☀︎ Capítulo Veintinueve ☀︎
❝I'm here in your doorway
and I just wanted you to know
that this is me trying❞
Hartley☀️
Ya es tarde, calculo que alrededor de las cuatro de la madrugada.
Estoy muy cansada, pero feliz. Estoy satisfecha por cómo fue la noche. Sin accidentes ni problemas, todos la pasamos bien.
Prácticamente me tiro en un sillón libre que veo en la esquina de la sala, y apoyo la cabeza en el cómodo almohadón.
Esta fiesta marca el fin del presente y el comienzo del futuro. En muy poco tiempo Cole terminará la secundaria oficialmente y se irá.
Las relaciones a larga distancia son complicadas. Si soy honesta, no me gusta la idea pero es lo que hay.
Cierro mis ojos y me cruzo de piernas para estar más cómoda.
También debo comenzar a pensar en mí misma. Quiero ser feliz como lo soy ahora todos los días. ¿Por qué no serlo? Al fin y al cabo la vida es una sola. Pero ahora que Cole se irá va a ser difícil.
Y eso me hace pensar... ¿será que mi felicidad depende de él? ¿Que no puedo ser feliz por mi cuenta? Eso no está bien.
Abro los ojos abruptamente al escuchar gente a mi lado. Giro la cabeza exaltada y casi grito de la sorpresa al ver a Maytenne y Elías a mi lado. Están demasiado cerca y básicamente se están... comiendo mutuamente.
Dios mío. ¿Quién lo hubiera pensado? Me levanto para irme y darles un poco de privacidad cuando veo a Camille y Matías besándose en la otra esquina.
Francamente, no sé si reír o vomitar.
Fijo la mirada en Cole, que se encuentra en el interior de la cocina hablando animadamente con Manny mientras revisan la heladera.
Sonrío mientras niego con la cabeza porque se ve hermoso, como siempre.
Me acerco a los chicos lentamente y me paro a su lado.
-¿Qué hacen? -pregunto.
-¡Nada! -grita Manny parándose con la espalda recta, alarmado. -Ah, Hartley, -suspira al verme. -Buscamos comida, ¡hay hambre!
-Callate Manny, -lo reprende Cole. -No hay nada que valga la pena, de todas maneras.
-Podemos it a mi casa, si tienes hambre, allí hay de todo para comer. -Ofrezco.
-Sí, sería genial, -sonríe Cole.
-¡Sí! ¡Comida! -exclama Manny cuya borrachera, en este punto de la conversación, es más que evidente.
-No, tú no vienes, -le contesta Cole y yo no puedo contener una carcajada al ver la decepción en su rostro.
Las horas pasaron volando, y de un momento a otro ya era muy tarde en la madrugada, así que Cole y yo ambos decidimos que lo mejor sería que él se quedara a dormir en mi casa. Él estaba muy ebrio, así que lo acosté en mi cama, le saqué las zapatillas y luego me costé a su lado.
Me sorprendió lo cómoda que me encontraba a su lado, pero supongo que ese es el efecto que el causa en mí. Confío en él con toda mi vida.
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–¡Buenos días!– exclama Cole entrando a mi habitación con el desayuno en sus manos. Me despierto de golpe y no puedo evitar sonreír al verlo tan lindo y radiante.
Nos sentamos a comer uno frente al otro, en un silencio confortantemente cómodo. Ninguno de los dos se sentía con la necesidad de rellenarlo, y aquello me encantaba.
–Te amo,– suelta Cole.
–¿Qué?– balbuceo sorprendida.
–Te amo Hart, te amo muchísimo.
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Bueno pues, aquí estamos de vuelta. Muchas gracias por leer, ahora publico el final de la historia ♡
-V ☀️