π”π§ππžπ« 𝐭𝐑𝐞 𝐬𝐭𝐚𝐫𝐬...

By Lynnmoony

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" 𝐄π₯ 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐞𝐬 ππžπ›π’π₯𝐒𝐝𝐚𝐝" La vida es una lucha constante desde el primer momento, dependiendo... More

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𝐓𝐄𝐑𝐂𝐄𝐑 π€π‚π“πŽ
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By Lynnmoony


────༺𑁍༻ ────

—¿Qué demonios fue eso? ¿Estamos bajo ataque? —Gritó Bellamy, su voz resonando a través del estruendo de la tormenta que azotaba con furia la nave. El viento aullaba, llevándose consigo el eco de su preocupación.

El chico que venía subiendo, con la ropa empapada por la lluvia que se filtraba por las rendijas, cerró la escotilla con un golpe seco. Sus ojos reflejaban una mezcla de temor y agotamiento. — No, solo es la tormenta—  respondió, apenas audible sobre el rugido del viento. Bellamy frunció el ceño, tratando de disipar la tensión que lo invadía.

—Voy a intentarlo nuevamente. —Bellamy se dirigió hacia el terrestre, sus botas resonando en el metal húmedo del suelo— ¿Dónde está el campamento? ¿Cuántos de ustedes son?

Un sonido de advertencia retumbó en la nave, haciendo que todos se sobresaltaran. La voz de Miller cortó el aire, llamando la atención de Bellamy, quien giró bruscamente hacia él. Mikkel se unió a la escena, agachándose junto a Bellamy para inspeccionar las mochilas del terrestre. Una libreta captó la atención de Mikkel, y en un instante, la entregó a Bellamy. Mientras tanto, Mikkel examinó una pequeña caja, llena de frascos misteriosos de donde emanaba un aura peligrosa.

—¿Qué es todo esto? —preguntó Mikkel, sus ojos fijos en los frascos, su mente imaginando todo tipo de escenarios nefastos que podrían surgir de aquel contenido.

—Quién sabe con esta gente. —Bellamy comentó, sumergiéndose en el bolso y sacando otro diario forrado en cuero. El terrestre moreno comenzó a forcejear con sus ataduras, expresando su incomodidad ante la intrusión—. Creo que encontramos algo que no quieren que veamos.

El diario reveló páginas llenas de bocetos, cada uno más intrigante que el anterior. Bellamy pasaba las páginas, examinando detenidamente los dibujos. Mikkel, por su parte, se levantó y observó a los terrestres con precaución. Sin embargo, algo llamó su atención: una pulsera celeste en la muñeca de uno de ellos. Con cuidado, Mikkel se acercó y se la quitó.

—¿De dónde sacaste esto? —inquirió Mikkel, sosteniendo la pulsera como si fuera un objeto sagrado. El terrestre se retorcía furioso, demostrando que la pulsera tenía un significado especial para él.

—¿Qué es eso? —la pregunta resonó en la nave, dejando a todos con la certeza de que la tormenta no era la única amenaza que debían enfrentar.

Mikkel se encontraba en el centro de la tensión, sosteniendo la pulsera en su mano como si fuera un objeto sagrado. Con una expresión seria, explicó la conexión de las pulseras con el Arca y cómo ella, Jaden, y Finn eran los únicos poseedores de esas piezas únicas.

Bellamy, con la libreta en mano, comenzó a unir los puntos en su mente, pero antes de que pudiera profundizar en sus pensamientos, Clarke ascendió por la escalera de la nave, seguida de cerca por la joven Kane. La mirada de esta última se posó inmediatamente en el terrestre, generando una nueva capa de tensión en la atmósfera cargada.

—Muévete —ordenó Kaylee, despejando el camino cuando uno de los jóvenes se interpuso frente a ella.

—Está bien, déjalos pasar —ordenó Bellamy, manteniendo la libreta en alto como si fuera una autoridad momentánea.

—Bueno, si no nos odiaba antes, ahora debe hacerlo —comentó de manera sarcástica, la expresión de Bellamy no se inmutó.

—¿A quién le importa? —respondió Bellamy mientras llevaba a Clarke consigo. Lee se acercó a Mikkel, y este último, sosteniendo la pulsera, no pudo evitar expresar su confusión.

—¿Cómo tiene esto? —preguntó Mikkel, elevando la pulsera en su mano. Kaylee trató de parecer sorprendida y le arrebató la pulsera, mintiendo sobre su supuesta, diciendo que la había perdido días atrás.

—¿Dónde estaba? Se me perdió el otro día —mintió Kaylee, intentando mantener la calma.

—Dime la verdad —exigió Mikkel, sabiendo que Kaylee estaba tejiendo una red de mentiras, ella era muy buena mintiendo, él le había enseñado; no existía manera de que él le creyera.

—¡Clarke tiene convulsiones!

Kaylee se movió hacia Bellamy, sabiendo que él era el único con la autoridad para decidir el destino de los terrestres.

—Tienes que soltarlos —demandó la morena, consciente de que la resistencia solo aumentaría la amenaza.

—No podemos.

—Bellamy, nos matarán si los retenemos aquí —advirtió Kaylee, evaluando la situación con una perspicacia que sabía que Bellamy tardaría en comprender. — Nosotros somos menos, ellos demasiados, tenemos desventaja...hace lo correcto por tu gente.

Bellamy bufó, reflejando su terquedad. Kaylee bajó, comprendiendo que su tiempo era valioso, y se encontró con una Clarke visiblemente alterada.

—Tiene que tener líquido en los pulmones —diagnosticó Clarke rápidamente, y la tensión aumentó en la nave.

—¿El cuchillo tocó algo? —preguntó Raven, preocupada por Finn.

—Esto no es sangre —murmuró Kaylee al examinar el líquido, recordando lecciones de Abigail.

—¡Hice todo lo que dijo! —exclamó la rubia, sin comprender la situación—Esto ya lo he visto, falta de respiración, fiebre, convulsiones —enumeró los síntomas—. Es veneno.

—Tú esterilizaste todo, te vi hacerlo —intervino Kaylee, notando cómo Clarke observaba el cuchillo.

—No todo.

—Clarke —intervino Kane, tratando de detenerla, mientras Octavia también se unía a la escena, creando un telón de incertidumbre. Kane conocía la impulsividad de su compañera y lo que podía suceder si no era detenida.

— ¡Quítate de mi camino, Miller! — exclamó Clarke apresurada, su voz cargada de urgencia. Miller respondió de inmediato y dejó que pasaran. Clarke avanzó directamente hacia donde se encontraban los terrestres, una determinación evidente en su expresión.

—¿Qué tiene esto? —preguntó Clarke a Aarón, alzando el cuchillo con firmeza.

—¿De qué estás hablando?

—Envenenó el cuchillo —dijo, dirigiéndose a los terrestres—. Tú sabías que Finn iba a morir sin importar lo que hiciéramos. ¿Qué es? ¿Existe un antídoto?

Clarke no daba lugar a la confusión; sus palabras eran un torrente de angustia y desesperación. Octavia, observando la escena, informó a los demás que los terrestres no comprendía: "Clarke no te entiende."

—Frascos —dijo Bellamy, girándose con rapidez y corriendo hacia la caja de metal—. Tiene que estar aquí.

Mientras tanto, Kaylee se acercó nerviosa a Aarón, sin saber cómo contribuir para salvar a Finn. Pero no poniéndolo en peligro.

—Tendría que ser estúpido para tener un veneno encima sin antídoto.

—¿Cuál es? —exigió Clarke, su tono denotando impaciencia.

—¡Responde la pregunta!

—Enséñanos, por favor —suplicó Octavia al terrestre moreno.

En ese tenso silencio, Kaylee se encontraba atrapada, incapaz de decir nada sin delatarlo.

—Lo haré hablar —sentenció Bellamy, acercándose. Octavia intentó forcejear con él.

—Bellamy, no —dijo Kaylee, tratando de interponerse.

—Ellos quieren que Finn muera —gritó Bellamy, haciendo que Kaylee lo soltara—. ¿Por qué no puedes verlo? ¿Quieres que viva o no?

—Clarke, tú misma lo dijiste, no somos así —intervino Octavia—. Me estaba protegiendo, me salvó la vida.

—¡Hablamos de la vida de Finn!

—Hazlo —respondió Clarke. Kaylee se volteó para mirarla con desaprobación.

—¡No es tu decisión! —gritó Kaylee a Clarke, ella era más cerca al caminante espacial pero no permitirá que torturaran a alguien por respuestas—. A Finn no le gusta esto.

—Kaylee, es tu mejor amigo el que está muriendo.

—Solo dinos.

Bellamy cortó uno de los cinturones de seguridad, utilizó su cuchillo para rasgar la camisa del moreno y luego hizo lo mismo con Aarón.

—Nos mostrarás el antídoto o desearás haberlo hecho —amenazó Bellamy cuando Clarke dio un paso hacia él.

—Bellamy, no —rogó Octavia a su hermano mayor—. Por favor.

Bellamy levantó el cinturón para golpear a Aarón, pero Kaylee se interpuso, empujándolo con fuerza.

—¡Aléjate de él!

Blake la miró atónito, incapaz de creer lo que acababa de hacer. Pero Kane, aunque no lo había pensado mucho, la había salvado. No era como los demás terrestres; él creía que había esperanza en ellos. Y no podían arruinar eso, ella no quería perder a ninguno, finn podría morir al igual que Aaron.

Kaylee titubea mientras Mikkel la sostiene y la aleja del terrestre con nerviosismo.

— Por favor... — balbucea Mikkel antes de apartarla delicadamente. La rubia, con una urgencia palpable, coloca los frascos frente a ellos.

— ¿Cuál es el antídoto? — pregunta ella, con los ojos fijos en el terrestre. Octavia, desde el fondo del lugar, insta: — Solo diles.

Bellamy, colocando una mano reconfortante en el hombro de Clarke, quien resopla y sale de frente del el terrestre, Bellamy levantó el cinturón azotó  a Aarón.

— ¡Detente! — Grito Kaylee cerrando los ojos para no ver como torturaban a su amigo.

— ¡Clarke! — grita Raven desde las escaleras, y Bellamy cesa sus golpes. — ¡Está empeorando!

— ¡No tenemos tiempo! — dice Clarke arrodillándose. — ¿Cuál es?

Bellamy, furioso, arroja el cinturón, mientras Kaylee ruega en voz baja a Mikkel que la suelte.

— Si eso no funciona — advierte él con voz firme —, tal vez esto lo hará. No tienen que estar aquí para esto.

— No me iré hasta tener el antídoto — declara Clarke, moviéndose de un lado a otro.

— Última oportunidad.

Bellamy hunde con fuerza la punta de metal en la palma de la mano del terrestre quien no grita de dolor, sorprendiendo a varios.

— ¿Por qué tardan tanto? — se impacienta Raven subiendo las escaleras — Dejó de respirar.

— ¿Qué?

— Comenzó de nuevo — tranquiliza Raven —, pero la próxima vez podría no hacerlo.

— Él no dice nada — informa Clarke a la morena.

— ¿Quieres apostar? — murmura Raven, sacando unos cables expuestos — Le enseñaré algo nuevo.

En un descuido de Mikkel, Kaylee se libera, intentando recordar el antídoto que le dieron para la flecha. Reyes comienza a golpear los cables entre sí, asustando a los terrestres.

Se acerca al terrestre, pero alguien la agarra por detrás y la arroja al suelo.

— ¡Él es todo lo que tengo! — grita Raven a Kaylee cuando se da cuenta de que fue ella — Finn fue por ti, él estaba en esa cueva por ti.

Kaylee deja de mirar a la morena, arrodillándose para tomar uno de los frascos en específico. Sin pensarlo demasiado, lo destapa.

— Kaylee — murmura Octavia asustada. Kane toma un poco, confiando en que si es veneno, Aarón le dará el antídoto.

— ¿Cuál es? — esta vez solo mantiene su mirada en Aarón, cualquiera en esa habitación con un poco de atención se daría cuenta de la conexión que compartían, ambos cuidaban del otro aunque tuvieran que ir contra su propia gente.

— ¿Kaylee, qué haces?

Aarón, sin dudarlo, señala uno con el pie. Kaylee lo toma y se lo muestra.

— ¿Es este?

Se lo entrega a Clarke, pero antes le hacen dar un sorbo. Bellamy intenta acercarse, pero Kaylee sale del lugar, la tormenta ya ha cesado y ella no quería estar compartiendo lugar con él. No después de todo lo que había hecho.

— ¿Por qué lo hiciste? — exclama Bellamy saliendo también de la nave.

— No quería que los mataras — responde Kaylee con simpleza en su voz — Ellos no lo hicieron.

— ¿Cómo lo sabes?

— Él me salvó — intenta Kaylee mantenerse fuerte —. Podría haber muerto afuera, pero él me salvó.

────༺𑁍༻ ────

— No quería lastimarlo, Octavia — afirmó Clarke con determinación —. Tienes que entender que solo quería salvar a Finn.

— Para constancia, tú no salvaste a Finn, fue Kaylee— Aclaró la joven, limpiando con delicadeza la mano del terrestre.

La rubia bajó la mirada y dirigió una mirada fugaz a Kaylee.

— Oye — llamó Kaylee a Miller —, Bellamy te está buscando.

— No lo creo...

— Miller, me vas a reprochar a mí. Anda con Bellamy antes de que se enoje — mintió la castaña. Él bajó apresurado y Octavia miró a Kaylee sin comprender.

Kaylee sabía que podía confiar en ella. Se acercó rápidamente y abrazó a Aarón, sintiendo como por unos segundos se sentía menos culpable de lo que sucedía.

— Lo siento mucho— Farfullo alejándose con lentitud y mirándolo fijamente a los ojos.

— No es tu culpa — habló el rubio —. ¿Estás bien?

— ¿Ellos hablan nuestro idioma? — preguntó Octavia, viendo de reojo al otro terrestre.

— Algunos.

— Lincoln, ella es de confianza — Aaron dijo en otro idioma —. Si ella confía en su amiga, es por una razón.

— Me llamo Lincoln — informó el moreno, su mirada se dirigió a Kaylee —. Gracias por no dejarnos que nos hicieran más daño.

— Los sacaremos de aquí, lo prometo — comentó Kay, dirigiendo ahora su mirada a Aarón y ofreciéndoles un poco de agua —. Vamos, Octavia, Bellamy no puede vernos aquí.

Kaylee fue la primera en bajar y vio a Clarke con Finn. No odiaba a Clarke, no tenía muchas razones, simplemente no le caía del todo bien. Pero en ese momento, se imaginó cómo debía estar sintiéndose Raven, ver como la persona que tanto amas está enamorada de otra.

— Salvaste mi vida — dijo Collins recostado en la mesa, los pasos de Kaylee resonaron con el metal.

— Lamento decirte que eso no es correcto — informó Kaylee —. Yo te salvé.

—¿Dónde estabas? —fue lo primero que inquirió, una interrogante impregnada de preocupación que se escapó de los labios de Finn. Kaylee asintió, reconociendo la gravedad del momento.

—Nos dejarías a solas —solicitó hacia Clarke, quien asintió y se retiró, dejando a los dos jóvenes a solas en medio del tenso ambiente. Kaylee comenzó a relatar los eventos con voz pausada y mirada intensa—. Me dispararon, y el terrestre que ahora tiene secuestrado  Bellamy me salvó.

—Menos mal —murmuró Finn, tomando la mano de Kaylee como un gesto de apoyo mientras absorbía la revelación, él había salido por ella y la preocupación no se le había ido aunque tuviera un cuchillo en su costado.

—Para la próxima, ten más cuidado —pidió Kaylee con determinación. Raven entró a la nave en ese momento, acercándose al grupo de jóvenes. Kane, respetuosa, se retiró para darles privacidad y buscar a Bellamy con la mirada.

—¿Ya decidiste? —preguntó Bellamy, apareciendo de manera sigilosa detrás de ella.

—Estuvo mal lo que hiciste, ¿lo sabes? — Quiso hacer notar su molestia con las acciones que había tomado el hombre.

—Lo sé.

—El Bellamy que conocía no era así —comentó Kaylee, cruzando los brazos en un gesto de decepción. — aunque creo que de alguna forma nunca terminamos de conocernos.

—Lo que somos y lo que tenemos que hacer para sobrevivir son cosas diferentes.

—Intento comprenderlo.

Kaylee observó a Bellamy por unos segundos, notando la sangre en su rostro. Lentamente, acercó su mano a la mejilla del moreno, limpiando la sangre con suaves movimientos.

—No puedo prometer que todo volverá a ser como antes porque ambos hemos cambiado —murmuró Kaylee acercándose aún más—. Pero podemos intentarlo, si me prometes que los dejarás ir.

—Kaylee, no puedo —dijo Bellamy, y ella retrocedió, con resignación en sus ojos.

—Es tu decisión. Ellos no hicieron nada malo para merecer ser tratados así, y el terrestre salvó a tu hermana. Si no los dejamos ir, vendrán por nosotros, y la situación empeorará.

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Unos días después, el campamento mostraba signos de mejora, pero para Kaylee y Aarón, la situación era diferente. A pesar de que la relación entre Kane y Blake parecía estar en calma, la constante preocupación de Kaylee sobre la posibilidad de que torturaran o no alimentarán a Aarón y Lincoln la tenía al borde de la desesperación y la ansiedad, intentando escabullirse para cuidar de ellos constantemente.

— Tengo que subir, cúbreme —le pidió a Octavia, la menor de los Blake, después de lograr escaparse de sus amigos.

Octavia asintió y se posicionó como vigía mientras Kaylee se dirigía al segundo piso. Al llegar, encontró a ambos prisioneros colgados en una situación precaria.

— ¿Aarón? —murmuró Kaylee acercándose— ¿Estás bien?

— Tú qué crees —respondió en voz baja. El rubio llevaba horas sin probar bocado ni beber agua, ella sabía que era una pregunta un poco estúpida en cierto punto, dejó la mochila que cargaba en el suelo mientras sacaba las cosas .

— Les traje algo para comer y algo de agua —informó Kaylee mientras entregaba bayas y agua para aliviar su sed.

— Bellamy salió a cazar, no regresará pronto —añadió con calma—. Y si alguien viene, Octavia nos avisará.

— Saben que nuestra gente nos estará buscando —dijo Aarón frunciendo el ceño.— Cuando logré soltarme, golpearé a ese tal Bellamy —anunció con determinación.

— Eso quiero verlo— bromeó sabiendo que el terrestre no era tan impulsivo como daba entender.

— ¿Octavia es hermana de Bellamy? —preguntó Lincoln, interesado, mientras Aarón fruncía el ceño.

— ¿No que no existían los hermanos en el arca? — Cuestiono segundos después el otro terrestre.

— Ellos son una excepción.

Kaylee comenzó a explicar sobre los hermanos Blake y se vio obligada a irse antes de que Miller subiera. Cuando Bellamy regresó, la encontró ayudando a otras personas y con tranquilidad comenzó a informarle a sus seguidores que debían hacer.

— Kaylee, tu padre quiere hablar contigo —informó Jaden. Kaylee asintió.

— Gracias, JJ.

Kane se dirigió hacia la carpa donde se encontraba el transmisor que habían construido, se sentó y vio cómo su padre aparecía en la pantalla.

— Kaylee —pronunció Marcus, estaba algo preocupado que la joven no se presentará a la llamada.

— Me mandaste a morir —dijo Kaylee con franqueza, una característica distintiva de la menor de los Kane.

— N-no fue así —Marcus respondió con tristeza—. Te mandé a vivir, a tener una segunda oportunidad.

— No fue la mejor opción.

— Pero fue la única— Farfullo mirando con nostalgia a su hija.

— Supe lo de Bellamy —comentó sin rodeos—. No tenías por qué hacerlo.

— Eras una niña, y él era mayor que tú —exclamó Marcus.

— Pero lo amaba — Le dio una razón.

— Eres demasiado joven para entender eso —negó su padre.

— No tenías derecho. Podías haberme dicho que no estabas de acuerdo, ayudarme y aconsejarme, pero lo que hiciste me hizo mucho más daño. Y ahora me siento realmente traicionada por ti y por la poca confianza que tenías en mí— Comenzó a decir sin guardarse nada— Querías protegerme es lo que todos quieren, pero porque no comprenden que no quiero ser protegida, ya no pueden hacerlo... Lo que me hicier-on.. — La voz de Kaylee se rompió pero con rapidez intentó hacerlo pasar desapercibido—  Lo que sucedió en la cárcel, nunca podré olvidarlo, ahora no puedes decidir por mi.

— Kaylee, solo quiero lo mejor para ti.

— Perdiste el derecho cuando ingresé a esa cárcel. Ahora tengo otra oportunidad, y quiero que sepas algo: mi vida, mis decisiones.

Kaylee se levantó y salió de la carpa, resistiendo las lágrimas. Bellamy la vio y se acercó para abrazarla; él había prometido no torturarlos y dejarlos ir en el momento adecuado.

— ¿Todo bien?

— Sí, genial —mintió Kaylee, acariciando el cabello de Bellamy ondulado y oscuro.

— Tenemos que hablar —Bellamy tenía una noticia que sabía que no le agradaría mucho—. Iré a un almacén cercano.

— Voy contigo —comentó Kaylee volteandose.

— Lo mejor es que te quedes —dijo Bellamy antes de besarla, unos segundos después se separó—. Mantendrás en orden el campamento.

— ¿Quién más irá contigo?

— Clarke y Jaden.

Kaylee tendría la oportunidad de liberar a Aarón y Lincoln del campamento, y Bellamy no se lo pondría demasiado difícil.

— Ten mucho cuidado —suplicó, acariciando el rostro de Blake. Bellamy recogió sus pertenencias mientras Kaylee se dirigía hacia Jasper y Monty. Tenía que planear como lo haría para que nadie corriera peligro y tampoco la descubrieran.


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