Confirmo que ésta historia no será muy larga. :)
Cerró con fuerza su laptop, lanzó un pequeño gruñido, frustrado. Vio la taza de café a un lado, estiró su mano y la tomó, soltando otro gruñido cuando notó que estaba vacía.
Se levantó de su silla con la taza vacía en mano, salió de su estudio y caminó hasta la cocina.
Notó que había mucho silencio en el lugar, más no le tomó importancia. Al estar en la cocina fue hasta la cafetera, y del café que tenía virtió una generosa cantidad en su taza vacía.
Tomó un pequeño sorbo, apoyándose del mesón de la cocina. Observó con ojos entrecerrados el lugar.
Algo no andaba bien, no había ni una voz en el lugar, ni siquiera podía escuchar alguna respiración además de la suya.
Se reincorporo y con su café en mano salió de la cocina, observó el pasillo a sus lados, optando por ir a la izquierda, donde estaban los dormitorios.
Tocó la primera habitación, la que compartían Jungkook y Taehyung. Esperó a que contestaran más sólo recibió silencio.
Siguió con la otra puerta, la de en frente, siendo la de Hoseok y Namjoon. Nada. Silencio.
La situación le estaba poniendo los pelos de punta, volvió a la cocina para dejar el café en el mesón y se dirigió de nuevo al pasillo de las habitaciones.
Última puerta, la de SeokJin, Jimin y él. Entró a la habitación, con cuidado, como si estuviera haciendo algo malo.
No estaban.
Nadie estaba. ¿A dónde se habían ido?
Dejó la puerta abierta e hizo lo mismo con las demás, abriéndolas y observando que efectivamente estaban vacías.
¿Por qué no había nadie en el lugar?
Mierda, se estaba alterando.
Llevó sus manos a su cabello, jalando de éstos. Fue al baño, nada. La sala, nada. Al patio, nada.
Quiso gritar de la frustración. ¿Dónde carajos estaban sus amigos? ¿Por qué no estaban? ¿Por qué no estaban con él? ¿Acaso lo dejaron? ¿Lo dejaron atrás?
Ellos... También me están dejando...
Se dejó caer en el sofá de la sala, escondió su rostro entre sus manos, soltando pequeños sollozos.
En eso, se escuchó la puerta de la entrada ser abierta, seguido de risas y voces alegres.
Secó sus lágrimas de inmediato, fingiendo estar interesado en sus manos.
— ¿Yoongi? —Namjoon se acercó al azabache, poniendo una mano en su hombro— ¿Estás bien?
Qué pregunta tan estúpida
— Sí —respondió, para luego girarse y ver a los demás—. ¿Dónde estaban?
— Salimos a comer —respondió el de mejillas grandes, sentándose a un lado de su mayor—. No quisimos molestarlo...
— ¿Uh?
— Sabemos qué día es hoy y no quisimos molestarlo hyung... —el menor de todos se sentó frente al azabache, su rostro afligido al observar el aspecto del rapero.
— ¿Día...? ¿qué día es hoy...? —preguntó, rebuscando en su memoria aquello que le faltaba.
— Hyung... usted hoy cumple aniversario con...
Y aquello le cayó como un balde de agua congelada. Sacó su teléfono y observó la fecha después de encenderlo, observando que efectivamente ya era 1 de Agosto.
Si vista se fijó en el fondo de pantalla, siendo ésta aquella foto que ambos se tiraron estando en París.
Llevó una mano a su boca, sollozando. Sintiendo poco a poco como sus amigos empezaban a rodearlo, abrazándolo.
— Tranquilo Yoongi, todo va a estar bien...
No, nada va a estar bien
Nada estaba bien, a Leo planeaban quitarle los cables, y si eso pasaba... Dios, definitivamente el se suicidaría.
Amaba con locura a Leo, lo amaba demasiado. Pensar en una vida sin el ahora mismo parecía imposible.
— Todo va estar bien... —murmuró, con la voz rota.
[ • • • ]
Observó tranquilamente a su novio, acostado, dormido.
Se sentó a su lado, acariciando con suavidad su mejilla. Llevó su dedo hasta sus labios, notando los resecos que estaban.
Se inclinó dejando con suavidad un beso sobre éstos. Sabía que aquello no hacía nada, pero de verdad amaba sentir los labios del menor.
— Oh, señor Min. ¿Qué hace aquí? —la repentina entrada de un doctor, seguido de otros enfermeros le descolocó.
Observó las expresión de todos, nerviosos, tristes.
Planeaban hacerlo hoy, ¿no?
Desvió su vista a su novio, besando su frente con cuidado.
— Solo vengo a visitar a mi novio, como todos los días —respondió, sin despegar su vista del oji miel—. ¿Usted qué hace aquí? ¿Y porqué tantos enfermeros, ah? —desvió suavemente su vista del menor, observando de reojo al mayor.
— Verá, señor Min... —el doctor no sabía por donde empezar, por lo que optó a lo más simple—. Seré franco; los tratamientos que se le han aplicado no están sirviendo de nada, el paciente no parece mejorar y pensamos en que ya es tiempo de...
— ¿De...? —le insitó a seguir, afilando su mirada.
—... dejarlo ir.
Como si aquellas palabras reaccionado un mecanismo se levantó, caminando hasta estar frente al mayor.
— No puede hacer eso.
— ¿Por qué no?
— ¡No puede hacerlo!, simplemente no puede...
— Señor Min ya se lo he dicho, los tratamientos no sirven y...
— ¡Da igual! no pueden quitarle los cables, ¡lo matarán si lo hacen!
— ¡Ya está muerto, señor Min! es solo cuestión de tiempo...
— No pueden hacerlo... no pueden...
— No podemos arriesgarnos debido a un capricho suyo.
El azabache dió un paso hacia atrás, abriendo sus ojos en demasía.
¿Capricho? ¿Estaba él siendo un caprichoso? Él solo quería que su Leo volviera, que despertara y le dijera que todo estaba bien, que cuando sus labios se juntaran fuera correspondido.
Él solo quería volver a despertar con Leo a su lado, darle un beso de buenos días, bañarse juntos, salir de compras juntos.
Él solo quería volver a reír junto a Leo, el tan sólo quería eso.
Leo era su felicidad, era su vida entera. No podía estar sin el, era algo... inaceptable.
— ¿Capricho...? —murmuró, levantando su cabeza para poder mirarle a los ojos.
— Sí, capricho. Todo ésto es un capricho suyo, si me lo permite decir. ¿No ha pensado que tal vez ésto sea doloroso para él?
Desvió su vista, observando a su pareja.
Las agujas clavadas en sus muñecas, extrayendo sangre o enviando. Aquellos pequeños tubos que salían de su nariz.
Reparó en su aspecto, pálido, cansino. Sus labios resecos, las pequeñas bolsas bajo sus ojos...
— Pero, podemos hacer algo...
— ¿Qué? —preguntó de inmediato, volviendo a ver al doctor.
— Le daremos un día. Mañana, a la media noche, desconectaremos los cables. Podrá despedirse como es debido.
Y aunque le doliera, debía aceptarlo.
— Bien.
¡BUUM! Actualización seguida nenes, aprovechen ^^ Espero que les haya gustado el capítulo, ahora mismo estoy escuchando Another Day de Stray Kids y estoy "alamierda la laif" pero neh.
Y sí, como dije al comienzo del capítulo, ésta historia no constará de muchos capítulos. Pero tranquilos, espero que el final que tengo pensado les guste ✓✓
—♥