Después de tanto tiempo, Catalina vuelve a encontrarse con su primer amor, mismo que resultaba imposible debido a la gran diferencia de edad.
Por azares del destino,un día conoce a Noah y sus sentimientos se desorganizan por completo, ya que él la t...
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Capítulo 36| No se daña a quien se quiere.
Catalina Russell.
No sé en qué momento mi amiga y yo nos volvimos el centro de atención de la mitad de la cafetería de la universidad. Intente llevarme a Lisa a la fuerza pero la rabia que tenía acumulada hace semanas fue mucho más fuerte y, aquí estábamos las dos, ella enfrentándose a su ex novio mientras que él le rogaba que hablaran en privado y yo pues estaba intentando llevármela conmigo a otro lado para que se relajara pero no había caso de sacarla de aquí.
— ¿Qué creíste? ¿Qué de verdad iba a volver contigo después de lo que me hiciste?— Ella soltó una carcajada y lo observó con odio.— No, me di cuenta bastante tarde que tú no estás a mi altura y no mereces ni siquiera mi perdón, Alex.
Volví a jalarle la manga de su abrigo pero volvió a soltarse. No pude evitar mirar al moreno y como él la observaba completamente dolido por cada una de las palabras que salían de su boca.
— Lisa, por favor necesito que al menos me escuches.— La miró directamente a los ojos.— Te diré toda la verdad pero por favor, por favor escúchame.— Alex se estaba obligando a sí mismo a no llorar, noté que sus ojos estaban cristalinos ante el rechazo de mi amiga una vez más.
Alex aun tenía el pómulo izquierdo morado por el golpe que le dio Joshua la última vez. Sí, no es la primera vez que intenta acercarse a Lisa y querer hablar con ella y pues eso a mi mejor amigo le harto hasta las pelotas (sus palabras no las mías) y lo golpeo en la entrada de la universidad, fue todo un espectáculo.
— ¡¿De qué verdad hablas!?— Me sobresalte ante su repentino grito, observe a las demás personas quienes miraban y escuchaban con mucha atención, odiaba a los chismosos.
¿Por qué no siguen con lo suyo?
— Lisa, vámonos.— Le susurré.
— Oí lo suficiente para saber qué clase de monstruo eres y eres justamente eso lo que no quiero para la vida de...— Se detuvo, la miré con los ojos bien abiertos y esta vez su mano tomó la mía.— No quiero que vuelvas a buscarme Alex, aléjate de mí por favor y no pienso volver a repetírtelo.
El pobre no tiene idea de que va a ser papá.
Lisa sin añadir nada más se dio la vuelta y camino hacia la salida, solté un suspiro y recogí mis cosas para marcharme también pero entonces Alex me detuvo.
— Catalina.—Su mano se aferró con fuerza en mi muñeca.
— Alex.— Miré su mano y subo mi mirada hasta sus ojos.— No pienso entrometerme en sus problemas.
— Sé que tú me crees.— Habló.— Sé que estas consiente de todo lo que estuvo involucrado Austin, y sé que tú crees que nosotros nos somos unos asesinos, Catalina.— Con gentileza solté su mano de mi muñeca y le pedí que me siguiera a fuera, no dudo en seguirme y cuando estuvimos lo bastante lejos de ciertos alumnos chismoso me giré hacia él para enfrentarlo.
