Escapando del infierno (+21)

By girl_blue_666

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Adrien nunca había viajado a Estados Unidos, pero cuando tienes una ex psicópata, cualquiera lo hace ¿No? Pu... More

PERSONAJES
Praesagium
⚠️ ADVERTENCIA ⚠️
CAPÍTULO 1 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 2 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 3 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 4 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 5 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 6 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 7 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 8 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 9 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 10 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 11 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 12 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 13 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 14 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 15 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 16 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 17 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 18 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 19 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 20 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 21 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 22 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 23 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 24 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 25 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 26 (CORREGIDO)
Capítulo 27 (CORREGIDO)
Capítulo 29 (CORREGIDO)
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36; Parte 1
Capítulo 36; Parte 2
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40 //FINAL//
Epilogo
Praesagium
⚠️ NOTICIA IMPORTANTE ⚠️
EXTRA
EXTRA 2
EXTRA 3
EXTRA 4
EXTRA 5
CONTINUACIÓN
EXTRA 6

CAPÍTULO 28 (CORREGIDO)

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By girl_blue_666


Adrien Volkov

— ¡Ruso! — Thomas aparta al chico a su lado y corre a mi abrazándome con fuerza. Rio correspondiéndole el abrazo algo incómodo y él se aparta con una gran sonrisa.

— ¿Mi reemplazo? — Señalo al chico que Thomas empujó y el pelinegro asiente arrastrándome al otro lado de la barra.

— Adrien, él es Danilo, Danilo, él es Adrien. Trabajo antes que tú.

El moreno me extiende su mano con una ligera sonrisa y se la aceptó estrechándosela. Thomas emocionado lo deja a cargo de toda la barra y comienza a contarme los nuevos chismes del último mes.

Yo por otro lado le cuento que pase los primeros exámenes. También le cuento sobre el progreso en mi relación con Tania, lo cual ya sabía por la chica, le cuento que me quedare un tiempo y omito la razón, él todavía no sabe de la expansión de ROM. Y le informo de que Alice no ha sido tan molesta estos últimos días.

Algunos clientes frecuentes de la discoteca me reconocen y los saludo, animado por estar de vuelta.

La idea había sido de Tania, me dijo que me ayudaría a no estar tan estresado por los estudios y hasta el momento estaba funcionando.

Bebimos unos cuantos shots con Thomas y cantamos con unas chicas de la barra las canciones de Sean.

— ¿Es verdad que pelean con osos luego de unos cuantos vodkas? — Rio a carcajadas mientras Danilo me sirve otro shot de vodka y miro divertido al pelinegro.

¿Realmente cree que eso pasa?

— No lo sé, tu dime, ¿Crees que podría enfrentar a un oso?

— Yo creo que lo enfrentaste, lo mataste y luego bebiste su sangre mezclada con vodka. — Me apunta con vaso y sonríe con malicia.

— Eso es lo más estúpido que he escuchado. — Las chicas coinciden conmigo riendo y de reojo veo como la gente se abre paso para alguien.

Mi corazón late acelerado.

No necesito verla para saber qué es ella.

— Hanna Morgan llegó, señoritas. Espero que sus novios sean feos o ya se jodieron. — Habla Thomas mirando a las chicas y ellas le responden que son solteras y qué si Hanna Morgan quisiera estar con sus novios, ellas mismas les pondrían los condones.

Esa respuesta me sorprende.

Dejo de mirarlas y bebiendo de mi vodka la veo en cámara lenta acercarse a la barra. Su rostro es serio y frío al momento de pedirle una cerveza a Danilo, pero al momento de verme, sus ojos no me abandonan y una sonrisa maliciosa decora sus sexys labios.

Después de haberme quedado en su departamento no volvimos a vernos, tampoco nos hablamos. No quería hacerlo, no sabía cómo reaccionaría al verla otra vez. Creo que me está gustando Hanna y eso es estúpido ya que con Tania estamos a casi nada de ser novios.

Toma su jarro de cerveza dándole un sorbo y luego avanza hacia nosotros. Les da una sola mirada a las chicas y ellas rápidamente van a bailar a la pista, Thomas las acompaña. Se sienta frente a mi sin dejar de mirar mis ojos y habla;

— Supongo que volviste a pensar y por eso me dejaste sola.

— ¿Querías que me quedara? — Sonrío ligeramente y ella niega bebiendo otra vez.

— Nah, solo que pensé que después de... "hacer el amor" confesarías que siempre has estado enamorado de mí y qué no puedes dejar de pensar en mí, — La diversión danza en su mirada.

»— Y en mis ojos.

Trago saliva y luego me inclino en la barra viendo el celeste rodeando sus oscuras pupilas dilatadas.

— Eres bastante creativa, pero lamento informarte que esa fantasía tuya no será una realidad, fue solo sexo, ¿No? Me lo dejaste bastante claro cuando dijiste que era otro número.

Su sonrisa crece.

— ¿Te molesta ser un número para mí?

— No, ¿Te molesta qué no te amé?

— Me alegra que así sea. — Deja de sonreír y bebe de golpe el resto de su cerveza. Cubre su boca probablemente eructando y luego mira hacia las escaleras. — Ahora si me disculpas debo ir a tener sexo.

— ¿Con quién?

Ella gira su rostro sorprendida y yo estoy igual. ¿Acabo de preguntar eso? No me lo creo.

— Con tu madre.

Me relajo con su respuesta ingeniosa y miro hacía las escaleras. Ryder sonríe ampliamente llegando a nosotros y toma el rostro de Hanna besándola con ansias. ¿Va a tener sexo con él sabiendo que Thomas está loco por él? Tenso la mandíbula.

— ¡Adrien! Mírate, estas más gigante que nunca. — El rubio choca los cinco conmigo y yo le sonrío ligeramente tratando de apartar el mal rollo que me envuelve.

»— ¡Que haces aquí? ¿Extrañando la barra?

— Se puede decir que sí. — Le sonrío y él llama a Danilo pidiendo una cerveza.

Hablamos un poco más con Ryder y la rubia se mantiene en silencio, con su mirada sobre mí. La sentía, sus ojos celestes me miraban fijamente y me gustaba.

No sé cuánto tiempo fue el que paso, pero en cierto momento estábamos bailando en la pista, Ryder con una castaña, Thomas con Hanna y yo con la pelirroja de hace un rato. Bailaba con esa chica y sentía sus manos correr por mi pecho y su voz susurrarme cosas candentes al oído. Incluso me decía que fuéramos a su departamento.

Nada de lo que me decía me interesaba.

Lo que me interesaba estaba dándole embestidas sobre la ropa al pelinegro mientras reía a carcajadas. Sus ojos pecaminosos me descubrieron mirándola y girando a Thomas, comenzó a bajar moviendo sus caderas hacía los lados.

Thomas le seguía el juego y paseaba sus manos por su cintura y caderas apegándole más a él. Ella lo hacía sin dejar de mirarme. Le susurro algo al chico gay y él también me miro. Había una sonrisa maliciosa en su rostro ebrio.

¿Qué planean?

Se acercaron a nosotros y Thomas tiró de la pelirroja empalagosa llevándola contra su cuerpo. Ella divertida se dejó llevar y en medio de la pista busque esos ojos celestes. No estaba por ninguna parte, incluso mire a Ryder, pero él estaba muy concentrado en meter su lengua en la garganta de la chica.

La encuentro mirándome, un chico la sujeta por las caderas y se mueve contra ella al ritmo de la canción. La miro.

— Gonna be you

»— And me

Aparta las manos de su cintura y avanza en línea recta.

»— It's gonna be everything you

Se para frente a mí y solamente nos observamos.

»— You've ever dreamed

Sus ojos a pesar de las luces de colores, nunca se habían visto tan intensos. Mi cuerpo motivado por su mirada dominante, avanza hacia ella y aunque nuestros pechos rozan al igual que nuestras respiraciones, no nos tocamos.

La música sigue sonando y todo a nuestro alrededor desaparece, como cada vez que el azul y el celeste de sus ojos me atrapa.

— Gonna be who and me

»— Gonna be everything...

La canción se intensifica y sin pensar en absoluto, tomo su rostro besándola con ganas. Su boca se mueve exigente contra la mía y mi lengua lame sus labios con ganas de grabarme su textura.

Sus manos toman las mías y se aferran a ellas mordiendo mi labio inferior. Un quejido sale de mis labios y ella sonríe volviéndolo a hacer.

— ¿No estás pensando?

— No cuando se trata de ti.

La tomo del cuello con cuidado y ladeo el rostro degustando su boca como uno de los mejores placeres del mundo.

Sus labios son suaves, su lengua hábil y caliente, y sus dientes, sus dientes mordían con hambre todo a su paso.

Besarla era prodigioso, haciéndolo te desconectas de todo y a la vez te sientes más conectado que nunca. A un nivel físico, produce explosiones en tu interior solo con rozar sus labios, pero a un nivel sentimental, Dios... Ella podía pedirme en ese momento cualquier cosa y yo se lo daría.

Se aparta de mí y tomo su cuello exigiendo sus labios otra vez. Sonríe contra mi boca y toma mis mejillas mirándome fijamente.

— Gonna be you

»— And me

»— Gonna be everything...

— Sígueme.

Toma mi mano avanzando entre la gente y voy detrás de ella sabiendo perfectamente a dónde vamos. Pasamos entre la gente desconocida y nos detenemos al llegar a la puerta. Hanna abre la oficina y ambos entramos.

La veo separar sus labios para decir algo, pero tomo sus hombros y vuelvo a besarla apoyando su espalda contra la pared. La música baja considerablemente dentro de la habitación y ahora puedo escuchar perfectamente nuestras respiraciones agitadas.

Ella rodea mi cuello rogando por más de mis besos y la complazco bajando mis manos a sus caderas. Acaricio su cuerpo sobre la tela de su vestido negro y luego meto ambas manos en las aperturas a los costados. Sus labios se estiran contra los míos cuando tomo su culo apegándose a mi cuerpo.

— Follame Adrien.

Lo directa que es su petición me enloquece y tomo sus muslos anclándolos a mis caderas. Vuelvo a besarla y ella tira de mi cabello meneando sus caderas.

En la oficina en contra de la puerta, bajo mi bragueta y rompiendo su tanga de un tirón, me hundo en ella mirándola a los ojos. Sus labios hinchados se abren cada que suelta gemidos deliciosos y la embisto con fuerza sin dejar de mirar sus ojos dilatados.

Cuatro... cinco, seis... Ocho... Doce... Pierdo la cuenta de las veces que me hundo en su coño húmedo. Mis manos se pasean por su cuerpo y las suyas tiran de mi cabello con cada movimiento.

Su carne se aprieta a mi alrededor y gruño contra sus labios por lo bien que se siente.

— ¿Te gusta follarme, Adrien? ¿Te gusta follar mi coño apretado? — Entierro mis dedos en sus caderas sin importarme si le hago daño y aumento el ritmo de mis estocadas.

— Tu coño es un regalo de los dioses. — Sus ojos se encienden con diversión y lujuria, y bajo mi boca a su cuello donde embriagándome con su perfume y sudor, muerdo y lamo su piel cada vez más cerca del orgasmo.

Subo una de mis manos al escote de su vestido y lo bajo metiéndome uno de sus pechos a la boca. Sus gemidos con mis atenciones me hacen perder la cabeza y sigo embistiendo sin dejar de morder la punta endurecida.

Su mano me acerca más a su pecho exigiendo más y gruño acatando su deseo.

— Un poco más... Sigue metiéndomela así y voy a correrme sobre ti...

Bajo mi pulgar hacía su coño y cuando encuentro su clítoris comienzo a formar círculos rápidos mirándola a los ojos.

— ¡Verdammt!... Fick mich so, Meine Liebe.

* ¡Joder! Follame así, mi amor. <<alemán>>

El morbo en su voz me manda una corriente de adrenalina por todo el cuerpo.

Dejo su pecho, y sujetándola por las caderas avanzó al escritorio, boto todo lo que hay sobre él y recuesto a Hanna embistiéndola con fuerza.

— ¡Mírame a los ojos!

Sus tacones se entierran en mi culo mientras gimotea pidiendo más y cuando con un gemido alto, su espalda se arquea y su interior me aprieta, eyaculo hundiéndome por completo en ella. Cada uno de mis chorros, su vagina los absorbe y cansado, me apoyo de la madera a sus costados.

Su calor me envuelve el miembro todavía endurecido y la sigo mirando siendo consciente otra vez de lo mal que respiramos.

Hanna se sienta en la mesa sin hacerme salir de ella y me besa con calma poniendo sus manos sobre las mías.

— Acabas de hacer mierda una iMac Pro de seis mil dólares. — Murmura contra mis labios y ambos nos giramos hacía la computadora que ahora está en el suelo con la pantalla quebrada.

— Puedes comprar Apple si gustas, no me regañes, déjame disfrutar mi orgasmo. — Murmuro divertido y ella ríe ligeramente tomando mi rostro otra vez.

Nos miramos unos segundos y luego me aparto con cuidado arreglándome la ropa. Ella se queda sobre el escritorio con las piernas abiertas y su coño chorreando nuestros fluidos.

Quiero follarla otra vez.

Y como si fuera capaz de leerme la mente, alza una ceja divertida.

— No volverás a follarme.

Rio tomando su mentón y le doy un último beso antes de ir al baño del personal. Cuando vuelvo, la encuentro en la misma posición con un puro entre sus dedos. Extiende su otra mano hacía el papel, pero niego arrodillándose frente a ella. Hay sorpresa en su mirada.

Alzo un poco la tela de su vestido y comienzo a limpiarla con cuidado deleitándome con la vista de su femineidad húmeda y chorreante.

— ¿Hay alguna parte de tu cuerpo que no sea perfecta? — Murmuro dejando un beso sobre su monte de venus y luego me levanto botando los papeles al basurero junto al escritorio. Hanna da una calada a su puro y luego suelta el humo en mi cara.

Un deja vu me invade.

— Todo en mi es perfecto, Adrien D. Volkov. — Sonrío divertido. — ¿Ya vas a aceptar que me amas?

— No estoy tan ebrio, cielo. — Miro su puro y tomo su mano para darle una calada.

— Lo mantienes en la boca, mi amor. No es como fumar cigarrillos, son más fuertes. — Asiento rodando los ojos y le doy una larga calada sentándome a su lado.

— Un pajarito me contó qué hiciste el amor con Tania.

— ¿Desde cuándo le dices "hacer el amor"? — Suelto el humo divertido y ella ríe.

— Pues Tania me explico la diferencia entre hacer el amor y tener sexo. Según ella hicieron el amor, ya que fuiste suave, considerado y tierno. — Hace una mueca de desagrado y gira su rostro hacía mí. — Por favor nunca me cojas así, lo suave y tierno no es lo mío.

— Me doy cuenta cuando me pides que te folle más duro. — Le miro divertido y ella sonríe con malicia.

— Te gusta follarme duro, no te hagas el inocente.

Ambos reímos y le doy otra calada al puro.

»— Supongo que ahora lo harás oficial con ella.

— No lo hemos hablado en realidad, con Alice todavía aquí...

— Ella si quiere ser tu novia, ¿Tú quieres ser su novio? — Me interrumpe.

No.

— Si.

Se queda en silencio dándole otra calada a su habano.

— Entonces salgan, ámense y no se preocupen por Alice.

Su respuesta es un golpe directo a la boca de mi estómago.

— ¿Por qué quieres que salga con ella?

— ¿Porque están enamorados? — Frunce ligeramente el ceño llevándose el habano a la boca. — Tania es mi amiga. Ambos se gustan, se desean y se cuidan, háganlo formal de una vez por todas y ya. ¿No es ese el fin de gustarse, salir con esa persona?

— Cuando sea novio de Tania no tendré sexo contigo. — La miro a los ojos y ella sonríe.

— Lo sé, pero ambos sabemos que cada vez que quieras dejar de pensar acudirás a mí.

— No le voy a ser infiel a Tania si eso insinúas.

— Aja.

— Hablo en serio.

— Por supuesto, ahora sal de aquí, debo hacer algo importante.

La miro unos segundos y sin resistirme tomo su rostro y la besó una vez más. Acaricio y succiono sus labios con lentitud, esperando que participe del beso, pero no lo hace.

Aparta su rostro y la mirada que me da, me aprieta el estomago.

»— ¿Terminaste?

Me quedo callado incapaz de comprender su cambio de humor.

»— Sal de aquí, Adrien. Ve con ella, ella es buena para tu vida. — Su gélida mirada me decía algo más, no quería que me fuera. Detrás de esos glaciares celestes había una súplica gigante.

— Hanna...

— Vete, Adrien.

Me aparto molesto y salgo de la oficina cerrando con fuerza la puerta. ¿Quién entiende a esa mujer? En serio, trato de entenderla, pero no logro nada.

Le pido vodka a Thomas y él me lo da alegre, ajeno a todo lo que me sucede. Me quedo hasta la madrugada bebiendo y en cierto momento veo a Hanna salir y volver a entrar a la oficina, pero no sola, un chico entra con ella y no sale hasta una hora después, con el cabello alborotado y la camisa mal abotonada.

¿No fui suficiente para ella? Que digo, claro que no. ¿Alguien es suficiente para ella?

Cabreado, vuelvo a llenar mi vaso una y otra, y otra vez, Thomas se da cuenta de que algo anda mal pero no pregunta, y se lo agradezco.

Quiero insultarla, gritarle que no la entiendo y que odio la forma en la que se cree superior a todos, decirle que odio sentir tanto por ella, pero al mismo tiempo quiero entrar a besarla, acariciarla y hacerla mía otra vez. Escucharla gemir mi nombre y verla a los ojos mientras se viene.

Porque no hay nada más excitante en el mundo que sus ojos reflejando su placer...

¿Qué me has hecho Hanna Morgan?

Cerca de las cinco de la mañana, la gente comienza a irse y siento una mano pequeña sobre mi hombro. Me giro con el corazón acelerado pensando que es ella, pero solo atino a sonreír cuando veo a Tania. ¿Por qué no me siento tan a gusto con ella cómo con Hanna?

En serio trato de enamorarme de Tania, pero no la veo siendo la madre de mis hijos. Será una madre genial, no tengo duda de eso... pero ya ni siquiera quiero tener hijos.

Ella es estéril...

— Hey...

— Hola Tani. — Me levanto con cuidado y rodeo sus hombros abrazándola. Dejo un beso en su frente y ella me abraza con fuerza. ¿Por qué Hanna no puede ser tan cariñosa como ella?

— Thomas me dijo qué bebiste bastante, ¿Todo está bien, Adri? — Se aleja un poco de mí y veo la preocupación en sus facciones. Asiento y tomo su mentón dejando un beso en sus labios.

No se sienten como los de Hanna... ¿Dónde están las explosiones, la adrenalina, y esa corriente cálida que corre por mi pecho?

— Hace mucho que no salía a beber y creo que me vine muy arriba. — Murmuro contra sus labios y ella sonríe asintiendo.

— Bien, vamos. Dame las llaves del Jeep, hoy seré tu conductora personal, cariño.

Avanzamos despidiéndonos de los chicos y con ayuda de la castaña, me siento en el copiloto, trato de ponerme el cinturón, pero no logro hacerlo y Tania se ríe de mí. Sube a mi regazo y lo abrocha riendo. Al rato yo igual estoy riendo por lo ebrio que estoy y tomo el rostro de la chica.

— No fue por qué no bebías hace tiempo... ¿Qué pasó Adrien? — Murmura acariciando mis manos y junto nuestras frentes suspirando.

No soy capaz de decirle la verdad, no soy capaz de hacerle daño.

— Estaba nervioso.

— ¿Por qué? ¿Pasó algo con los exámenes? ¿Tu padre? — Su respiración se agita con su preocupación y sonrío tomándola de los hombros.

Es la mujer perfecta.

— No, quería pedirle a una chica que fuera mi novia, solo que no sabía cómo saldría eso, asique bebí una copa, luego otra... y otra... y otra... Y termine bebiendo medio bar.

— ¿A una chica? ¿Qué chica? — Sus cejas se arquean en decepción y tomo su rostro haciendo que me mire a los ojos.

Es tan inocente.

— A ti tontita, ¿Crees que hay otra chica? — Veo sus mejillas tomar color rápidamente. — ¿Quieres ser mi novia?

Sus labios se estiran en una sonrisa genuina y rodea mi cuello besándome con cariño. Le sigo el beso con calma sintiéndome mal conmigo mismo cuando sus ojos celestes invaden mi mente.

Tania es buena para mi vida, Hanna nunca me amara.

Escuchamos aplausos a nuestro lado y ambos nos giramos con rapidez. Los chicos están ahí celebrando por qué nos besamos y Thomas se abanica el rostro emocionado.

— ¿Ya son novios oficialmente? — Su pregunta me aprieta el estómago y Tania asiente rápidamente emocionada.

— Somos novios oficialmente, amiga. — Responde la chica abrazándome y le devuelvo el abrazo mirando los ojos hipnóticos de la rubia.

— Felicidades, son el uno para el otro. — Su mirada no me abandona y asiento dejando un beso en la frente de mi novia sin dejar de mirarla.

— Encontré a alguien capaz de amarme con locura y no es Alice. — Tania ríe con mis palabras, Hanna no.

— Bien, vámonos, démosle privacidad a la nueva pareja. — Thomas ríe y empuja a todos a sus autos. Tania riendo trata de bajar de mi regazo, pero tomo su brazo y la vuelvo a besar.

La beso con rabia, con ganas de querer borrar el rastro de la rubia. Beso con brusquedad, de la única forma que me gusta, pero ella me aparta cuando le muerdo el labio inferior. Sonrojada, se lleva los dedos al labio, los mira ligeramente cubiertos de sangre y me mira sorprendida.

— Lo siento. — La miro preocupado y tomo su mentón con la intención de lamer donde le hice daño, pero ella se baja de mi regazo y cierra la puerta.

Suspiró profundamente viéndola rodear el auto y sube a mi lado encendiendo el Jeep con una sonrisa.

— No importa, estás ebrio.

Tomo su mano entrelazando nuestros dedos y durante todo el camino miro por la ventana.

Me contengo, siempre lo he hecho, mis parejas siempre han sido menudas y delicadas, y por eso debo ser suave con ellas. En cambio, con Hanna, ella no es menuda y delicada... Ella es perfecta para mí.

Sin embargo, ambos sabemos que nunca me amara.

Al llegar a mi apartamento hago el amor con Tania, la beso de pies a cabeza haciéndola disfrutar y luego la poseo con lentitud y cariño, le susurro lo hermosa que es y lo mucho que me gusta. Y cuando me vengo dentro del preservativo, sus ojos celestes me miran fijamente mientras en sus labios se forma una sonrisa maliciosa.

"Hanna" Pienso mientras jadeo elnombre de Tania.

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