Stay With Me.

By hyori17

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Después de tanto tiempo, Catalina vuelve a encontrarse con su primer amor, mismo que resultaba imposible debi... More

¡Anunció!
Prólogo
Conocerte.
#01
#02
#03
#04
#05
#6
#07: Fiesta de cumpleaños.
#08 Fiesta de cumpleaños.
#BookTrailer 1
#09
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🌻N O T A🌻
#38
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#40
#42
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#44
#45
#46
Capítulo Final parte I.
Capítulo Final parte II
Epílogo.
💫AGRADECIMIENTOS💫

#41

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By hyori17

Capítulo 41| No pienso ser una segunda opción.

Catalina Russell.

Llevaba varias noches que despertaba sobresaltada, con el corazón agitado, la respiración entre cortada y sudoroso. Se había hecho una costumbre despertarme a las tres de la mañana, imaginando ver una silueta de un cuervo parado en mi ventana. En un principio no le había tomado tanta importancia y lo deje pasar, pero ya no podía parar de tanto caos que revoloteaba en mi cabeza, estaba harta de aquellas pesadillas y que al despertarme lo primero que veía era ese cuervo con ojos amarillos mirándome directamente a los ojos.

Aquello no me dejaba descansar adecuadamente, me sentía muy agotada pero debía fingir frente a mi padre, sé lo mucho que se preocupa por mi a la hora de cuidar a mi novio y sé que verme en este estado voy a recibir un fuerte regaño de su parte y de Nina también.

— ¿Estas despierto?— Pregunté en un susurro a mi amigo que yacía dormido a mi lado boca abajo.— ¿Joshua?

Lo moví un poco con la mano.

— ¿Uhmmm?— Se quejó.

— He vuelto a tener una pesadilla.— Me deshago de las sabanas y llevo las piernas sobre mi pecho envolviendo mis brazos en ellos.

El colchón cruje cuando él se incorpora y se apoya sobre su codo para mirarme a los ojos.

— ¿Lo mismo de todas las noches?— Susurró en la oscuridad.

Estiré mi mano para encender la lámpara de noche y miro a los ojos a mi mejor amigo, podía ver las enormes ojeras debajo de sus ojos.

— Sí.— Admití muy bajito.— El mismo chico corriendo al final del bosque, vestido de blanco y luego...— Miré por sobre su hombro la ventana.— El cuervo.

Joshua soltó un largo bostezó y se sentó para tomarme de las manos.

— ¿Por qué no hablas con tu padre?— Niego con la cabeza.— Catt, Luke no tardara en darse cuenta de lo agotada que estas y además soñar con cuervos...

— Significa la muerte.— Frunció el ceño.— Soñar con cuervos representa la muerte, Joshua.— Vuelvo abrazarme a mí misma.— Un día antes de que muriera la madre de mi hermano soñé con muchos cuervos volando alrededor de la casa y al día siguiente mi padre me dijo que Mery había muerto.

Sabía que ella estaba demasiado enferma y que su cáncer no tenía vuelta atrás pero aun así volver soñar con lo mismo me tiene con un horrible nudo en la garganta.

— Tienes miedo por Luke, ¿no es así?

— Por supuesto que tengo miedo.— Intenté levantarme de la cama, pero al hacerlo me tambaleé un poco como una gelatina, pero por suerte no caí.

— ¿Estas bien?— Preguntó, salió de la cama y la rodeó para llegar hasta a mí. Fuerzo una sonrisa y me acerqué a la ventana.— Catalina, estoy preocupado por ti.

Sus manos descansaron sobre mis hombros dándoles un leve apretón.

— Estoy cansada, nada más.— Contesté, mirando la luna desde mi ventana.— ¿Sabes, Joshua? Cada día que pasa siento un dolor más grande en el pecho. Que a veces me quedan las ganas de echarme a llorar a escondidas de mi familia, de mi novio y simplemente fingir una sonrisa con el deseo de poder regresar el tiempo, de poder cambiar tantas cosas y que unas de ellas es que el hombre del que estoy enamorada pueda vivir conmigo una linda historia de amor que no contenga un final desgarrador...— Me llevé la mano al pecho y siento como mis ojos se llenan de lágrimas.

Sus brazos me envolvieron, estrechándome contra él. Sintiendo así la calidez de su cuerpo, me separo de sus brazos brevemente.

— No llores.— Susurró, mientras me acariciaba la mejilla suavemente.— No me gusta verte llorar, Catalina.

— Yo...solo.— Mi voz es débil.

Mi amigo vuelve abrazarme hasta que pude sentirme mucho más tranquila y segura para volver a dormir. Me abrazo y acarició mi cabello hasta que caí profundamente dormida sin antes de sentir un dulce beso en mi nuca.

***

A la mañana siguiente acompañe a mi amigo hacer las compras al supermercado y pasamos a dejarles unos cuantos tarros de helados de chocolate con nuez a nuestra amiga ya que llevaba días antojada de lo mismo. Joshua volvió a dejarme frente a la puerta de mi casa y me despedí de él con un dulce beso en la mejilla, pero al entrar al jardín vi que estaba el vehículo de Kevin estacionado frente a la cochera junto con otro auto que desconozco.

— ¡Ya estoy en casa!— Grité hacia el interior mientras cierro la puerta con el pie y dejo las bolsas con golosinas sobre el mueble largo de la entrada.

— Mi niña has llegado justo a tiempo para el almuerzo.— Habló Nina apenas me vio entrar a la sala.— Tenemos invitados.— Su sonrisa se ensanchó.

¿Dijo, "tenemos"?

— ¿Quién vino almorzar...?

Apenas me doy la vuelta me encuentro con mi padre, Kevin su amigo Max y Rebeca Ford. La mirada de Kevin no tardo en posarse sobre mí, en cambio yo no pude evitar mirar a la chica quien decía haber amado alguna vez en su vida.

Ya la había visto antes pero ahora luce mucho más radiante que la última vez que la vi pillándola en un momento algo incómodo. Su cabello rubio con una trenza perfectamente bien hecha, llevaba puesto un conjunto blazer de color burdeos en cuello esmoquin con un pantalón de cinturón con volantes muy lindo y unos tacones del mismo color.

Podía entender que es lo que vio Kevin en ella si es una mujer muy guapa y elegante. Pero es obvio ¿no? Tiene sus propias tiendas de ropa en algunos puntos de la ciudad.

¿Han vuelto a estar juntos?

<< ¿Y eso a ti que más te da?>>

— ¿Pastelito?

Pestañeé varias veces para salir del trance en el que estaba. No me había dado cuenta de lo fijo que yo miraba aquella mujer, me aclare la garganta y fuerzo una sonrisa.

— Disculpen, mi mente estaba en otro lado.

— Ya conoces Max pero quiero presentarte a Rebeca Ford, es una gran diseñadora y mejor amiga de la esposa de tu hermano.— Presentó mi padre, la mujer se acerca a mi tendiéndome su mano.

— Ya nos conocemos, papá.— Estreché mi mano con la suya.

— ¿En serio y de donde se conocen?— Preguntó él.

Miré a Kevin buscando algún tipo de reacción de su parte pero no vi nada y tampoco en la mirada de la mujer frente a mí.

Iba a responder pero ella se adelantó y dijo:

— Nos vio besándonos en la entrada.— Contestó a sí sin más, con una sonrisa de boca cerrada.

Mi padre notó la tensión que se había formado de pronto en la habitación. No tarde en soltar mi mano y miré a Max.

— Un gusto en volver a verte, Max.

El rubio se aclaró la garganta.

— El placer es mío, Catalina.

— No nos quedamos aquí parados, pasemos a la mesa.— Nina me da un leve golpecito en la espalda y yo la miro.— No seas obvia, mi niña.— Susurró, ante de marcharse con los invitados. Fruncí el ceño al no entender a lo que se refería.

Miré la hora en mi celular, iba a quedarme esta noche en casa de mi novio. Sus padres iban a salir y dejarían a los niños en casa de sus primos, mientras que Noah debía ir a casa de Alex a quien sabe a qué.

Me senté a la mesa junto con los demás, mientras comíamos tenía que admitir que mi padre y Nina ponían mucho esfuerzo para relajar el ambiente. Mi nueva madrastra comenzó a contar una anécdota que le ocurrió el día de su boda con mi padre, sobre cómo no encontraba el collar que él regalo meses atrás para dicha ocasión. Me gusta muchísimo la química que ambos tienen y lo felices que lucen juntos, es por eso que no quiero arruinar este momento.

Sé lo mucho que mi padre quiere a Kevin y lo feliz que le hace tenerlo en esta casa, cuando él decidió irse fue algo que le costó asimilar porque decía que era ver irse uno de sus hijos una vez más.

— Por supuesto, Sr. Russell. Me encantaría muchísimo volver a París.— Rebeca logro sacarle una sonrisa a mi padre, puedo ver como ella le toma el brazo a Kevin con dulzura como si de una pareja se tratase.— Estoy pensando en ir con Kevin, ¿no es así?

Max se frotó la cien y sus ojos no tardaron en buscar los míos, simplemente le sonreí y seguí comiendo en silencio desligándome de la conversación.

— ¿Cuánto tiempo llevan juntos?— Preguntó Nina, Kevin al oír la pregunto se atraganto con su vaso de jugo.

Me limpie los labios con la servilleta me levanto de mi asiento, ganándome la atención de todos en la mesa.

— Estuvo todo muy delicioso así que con su permiso yo me retiro.

— ¿No comerás el postre, pastelito?

— No, debo preparar mi mochila.— Comenté sin dar más explicaciones y me retiro del comedor dirigiéndome rápidamente hasta mi habitación.

Después de arreglar mi mochila me acosté un momento mirando el colgante con grullas de papel que Luke me regalo hace un año por mi cumpleaños. Me acosté de lado descansando mis manos debajo de la almohada mirando aquel regalo que tanto amo y sin más me quedo dormida.

Al despertar noté que ya estaba oscureciendo, reviso la hora en mi celular y son pasadas las seis de la tarde. Me levanto de la cama y me acerco a la ventana para poder cerrar las cortinas y terminar de arreglarme para irme a casa de mi novio pero entonces, me detengo con ambas manos puestas sobre las cortinas al ver a Kevin y a Rebeca parados en la en entrada, ella se reía mientras que se abrazaba así misma por el frío.

<< ¿Por qué estamos mirando?>>

Entonces aquella rubia al darse cuenta de que estaba mirando no tardo en pegar sus labios en los de Kevin y envolver sus brazos alrededor de su cuello.

<< Oh...>>

¿Por qué no soy capaz de moverme?

Kevin la aleja y mira en dirección a mi ventana encontrándose conmigo, rápidamente cierro las cortinas y me apresuro en guardar mi cargador del móvil y coger la mochila para bajar e irme.

¿Pero qué demonios?

Apenas abro la puerta, Kevin ya estaba subiendo los dos últimos escalones. Intento pasar por su lado y pretender que no había visto nada pero entonces él me tomó del brazo llevándome nuevamente a mi habitación cerrando la puerta con el pie.

— ¿Qué te pasa?

— No quiero que pienses que entre Rebeca y yo...

Solté una risita.

— ¿Piensas darme explicaciones de algo que ni siquiera te estoy pidiendo?— Me contemplo en silencio.— Kevin, no las necesito.

Intento pasar por su lado una vez más pero se pone en medio bloqueándome el camino por segunda vez.

Suspiré.

— Rebeca no está pasando por un buen momento y simplemente la estoy ayudando.— Lo miré.— Ella sabe muy bien lo que siento por ti.

Fruncí el ceño.

— ¿Por mí, dices? Kevin, tú no sientes nada por mi.— Replico.— No sé de donde sacaste esos sentimientos que dices sentir por mí pero lo único que sé es que nada de lo que tú sientes es real. Tú sigues enamorado de Rebeca y siempre lo has estado.

Negó con la cabeza y me tomó por los hombros.

— Estoy enamorado de ti, ¿por qué lo dudas?— Sonreí.— Catalina, tienes que créeme. Estoy dispuesto a todo por ti y lo sabes.

Alejé sus manos de mis hombros.

— Vi como la mirabas Kevin, por favor, sé sincero una vez por todas contigo mismo y admite lo que sigues sintiendo por esa mujer.— Le digo.— Escucha, si no estuviera enamorada de Luke, te hubiese dado una oportunidad ¿pero a que costo? Si en el fondo sigues enamorado de tu primer y único amor y yo, Kevin...— Suspiré mirándolo a los ojos.— No pienso ser una segunda opción. Ni de ti y la de nadie.

Intenta volver a tocarme pero retrocedo.

— ¿Qué tengo que hacer para que me creas?

No tienes que hacer nada. Sé lo quieres pero no estás dispuesto admitirlo, Kevin.

— No tienes que hacer, no quiero que te la juegues por mí. No lo hagas.

Dicho eso salgo de la habitación esta vez sin que me detuviera y me apresuro a buscar mi auto y marcharme. Pero vi a Rebeca apoyada en el auto de Kevin fumándose un cigarro, ella al verme me sonríe y simplemente sigo avanzando.

— ¿Funciono?— La oí preguntar, me giré a mirarla pero ella seguía dándome la espalda.— Supongo que sí, cariño.

— ¿De qué hablas?

— De tus celos.

— ¿Qué...?

Se volteó a mirarme.

— Kevin sí está enamorado de ti, ¿sabes lo mucho que nos habla de la hija menor del Sr. Russell? Él te mira de la misma manera en que me vio alguna vez a mí y es amor, amor de verdad.

Niego con la cabeza y me subo a mi auto, sin despedirme decido irme lo más rápido de mi casa.

***

Al llegar a casa de mi novio entro con la llave que me dio Carla en ocasiones que no estuvieran en casa, sé Noah está aquí aun por la moto estacionada a fuera. Deje mi mochila sobre el sofá y voy a la habitación de Luke, la puerta esta entreabierta pero me detengo al oír a su hermano mayor hablar.

— Creo que deberías decirle a Catalina que hace algunos meses has dejado el tratamiento.— Me llevo la mano al pecho.

¿Qué?

— N-N-No p-p-pue-edo.

— Tanto ella como nosotros debe estar preparada, Luke.

— N-N-No q-q-uie-ero p-pen-nsar e-en e-el do-do-lor de s-su ro-ros-stro al s-saber q-q-que n-no se-seguí c-con...— Me apoyé contra la pared.— S-Si l-lo hi-hi-ice f-fue p-por-qu-ue qu-quiero de-desca-ansar d-de es-ste su-sufri-imiento.

"Ya no puede mover sus manos como antes..."

"Le hemos descubierto un tumor en el hígado..."

"Sus dolores de cabeza han aumentado muchísimo más al igual que el sangrado nasal..."

— Luke...

— Y-Yo s-se qu-que est-toy s-s-sien-ndo e-ego-oista pe-pero y-ya n-no m-me qu-que-d-dan f-fu-uerza-as p-p-a-ara se-segu-uir lu-ch-hando.

Inevitablemente mis manos comenzaron a sudar frío, sin embargo fue imposible no controlar las lágrimas y me derramé más de una en silencio. Mientras me alejaba de ahí y volvía a la entrada cubriéndome por completo el rostro con las manos.

<< No estas siendo egoísta...>>

No, no lo está haciendo...

Me dirijo al baño con mi mochila y me lavo la cara, me quedo ahí unos minutos esperando a que la tristeza disminuyera un poco de mi pecho. Cuando me sentí mucho más tranquila salgo del baño y me encuentro con Noah colocándose su chaqueta de cuero color negro.

— No te sentí llegar.

— Acabo de hacerlo.— Miento.— ¿Ya te vas?

Noah me mira.

— Iba ayudar a Luke a meterse a la bañera, debo bañarlo.— Sonrío.— Dice que el agua lo relaja.

— Puedo hacerlo yo.

Negó con la cabeza.

— Déjame hacerlo yo.

Me crucé de brazos pero Noah volvió a la habitacion y no me quedo otra opción que esperar sentada en la cama de mi novio. Podía oír la risa de Noah y sin más entro al baño, le sonrío a ambos.

— Catalina te dije...

— ¡Oh vamos! No es la primera vez que veo a mi novio desnudo.— Logré sacarle una sonrisa a Luke.— Puedo hacerlo yo, puedes estar tranquilo.

Noah mira a su hermano esperando alguna respuesta a lo que su hermano menor asiente para que nos deje a solas.

— Te saliste con la tuya.— Me revuelve el pelo y sale del baño.

Miré a Luke quien estaba muy cómodo en la bañera, mirándome con una sonrisa.

Una hermosa sonrisa.

— Voy a meterme contigo.

— ¿Q-Q-ué?

Comienzo a desvestirme notando como las mejillas de Luke se sonrojan, no pude evitar reírme por su expresión. Cuando estoy completamente desnuda me meto junto a él agradeciendo que es lo suficientemente espaciosa para ambos.

Comienzo a jabonar su espalda con la esponja de baño, puedo notar como él intenta tocar mis piernas y yo misma coloco sus manos sobre estas.

— Cierra los ojos.— Le doy un beso en la parte de atrás de la oreja.

— Q-Q-u-uiero h-hac-cer m-mu-uchas co-cosas co-con-ntigo a-aho-ora mi-mis-smo.— Le eche shampoo a su cabello y comienzo a masajearlo mientras le doy unos cuantos besos en la misma zona de recién.

— ¿Qué es lo que tienes en mente?— Luke aun con sus ojos cerrados enjuago su cabello.— Podríamos ver alguna película, ¿Qué tal?

Le estaba tomando el pelo, porque tanto como él yo también deseaba hacer muchas cosas y ninguna de esas era rezarle a los santos.

— S-S-abes m-mu-uy b-bien a l-lo qu-que m-me re-e-fiero.

Reí.

Después de bañarlo, le ayude a secarse el cuello y a colocarse su ropa de descanso. Lo lleve a la cama y le seque el cabello mientras que él miraba la luna a través de su ventana.

Lo recosté en la cama y me pidió que me acostara a su lado a lo que yo hice caso. Pude contemplar a mi novio que yacía acostado junto a mí, sé que hay día en que Luke no tiene las fuerzas para levantarse de la cama pero aun así seguía sonriendo cuando por dentro lo único que deseaba era descansar.

Me acerco más a él; aferrándome a su cuerpo mientras que con una de mis manos la lleve a su cabello enredándolos en ellos. Sin poder evitarlo me subí encima de él mientras que con mi ayuda lleve sus brazos alrededor de mi cintura. Y entonces, nuestras miradas se encontraron.

Contemple su rostro y me dedique a delinearlo con mi dedo índice, mientras que él me miraba divertido.

— No quiero olvidar tu rostro jamás, eres tan hermoso.

Seguía mirándome con diversión, mientras que yo seguí deslizando mi dedo por su rostro hasta llegar a sus perfectos labios. Le regalé un tierno y dulce beso.

— T-te a-amo.

Sonreí.

— Te amo mucho más, mi amor.

Nota: Tuve tiempito de actualizar pero ya no actualizare hasta la próxima semana, espero sean pacientes <3 

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