Dos técnicos de sonido que se habían escapado furtivamente mirando a Lauren mientras los pasaba camino a su auto.
¿Qué pasa, muchachos? ¿Nunca han visto a una mujer en ropa interior antes? Riendo entre dientes, miró el par de bragas que le llegaban hasta las rodillas y la camisa que llevaba puesta. Desbloqueó su carro y se dejó hundir detrás del volante con un suspiro de alivio. Sentarse se sentía bien, y también estar dentro del auto, donde hacía más calor. Este era solo el tercer día de filmación, pero ya estaba exhausta. La sesión nocturna de hoy era para patearle el trasero, pero Lauren estaba decidida a demostrar su valía en la próxima escena de pelea, incluso si solo se le permitía filmar la entrada y los primeros planos.
Justo cuando alcanzó la chaqueta en el asiento del pasajero, sonó su celular. Lo sacó del bolsillo de la chaqueta y miró la pantalla.
Excelente. Su madre estaba llamando. Si ella no respondía, más tarde tendría que escuchar sus quejas y desvaríos sobre lo preocupada que había estado. Suspirando, pasó el dedo por la pantalla para aceptar la llamada. "Hola, mamá".
"¡Finalmente! ¡He estado tratando de contactarte por horas!"
"Todavía estoy en el set, así que no pude tener mi celular conmigo. Solo vine al auto por un minuto. ¿Pasó algo?"
"¡Oh, sí!"
Lauren agarró el volante con su mano libre. "¿Papá está bien?"
"¿Qué? Oh, sí, nada de eso. ¡Tu hermano recibió un ascenso! ¿No es genial?"
"Sí", dijo Lauren obedientemente. "Es maravilloso". ¡Y también sería maravilloso si no me asustaras hasta la muerte!
Su madre siguió y siguió hablando sobre el ascenso.
"Mamá, realmente no puedo hablar en este momento. Aún estamos y tengo que volver al set".
"Solo quería darte las buenas noticias y preguntarte si recibiste mi correo electrónico", dijo su madre.
El correo electrónico permanecía sin leer en su bandeja de entrada, pero había una buena posibilidad de que tuviera que ver con los grandes logros de su hermano o con la EM. Como su madre había elegido contarle sobre el ascenso de Chris por teléfono, esa opción dejaba la segunda. "¿La del consejo de salud de la EM?"
"Sí".
Bingo. Lauren escuchó sin entusiasmo el monólogo de su madre sobre la acupuntura, el veneno de picadura de abeja y el equilibrio del pH, todo lo cual se suponía que debía probar. Sacudiendo la cabeza, golpeó el volante con su mano libre. Desde que finalmente les contó a sus padres sobre la EM el año pasado, dejó de ser su hija y comenzó a ser la paciente familiar. Su madre ni siquiera había preguntado cómo iba la grabación de Shaken to the Core.
"Mamá, tengo que irme", dijo cuando su madre comenzó a hablar sobre una bebida de aloe vera. Colgó, arrojó el celular al asiento del pasajero y cerró los ojos por un momento.
* * *
Cuando Camila comenzó a temblar en el aire fresco de la noche, deslizó su chaqueta de cuero sobre su disfraz, sin importarle lo ridículo que pudiera parecer.
Pareció pasar una eternidad hasta que se instalaron las cámaras y el resto del equipo. ¿Por qué siempre parecía que todo tomaba el doble de tiempo en las grabaciones nocturnas?
Los focos atravesaban la oscuridad, iluminando un mar de carpas que, en la película, albergaba a los heridos y enfermos después de que el hospital se incendiara.
Cuando llegó su colega que interpretaría al saqueador que irrumpía en el hospital improvisado, ella repasó la coreografía de pelea con él.
Después de dos enfrentamientos, tanto ella como Ben estaban satisfechos de que todo saldría bien.
"Está bien, terminemos con esto para que finalmente podamos ir a casa y dormir un poco", dijo Ben. Él miró a su alrededor. "¿Dónde está Lauren?"
Camila también miró alrededor pero no pudo ubicarla en ningún lado. Ahora que lo pensaba, no la había visto en la última media hora.
"Creo que ella se dirigió a su auto para obtener una chaqueta", dijo uno de los PA.
Camila miró hacia el estacionamiento, pero todo estaba muy oscuro allí. Una pizca de preocupación se deslizó por su columna vertebral. ¿Por qué le tomaba tanto tiempo a Lauren obtener su chaqueta?
Ben dejó escapar un suspiro. "¿Alguien puede ir a buscarla? ¡Estamos perdiendo tiempo aquí, gente!"
"Yo iré", dijo Camila antes de que alguien más pudiera ofrecerse como voluntario. Tal vez esto le daría la oportunidad de disculparse nuevamente.
En los últimos dos días, había tenido mucho tiempo para mirar a Lauren mientras esperaba su siguiente truco. No le había llevado mucho tiempo darse cuenta de que Lauren no era la diva difícil que había pensado que era. Incluso después de media docena de tomas, Lauren siempre estaba lista para repetir la grabación con la frecuencia necesaria para hacerlo bien. Ella nunca se quejaba, y nunca trataba a ningún miembro de la tripulación con falta de respeto.
Camila corrió hacia el estacionamiento. Una vez que dejó el círculo de luz en el set, no pudo ver mucho.
Las voces se elevaron desde el borde del estacionamiento. Cuando sus ojos se adaptaron a la oscuridad cercana, pudo distinguir a dos miembros del equipo de sonido que habían salido a fumar.
Camila continuó su camino. Había visto a Lauren llegar en un lindo Escarabajo descapotable esta mañana, y trató de recordar dónde había estacionado Lauren.
Finalmente, distinguió el Escarabajo al otro lado del estacionamiento. Grava crujió bajo sus botas de traje hasta los tobillos mientras se acercaba.
Alguien estaba sentado en el auto.
Camila se inclinó y miró por la ventana.
Lauren se sentaba al volante, con la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados. Llevaba la misma ropa interior histórica que Camila, pero se veía mucho mejor. Una chaqueta le cubría las rodillas, como si no hubiera logrado ponérsela.
Justo cuando Camila estaba a punto de preocuparse, los labios de Lauren se separaron y ella comenzó a roncar tan fuerte que se podía escuchar incluso a través de la puerta cerrada del auto.
La risa aliviada salió de los labios de Camila. La miró por un rato. Lauren se veía tan linda, por no mencionar agotada, que Camila odiaba tener que despertarla. Pero no tenía otra opción. Ben y el resto del equipo estaban esperando.
Suavemente, tocó a la ventana lateral.
Los ronquidos se detuvieron al instante. La cabeza de Lauren se alzó bruscamente y se golpeó la rodilla contra el volante. Se frotó la pierna y miró a su alrededor como si necesitara unos segundos para recordar dónde estaba.
Cuando sus miradas se encontraron, Camila sonrió y lanzó un gesto tímido.
Lauren abrió la puerta y salió del auto, aún medio dormida.
"¿No estás acostumbrada a quedarte despierta toda la noche?" Camila preguntó y luego negó con la cabeza. Será mejor que elimines las burlas y el coqueteo antes de que se enoje de nuevo.
"Algo así", murmuró Lauren.
"Lamento despertarte, pero todos están esperando". Se dirigieron hacia el set.
"Estoy bien", dijo Lauren. "Puedes soltarme".
Perpleja, Camila la miró y solo entonces se dio cuenta de que había agarrado el codo de Lauren para guiarla con seguridad a través de la oscuridad. Ella la soltó rápidamente.
* * *
Lauren cruzó el estacionamiento lo más rápido que pudo. Las calzones que le llegaban hasta la rodilla no le permitían usar el aparato ortopédico hoy, por lo que no podía rebasar a Camila.
Ya era bastante malo que la maldita fatiga la hubiera hecho dormir mientras trabajaba, pero ¿por qué tenía que ser Camila de todas las personas la que la encontrara? La doble de riesgo ya pensaba que era una diva malcriada que no tiraba de su propio peso en el set.
"¿Lauren?" Dijo Camila cuando estaban a punto de entrar en el círculo de luz que rodeaba las carpas.
Lauren solo quería volver al trabajo. Molesta, más consigo misma y su fatiga que con Camila, se dio la vuelta. "¿Qué?"
"Yo... realmente lo siento".
"No es gran cosa", dijo Lauren con un gesto de su mano. "No estaba realmente dormida, solo descansaba los ojos por un segundo".
"No por despertarte. Por decir... lo que dije de ti. Fue una suposición estúpida, y me gustaría dejarla atrás".
La tenue luz y la distancia entre ellos dificultaban distinguir su expresión, pero sus palabras sonaban honestas. O era mejor actriz de lo que Lauren le había dado crédito, o podría ser tomada al pie de la letra.
"Entonces", Camila le tendió la mano. "¿Aceptas mis disculpas?"
Lauren dio dos pasos hacia ella para poder verla mejor. Miró la mano de Camila y luego volvió a mirarla a la cara.
Tradicionalmente, los ojos marrones se consideraban inexpresivos, pero los de Camila parecían cálidos y sinceros.
"Disculpa aceptada", dijo Lauren y puso su mano en la de Camila.
Los dedos de Camila acunaron los suyos con cuidado. El simple toque se sintió inesperadamente bien, recordándole a Lauren cuánto tiempo había pasado desde que una mujer había tomado su mano.
Rápidamente, apartó su mano, sin permitirse quedarse. "Necesitamos volver al set", dijo y se marchó sin esperar la respuesta de Camila.
* * *
Una vez que llegaron al set, Ben llamó a Lauren para mostrarle la secuencia de movimientos que necesitaría ejecutar para que la cámara pudiera capturar su rostro durante la pelea con el saqueador. "Él entra y te encuentra en la tienda, dormida en medio de los suministros médicos. Cuando no te apartas del camino, él te empuja hacia atrás para llegar a los suministros. Tropiezas hacia atrás y caes". Señaló la alfombra que habían colocado en una de las tiendas. "Crash hará esa parte. Una de tus manos encuentra una rama rota en el suelo, y la agarras cuando vuelves a levantarte. Le das un golpe, pero él lo bloquea y ustedes dos luchan por el arma". Se volvió y miró a Camila. "¿Puedes enseñarle?"
"Por supuesto". Camila se quitó la chaqueta de cuero para poder moverse más libremente. "Incluso puedo enseñarle cómo caerse con seguridad por si quiere hacer el truco ella misma". Miró de un lado a otro entre Ben y Lauren, con cuidado de no cometer el mismo error que antes y suponiendo que Lauren no querría hacer ninguna de sus propias acrobacias.
Lauren abrió la boca, pero antes de que pudiera responder, Ben sacudió la cabeza y dijo: "No, prefiero tú que lo hagas. Simplemente muéstrale lo que necesita hacer para que podamos filmar los primeros planos con ella".
¿Qué demonios está pasando? Camila estaba acostumbrada a que los productores y directores dudaran en permitir que sus actores hicieran sus propias acrobacias, pero esto parecía un poco exagerado. A estas alturas, Camila dudaba que el director fuera tan sobreprotector con Lauren porque eran amantes. Tal vez era solo una ilusión, pero su gaydar seguía insistiendo en que Lauren era lesbiana. Incluso si no lo fuera, no parecía ser el tipo de persona que se dejaría mimar mientras trabajaba.
Pero ahora no era el momento de resolver este rompecabezas. Camila agarró la rama con ambas manos. "Lo balanceas como lo harías con un bate de béisbol. Así". Ella hizo una demostración y luego entregó la rama para que Lauren lo intentara.
Lauren balanceó la rama, como si lo hubiera hecho mil veces antes.
Tal vez ella realmente es lesbiana. Después de todo, se supone que somos buenas en el softbol. Camila sonrió para sí misma.
"¿Qué?" Lauren preguntó.
"Nada". Ella llevó a Lauren a la tienda para que pudieran practicar justo donde filmarían la escena. "Ahora dame un golpe".
Lauren vaciló.
"No te preocupes. No me lastimarás. Lo bloquearé".
A medias, Lauren intentó golpearla con la rama.
Camila lo bloqueó, agarró la rama y tiró.
Sus cuerpos chocaron, y ambas se aferraron a la rama. "Él trata de quitarte el arma improvisada, pero te niegas a dejarla ir". Tiró de la rama, acercando aún más a Lauren. Los volantes de la camisa de Lauren rozaron el pecho de Camila, y ella percibió el olor del perfume de Lauren, casi haciéndola perder el control sobre la rama.
"¿Así?"
"Sí, exactamente", dijo Camila, molesta consigo misma por sonar tan sin aliento. "Él te empuja lentamente hacia el poste de la tienda hasta que ya no puedes retroceder". Ella lo hizo.
* * *
La espalda de Lauren golpeó el poste de la tienda, pero apenas se dio cuenta; estaba demasiado ocupada mirando los oscuros ojos de Camila, que parecían feroces y salvajes en los focos que se filtraban a través de las paredes de la tienda.
"¿Y entonces?" ella preguntó. ¿Por qué su voz era tan ronca? Relájate, o Ben pensará que tiene ganas de Crash o no estás lo suficientemente en forma para hacer esta simple escena.
"Y luego", dijo Camila, "él toma la rama con ambas manos y la presiona contra tu garganta". Con Lauren todavía agarrada a la mitad de la rama, Camila la agarró por ambos extremos, la levantó horizontalmente y la apoyó contra la garganta de Lauren, ejerciendo la más mínima presión.
Se miraron la una a la otra, sus manos tocaban la rama, sus caras solo a centímetros de distancia.
Camila se lamió los labios como si su boca se hubiera secado repentinamente, y Lauren reflejó el gesto.
¿Estas loca? Ella trató de librarse de eso. No tenía por qué desear a nadie, y mucho menos a una mujer que fuera tan físicamente activa y llena de energía. Una mujer que probablemente no tenía idea de que Lauren tenía EM y que terminaría siendo una carga, no una igual como pareja.
Por el amor de Dios, se había quedado dormida en su auto cuando todo lo que quería hacer era obtener su chaqueta. Hasta que alguien encuentre una cura para la EM o al menos la maldita fatiga, nunca podrá seguir el ritmo de alguien como Camila.
Soltó la rama y se deslizó entre Camila y el poste de la tienda. Distancia. Necesitaba cierta distancia para poder pensar con claridad.
"¿Estás bien?" Camila preguntó, pero no trató de seguirla. Su voz sonaba un poco ronca también.
"Sí", gruñó Lauren. "Entonces, es cuando una de las enfermeras entra y golpea al hombre en la cabeza, ¿verdad?"
"Uh, sí, exactamente. Todo lo que necesitas hacer es pararte allí y lucir sorprendida mientras él cae".
Lauren asintió decisivamente. Miró a Ben, que estaba en la entrada de la tienda. "Bueno. Estoy lista".
* * *
Cuatro días después, Lauren acababa de acomodarse en el sofá con el guión cuando sonó un golpe en la puerta de su remolque.
Lauren gimió. "Todavía no", murmuró, consciente de que sonaba como una adolescente llorona a la que se le había ordenado ir a la cama. Se suponía que tenía una hora más antes de que la necesitaran de vuelta en el set, y necesitaba esa hora para repasar sus líneas para las escenas de mañana.
Cuando llegó a casa esa noche, sabía que estaría agotada y que cualquier intento de memorizar líneas se sentiría como vadear la melaza, por lo que preferiría hacerlo ahora.
Cuando abrió la puerta y se asomó, no fue un PA enviado para convocarla de vuelta al set. En cambio, Camila estaba en el escalón superior, todavía con el traje de Lucy Sharpe, pero sin la peluca. Su cabello corto y desordenado parecía extrañamente fuera de lugar con el atuendo de fin de siglo. Con una amplia sonrisa, ella presentó una manzana brillante. "No te vi en la mesa de servicios de catering, así que pensé en traerte un bocadillo".
Lauren tomó la manzana, con cuidado de no tocar los dedos de Camila en el proceso. "Gracias".
Se quedaron una frente a la otra en silencio por varios momentos.
"Um, ¿quieres entrar?" Lauren preguntó y abrió más la puerta del remolque.
"Por supuesto". Camila la siguió. Su vitalidad llenó el remolque, haciéndolo parecer mucho más pequeño. Miró a su alrededor y dejó escapar un silbido. "Bonito lugar".
Después de una semana de grabaciones, Lauren ya estaba tan acostumbrada a su hogar lejos de casa que ya no se daba cuenta de los detalles. Observó la pequeña cocina en un extremo del remolque, el cómodo sofá a lo largo de una pared y la pequeña mesa con dos sillas en la otra esquina, tratando de verlas a través de los ojos de Camila. "¿Eso crees?"
"Si. Creo que es incluso mejor que los remolques de Nikki y Shawn".
¿Camila había estado en los remolques de sus co-estrellas? Ella apartó el pensamiento, diciéndose firmemente a sí misma que no le importaba de una forma u otra. En cambio, se concentró en la manzana y le dio un gran mordisco.
"Ni siquiera estoy segura de que tengan aire acondicionado", dijo Camila.
Lauren casi se atragantó con su bocado de manzana. Maldición. Jill debió haber descubierto por Grace qué efecto tenía el calor sobre Lauren, por lo que había movido algunos hilos para conseguirle el mejor remolque con el mejor aire acondicionado en el set. No sabía si estar agradecida o enojada con su amiga y ex publicista.
"Cuidado". Camila se acercó y le dio unas palmaditas suaves en la espalda. "Las mujeres y las manzanas no tienen la mejor de las historias".
Finalmente, Lauren logró dejar de toser y respiró hondo. El aroma de Camila le llenó la nariz: una mezcla irresistible de champú, sudor fresco y caballos de uno de los trucos de ese día. Dio un paso atrás y se concentró en la conversación. "Eso es lo que la gente piensa, pero en realidad, la Biblia no dice que la fruta fuera una manzana".
Otra sonrisa apareció en la cara de Camila. "No lo sabría de una forma u otra. Estaba hablando de Blancanieves".
Lauren se dejó caer en un extremo del sofá, invitando a Camila con un movimiento de cabeza para tomar el otro. Ella le sonrió. "No te tomé como una fan de los cuentos de hadas".
"¿Qué puedo decir? Soy fan de los finales felices". Camila se sentó y estiró las piernas, poniéndose cómoda a pesar del corsé que llevaba puesto. "Entonces, ¿cómo sabes tanto sobre la Biblia?"
"¿Estás diciendo que no me parezco a la típica mujer blanca católica?"
"Um..."
Lauren se echó a reír y se compadeció de ella. "Yo no soy religiosa. Siempre he preferido confiar en mí misma en lugar de un poder superior. Pero mi hermano es un gran católico. Citaba las escrituras cada vez que me invitaba a cenar".
"¿Invitaba?" Camila repitió.
Maldición. Camila era demasiado perceptiva para su propio bien. Lauren decidió ser más cuidadosa con lo que decía alrededor de Camila en el futuro. Si bien no le importaba compartir anécdotas divertidas sobre películas y programas de televisión anteriores que había filmado, prefería no compartir demasiado sobre su vida privada con sus colegas. "Bueno, estoy aquí en Los Ángeles, y el resto de mi familia vive en Ohio, así que ya no tenemos la oportunidad de cenar juntos", dijo. Era la verdad, pero no la verdadera razón por la que ya no cenaba con su hermano. No había hablado con él desde el día en que le contó sobre la EM. En lugar de decirle que lo lamentaba u ofrecerle ayuda, le había sugerido que era su castigo por desafiar a Dios haciendo cosas antinaturales con otras mujeres.
Camila la miró. Algo en sus ojos le dijo a Lauren que sentía que había algo más, pero Camila finalmente asintió y aceptó que no recibirían más explicaciones. Alcanzó el guión que yacía en el cojín del medio entre ellas. "Espero no haberte interrumpido memorizando tus líneas".
"Esta bien. No iba demasiado bien de todos modos".
"¿Sí? ¿Por qué no?"
Lauren se encogió de hombros. "No estoy segura". Podría ser que la EM estuviera jugando con su enfoque o su memoria, o tal vez fue el hecho de que algunos aspectos del comportamiento de su personaje no sonaban fieles a ella y esa era la razón por la cual las líneas le estaban causando tantos problemas.
"¿Sería de ayuda si practicara líneas contigo por un tiempo?" Camila preguntó.
"¿Estás segura de que tienes tiempo?"
"Oh sí. Estoy aburrida hasta la muerte, esperando que me necesiten para otro truco".
"¿Truco?"
"Hacer de doble", dijo Camila. Miró a Lauren, con la cabeza inclinada hacia un lado como un cachorro ansioso pidiendo un regalo.
Lauren tuvo que sonreír. "Seguro. Por qué no". Practicar líneas con Camila podría ser divertido, y tal vez le ayudaría a memorizar sus líneas. "Te estoy otorgando asilo en mi domicilio con aire acondicionado, siempre y cuando no te importe ser amenazada por un bisturí".
"Uh, ¿disculpa?"
Lauren se rio entre dientes. "Ya verás".
Camila extendió la mano por el cojín del medio y recogió las páginas de guiones grapados.
"Las líneas resaltadas son mías, así que solo lee el resto", dijo Lauren.
Camila se tomó un minuto para leer la primera página antes de darle un guiño a Lauren para mostrar que estaba lista. En lugar de quedarse en el sofá, se puso de pie y se movió por la habitación, como lo había hecho Lauren en el pasado al aprender sus líneas, antes de que aprendiera a conservar su energía. Parecía tan poderosa y enérgica que Lauren no pudo evitar envidiarla.
"Necesita salir de aquí, señora", dijo Camila. No solo estaba leyendo el texto, sino que lo estaba representando, bajando la voz para que pareciera el soldado que acababa de llegar al hospital improvisado.
Lauren también se levantó y se inclinó sobre la mesa de café, fingiendo estar ocupada con un paciente. "Doctora", dijo sin levantar la vista. "Y estamos saliendo, pero no sin nuestros pacientes. Necesito estabilizarla primero".
"¡No hay tiempo! ¡Si el fuego alcanza el parque, las tiendas se incendiarán en cuestión de segundos!"
Lauren no respondió. Ella permaneció inclinada sobre su paciente imaginario.
Camila cruzó el remolque en dos largos pasos, marchando como un soldado en una misión. Maldijo por lo bajo, agarró a Lauren por los hombros y la arrastró hacia la puerta.
"¿Qué estás haciendo? Si tu-"
Sacudiendo la cabeza, Camila la soltó. "El guión dice: ¿Qué crees que estás haciendo, cabo? "
Lauren se acercó y se dio media vuelta para poder mirar las páginas del guión que Camila estaba sosteniendo. Maldición. Ella tenía razón. Lauren cerró los ojos por un momento y repitió la línea tres veces para sí misma, esperando que finalmente se quedara en su memoria. "Está bien, intentemos esto de nuevo", dijo cuando abrió los ojos.
Corrieron a través de las líneas nuevamente desde el principio. Lauren intentó entrar en escena, probando diferentes gestos e inflexiones. Pero algo todavía estaba apagado, haciéndola tropezar con sus líneas a veces.
Finalmente, se dejó caer en el sofá y sacudió la cabeza. "¿Ves lo que quiero decir? Esto no está funcionando y todavía no estoy segura de por qué".
Camila se sentó a su lado. "Bueno, no soy un entrenador de actuación, y lejos de mí decirle a una actriz experimentada como tú cómo hacer su trabajo..."
"¿Pero?" Le preguntó Lauren.
"Creo que la escena necesita más... fuego".
"¿Más fuego? De eso están huyendo".
Camila arrojó el guión sobre la mesa de café. "No, me refiero a más fuego tuyo. Más ira".
"Um, disculpa. Estoy peleando con un soldado armado, negándome a irme. Creo que es suficiente enojo, ¿no?"
"Sí, pero... simplemente no lo siento".
Gruñendo, Lauren dejó caer la cabeza contra el sofá. "Maldición. Creo que tienes razón. Simplemente no entiendo por qué Jill escribió la escena de esta manera".
"¿Jill?"
"Oh. Ella es la guionista que escribió Shaken to the Core. Y ella es una amiga mía", agregó Lauren después de un momento de vacilación. "Quiero decir, Lucy es una doctora entrenada. ¿No debería estar tranquila y sensata frente a esta crisis? ¿No debería confiar en el soldado para que haga su trabajo, tal como ella hace el suyo? ¿Por qué enojarse tanto con él?"
Camila pareció considerarlo por un momento antes de sacudir la cabeza. "Creo que está enojada por mucho más que él".
"¿Qué quieres decir?" Cuando Lauren se volvió en el sofá para mirarla de frente, sus faldas se rozaron y sintió el calor de la rodilla de Camila contra la de ella. Rápidamente, ella retrocedió un poco.
"Tienes que ver esta escena en contexto y considerar los antecedentes de Lucy. Solo leí partes del guión mientras esperaba un truco ayer, pero ¿no creció en un rancho?"
Lauren asintió con la cabeza. "Su madre fue la primera veterinaria en los Estados Unidos".
"Y Lucy es una doctora en 1906", agregó Camila.
"Correcto". Para prepararse para su papel, Lauren había leído las memorias de una de las primeras mujeres en graduarse de una facultad de medicina, por lo que sabía lo que eso significaba. "Es una mujer que vive y trabaja en un mundo de hombres". Se le ocurrió una idea. "Igual que tú".
"Las cosas son mucho más fáciles para las dobles de riesgo hoy en día, pero he escuchado algunas historias de mujeres que solían estar en el negocio hace veinte o treinta años..." Camila sacudió la cabeza. "Digamos que entiendo por qué Lucy no reaccionaría demasiado bien cuando se le ordenara cuando está tratando de hacer su trabajo".
Lauren la miró con nuevo respeto. No había esperado que Camila pudiera proporcionarle esa información sobre su personaje.
Camila se echó a reír. "¿Qué? ¿Pensaste que era una doble sin cerebro?"
Las mejillas de Lauren se calentaron y ella maldijo la tez blanca que había heredado del lado irlandés de su familia. "Bueno, lejos de mí subestimar tu intelecto, pero creo que Ben te contrató por tus habilidades atléticas".
Camila dejó escapar un suspiro exagerado. "Historia de mi vida. La gente solo me quiere por mi cuerpo".
Una respuesta ingeniosa, y un poco coqueta, ya estaba en la punta de su lengua, pero Lauren la mordió. Volver al trabajo. "¿Podríamos probar la escena de nuevo?"
"Por supuesto. Soy toda tuya".
Entonces ella no era la única coqueta. Lástima que no podría ir a ninguna parte. "Tomémoslo desde 'No hay tiempo'".
Camila asintió y regresó a la puerta, como si acabara de entrar. "¡No hay tiempo! ¡Si el fuego alcanza el parque, las tiendas se incendiarán en cuestión de segundos!"
Lauren tensó los hombros pero siguió trabajando en su paciente.
Rápidamente, Camila se dirigió hacia ella y la agarró por los hombros.
Lauren se permitió conectarse con toda la ira que había reprimido en los últimos dos años. Ira por esta maldita enfermedad que hizo que su futuro fuera impredecible en el mejor de los casos. Ira hacia los médicos que estaban tan indefensos como ella. Ira por los conocidos que le dijeron lo bien que se veía cada vez que la veían, como si eso de alguna manera significara que no podría estar enferma.
La rabia brotó del núcleo más profundo de su ser hasta que la siguiente línea casi salió de sus labios. "¿Qué crees que estás haciendo, cabo?" Ella agarró la mesa de café con una mano y levantó el objeto más cercano con la otra, agitándola amenazadoramente. "Si no me sueltas en este instante, te apuñalaré con-"
"¿El control remoto?" Camila se echó a reír.
La mirada de Lauren se dirigió al objeto en su mano, que de hecho era el control remoto. "Mi bisturí", dijo, tratando de aferrarse a su ira, pero no pudo evitarlo. Ella se unió a la risa de Camila.
Cayeron en el sofá una al lado de la otra, sosteniendo sus costados.
Un golpe en la puerta interrumpió su hilaridad.
Lauren se secó los ojos. Dios, no podía recordar la última vez que se había reído así. Se sentía bien. Ella respiró calmada y llamó, "¿Sí?"
La puerta se abrió, revelando un PA con un walkie-talkie colgando de su cuello. Miró de Lauren a Camila con una expresión curiosa, obviamente habiendo escuchado su risa a través de la puerta. Luego su mirada se centró en el control remoto que Lauren no se había dado cuenta de que todavía estaba aferrada.
Lauren miró a Camila, quien le devolvió la mirada con una comisura de la boca.
Se echaron a reír de nuevo.
"Uh, la necesitan en cinco minutos, Srta. Jauregui", dijo la AP y se fue con una sacudida perpleja.
Cuando pudo volver a hablar, Lauren sacudió el control remoto a Camila. "Si me echo a reír mientras filmamos la escena, estás en problemas".
"¿Yo?" Camila agarró su pecho con una falsa expresión inocente.
Lauren dejó caer el control remoto sobre el sofá y caminó hacia la puerta. "Es mejor que sigas con el trabajo de doble. Tus habilidades de actuación son muy deficientes".
Sonriendo, Camila la siguió de regreso al set.