Dieciocho meses después
"¿Susana?" Lauren llamó hacia la cocina. "Me voy a lo de Grace. ¿Puedes configurar la alarma cuando te vayas? Y no le des demasiadas golosinas a tú ya sabes quien, mientras estoy fuera".
"¿Yo?", llamó su ama de llaves en su tono más inocente. "No hago eso. Simplemente le gusta hacerme compañía en la cocina porque es una verdadera esponja de amor".
Lauren resopló. "Sí. Eso y una esponja comestible de lo que cae al suelo de la cocina". Cuando alcanzó las llaves de su auto y caminó hacia la puerta, Vagabundo salió corriendo de la cocina.
"Oh, no". Ella sacudió la cabeza y lo empujó un poco hacia atrás. "Te quedas aquí con tu abuela".
"Escuché eso". Susana Rosales salió al pasillo, peinándose con una mano su cabello. "No tengo la edad suficiente para ser abuela".
"Todavía no", respondió Lauren con una sonrisa. "Escuché que Tomás finalmente tiene novia".
Susana le sonrió. "Sí. Parece que verte desnuda no lo traumatizó de por vida después de todo".
Se miraron y comenzaron a reír.
Hace un año, no había sido un asunto de risa en absoluto. Lauren se puso seria cuando pensó en el día en que descubrió que tomar baños calientes ya no era una buena idea. El calor había hecho que sus síntomas de EM empezaran, y casi se desmaya antes de lograr salir de la bañera. Había salido a trompicones del baño y se había caído en los brazos del hijo de Susana, de dieciséis años, que acababa de bajar de una escalera después de cambiar una bombilla en su habitación. No se podía saber quién estaba más mortificado: Lauren o Tomás.
"¿Traumatizado?" Lauren repitió y sacudió la cabeza. "Nah. En todo caso, verme desnuda lo arruinó para otras mujeres".
Susana sacudió el paño de cocina que había metido en su delantal en su dirección y chasqueó. "Ve, o le diré a Tomás que no corte el césped después de todo".
Riendo, Lauren escapó por la puerta y se dirigió a su auto. Al presionar un botón en su control remoto se abrió la puerta de doble batiente de hierro forjado frente a su casa en Glendale. Se sintió como un personaje en un thriller de espías mientras guiaba el auto hacia la calle, mirando a izquierda y derecha para asegurarse de que no hubiera paparazzi al acecho.
Después de haber salidodel armario como lesbiana y una mujer con EM en junio pasado, la seguían como si fueran una manada de lobos hambrientos y ella un sabroso conejo, a pesar de que no le habían dado ni la hora el día anterior. Eso es Hollywood para ti. Tienes que morir, ir a rehabilitación o al menos ser diagnosticado con una enfermedad crónica para llamar la atención.
Cuando estuvo segura de que la costa estaba despejada, condujo hasta la cabaña de Grace en Topanga Canyon. La casa oculta había sido un refugio seguro para Grace y su novia, Jill, cuando habían empezado a salir. Lauren también había pasado un tiempo en la cabaña, especialmente el año pasado, durante el frenesí mediático después de que se vio obligada a revelar su EM al público. En aquel entonces, Jiil todavía había sido su publicista, pero en los últimos meses, se había convertido en una amiga.
El SUV de Grace y el Honda Civic de Jill estaban en el camino de entrada cuando Lauren llegó al final del empinado camino de tierra.
¡Oh genial! Lauren estacionó su descapotable Escarabajo rojo brillante y se frotó las manos. No podía esperar para descubrir qué había dicho el director de casting de Shaken to the Core. ¿Le darían el papel principal en el drama histórico que Jill había escrito, o al menos la dejarían audicionar? Lauren había sido cautivada por el guión de Jill desde el momento en que Jill se lo había mostrado. No eran solo el escenario histórico y las escenas de acción de suspenso de dos mujeres jóvenes que intentaban sobrevivir al terremoto y los incendios de 1906. Finalmente, este era un guión con no solo uno sino dos personajes femeninos fuertes. A decir verdad, Lauren estaba harta de interpretar siempre a la ingeniosa amiga o a la mejor amiga tonta. Ahora, con Jill poniéndole una buena palabra, finalmente podría tener la oportunidad de demostrar su valía en un papel más desafiante.
Grace abrió la puerta con un bikini turquesa que era casi del mismo color que sus ojos.
No era que Lauren la estuviera mirando a los ojos. Su mirada fue atraída hacia el escote generoso de su amiga. Ella lo miró por un segundo, sorprendida por la vista inesperada y el recordatorio de que su libido todavía estaba vivito y coleando.
"Adelante", dijo Grace, dándole un abrazo. Su piel era cálida y gotas de agua se aferraban a ella. "Estamos afuera en el jacuzzi". Ella guió el camino hacia el patio de piedra en la parte trasera de la cabaña.
Dios. Lauren sacudió la cabeza hacia sí misma. No estás tan desesperada como para mirar a tu mejor amiga, ¿verdad? De acuerdo, tal vez debería cortarse un poco después de más de dieciocho meses de no mirar, y mucho menos tocar, a otra mujer. Además, incluso los sacerdotes y los hombres homosexuales le gritaban a Grace. No la habían votado como una de las mujeres más sexys vivas por nada.
Cuando cruzaron la puerta corrediza de vidrio, Jill levantó una mano del agua burbujeante y saludó con la mano. "Hola, Lauren. ¿Quieres unirte a nosotras?" Señaló el jacuzzi de secoya que era lo suficientemente grande para tres.
Lauren se tocó juguetonamente el pecho. "¿Bañarme al desnudo con ustedes dos? Gracias por la oferta tan tentadora, pero no estoy segura de que mi corazón pueda soportarlo". Su corazón estaba bien, pero sumergirse en agua caliente todavía no era una buena idea. Cualquier aumento en la temperatura corporal podría hacer que sus síntomas empeoraran y obligarla a usar un bastón por el resto del día. Pero no mencionó eso. No había razón para recordarle constantemente a las personas en su vida acerca de su maldita EM, ahora que estaba en remisión.
Grace le dirigió una mirada que decía que sabía exactamente por qué Lauren había rechazado la oferta. Afortunadamente, no dijo nada.
Jill sonrió, se echó hacia atrás y vio a Grace volver a entrar. "Grace y yo lo tendremos todo para nosotras, entonces".
Las amigas de Lauren se miraron y parecieron olvidar que no estaban solas.
Lauren sonrió melancólicamente. Estaba feliz por Grace, de verdad. Después de su matrimonio fallido y toda la mierda por la que había pasado el año pasado, se merecía toda la felicidad que pudiera obtener. Pero a veces, una parte de Lauren se rebelaba ante la injusticia de su propia situación. Sus amigas lo tenían todo: eran exitosas, saludables y estaban enamoradas, mientras que ella...
Oh vamos. ¡Detén la fiesta de lástima! Lo estás haciendo bien. Se sentó en una tumbona a la sombra y se aclaró la garganta. "Entonces, ¿tuviste la oportunidad de hablar con el director de casting?"
"Um, sí, lo hice", contestó Jill.
"¿Lo hiciste?" Grace preguntó. "¿Por qué no dijiste nada?"
"Bueno, solo me encontré con él hoy, y cuando regresé..."
Sonriendo, Lauren sacudió la cabeza a sus amigas. "Déjame adivinar... Te distrajiste un poco".
La mirada de Jill se desvió hacia los hombros desnudos de Grace, que se asomaban fuera del agua. Una amplia sonrisa se formó en su rostro. "Mucho, en realidad".
"Entonces", dijo Lauren, "¿qué dijo el director de casting?"
La sonrisa desapareció del rostro de Jill. Ella podría haber sido una de las mejores expertas en relaciones públicas de Hollywood, pero no podía actuar para salvarse la vida.
Lauren reprimió un suspiro. "Él dijo no".
Mordiéndose el labio, Jill asintió. "Lo siento. Sé que realmente querías ese papel".
"Está bien", dijo Lauren, tratando de no dejar que su decepción se notara. "Tal vez no hubiera encajado bien de todos modos".
"Hubieras sido perfecta", dijo Grace, con las mejillas enrojecidas por el agua caliente o su apasionada defensa. "Eres fuerte y dura con solo un indicio de vulnerabilidad. Eso hubiera funcionado muy bien para el papel. Sin mencionar que eres gay, por lo que no tendrías problemas para besar a otra mujer. Realmente no puedo entender por qué no te dejan audicionar".
"Es un papel bastante desafiante", dijo Jill en voz baja.
Grace frunció el ceño a su novia de seis meses. "¿Crees que Lauren no está a la altura? La viste en El Corazón de Ava. ¡Actuó en círculos alrededor del resto del elenco de apoyo! Ella-"
"No estoy hablando de ese tipo de desafío. El guión requiere mucha acción física. Las dos actrices principales tendrán que hacer algunas de sus escenas peligrosas".
Lauren se mordió el interior de la mejilla. Entonces esa era la verdadera razón. No era su aspecto o sus habilidades de actuación. Era la EM. No había tenido un ataque en siete meses y dos semanas. A veces, casi podía olvidar que incluso tenía EM. Sin embargo, las personas en la industria nunca lo olvidaban. Las películas de desastres eran caras. Los poderes existentes no querían arriesgarse a que la producción fuera retenida por una actriz que no podía seguir el ritmo.
"Entiendo", dijo con la mayor calma posible, a pesar de que estaba furiosa por dentro. ¿Qué bien haría hacer que sus amigas se sintieran mal por eso también?
"Yo no", dijo Grace, sus famosos ojos celestes se oscurecieron a una nube de tormenta gris. "¿Por qué no pueden al menos ofrecerle un papel secundario? ¿Uno que no implique tanto correr, saltar y escalar montañas de escombros?"
Años de experiencia en la actuación le permitieron a Lauren parecer tranquila mientras sus amigas hablaban de ella como si ni siquiera estuviera presente. Ella sabía que tenían buenas intenciones.
"En realidad, pude convencer al director de casting para que le echara un vistazo al resto del reparto". Jill se giró en el banco de la bañera de hidromasaje para mirar a Lauren. "Con tus ojos verdes, cabello oscuro y tez clara, te ves exactamente como me imagino Lucy Sharpe. Incluso tienes la edad adecuada".
Lucy Sharpe... Lauren intentó recordar quién era. Tal vez era solo su imaginación, pero desde que comenzó la EM, su memoria no parecía ser la misma. A veces le tomaba una eternidad aprender sus líneas.
"La doctora, ¿recuerdas?" Jill preguntó cuando Lauren dirigió un interrogatorio para mirarla.
Ah. Lauren asintió con la cabeza. También era un personaje femenino fuerte, y protagonizaba casi tantas escenas como las dos personajes principales, pero no era un personaje principal. Lauren forzó una sonrisa. "Ooh, ¿entonces podría interpretar a la doctora?"
"Si quieres el papel..." Jill buscó en su rostro.
"Claro, ¿qué es lo que no hay que querer?" Lauren se tragó su orgullo. No era como si los directores de reparto hubieran derribado su puerta en los últimos nueve meses desde su doble salida.
Jill se iluminó. "Bien. Entonces les haré saber".
"¿Crees que lo estarán e acuerdo?" Lauren preguntó.
"Será mejor que lo estarán". Jill mostró una sonrisa sombría. "El director de reparto es mi padrino, y después de que rechazara mi oferta para que interpretes a Kathryn Winthrop, me lo debe".
Aunque podría ser estúpido, Lauren sacudió la cabeza. "No quiero obtener el papel solo porque el director de casting te está haciendo un favor personal".
"¿Estás bromeando? Tendrían suerte de tenerte. Creo que le aportas el tipo de agallas justo al personaje. Además..." Jill la miró juguetonamente. "Estoy segura de que te verás genial en un corsé".
Lauren gimió. "Odio los trajes de época. No puedes respirar esas cosas. La próxima vez, escribe un guión sobre una versión femenina de Casanova que no hace nada más que acostarse junto a la piscina y seducir a otras mujeres todo el día. Sería perfecta para ese papel".
Sus dos amigas resoplaron y salpicaron agua contra ella.
"¡Hey!"
* * *
El walkie-talkie cobró vida. "¿Crash?" llegó la voz del coordinador de especialistas a través del dispositivo. "¿Todavía estás ahí?"
Camila sonrió. Estaba parada en la azotea de un edificio de seis pisos. ¿A dónde se suponía que iría? "Todavía aquí y lista para empezar".
"Necesitamos unos minutos más para configurar las cámaras", dijo.
"Ok. Voy a estar a la espera".
El walkie-talkie se calló.
Normalmente, a Camila no le importaba la espera involucrada en hacer una película. En sus cinco años en el negocio de dobles de riesgo, se había acostumbrado. Pero aquí arriba, en la azotea, el viento seco de marzo era mucho más fuerte que en el suelo que le hacía lagrimear los ojos. Tenía que estirarse la mano repetidamente, limpiarse los ojos y quitarse los mechones de la peluca rubia de la cara.
Mientras esperaba, revisó sus recordatorios: vigilar las corrientes de viento, para que sea menos probable que salte a una ráfaga repentina que la desvíe de su curso y la haga rebasar la bolsa de aire. Golpear la bolsa inflada directamente en el medio, para que no reciba un fuerte rebote y se estrelle contra el edificio o el suelo.
Ella respiró hondo y constante. Si bien siempre se mantenía un cierto riesgo, el truco estaba a salvo. Había revisado el equipo y había hecho un salto de práctica hoy temprano.
Finalmente, la voz del coordinador de especialistas volvió a sonar por el walkie-talkie. "¿Lista?"
Camila miró por el edificio hacia la bolsa de aire azul de servicio pesado que se encontraba debajo y se aseguró de que los observadores de seguridad estuvieran en los lugares correctos. "Lista para rodar".
"Recuerda hacer-"
"Conozco las instrucciones", le dijo.
Las órdenes del director de la segunda unidad llegaron a través del walkie-talkie mientras instruía a su equipo. "¿Cámara?"
"¡Grabando!"
Camila observó el lugar en la repisa de la azotea donde tenía que ir para caer justo en la bolsa de aire.
"En tres, dos, uno..."
En la cuenta regresiva, el cuerpo de Camila comenzó a zumbar de emoción. La emoción de hacer una caída alta nunca envejecía, sin importar con qué frecuencia lo hubiera hecho. Ella plantó sus pies con más firmeza y esperó la señal final.
"¡Acción!"
Saltó sobre la repisa de frente, pateando las piernas y agitando los brazos justo como el director lo quería. El suelo se acercaba rápidamente. Espera, espera, espera... Le dio a los camarógrafos todo el tiempo que pudo para que tuvieran suficiente material para grabar antes de voltear su cuerpo.
Aterrizó de espaldas, con la barbilla metida en el pecho, con el impacto tan uniformemente distribuido como pudo. Un poco de aire salió de la bolsa.
Todo quedó en silencio por un momento. Entonces el set estalló en aplausos.
Camila se levantó sobre un codo, miró detrás de ella y sonrió. Aterrizaje perfecto. Había golpeado la X blanca en el centro de la bolsa de aire.
Su coordinador de especialistas, que también era el director de la segunda unidad, se acercó. "¿Estás bien?"
Ella rodó suavemente de la bolsa de aire y cayó al suelo. "Sí. ¿Necesita que haga eso otra vez?"
"No. Lo clavaste en la primera toma. Buen trabajo".
"Lástima", se quejó Camila. Con la adrenalina aún bombeando a través de su cuerpo, estaba lista para volver a subir y hacerlo de nuevo.
La miró de arriba abajo como si estuviera tomando sus medidas. "¿Tienes más trabajo de doble programado para los próximos meses?"
"Aún no". Camila no estaba en un punto de su carrera en el que trabajara constantemente. Justo cuando había comenzado a hacer trabajos más grandes, se lastimó la pierna en un truco de motocicleta. Luego, en su primer trabajo después de que se curó, un truco de fuego salió mal. Recuerdos de calor abrasando su piel pasaron por la mente de Camila, y sofocó el impulso de frotar la cicatriz de la quemadura en la parte posterior de su cuello. El error no había sido culpa suya, pero eso no importaba. Si la gente pensara que todavía estaba asustada al respecto, se correría la voz y los coordinadores de especialistas dejarían de contratarla. Nada era más peligroso que un doble de riesgo que no podía controlar su miedo.
"Es posible que quieras llamar a un amigo mío, Ben Brower". El director de la segunda unidad le entregó una tarjeta de presentación. "Comienzan a rodar un drama histórico con muchas escenas de acción a mediados de mayo, y todavía están buscando una chica para doblar a una de las actrices y tal vez interpretar algunos extras en las escenas más peligrosas".
"Mujer", dijo Camila.
Él frunció el ceño. "¿Qué?"
"Están buscando una mujer para doblar a una de las actrices", dijo Camila suavemente, pero sin apartarse de su mirada.
Su ceño se profundizó. "Eso es lo que dije, ¿no?"
Camila decidió dejarlo ir. El director de la segunda unidad parecía tener la edad suficiente para comenzar a duplicar a John Wayne, así que, en comparación con su edad, ella realmente era poco más que una niña. Estaba ofreciendo trabajo, por lo que no lo había dicho de una manera menospreciadora. "Entonces, ¿a quién estaría doblando?" ella preguntó. "¿La actriz principal?"
"No, una de las actrices de reparto. Lauren Algo no sé qué".
Excelente. Así que estaría doblando para alguna aspirante a estrella desconocida que probablemente tenía solo una escena en la película. Camila suspiró. Bueno, era mejor que nada, y él le había dicho que podía actuar de extra en algunas de las escenas más peligrosas. Si lo hacía bien, podría incluirla en la lista de candidatos para un trabajo más grande y emocionante. "Está bien", dijo. "Llamaré al Sr. Brower".
"Es una película sobre el gran terremoto e incendios de 1906, por lo que probablemente tendrás que hacer algunos trucos de fuego. Estás preparada para eso, ¿no?"
Camila apretó los dientes. Las noticias en el negocio de los dobles viajaban rápido. "Estoy preparada", dijo lo más uniformemente posible y se guardó la tarjeta. "Gracias".