto con inteligencia quienes se hicieran cargo del asunto. Eso no le agradó mucho a la comandante ni a Ray, pero debían obedecer.
Lo que sí tenían en marcha era el plan de rescate de las chicas secuestradas. Las habían localizado en un barco atracado en Mombasa y que tenía como destino el Yemen. No podían esperar porque no estaban seguros de cuando partiría.
Irían dos equipos, el del teniente Snow y el de la comandante, el de Colt estaría de apoyo. El asalto se haría por la noche, y ya tenían un trasporte aéreo para llevarles y después salir de allí en cuanto las chicas estuvieran a salvo.
En un par de días, no había podido ver a Clarke, pero estaba vez estaba justificado, ni siquiera Octavia había podido ver a Raven puesto que estaban concentrados planificando la misión y ensayando el asalto. Eso no impedía que la mente de Lexa se perdiera con frecuencia en los recuerdos de ese momento íntimo con Clarke.
Le seguía pareciendo una locura el haberse dejado llevar por la necesidad de sentirla, de amarla, mientras estaba de misión.......... eso no era propio de ella, pero era como si la doctora le diera la energía que su cuerpo y sobre todo su corazón necesitaban para funcionar.
No podía creer lo rápido que había ido todo y como esos ojos azules le habían hipnotizado por completo y ganado su corazón.
Sabía que su vida era complicada y acababa de complicarla mucho más, pero Clarke merecía la pena, mucho la pena e iba a hacer todo lo necesario para no joderlo todo.
Sonó el tono de llamada de su Skype sabiendo que era Adam. Tenía un descanso y siempre que tenía alguna misión algo peligrosa, le gustaba compartir un rato de charla con él. Desde su estancia en Washington no habían hablado, y también lo echaba de menos.
-hola grandullón - dijo en cuanto la imagen del niño apareció en la pantalla.
- tía Lexa!!!!!!!!!!
-¿todo bien en casa, soldado?
-sí, mi comandante - Adam hizo el saludo militar y Lexa sintió un hormigueo especial en el estómago al ver a su hermano Guillian, reflejado en ese pequeño. Estaba tan orgullosa de él. Había llorado quedado con el corazón roto por la muerte de su papá, pero se estaba reponiendo de maravilla, era un chico fuerte, el problema es que Constance no lo había superado de la misma manera.
- ¿como va la instrucción de nuestro peludo y bigotudo cadete?
-bien, Gary ya me da la mano y no intenta escaparse.
-ya sabía yo que serías un gran instructor.
-le he dicho a mami que....... me gustaría tener un perrito, pero dice que no quiere más animales en casa de los que ocuparse.
-un perrito conlleva muchas responsabilidades Adam, hay sacarlo a pasear, lavarlo, hacer que te obedezca......
-yo le enseñaría y cuidaría de él.
-lo sé Adam, y lo harías muy bien, pero ahora tienes a Gary, cuando seas un poquito más mayor, ¿vale?
-vale - resopló el pequeño con cara de decepción.
- ¿cómo va el comerse esas verduras?
-puaaajjjj, no me gustan, pero....... mamá me obliga a comerlas.
-pero se que luego te da helado.
-síiiiiiiiiii – la sonrisa del pequeño iluminó toda la pantalla y el corazón de Lexa se sintió cálido y lleno de vida.
No sabía cuál de las dos sonrisas, si la de Clarke o la de Adam, le hacían sentir más felicidad en su pecho, pero lo que sí tenía claro es que quería disfrutar de ellas dos el resto de su vida.
Conversaron un rato más donde, como siempre, Adam le contaba todas sus aventuras en el colegio y en sus partidos de fútbol, siempre con su pequeña mascota blanca en los brazos mostrándosela a su tía, y Lexa, le ponía al día, de la forma más inocente posible, de sus misiones, todas con final feliz y algunos inventadas.
Finalmente, Constance apareció en la pantalla. En su última visita, dejaron asuntos por resolver y, aunque los pospusieron para su vuelta, no estaba de más comentarlos en esas llamadas.
Una vez Adam se despidió, quedaron ellas dos solas.
-¿cómo estás?
-¿tú qué crees?
Lexa resopló – ¿sigues tomando la medicación?
-¿estas haciendo de niñera? - dijo contrariada.
-no Cos, solo.......... solo me preocupo por ti.
-ya, claro, ¿por eso saliste huyendo?
- sabes que............ que es lo mejor, no podemos seguir así.
-eres tu la que no quiere........
-no quiero discutir ahora........... solo quería hablar con Adam y ........
-ya se que todo lo que has hecho es por él.
-no, claro que no, sabes que me importas.
Hubo un pequeño silencio - bien, hablaremos a tu vuelta, pero atente a las consecuencias de tus decisiones – dijo Constance cortando la comunicación.
Joder, quería hacer las cosas bien o pensaba que las había hecho bien, pero lo había cagado tanto antes, que no tenía claro cómo iba a acabar todo eso. Constance le importaba, claro que sí, eran amigas desde pequeñas y.............. la madre de su sobrino.............. No sabía exactamente cuando volvería a casa, pero esperaba que hasta ese momento, Constance no hiciera ninguna tontería........
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-estoy buscando a una preciosa enfermera que me han dicho que estaba por aquí, pero........... no la encuentro.......... Tendré que buscarme a otra con quien divertirme.
Octavia había acabado sus funciones por ese día y dejado todo lo relacionado con la misión preparado al igual que sus compañeros , así que decidió que era un buen momento para pasar un rato con su chica. Llevaban dos días sin verse y echaba de menos esos ojos marrones tan juguetones y divertidos y sobre todo esos labios que le besaban con la furia de un huracán.
Sonrió cuando unas manos taparon sus ojos y un cuerpo se pegó al suyo por detrás.
-ni se te ocurra buscarte a otra – susurró Raven en su oído de forma muy sensual – primero porque esta hermosa cabo es mía - La boca de la latina atacó el cuello de Octavia, lo mordisqueó y después lo lamió, haciendo que un ronroneo escapara de la garganta de la cabo primero que ladeó la cabeza para dar más acceso a esa boca - y segundo, le cortaría las manos a la perra que te pusiera una mano encima y le sacaría los ojos solo por mirarte.
-mmmm....... que posesiva........ me gusta.
Las manos de Raven bajaron por los brazos de Octavia acariciándolos con dulzura hasta llegar a sus caderas, momento en que apretó su pelvis al culo de la morena y empezó a balancearse.
-no sabes cuanto – volvió a susurrarle en el oído además de utilizar su lengua en él de forma muy provocadora - te he echado de menos, cariño
-Rav.......... solo han sido dos días.
-lo sé, pero me ha parecido una eternidad.
Raven giró a la soldado, la empotró contra la pared y atacó sus labios con deseo. Sus ojos oscurecidos competían con los de Octavia cuyo cuerpo había empezado a incendiarse cuando esa pelvis de la latina, rozó su culo.
Después de besarse con intensidad y de que sus manos viajaran por sus cuerpos sin control, quedaron con sus ojos oscurecidos y enamorados, enganchados unos a los otros. Octavia acarició el rostro de la latina e hizo que su hermoso rostro se reflejara en sus ojos verdes, haciéndo sentir a Raven lo más hermoso del mundo y entendiendo que esa mirada pertenecía a una mujer que la amaba.
-estoy loca por ti Raven, se que es poco tiempo el que llevamos juntas, pero........... - Octavia besó castamente los labios de su chica - eres tan....... tan......
-¿encantadora?¿guapa? ¿simpática? - dijo Raven alzando una ceja divertida.
-jajaja, sí, todo eso y más - se sonrieron como unas colegialas para poco después quedar en silencio y mirándose con cariño.
-tu también lo eres Octavia, eres mi niña, mi guapa soldado, y yo también estoy loca por ti.
El beso de la latina no fue tan dulce y suave como el de Octavia, era más pasional, más intenso, más caliente.............. sabía que ella tenía más experiencia que la ojiverde en las relaciones de pareja, además, era unos cuantos años más mayor, pero, Octavia era todo lo que había estado buscando.
No tardaron en acabar desnudas sobre la cama saboreando cada centímetro de sus pieles, acariciándose, besándose, haciéndose el amor y entregándose la una a la otra.
Raven disfrutaba del cuerpo de Octavia, músculos y curvas perfectas que le volvía loca degustar con su lengua y con sus manos. Sus pechos no eran muy generosos, pero dulces como la miel y unos pezones............ absolutamente deliciosos. Por supuesto, no dejó sin atender su clítoris y se alimentó de su esencia hasta llevar a Octavia a la cima de placer.
Una vez recuperada de todo el amor que Raven le había dado, fue el turno de la ojiverde de devorar el cuerpo de la latina. No tenía tanta experiencia como ella, pero su cuerpo le iba indicando el camino a seguir y sus jadeos susurrando su nombre, le hacían saber que Raven disfrutaba tanto como ella de todo ese cariño y amor que le ofrecía.
Octavia decidió poseerla con sus dedos mientras que su boca se llenaba de esos pechos latinos que eran una perdición. En un principio invadió su sexo con dulzura, pero después, pasó a una embestidas más duras y profundas a petición de Raven para que alcanzara ese punto en el que dejarse llevar por todo ese placer.
Besos y caricias dulces acompañaron a sus respiraciones agitadas y sus corazones desbocados, hasta recuperar su ritmo normalizado, quedando abrazadas como si fueran una sola. Después de un rato de disfrutar del calor de sus cuerpos desnudos, Octavia se levantó y comenzó a vestirse.
-¿ya te vas?
Raven se levantó y jugueteó con la ropa de la cabo primero impidiendo que se pudiera acabar de vestir.
-Rav, tengo que irme
-aaawwww ¿por qué? - Raven puso morritos - quiero que me hagas el amor de nuevo y tengo una cosita que me gustaría que usaras ............. -Raven abrió el armario y sacó un arnés con un dildo doble - ¿no quieres jugar un rato más?
Los ojos oscurecidos de Raven mostraban un deseo que su orgasmo previo no lo había hecho desaparecer y el sexo de Octavia se incendió de nuevo ante esa erótica propuesta.
- Raven yo......... - las mejillas de Octavia se sonrojaron y su mirada se escondió en el suelo - yo nunca he usado uno de esos......
Por Dios, esa ojiverde era tan dulce, tan inocente, era un verdadero regalo del destino y cada vez tenía más claro que su corazón ya tenía dueña. Puso la mano en su mentón y lo elevó hasta poder perderse en ese verde que dominaba sus sueños.
-mi preciosa Octavia - susurró dulcemente y besó castamente sus labios. Al separarse, una sonrisa traviesa se formó en su boca y de un empujón, tiró a Octavia de nuevo a la cama.
-yo te enseño, verás como vamos a disfrutarlo - dijo, tirándose encima de la morena y comenzando a desvestirla de nuevo.........
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Esa madrugada partirían hacia Mombasa para llevar a acabo la misión de rescate e incautación de la mercancia de ese barco que estaban seguros, pertenecía a la trama de Snake, y que mejor forma de matar el tiempo, que pasar un rato con su doctora favorita para relajarse y llevarse un buen sabor de boca hasta su vuelta.
Después de entregarse la una a la otra en el consultorio de ese poblado, su cuerpo necesitaba más del calor de esa piel suave y tersa de la rubia. Seguía sin entender como se había dejado llevar de esa manera, incumplir las normas sin importarle nada más, pero le había sido imposible resistirse a lo que su corazón sentía y siente por Clarke.
Echó un vistazo a su alrededor buscando esos ojos azules que adornaban sus sueños, y la encontró sentada en el suelo rodeada de niños, practicando algún tipo de juego tribal. Ella se reía a carcajadas al igual que esos pequeños y la imagen era absolutamente maravillosa. Clarke le había confesado que verla ejercer el mando de comandante y mostrar su poder, le excitaba muchísimo, pero a ella.......... a ella se le llenaba el pecho de muchas cosas agradables al ver la forma en que la rubia trataba a esos niños, a esa gente, como se preocupaba por ellos, los cuidaba, les ayudaba a mejorar sus vidas............ era imposible no caer rendida ante todos sus encantos tanto externos como los que llenaban su corazón.
Se acercó a ella, y alguno de los niños la reconocieron.
-comandante!!!!! comandante!!!!!!! - uno de los pequeños se levantó y corrió hacia ella agarrándose a su pierna, era el niño al que Lexa arregló el columpio para que él y su hermana pudieran jugar semanas atrás - ¿quieres jugar con nosotros?
En ese momento el azul de los ojos de Clarke coincidieron con unas esmeraldas verdes, y la conexión fue instantánea. Se sonrieron como un reflejo imposible de controlar. Lexa quería que su relación no fuera conocida, que no se notara cuando estaban cerca y parecía que lo estaban consiguiendo, nadie parecía haberse enterado de su pequeño desliz, pero cada vez era más difícil disimular por ambas partes.
-vamos comandante, no puede decirle que no a estos niños - Clarke persistió en su sonrisa y añadió una ceja alzada a su rostro.
El corazón de Lexa se desbocaba cada vez que se perdía en esos gestos de la rubia.
-Me gustaría , pero .......... no tengo mucho tiempo y............. me gustaría hablar una cosa a solas con usted doctora.
Lo cierto es que sí tenía un rato, pero era un poquito egoísta y quería compartirlo solo con la rubia, sin que nadie les molestara.
Clarke leyó perfectamente la súplica en esos ojos verdes y, evidentemente, a ella también le agradaba la idea de pasar un rato con la comandante............ a solas. - vamos niños, seguro que en otro momento la comandante juega con vosotros - dijo Clarke levantándose del suelo haciendo que los niños se alzaran con ella.
-prometo venir con mis chicos un día y retaros a un partido, ¿vale?
-pero Clarke y Raven jugarán con nosotros - dijo uno de ellos.
-Claro, le enseñaremos a esos soldados quienes son los mejores ¿verdad chicos?- dijo Clarke con gesto divertido y alzando uno de sus puños. Los niños jalearon esas palabras de la rubia y después de chocar las manos con Clarke y la comandante se dispersaron dejándolas a solas.
-veo que tienes a esos pequeños enamorados, y no me extraña.
-jajaja, la verdad es que son un encanto.
- ¿he de ponerme celosa? - Lexa esbozó esa sonrisa que hizo temblar las piernas de Clarke.
- puede........., pero ninguno tiene unos bonitos ojos verdes.
-pues que suerte la mía - dijo Lexa alzando las cejas y haciendo rodar sus ojos - aunque espero que no sea lo único que te gusta de mí.
Y tanto que no era lo único que le gustaba de la comandante, le gustaban muchas cosas y ahora mismo no podía dejar de mirar esos labios que le sonreían y que le provocaban para besarlos.
No había visto a Lexa en dos días, le dijo que tenían que investigar todo lo averiguado con ese autobús escolar y los tipos que detuvieron, aunque sí se habían mandado algunos mensajes algo subidos de tono que Clarke tuvo que contrarrestar con bastante agua fría.
Llegaron hasta el consultorio, un lugar donde tendrían más privacidad ya que Clarke, había visto a Octavia ir al barracón que ella compartía con Raven y estaba segura que estarían ocupadas en algo en lo que también ella esperaba estar ocupada en unos instantes.
Al entrar, cerraron la puerta. Lexa posó sus manos sobre las caderas de la rubia y ésta, rodeo el cuello de la comandante.
-bueno, ya estamos a solas comandante, ¿qué es eso tan importante que quería hablar conmigo? - Clarke se tomó la libertad de acariciar la nuca de la castaña.
-en realidad, no había venido a hablar, me gusta más actuar.
A la vez que Lexa cerraba la distancia entre sus bocas, sus manos sujetaron con fuerza a la doctora y la atrajo hasta ella uniendo también sus caderas.
Sus labios ya conocían esa danza y se coordinaban a la perfección. Suaves, dulces, sabían a gloria, a manjar de Dioses. Sus lenguas no tardaron en unirse a ese contacto añadiendo más combustible al fuego que se estaba iniciando en sus entrepiernas.
A Clarke le volvía loca que Lexa tomara la iniciativa, le resultaba irresistible. Cada vez era más difícil no abalanzarse sobre ella cuando la veía, pero le compensaba la forma en que se dejaba llevar cuando estaban a solas.
La necesidad de respirar y llevar aire a sus pulmones, era la única excusa para separar sus labios que, poco a poco, y entre castos besos, finalmente, dejaron de estar unidos. Lexa llevó sus manos a las mejillas de Clarke y mantuvo sus frentes unidas.
-me gusta mucho que seas más una mujer de actuar que de hablar - dijo Clarke con a voz ronca llena de deseo.
- y a mí.
Volvieron a besarse.
-no te esperaba hoy.
Lexa soltó aire despacio a la vez que con sus pulgares acariciaba el rostro de Clarke - mi equipo y yo vamos a estar fuera unos días y.......... necesitaba verte.
-¿y dónde vais?
Lexa hizo una mueca - no puedo decírtelo, lo siento.
-esta bien, lo entiendo....... ¿es peligroso?
Lexa quedó en silencio - siempre es peligroso, pero esta todo muy bien planificado, somos buenos en lo que hacemos.
-cierto, se que eres buena en lo que haces - la sonrisa traviesa de Clarke le daba un doble sentido a esas palabras
-jajaja, eres increíble, Clarke.
- lo sé................... prométeme que tendrás cuidado.
-lo tendré, aunque........ puede que deje que me hieran un poquito para que mi guapa doctora tenga que curarme.
Lexa besó un par de veces más esos dulces labios de la rubia atrapando entre los suyos, ese lunarcito juguetón que le seguía provocando.
-como algún bastardo te ponga la mano encima juro que le saco los ojos - contestó Clarke torciendo un poco el morro y arrugando su frente - no necesito que te hieran para cuidar de ti.
-jajajaaja, por Dios Clarke, eres tan adorable............. eres como una Wanheda.
-¿Wanheda?
-sí, en uno de los dialectos que se habla por aquí, Wanheda es la persona que cuida de los suyos, lucha por ellos, es valiente, decidida, de gran corazón, una gran comandante............. y además, en tu caso, muy hermosa.
Clarke delineó las cejas, la mejilla y el mentón de la castaña - tu sí eres hermosa Lexa y........... - Clarke agarró la mano de la comandante y estiró de ella hasta empujarla sobre una camilla haciendo que quedara sentada sobre ella - y ahora voy a demostrarte como Wanheda cuida de ti.
Clarke se puso a horcajadas del cuerpo de Lexa obligándola a recostarse sobre ese colchón, colocando sus rodillas a cada lado de sus caderas, y de un movimiento rápido, se deshizo de su propia camiseta dejando su torso medio desnudo a la vista de Lexa. Vio como el deseo dilató las pupilas de la castaña de forma inmediata que jadeó, cuando Clarke comenzó a balancearse sobre ella provocando un agradable roce entre sus sexos.
Se inclinó hasta que su boca quedó cerca del oído de Lexa - espero que tenga tiempo comandante, porque pienso devolverle todos y cada uno de los orgasmos que me regaló el otro día.
Esas palabras hicieron que el verde de los ojos de Lexa desapareciera por completo, convirtiéndose en un oscuro bosque lleno de deseo.
Clarke comenzó a desabrochar la camisa de la comandante a la vez que atrapaba sus labios en un beso que dejaron de ser dulces y tiernos, para convertirse en unos más intensos, húmedos y lujuriosos.
-Clarkeeeeeeeee........mmmmm.......
Esa voz ronca con la que Lexa pronunciaba su nombre, no hacia más que aumentar su excitación y la presión en su sexo que intentaba amortiguar con ese balanceo sobre la entrepierna de Lexa que enredó sus largos dedos en sus rubios rizos de la melena de Clarke, atrayéndola más hacia su boca.
Una vez, parte del torso de la comandante se quedó al descubierto, Clarke cambió de objetivo. No es que no quisiera seguir disfrutando de esos labios de perdición, pero su objetivo estaba bastante más al sur de la anatomía de la castaña e iba a empezar su camino a ese tesoro.
Empezó por usar sus labios por esa barbilla de líneas perfectas, después pasó a su cuello, su clavícula, paseo la lengua por su esternón erizando toda la piel de la castaña a la que se le escapó un gemido.
Lexa se incorporó para permitir que la rubia se deshiciera definitivamente de su camisa, quedando enfrentadas sus miradas y sus labios que no tardaron en unirse de nuevo mientras Clarke empujaba de nuevo a Lexa sobre esa camilla.
Las manos de la rubia se perdieron en ese cuerpo y más concretamente en esos pechos que se amoldaban perfectamente a sus manos. A pesar de la tela de ese sujetador deportivo que impedía el contacto directo con esas maravillas, Clarke podía notar como los pezones de Lexa se endurecían ante sus caricias y se marcaban por encima de esa tela, no pudiendo evitar atrapar uno de ellos entre sus dientes provocando un jadeo en la comandante, que adoraba escuchar.
-Claaaarkeeeeee............aaaaahhhhhh
La rubia no paró ahí, y su lengua siguió su recorrido por esos abdominales que besó y lamió........ llegando al borde de esos pantalones. Con lentitud, desabrochó el botón, y a la vez que bajaba la cremallera, levantó la vista para encontrase con la mirada llena de deseo de Lexa.
Joder, Clarke era absolutamente excitante y embriagadora e incendiaba su sexo con una rapidez que no podía controlar. Esa lengua y esos labios en su piel, la forma tan sensual de moverse sobre su cuerpo y de susurrarle lo que iba a hacerle era una verdadera locura. Había pensado tener solo unas caricias, algunos besos, pero eso se le estaba yendo de la manos, pero no le importaba, se había rendido al ímpetu y la vitalidad de Clarke e iba a dejar que hiciera con ella lo que quisiera.
Perdió la poca cordura que le quedaba cuando Clarke, después de mirarle con ojos oscurecidos y lujuriosos, enterró su nariz en su entrepierna.
-Me encanta tu aroma Lexa,...........mmmm......... -dijo la rubia hundiendo de nuevo su rostro en ese manjar.
De un tirón bajó los boxers de Lexa dejando su sexo al descubierto. Húmedo, caliente, necesitado de sus atenciones. Pasó la lengua por esos pliegues que ya le estaban esperando provocando que la comandante arqueara su espalda y gimiera al sentir ese contacto. Lexa echó la cabeza hacia atrás y estiró sus brazos buscando algo a lo que agarrarse porque sabía todo lo que venía a continuación, y necesitaba algo en lo que canalizar toda esa energía que se iba a desbordar desde su sexo.
Sintió la lengua de Clarke acariciar su clítoris con dulzura un par de veces para después, atacarlo con sus labios y rastrillarlo con sus dientes.
-Claaaarkeeeeeee, Dios, eso que haces es........aaahhhh........mmmmm......
La rubia pasó a atender sus pliegues con su lengua mientras era su pulgar y su dedo índice los que se encargaban de ese botón duro y erecto.
La forma en que Clarke construía su placer era deliciosa, joder esa lengua era una perdición y esos dedos............ La rubia levantó y dobló las piernas de Lexa apoyándolas en el borde de la camilla y abriéndolas más para poder acceder a ese centro que pensaba invadir primero con su lengua y después con sus dedos. Pasó su lengua por ese lugar recogiendo la abundante esencia que Lexa desprendía por su excitación y que le enorgullecía saber que ella era la causante. Le excitaba muchísimo tener a toda una comandante del ejército de su país, rendida ante ella.
Invadió con su lengua la vagina de Lexa sin encontrar resistencia y recibiendo a cambio unas manos enredadas en su pelo que le indicaban que ese era el lugar donde tenía que estar. Cada vez su lengua se hundía más en ese calor, en esa humedad, con una Lexa que ahogaba sus gemidos mordiéndose el labio inferior y arqueando su espalda para permitir soportar todo ese placer y dejar que Clarke accediera más profundamente a su sexo. Clarke sabía que lo que estaba haciendo sería suficiente para llevar a Lexa a la cima de su éxtasis, pero quería mucho más de esa castaña. Regresó su lengua al clítoris de Lexa e introdujo a su vez, dos dedos en su entrada bombeando fuerte y profundo.
Con cada embestida, el orgasmo de Lexa estaba más cerca, lo notaba no solo en los jadeos de su preciosa comandante si no también en sus dedos cada vez más apretados entre esas paredes suaves y ardientes de la vagina de la comandante.
Un temblor azotó con fuerza el cuerpo de Lexa y una ola de placer atravesó su columna distribuyéndolo por cada una de sus células. Joder, la bonita doctora se la había follado, en realidad se la estaba follando sin compasión. Mientras disfrutaba de esas endorfinas que campaban a sus anchas por su cuerpo, pensaba en esa faceta salvaje y atrevida de Clarke y que le fascinaba, despertaba en ella también su lado salvaje y le encantaba que tomara el control, agitando más su corazón y haciendo que la desearla cada vez más.
Mientras intentaba regular sus respiraciones y los golpes de su corazón en su pecho, sintió a Clarke salir de ella, dejando un gran vacío en su interior, y gatear hasta ponerse a su altura. Aun con los ojos cerrados, notó las los labios de Clarke pegarse a los suyos y saborearse a sí misma en esa lengua que de forma suave buscó la suya.
-Clarke, ha sido.......
-calla y bésame comandante, porque sigo teniendo hambre de ti.
De forma ágil y sin despegar sus labios, se movieron en esa camilla colocándose en el centro, Lexa con su espalda pegada a ella y Clarke encima de la castaña, aunque antes, se habían deshecho de la ropa que les quedaba puesta. Sus caderas comenzaron a balancearse una sobre la otra para conseguir que sus centros rozaran. Era evidente que ese momento de lujuria, todavía no había acabado y les quedaba algún orgasmo más por regalarse.
Ambas gimieron al sentir la humedad de sus sexos mezclarse. Pararon de besarse para poder mirarse a los ojos. Clarke apoyada sobre sus brazos y Lexa envolviendo entre sus manos, las mejillas sonrosadas de la rubia. Sus miradas estaban oscuras por la excitación del momento y el deseo que todavía no habían saciado.
Lexa atrajo el rostro de Clarke hacia ella para poder besarla dulcemente, desechando la lujuria y llenando ese contacto de cariño y amor. Le había proporcionado un orgasmo maravilloso, tanto, que todavía sentía los rescoldos de ese fuego que le había invadido por completo. Quería demostrarle que estaba feliz, que estaba dispuesta a rendirse ante ella siempre que quisiera y que todo lo que Clarke le hacía sentir, le llenaba el corazón de vida y de amor.
Al terminar el beso, centró su mirada en esos ojos azules que habían recuperado algo de su color y le sonrió de la forma más tierna posible para que leyera en sus labios y en sus ojos esmeralda lo especial que era para ella.
-te quiero Clarke, no puedo describir todo lo que me haces sentir, mi vida iba a la deriva hasta que te he encontrado en el lugar más inesperado, y le doy gracias al destino por haberte puesto en mi camino, te amo mi bonita doctora.
Lexa terminó esa confesión con otro beso, uno que empezó suave y tierno, pero que fue incrementando de intensidad con cada segundo que se alargaba.
Lexa ya le había confesado sus sentimientos antes, pero esa forma de mirarle, de sonreírle, de besarle, de decirle que la amaba.............. todo eso solo podía tener una respuesta y era, hacerle el amor a esa castaña que le tenía locamente enamorada.
Bajó una mano hasta uno de los pechos de Lexa y comenzó a jugar con él endureciendo ese pezón que ya reconocía sus caricias. También sus labios dejaron los de la castaña para centrarse en su cuello y seguir bajando hasta poder atender el otro pecho que estaba huérfano de caricias. Lexa no quiso ser esta vez una actriz pasiva en esa escena y llevó sus manos, también a esos grandes pechos de la rubia para devolver cada una de esas atenciones de las que sus senos estaban disfrutando.
Clarke quería devorar de nuevo el sexo de la castaña, pero sabía que Lexa, esta vez, también quería participar. Se colocaron de lado, una frente a la otra, colaron sus manos entre sus cuerpos para alcanzar con ellas el sexo de la mujer que tenían en frente, comenzando unas atenciones en sus entrepiernas que les llevaban de ascenso a esa montaña de placer a la que no tardarían en llegar y, desde la que querían saltar juntas, subidas en una ola de placer que les uniría más.
Sus labios no se despegaban, mientras ambas manos, centraban su atención en esos botones duros y erectos llenos de terminaciones nerviosas que mandaban cantidades incontroladas de energía a sus sexos que solo podrían liberar, si sus dedos se introducían en ellos.
-juntas Clarke, quiero sentirte dentro de mi, mientras mis dedos te poseen a ti.
-juntas - respondió Clarke embistiendo con fuerza la boca de la castaña.
Coordinaron a la perfección sus embestidas, no solo de sus dedos empapados de humedad y entrando profundo y fuerte en sus vaginas con más de un dedo, sino que sus pelvis, sus bocas, incluso sus corazones se encontraron latiendo al mismo compás..........
El orgasmo les azotó a la vez, jadeando cada una de ellas el nombre de la otra. Una marea lenta pero intensa viajaba por sus cuerpos desde su centro hasta cada rincón de sus organismos. También esos dedos atrapados, presionados por las contracciones de sus vaginas, daban origen a cientos de sensaciones mezclando como uno solo, el placer de ambas.
Lexa se colocó boca arriba y Clarke se recostó en su pecho. Lexa acariciaba y besaba dulcemente la melena alborotada de Clarke, mientras ésta, paseaba sus dedos por el torso de la castaña. Solo sus respiraciones se mantenían como ruido de fondo, pero sus oídos sentían el fuerte latido de sus corazones.
Lexa llevó su mano a su pecho para atrapar la de su rubia, enredando sus dedos con los de Clarke, quedando las dos hipnotizadas mirando ese gesto.
- yo también te amo Lexa.
Clarke estiró el cuello de manera que sus labios pudieran alcanzar los de la comandante, volviendo después a la posición en la que estaban.
Disfrutaron del calor de sus cuerpos, de sus caricias y de sus besos un rato, hasta que Lexa tuvo que irse. Se vistieron sin prisa, disfrutando de las vistas tan maravillosas que les regalaban sus cuerpos y con el acompañamiento de sonrisas cómplices y enamoradas.
Al final quedaron como a su llegada, al lado de la puerta, con Lexa sujetando a Clarke por las caderas y la rubia, rodeando el cuello de la castaña.
- bien, estaré fuera tres días, más o menos.
-¿no puedes contarme nada?
- no, lo siento.
-ten mucho cuidado, por favor, si te pasara algo....... - Clarke acarició la mejilla de Lexa y ésta sujetó esa mano para llevarla a sus labios y besarla.
-siempre lo hago, además, algo me dice que me traerás suerte.
Lexa envolvió en sus labios los de Clarke con tanta dulzura que su corazón se desbocó. Eran suaves, tiernos, un manjar al que se había hecho adicta.
- Octavia va contigo, ¿cierto?
-sí claro, ella lleva nuestras comunicaciones ¿por qué?
-porque Raven va a estar insoportable si no puede verla en tres días - sonrió
-vamos, esa chica es un huracán, pero no será para tanto.
-no conoces a Raven, creo que no va a haber pilas suficientes en todo el campamento para sus juguetitos.
-jajajajajjaja............ vaya.......... bueno, las dos sois grandes amigas, sabrás qué hacer............ y tu, ¿también estarás insoportable? - Lexa rozó la nariz de Clarke con la suya.
Clarke soltó aire despacio - puede ser, tres días son muchos días sin besarte.............
-cierto, son muchos días - Lexa acortó la distancia entre sus bocas intentando dejar en sus labios y en los de la rubia, una huella que les durara todos ese tiempo sin verse.
-insisto, va a ser una tortura no besarte en tanto días.
-entonces....... ¿también vas a necesitar los juguetes?
Las mejillas de Clarke se sonrojaron - no, yo no................. - tartamudeó, y Lexa sonrió curvando un poco sus labios hacia un lado en plan "te he pillado rubia".
Joder, en serio, esa sonrisa era un arma de destrucción masiva de ropa interior, no tenía dudas de que tanto hombres como mujeres caían rendidos ante ella, y estaba segura que ella necesitaría esos juguetitos de Raven para soportar el calor en su entrepierna pensando en ella.
-bueno, puedes esperar a que vuelva para............ pedirlos prestados.
Solo de pensar en Lexa utilizando alguno de esos juguetes en ella ya le ponía con las hormonas disparadas - por Dios Lexa, eres muy cruel, no puedes decirme esas cosas para largarte después.
-prometo compensarte.
Les era imposible despegarse la una de la otra y más despedirse, sabiendo que no se verían en unos días, pero al final, entre más besos y más caricias Clarke dejó ir a Lexa con la promesa de cuidarse ella y de cuidar a la cabo Blake por el bien de su amiga latina.
Ciertamente estar con Clarke, le había relajado en el sentido más sexual de la palabra. De todos modos no era solo eso, la complicidad que tenían, la forma de comunicarse solo con sus miradas, con sus caricias. Tenía muchas ganas que esa misión de rescate saliera bien, no solo por esas chicas que merecían volver con sus familias y no ser arrastradas a una vida llena de abusos, sino por lo que significaba también para Clarke, le había contado lo mal que lo pasaban los padres al ver como se llevaban a sus hijas y como quedaban totalmente destrozadas esas familias. Era un poco egoísta y no era el momento para pensar en ello, pero estaba segura que, si regresaba con esas niñas, la doctora sabría agradecérselo de muchas formas placenteras para ambas.
Regresó a la base con una gran sonrisa de enamorada en los labios, pero sin darse cuenta que alguien le había visto entrar y salir de ese consultorio sospechando lo que había pasado en él.
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-ya te he dicho que yo no he tenido nada que ver!!!!!!!
-al menos podías haber avisado.
-no me eches la culpa, os dije que esos traslados eran peligrosos y que utilizar a los niños de esa manera os iban a pillar.
En esos momentos se establecía una conversación telefónica entre dos tipos, uno en un lugar de la base militar y la otra en algún punto de la selva.
-los niños me importan una mierda, puedo conseguir más, pero el dinero es mío y lo quiero recuperar.
-no puedo hacer nada Snake, antidrogas y el servicio secreto se han hecho cargo y los detenidos serán trasladados pasado mañana y esta vez será directamente desde aquí, así que no hay manera de detenerlos
-no me vengas con chorradas, te pago para que mi negocio este seguro y me estás fallando.
-no me eches la culpa, tu gente es una inepta, además............ es esa puta de la comandante Woods, esta metiendo las narices donde no debe.
-pues habrá que hacer algo al respecto.
- Esta noche es la salida hacia Mombasa, saben que tienes un barco con mercancía que vas a mover, lo que no sé, es cuando será el ataque, la planificación final la llevan muy en secreto y no se concretará hasta llegar allí.
-Bien, avisaré a mis chicos y que estén pendientes, moveremos la mercancía y aprovecharemos para encargarnos de esa zorra.
-esta bien, pero recuerda, nos interesa que ella desaparezca, no es conveniente que todo el equipo sufra muchos daños, se podría originar una respuesta más intensa del alto mando y una investigación, y eso no nos interesa.
-ok, pero después, tu debes hacer tu parte.
-por supuesto, lo tengo todo planeado.
Snake colgó el teléfono todavía cabreado, pero seguro, de que se tomaría su venganza con esa comandante que le había quitado su dinero. Por el otro lado, el tipo vestido de militar sonreía con satisfacción mientras se dirigía a su barracón, por fin se libraría de esa puta de Lexa Woods.
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¿Alguien necesita hielo? 😂😂😂😂😂
Hemos tenido un poquito de Octaven 😍😍😍😍 las echábais de menos, ¿no?
Y nuestra comandante y la doctora......... parece que no pueden aguantarse las ganas....... son muy ardientes, ¿cierto?
Ahora pregunta importante, ¿Quién quiere un smut 🔥🔥🔥con juguetitos de por medio? (🙋♀️🙋♀️ la escritora levanta la mano 😉😉😉)
¿Qué pasará con Constance? ahí hay algo que no va bien..........🤔🤔🤔
Parece que la comandante y su gente van a caer en una trampa........ ¿qué pasará?
Como siempre, gracias por seguir la historia, darle estrellitas y regalarme vuestra opinión. Sois l@s mejores.
Power abrazos y power besos para todos/as
😘😘😘❤❤❤