A la mañana siguiente.
Una pareja de guardias forestales daban un recorrido por la zona para inspeccionar si había ocurrido algún incidente durante la tormenta.
De una cabaña vieja, vieron que salían las últimas brasas de humo. Se percataron que eso no era normal. Aquella cabaña estaba abandonada desde hacía más de medio año.
Caminaron hacia ella, con precaución y su sorpresa fue ver que ahí, una pareja de novios dormía semi desnudos.
—Ey, what are you doing?
Las voces nuevas lograron despertar a Xiaoxi y A-Si, quienes pronto se dieron cuenta del estado en el que estaban.
Amablemente enfurecido, A-Si le pidió a los guardias que los dejaran a solas mientras se ponían sus ropas.
A pesar de ser una escena muy vergonosa, Xiaoxi se sentía aliviada. Doaming Si la había rescatado en medio de la tormenta.
—Deja de hacer cosas que me preocupen... ¿Sabías qué... Me tenías muerto de preocupación anoche?
—Te lo prometo.
Doaming Si sonrió ante la respuesta de la menor. Quiso creer en ella.
Un rato después, A-Si llevó a Xiaoxi en sus espaldas. El esguince de la mejor aún era un poco grave y no podía arriesgar que caminara sola y se tropezara en el camino.
La caminata de regreso fue larga. Ninguno de los dos había notado que se alejaron casi dos kilómetros lejos de la casa de A-Si, aún así, lograron llegar justo antes de que sus amigos salieran a buscarlos.
—Xiaoxi... ¿Estás bien? ¿Te pasó algo? —preguntó preocupada Ye Muxi.
—Estoy bien. Sólo fue un pequeño esguince, pero se me pasará.
Los chicos enseguida sirvieron vino y café para los recién llegados. Toda la preocupación de la noche anterior había quedado en el olvido y ahora sólo se preocupaban de hacer sentir cómodos a sus amigos.
Hicieron algunas sobras sobre cómo se habían salvado y qué era lo que hicieron la noche anterior, pero todo quedó en eso, en simples comentarios.
Ni A-Si ni Xiaoxi se atreverían a decir la verdad.
—Bien. Ya estamos bien, pero aún hay un tema que arreglar —A-Si se puso de pie con el semblante serio, incluso le dio miedo a sus amigos lo que iba a pasar a continuación —¿Quién fue la persona que envío a Xiaoxi a buscar a su amiga al exterior aún sabiendo que había una tormenta?
A esas alturas del día, todos dentro de la cabaña sabían que la pareja de Xi Men era la responsable de que Dos saliera la noche anterior. Había sido tal el daño, que Xi Men no le dirigía ya la palabra y había cambiado de habitación para evitar verla.
—Doaming Si, fue un error. Te juro que creí que Ye Muxi había salido y...
Antes de continuar, A-Si la tomó de los brazos y la empezó a llevar a la puerta de salida.
Xiaoxi sabía que los actos de aquella chica habían sido con alguna intención y no le agradaba, pero menos le agradaba tener que enviarla al exterior dónde el frío seguía siendo amenazante.
—Doaming Si... No hay por qué sacarla. Sólo... Sólo ha sido un accidente y yo... Nosotros estamos bien, no pasó nada grave, sólo deja que se quede y que... Haga todo el quehacer de la casa.
A-Si volteó a ver a Xiaoxi sorprendido. En verdad, esa chica era especial.
—Bien... Pero lo tendrá que hacer dos veces al día.
—Sí, sí... Gracias Doaming Si, gracias Chen Xiaoxi.
La chica se inclinó un montón de veces y después se retiró del lugar. Al poco rato, los demás también.
Ye Muxi acompañó a su amiga al baño para que se duchara, por la tarde, bajaron al salón a reunirse de nuevo con los chicos y la pasaron bien y por completo, quedó olvidado el tema de la tormenta.
💫🌸💫🌸💫
La cena de año nuevo la habían hecho con una hora de anticipación.
Para después, el grupo de chicos se había dispersado por la casa. Algunos en la sala, otros en el comedor y unos en el exterior.
Xiaoxi era una de ellas.
Llevaba al menos cinco minutos viendo el paisaje nocturno dándose cuenta de lo afortunada que había sido por sobrevivir a la tormenta la noche anterior.
Estaba agradecida con la vida.
Por sorpresa, un segundo después A-Si le hizo compañía. Ambos estuvieron en silencio un buen rato, hasta que el mayor decidió romper el hielo.
—Chen Xiaoxi, ¿No crees que te hace falta decirme algo?
La menor se quedó pensando qué era eso que no le había dicho a Doaming Si, pero su mente sólo la llevaba al recuerdo de no haberle dado las gracias.
—Es verdad... Doaming Si... Gracias. Gracias por salvarme de la tormenta.
Claro que esa no era la respuesta que Doaming Si deseaba escuchar. Frunció los labios un poco y con valor, decidió ser él quien lo dijera.
—Bien, entonces... —justo cuando iba a abrir la boca para decirlo, una lluvia de fuegos artificiales iluminaron el cielo. Ya era año nuevo.
Xiaoxi comenzó a gritar con fuerza. Estaba feliz.
—Chen Xiaoxi... Me gustas —susurró A-Si apenas audible para él mismo.
La menor no había entendido ni la menor palabra que había dicho A-Si, pero aún así, fingió que lo había hecho.
—¡Feliz año nuevo!
—¡Feliz año nuevo!
Se gritaron uno al otro y disfrutaron de aquella noche.
Doaming Si estaba contento. Había logrado por fin confesar sus sentimientos y al parecer estaba siendo correspondido.
Eso le alegraba mucho. Lo inspiraba a seguir conquistando a la menor.
💫🌸💫🌸💫
[Pudong, Shanghái]
—¡Feliz Año nuevo!
—¡Feliz Año nuevo!
La familia Chen se había reunido en su casa y habían invitado a Jiang Chen a pasar la cena con ellos. También, el Dr. Gu Wei y su novia estaban ahí.
Compartieron un par de abrazos con los mayores y después continuaron con la cena.
—¿Creen que pueda llamar a Xiaoxi? No he tenido mucho contacto con ella.
—Tía, está bien. Déjala. Es mejor que se divierta y no esté con el celular.
—Tienes razón.
Siguió concentrada en su platillo cuando de pronto, el teléfono de ella y del doctor sonó.
Era un mensaje.
Lo abrieron casi al mismo tiempo y se sorprendieron de ver las fotografías que Xiaoxi les había enviado.
Eran algunas que había tomado a lo largo del día. Otras del paisaje y la última, una con Doaming Si justo cuando los fuegos artificiales anunciaron el año nuevo.
Los señores Chen estaban contentos. Incluso Gu Wei.
El único al que la comida de repente le supo a vinagre, fue al menor de los presentes, quién únicamente terminó su cena y más tarde, se fue a la habitación de Gu Wei a dormir.