Ian
Lograr que la jovencita confiara en mi lo suficiente como para que ingresara a mi auto fue una tarea complicada.
Al fin de cuentas lo había logrado, en camino a la institución con el balanceo del auto se había quedado dormida, acurrucada en el asiento, sosteniendo firmemente la manta que le di, superó todo el trayecto con éxito.
Enfrente al letrero que indica la llegada a Start Again , mantengo las manos en el volante, un pensamiento fugaz de pasar de largo me invade, estoy a segundos de fingir no haber visto la institución, pero no lo hago.
Ingresando al estacionamiento, procuro buscar un espacio libre cercano a la puerta de entrada. La lluvia en esta zona de la ciudad no a llegado aún, pero estoy seguro de que lo hará pronto.
Apagando el automóvil y trato de mantener todos mis pensamiento juntos.
Saliendo del auto, procuro no azotar la puerta, dando la vuelta alrededor de este, abro la puerta del lugar donde está la jovencita con nombre desconocido.
Hasta ahora no me había dicho su nombre, incluso temía que no tuviera uno. ¿Acaso eso era posible?, claro que lo era.
"Bonita" trato de despertarla lo más suave posible. No quiero asustarla. "Oye..." un pequeño movimiento de mi mano en su hombro la despierta repentinamente. Ella brinca en el asiento, volteando rápidamente a verme, tiene miedo, terror impregnado en sus ojos.
"Cuanto lo siento" me disculpo observando como en sus grandes ojos el miedo que ocasioné va disminuyendo lentamente. ¿Qué te sucedió como para temerle a movimientos tan pequeños?
"No quería asustarte" Declaro. "Ven. Hemos llegado" La invito a salir del auto.
"Voy a ayudarte con el cinturón" Aviso antes de hacerlo. No quiero volverla a asustar de tal forma. Pasando mi brazo frente a su cuerpo llego al seguro del cinturón, presionando el botón, procuro atrapar la hebilla antes de que esta vuelva de una forma abrupta a su lugar de origen.
Es el momento. Presionando la alarma del auto procuro que este se encuentre cerrado antes de comenzar a caminar.
Dentro de la institución observó un gran mostrador en el centro de todo. Sillones antes de esté generando una especie de sala de espera.
"Buenas Noche" Saluda la recepcionista "¿En qué puedo ayudarlos hoy?"
"Estee" Mi cerebro queda en blanco. "Yo vengo a admitir a esta jovencita" Suelto finalmente.
"Muy Bien. ¿Ella es pariente de usted o más bien...?"
"No, no. La encontré ocultándose detrás del establecimiento en el que trabajo." Explico.
"Bien, entiendo." Ella asiente tecleando en su computador "¿Sabe su nombre?" Pregunta.
"Ehh... no, aún no. Es un poco tímida" Sigo respondiendo al cuestionario con cierta lentitud. La jovencita permanece detrás de mi, a mi costado izquierdo, ocultándose.
"Todo parece estar en orden señor..." Se detienen ante la falta de mi nombre.
"Dershel" Suelto "Ian Dershel"
"Muy bien señor Dershel, en unos segundos mi compañera vendrá a buscar a la jovencita. Mientras tanto necesito que permanezca unos minutos más conmigo para completar un pequeño cuestionario" Avisa. Con un asentimiento le indicó que he comprendido lo que me a dicho. Doblegándome ante el sentimiento que proporciona la despedida, me volteo. Agachándome trato de parecer lo menos atemorizante posible.
"Bonita, te quedarás en este lugar ¿si?. Ellos te ayudarán en todo lo que necesites" suspiro "Yo vendré a verte después ¿Sí?" Le aviso. Ella por su parte no se inmuta. Sus párpados bajan y suben sin ninguna señal de que me esté escuchando, el sonido de una puerta me indica que la persona que viene por ella ya ha llegado. Ante la llamada de la mujer observó como su ceño decae, asintiendo lentamente da un paso hacia adelante, sin antes ofrecerme la manta que le he regalado, declino su oferta amablemente recordándole que en este momento, esa manta le pertenece. A lo lejos logró ver cómo una lejana lagrima corre de su ojo derecho cuando finalmente se la llevan, ella la limpia velozmente. De espaldas observo como la mujer, con uniforme de hospital la dirige a una habitación cercana a donde me encuentro.
Prometo venir a verte, bonita.
[...]
"Muy bien señor Dershel, solo debe de firma estos papeles antes de retirarse" asintiendo observó una resma de varios, demasiados papeles que me entrega. "Hablan sobre burocracia y las políticas de la institución, en resumen es para constar que usted fue quién ingreso en nuestro sistema a la jovencita" Bien, antes de firmar algo, lo que sea, leo lo que dice. Siempre es esencial leer algo antes de firmar. Siempre.
"Esta bien. Si me permite, voy a leerlo antes de firmarlo" digo, moviendo un poco las hojas. Varias escrituras a mano se encuentran en estas. Interesante.
"Pero señor..." Los intentos de evitar que lea la inmensa resma de papel me produce un pinchazo en los dedos de la mano. Alerta. No me doy a retorcer. Estoy sumamente decidido a leer lo que sea que se encuentre en este papel.
"No tardaré mucho" Le hago saber "Leo bastante rápido" Ella asiente lentamente, indicándome donde puedo sentarme.
A mis espaldas, por el rabo del ojo observó como velozmente marca varios números en el teléfono fijo.
Sentándome comienzo a leer. Las palabras pasan sin importancia, mientras comienzo con mi lectura. Tal parece que es exactamente lo que la mujer me a indicado que contiene estos papeles, a pesar de esto sigo leyendo.
"𝐀𝐝𝐨𝐥𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐩𝐚𝐫𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐢𝐧𝐜𝐞 𝐚𝐧̃𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐞𝐝𝐚𝐝 𝐞𝐬 𝐭𝐫𝐚𝐢́𝐝𝐚 𝐚 𝐥𝐚 𝐢𝐧𝐬𝐭𝐢𝐭𝐮𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐞𝐥 𝐝í𝐚 14 (catorce) 𝐝𝐞 𝐒𝐞𝐩𝐭𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐩𝐨𝐫 𝐈𝐚𝐧 𝐃𝐞𝐫𝐬𝐡𝐞𝐥, 𝐬𝐢𝐧 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐚𝐩𝐚𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞. El mencionado anteriormente expone haberla 𝐞𝐧𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐝o 𝐝𝐞𝐭𝐫𝐚́𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐛𝐚𝐬𝐮𝐫𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐫𝐞𝐬𝐭𝐚𝐮𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐓𝐡𝐞 𝐔𝐦𝐛𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚."
Mi vista baja rápidamente por cada palabra que leo. Todo parece estar en orden, al menos es así hasta que llego a una zona donde la letra cambia de tamaño.
Las famosas letras pequeñas. Bufo.
Marcada con una x presto toda mi atención, enfocando bien mi vista logro ver exactamente lo que dicen estas letras.
"𝐄𝐥 nuevo ingreso 𝐧𝐨 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐥𝐚𝐬 𝐜𝐚𝐫𝐚𝐜𝐭𝐞𝐫𝐢́𝐬𝐭𝐢𝐜𝐚𝐬 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐚𝐫𝐢𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐩𝐫𝐨𝐠𝐫𝐚𝐦𝐚 𝐝𝐞 𝐫𝐞-𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐥𝐞𝐜𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨"
Frunciendo el ceño mis ojos bajan rápidamente a letras mucho más pequeñas que estas. En la esquina inferior de la misma página, no se logran leer.
Tomando mi teléfono celular enciendo la cámara, con esta logro observa con un poco de dificultad lo que dicen estas letras. Es complicado pero mi teléfono celular hace la mayor parte del trabajo, funcionando como lupa improvisada.
"Ingresos 𝐜𝐮𝐲𝐚𝐬 𝐜𝐚𝐫𝐚𝐜𝐭𝐞𝐫𝐢́𝐬𝐭𝐢𝐜𝐚𝐬 𝐧𝐨 𝐬𝐞𝐚𝐧 𝐬𝐮𝐟𝐢𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐢𝐧𝐠𝐫𝐞𝐬𝐚𝐫 𝐚𝐥 𝐩𝐫𝐨𝐠𝐫𝐚𝐦𝐚 𝐝𝐞 𝐫𝐞-𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐥𝐞𝐜𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐬𝐞𝐫𝐚́𝐧 𝐝𝐨𝐫𝐦𝐢𝐝𝐨𝐬 𝐦𝐞𝐝𝐢𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐨𝐜𝐞𝐬𝐨 𝐞𝐮𝐭𝐚𝐧𝐚́𝐬𝐢𝐜𝐨".
¿Qué?
La idea de traerla a este lugar es que la ayuden a superar todo lo que le ha ocurrido, ellos no pueden hacerlo, no es para nada moral y mucho menos ético que maten a las personas solo porque "no presentan características suficiente" una mierda. Ella no es un maldito animal y estoy decidido a demostrárselo.
"¡¿Cómo que la planean dormir?! ¡Ella no es un maldito animal!" Mi voz sale furiosa. Estoy furioso. Enojado, disgustado. De pronto me veo frente al mostrador donde la mujer tomó todos mis datos hace momentos.
"Lo sabemos señor" la señora asiente con la cabeza en total calma, ajustando sus lentes no tarda en hablar "Lastimosamente no se puede hacer nada, una jovencita como ella trae demasiados gastos al sistema, además existen altas probabilidades que no se recupere al cien por ciento. Sería un desperdicio de recursos y tiempo admitirla. El gobierno ya no financia los rescates, por lo que nos encontramos ajustados de dinero. Será mejor finalizar con todo, caballero." su explicación me hace gruñir. Esto es lo más estúpido y sin sentido que he escuchado. No planeo firmar este papel, ni ningún otro. Refunfuño. No la dejare en este maldito lugar para que ellos hagan con ella lo que se les dé la gana.
"¿Cómo es posible, maldita sea?" Froto mi cuero cabelludo "Es un ser humano"
"Lo lamento señor. Esta estipulado en las reglas internas de esta asociación" reglas interna una mierda.
"Esperé" la señora eleva su mirada, antes de tomar las resmas de papel que no me moleste en firmar.
Mi mente está trabajo rápidamente. Tengo que salvar a esa pequeña. Esa pequeña necesita una oportunidad. Yo le puedo dar una oportunidad. Nosotros podemos. Le prometí a Sean no llevar a ningún little hasta que el estuviera listo... pero esto es una situación de vida o muerte, literalmente. Y ella no es un Little... aunque sus rasgos griten que si. El lo comprenderá... al ver su bonita carita lo hará. "Yo me la llevaré" vocifero decidido.
"¿Cómo?" La señora parece afligida. "Señor pero ella es una perdí..." la excusa de la señora me hace enojar más. Esa pequeña no es una pérdida, no lo es porque ni si quiera han intentado nada, no pueden saberlo únicamente por el hecho de que no a querido hablar. Ellos no lo pueden saber.
"Pérdida de tiempo o no" recalco "Ella es mi responsabilidad ahora. Traté de hacer lo correcto, lo mejor para ella. Lo que creí que era mejor para ella. Pero ahora me he dado cuenta que lo mejor para esa jovencita no son ustedes, una mierda de institución, cuyo sistema es una bazofia. ¡No matarán a esa jovencita solo porque su pasado sea un grisáceo pecado!" Respiro hondo "Ella vendrá conmigo" finalizó. Pelear no llegará a nada. Debo sacarla de este lugar, ahora.
"Como desee señor" la respuesta de la mujer me deja aún más enojado, su indiferencia y poca actitud ante la mención de la muerte, me produce una sensación de asco, repulsión.
¿Cómo es posible que les importe tan poco una vida?
Esa pequeña muchachita tendría una oportunidad, una verdadera oportunidad y no una salida como la que trataron de implementar. Le haría ver lo bueno del mundo.
"Acompáñeme" su petición es fundamental. Mientras más rápido la saque de este maldito lugar más rápido lograré llevarla a casa.
Caminando por los pasillos, nos detenemos ante una cortina. ¿No la había dejado en una habitación?
La jovencita ni siquiera está sentada en la camilla, sus piernas están muy pegadas a su pecho, a pesar de la manta parece temblar un poco. Tal vez es de frío o miedo, o una unión de ambos, no me extraña, en lo absoluto. Si fuera yo quien de encuentra en este lugar también me encontraría temblando.
No podía creer lo que este lugar hace, mata a jóvenes inocentes. Los miembros médicos ni siquiera se habían molestado en darle una bata de paciente. Aún llevaba su desgastada y sucia ropa, como puedo ver. Esto me hace afianzar mis sospechas ."¿No la han examinado siquiera?" Me atrevo a preguntar.
"No, como ya le he dicho, es una pe..."
"Si, si" No dejó que terminé. Acercándome lentamente a la muchacha "Nos vamos bonita" le aviso a la pequeña jovencita "Te voy a cargar " aviso. No es necesario, al menos no lo es completamente, sin embargo, ante el sabor ácido de mi boca por estar en este lugar después de leer lo que estalló mi furia, quiero irme lo antes posible. No la dejare aquí. "¿Está bien?" No cumplo con lo que he dicho hasta que ella asiente lentamente. Procurando no apretar más de lo debido su cuerpo, y sorprendido por el poco peso que siento al levantarla, camino fuera de las cortinas y consecuentemente del edificio.
Pérdida de tiempo fue haber pensado que este lugar era la mejor opinión.