POV Lisa
Esta mañana había sido una locura, me dormí y estuve apuntó de llegar tarde a la única clase de la mañana, de no haber sido por los amigos de Bambam que entraron haciendo un escandalo, habría perdido las únicas dos horas útiles de mi mañana.
- Sólo digo que debería mejorar su actitud, por amor de Dios, no puede estar con esa cara de amargado todo el tiempo.- Dijo Rosé exasperada.
Nos estábamos sentando en uno de los muchos bancos que había en el jardín trasero de la Universidad. Luego de la única clase que tuvimos, pasamos por la cafetería para comprar unas malteadas.
- Quizás le hace falta follar, podrías hacernos el favor a todos y calmarlo.- Respondí sorbiendo mi malteada.
- ¡Que asco, no!.- Estalló en carcajadas.- Prefiero seguir soportado su cara de perro.- Reí ante eso último.
- Se me olvidaba que tu especialidad no son los hombres.- Ella asintió orgullosa.
- Ya sabes que so.. ¡Oh, joder!.- Soltó su malteada.- Lis, Lis, allí está.- Dijo palmeando mi brazo.
- ¿Quién? ¿De qué hablas?.- Inquiero desconcertada, mirando para todos lados.
- ¿Recuerdas la muchacha de la que te conté?.- Asentí rápidamente.- Está sentada allá.- Dijo moviendo su cabeza con discreción.
Yo estiré mi cuello mirando a todos los bancos que había cerca. Ella golpeó mi hombro.
- Disimula Lisa.- Me regaño.
- ¿Cuál demonios es? No la veo.- Admití frustrada.
Ella tomó mi barbilla y la guío en la dirección correcta. Observé a un par de grupos de chicos y a lo lejos, pude divisar una cabellera castaña familiar.
Jennie..
- ¿Ya la viste?.- Preguntó impaciente.
- ¿Es la muchacha de jeans negro y crop top blanco?.- Pregunté mientras veía a Jennie y luego a Rosé.
- ¿Ah?.- Ella frunció el ceño y volteó.- No, es la muchacha que está al lado de ella. La que lleva jeans azules y blusa blanca.- Respondió con una sonrisa ansiosa.
- Joder, que bueno.- Dije suspirando mientras mirada a la mencionada.- Habría sido una pena si era la otra.- Ella volteó a verme confundida.
- ¿Y eso por qué?.- Preguntó.
- Es Jennie.- Afirmé como si fuera obvio, ella alzó una ceja.- Es la novia de mi primo.- Especifiqué y ella asintió encogiendose de hombros.
Me quedé un rato mirando a Jennie y luego a su acompañante. Dirigí la mirada en Rosé y no pude evitar sonreír de manera malvada.
- ¿Te gustaría conocerla?.- Pregunté.
Ella tragó grueso.- ¿A-A quién?.- Preguntó nerviosa.
- A quién más idiota, a la pelinegra sexy. ¿Quieres?.- Pregunté otra vez. Ella comenzó a juguetear con el sorbete de su malteada.- Sí, si quieres.- Me respondí riendo.
La tomé del brazo y la obligué a ponerse de pie, mientras comenzaban a caminar rápidamente. Forcejeamos un poco en lo que la arrastraba en dirección de las chicas.
- ¿La-Lalisa q-qué haces?.- Preguntó nerviosa.
No respondí, nos guíe hasta donde Jennie estaba sentada, completamente sumergida en la conversación con su amiga. En cuanto entre a su campo de visión, ella me miró y sonrió.
- Hola Jen.- La saludé.
Dios Lalisa ¡¿Cuándo le has dicho Jen?!
- Hola Lis.- Me devolvió el saludo un poco extrañada.- ¿Pasa algo?.- Preguntó.
- No.. Es decir, sí.- Ella formó una mueca graciosa.- Verás emm, ¡Rosé!.- La señalada se tapó la cara avergonzada y rió por lo bajo.- Ella tiene que sacar copias, pero no tiene cambio, ¿No tendrás por casualidad, algunas monedas para estás pobres universitarias?.- Pregunté sonriendo inocentemente.
Sabía que había sido una pésima mentirosa y peor actriz, pero la idea era que Jennie se diera cuenta de ello y quizás me echará una mano.
Ella me miró aguantando las ganas de reírse mientras yo veía como Rosé mordia sus labios completamente ruborizada por la vergüenza.
Negó con la cabeza.- Perdona Lis, no traigo nada de cambio.- Se encogió de hombros.
- Oh, yo tengo unos vales que me dieron hace unos dias, podrían servirte.- Mis ojos cayeron en la acompañante de Jennie.
Bingo
- ¿Te sirven?.- Le preguntó a Rosé.
Ella la observo nerviosa y luego me miro a mi, con una mueca disimulada la alente a que siguiera la mentira.
- Claro.. Sí, estoy segura que servirán.- Dijo dudosa.
La pelinegra le sonrió con amabilidad.- Genial, te acompañare a retirar las copias así no haya problemas.- Aseguró poniéndose de pie.
Ahogué una carcajada cuando vi a Rosé palidecer y ponerse aún más nerviosa. Jennie observa toda la escena con una sonrisa divertida.
Oh, el amor, el amor..
- Por cierto, me llamo Jisoo.- Comentó observandonos a ambas y luego dándole una mirada ofendida a Jennie.
- Olvidé presentarlas.- Dijo Jennie levantándose.- Lis, Rosé, ella es Jisoo, una muy buena amiga mía de la Academia. Y Jisoo, ella es Lisa, la prima de BamBam.- Me presentó.
- Oh, la chica de Tailanda.- Habló con una sonrisa sorprendida.
¿Jennie le contó sobre mi?..
- Te he visto en el fondo de algunas fotos de Jennie.- Dijo ella al percibir mi duda.- Debo admitir que te veías más baja en ellas.- Rió con timidez.
- No sabía que salía en esas fotos, Jennie, luego me darás las explicaciones correspondientes.- Dije en un falso tono de enojo y ella rodeo los ojos riendo.
- ¿Vamos.. Rosé?.- Preguntó Jisoo dirigiéndose a la rubia a mi lado.
- C-Claro..- Dijo yendo hacia ella.
Las vi alejarse lentamente, podía notar cómo Rosé caminaba completamente nerviosa y no pude evitar estallar en carcajadas cuando se volteó y con la boca delineo un "Voy a matarte".
- Bien..- Jennie alargó a mis espaldas.- Entonces.. ¿Todo este show fue por Jisoo?.- Preguntó enarcando una ceja.
Asentí fervientemente.- A Rosé le parece linda, y ya que la vi contigo, creí que podía darle una mano.- Dije sentandome frente a ella.
Era extraño, todo este tiempo de clases, jamás nos habíamos sentado juntas, mucho menos hablado. Supongo porque ya nos veíamos lo suficiente en casa y realmente no había necesidad.
Aunque muchas veces me sentí tentada en acercarme, sólo para ver qué hacía. Ya que, como todo en Jennie, a veces me parecía curioso verla completamente sola y apartada de sus compañeros, recostada en algún árbol dibujando o leyendo cualquier cosa.
Ella podía ser un jodido misterio cuando queria, pero era parte de su personalidad tan liberal y supuse que también, de aquel mundo que era sólo suyo.
Su risa me sacó de mis pensamiento.
- ¿Sabes algo? Eres pésima actuando, en serio, eso dio pena.- Continuó riendo.
- Y tu eres pésima ayudando, mira si ella no decía nada, iba a quedar aún más patética.- Contraataque.
- Te equivocas, mi querida Lis.- Su rostro se volvió más serio y sus ojos fijos me causaron cierto nerviosismo.- Conozco a mi amiga, sé que siempre carga monedas, y..- Agregó.- siempre ayuda a todo el mundo. Así que todo estaba calculado.- Aseguró con una sonrisa triunfante.
- Que lista.- Admití impresionada.
- No te imaginas cuánto.- Dijo con sorna y volvió su vista a un libro que estaba abierto frente a ella.
Durante un momento creí que caería en ese frenesí de lectura en el solía estar siempre, y tendría que distraerme con otra cosa hasta que Rosé y Jisoo volvieran. Para mi sorpresa, no fue así. Ella volvió a mirarme.
- Creo que aún no te di las gracias.- Frunci el ceño sin entender.
- ¿Las gracias por qué?.- Pregunté desorientada.
Ella cerró el libro que estaba sobre la mesa, y lo levantó para mostrarme la portada.
- Crimen y Castigo..
Ella sonrió ampliamente.- Es la tercera vez que lo estoy leyendo.- Admitió dejándolo en su antigua posición.
- ¿Eso quiere decir que te gustó?.- Inquirí.
- Y mucho.- Admitió.
POV Rosé
Tenía toda una lista de cosas que quería para mi vida. Todo tipo de planes a largo y corto plazo, pero sin duda alguna, mi nuevo objetivo por ahora sería matar a Lisa.
Jisoo caminó junto a mi con una leve sonrisa y completamente ajena al manojo de nervios que causaba en mi su cercanía.
- Y.. ¿Qué estudias?.- Preguntó mirandome.
- Idiomas, junto a Lisa.- Respondí con la voz más clara que me salío.- ¿Y tú?.-
- Historia.
- Vaya, ¿De verdad?.- Pregunté incrédula.
Ella rió ante mi acción.- De verdad.- Aseguró.
- ¿Por qué historia? ¿Qué te llevo a elegir eso?.- Pregunté interesada.
- Mm.. es algo curioso, ¿Has notado que a todos durante la escuela les aburre y les va mal?.- Preguntó y asenti de inmediato
Yo era una de esas.
- Pues a mi me encantaba. Adoraba mis clases de historia más que nada y me iba genial.- Sonreí ante su respuesta.
- Grandioso, no puedo decir lo mismo. Fui pésima en eso.- Ella rió dulcemente.
A penas la había escuchado y ya podía sentir que pasaría horas oyendo esa melodiosa risa.
- ¿Y tú por qué escogiste idiomas?.- Preguntó.
- No sé, siempre se me ha dado facil, incluso aprender coreano fue algo sencillo.- Ella se detuvo, me observó unos instantes y asintió.
- Bueno, ¿Quieres que entre contigo?.- Preguntó.
- ¿Ah?.
- A la fotocopiadora.- Señaló detrás de mi, con una sonrisa divertida.
- Ah, si, las copias, claro.- Respondí con rápidez.
¿Y ahora qué se suponía que hiciera? ¡Dios! Voy a matar a Lisa.
Me quedé pensativa frente a ella, jugueteando con mis manos sin saber qué hacer. Ella definitivamente vio mi inquietud.
- Déjame adivinar.- Habló sacandome de mi trance y la observé atentamente.- No necesitas copias ¿Verdad?.
Suspire derrotada y negué avergonzada.- Me atrapaste..- Admití.
Ella rió.- Fue lindo de tu parte hacer todo esto, pero si querías hablarme sólo tenías que hacerlo.- Afirmó casi regañandome.
- En realidad fue idea de Lisa.- Afirmé rascando mi nuca.- Ella prácticamente me arrastro.- Hablé con sinceridad, ya que prácticamente si lo hizo.
- Lo sé, las vi. Además, Lisa es pésima actuando.- Dijo y ambas reímos.
- Entonces.. ¿Por qué aceptaste, si sabías que era falso?.- Pregunté con curiosidad.
Ella rió y comenzó a caminar por donde habíamos llegamos. La seguí inmediatamente.
- Quizás yo también quería hablarte..- Murmuró dándome la espalda.
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Lo admito, estaba ansioso por introducir el Chaesoo en la historia.
Sé que va lento, pero prefiero que continúe así, antes de tener algo forzado y feo.
Gracias por el apoyo!!!!
Nos vemos mañana en la próxima actualización.
Love G.