☀︎ Capítulo Treinta ☀︎
❝She lost him, but she
found herself. And somehow
that was everything.❞
Hartley☀️
Sabía que este día iba a llegar, el día que Cole se fuera a la universidad. Ese es el problema de enamorarse tan jóvenes, nuestras vidas no están definidas. Ninguno de los dos sabe el camino que va a seguir, ni qué terminará haciendo. No estamos asentados en un lugar, y tarde o temprano nuestros caminos se separarían.
Estoy intentando no romper a llorar. Lo voy a extrañar, y muchísimo, pero no voy a olvidar nunca todo lo que he vivido con él, y mucho menos lo que me ha enseñado. Me ha enseñado a amarme, y eso es mucho más de lo que yo podría ofrecerle a él en toda mi vida. Es el mejor regalo que he recibido y si hubiera alguna manera de agradecerlo lo haría sin dudarlo. Pero no la hay, porque el amor propio es lo más preciado en este mundo.
He decidido hacer más cambios positivos en mi vida. Sí, he llegado muy lejos, pero aún hay muchísimo trabajo que hacer. Pues una vez que comienzas a amarte a ti mismo te das cuenta de todas las cosas que estás haciendo mal. Te das cuenta de todas las veces que te has dejado humillar, pasar por encima, y todo porque creías que li merecías. Y ahora que sé lo que en verdad merezco, es hora de conseguirlo. Porque si yo no lo hago por mí, ¿quién lo hará? No puedo depender de alguien más.
Por lo tanto he decidido que quiero ser sana. Quiero estar sana, sentirme sana, y para eso necesito primero vivir en un ambiente sano. Y para eso...
–Voy a mudarme a Mar del Plata con Julio y mi padre. Haré mi último año allí.– Digo sin despegar el rostro del pecho de Cole. Sus brazos me envuelven en el abrazo más grande que he recibido en toda mi vida. Las lágrimas descansan en mis ojos, a un parpadeo de derramarse. Todos los sentimientos que este abrazo me transmite... son demasiado intensos, demasiado fuertes.
Cole se mantiene en silencio por un tiempo, y luego habla: –Pero tus amigas...
–Las amo, pero ambos sabemos que es lo mejor. No puedo estar un solo día más en aquella casa con mi madre. No puedo.
–Lo sé amor. Lo sé. Me parece maravilloso que quieras vivir mejor, – deposita un suave beso en mi cabeza y luego clava su orbes sobre mis ojos llorosos. –Estoy seguro de que podemos encontrar una manera de...
–Quiero liberarte, Cole, –lo interrumpo de repente. Sé que debo hacerlo, y supongo que hacerlo rápido sería menos doloroso, como... ¿quitar una bandita?
–¿Cómo?, –balbucea, su tono de voz cambiando drásticamente; ya no está lleno de amor, sino que lleno de miedo.
–Que... que no quiero que estés atado a mí,– susurro apenada.
–Hart, ¿estás rompiendo conmigo? No puedes...
–Las personas eventualmente se separan, ambos lo sabemos.
–No nosotros, nosotros somos para siempre.
–Cole... tú eres y serás siempre mi recuerdo más bonito. Has cambiado mi vida completamente y me aterroriza el simple pensamiento de que en algún momento en el futuro podrías llegar a odiarme. Yo jamás podría odiarte, eres lo más hermoso que este mundo podría tener. Personas como tú no las hay. Tuve la enorme suerte de conocerte, y sé que cambiarás la vida de muchísimas personas más. No quiero que terminemos heridos, que nuestro recuerdo del otro sea algo malo. Mejor terminar ahora, bien, sabiendo que aún nos amamos mutuamente.
Las lágrimas en los ojos de Cole me rompieron el alma en dos. No, en dos no, en un millón de trozos. Una parte de mí quiere retractarse, gritar a todo pulmón lo mucho que amo a Cole y que nunca quiero perderlo. Pero en el fondo sé que esto es lo correcto. Es lo correcto.
Me acerco a Cole y planto un beso en sus labios húmedos. Saben un poco salados, por sus lágrimas, pero aún así amé cada momento del mismo.
–Te amo, –susurramos a la vez.
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Falta el final y lis agradecimientos♡
-V ☀️