────༺𑁍༻────
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Kaylee llevaba bastante tiempo metida en aislamiento como para perder la cabeza, la joven hija de Marcus Kane y Jane Riox había cometido un delito a la edad de diecisiete, y ya había cumplido la mayoría de edad hace algunos meses, pero no fue flotada, ya que de alguna extraña manera era el secreto del arca. En el arca cuando se cometía un delito eras flotado al cumplir los dieciocho, siendo lanzado al exterior de la nave sin piedad alguna. Ya que eras considerado un adulto, pero ese no había sido el caso de Kaylee.
—¡Levántate hora de entrenar! — Exclamó el guardia, Kaylee se levantó lentamente algo estaba siendo diferente. Ella tenía una rutina muy rigurosa, los guardias mantenían su distancia al igual que las conversaciones era cortantes, nadie podía saber mucho sobre la convicta, más si era la más peligrosa del arca. Kane había negado rotundamente las visitas, y Kaylee ya comenzaba a perder la noción del tiempo.
—¿hoy no me tocaba con Abby? — Le preguntó extrañada al guardia, él solamente negó con un movimiento de cabeza.
— Abby está ocupada— respondió sin mirarla.
La joven tuvo que extender las manos para que le colocaran las esposas, ella no intentó ningún tipo de forcejeo ya que sabía que si lo hacía le podría ir peor. Cuando la sacaron de la celda no alcanzaron a caminar mucho cuando se toparon con Marcus Kane, padre de la joven, Kaylee y él no tenían una buena relación después de que la encerraran.
Los recuerdos en Kaylee se hicieron presentes enseguida al ver a su padre, recordó ese día que recorrió las estaciones inferiores para encontrarse con sus amigos en un lugar más tranquilo. Y cuando llegó al lugar asignado se encontró con Jaden Jones y Mikkel Romanov los conocía desde que tenían seis años y se habían criado juntos. Mikkel tenía el cabello completamente negro y unos ojos café, sus facciones eran marcadas y eso lo hacía bastante atractivo. Por el contrario de Jaden quien era castaño, y tenía ojos grises, kaylee los miro a ambos y les sonrió.
— ¿Lo tienes? — fue lo primero que le pregunto Jaden a Kaylee, Ella sacó una hoja la cual contenía los horarios de la mayoría de los trabajadores.
— ¿con quién crees que hablas? — Bromeo la castaña, Jaden tomó el horario emocionado.
— Por dios eres fantástica.
— ¿tuviste cuidado? — Cuestiono Mikkel, ella asintió, siempre él había sido el más cuidadoso de su grupo de amigos.
— Lo tuve, le saqué copia y nadie se iba a dar cuenta.
Había conseguido el horario de Jackson, quien era doctor y se encargaba de cuidar la enfermería mientras que Abigail no estaba, algunas veces Jaden y Mikkel ingresaban a robar algunas medicinas. Ya que en el arca o nacías rico o te convertías en uno.
— genial— Murmuró Jaden— Entraremos en su hora de almuerzo, lo he vigilado y sé que sale de la enfermería por alrededor de quince minutos.
— tengan cuidado — Pidió la joven antes de darle un beso en la mejilla a cada uno, tomó un camino diferente al cual había tomado los jóvenes, ella nunca entraba con ellos a la enfermería. Ya que era muy conocida por esa estación, iba tan sumida en sus pensamientos que no se fijó en el chico hasta que chocó con él. Al levantar la vista lo reconoció de inmediato, era su ex novio.
La joven lo miró unos segundos antes de alejarse por completo de él, habían tenido una relación que duro alrededor de un año, pero las cosas no habían terminado bien.
— ¿Estás bien? — Le pregunto Bellamy a Kaylee.
— Si.
— Octavia quería verte — Comentó el joven frente a ella, aunque por una parte si decía la verdad. La verdad era que él quería verla más seguido. Kaylee asintió y de su chaqueta sacó un collar plateado con un dije de flor de loto.
— Esto es para ella, desde hace algunas semanas quería regalárselo, pero no te había visto y tampoco había tenido tiempo.
Kaylee lo extendió hacia Blake y él lo tomó con cuidado sin quitar su mirada de la joven Kane.
— Adiós, Blake.
Antes de que él pudiera decir algo, la joven ya había seguido su camino cuando llegó a la estación en la que vivía se encontró con su madre quien le dio un beso en la frente y siguió trabajando. Los padres de Kaylee solían trabajar mucho para mantener una buena situación, ya que ellos vivían en una de las estaciones más prestigiosas del arca. Cuando llegó la hora de cenar Kaylee fue al comedor esperando encontrarse con sus amigos, pero no los encontró y eso le dio extrañeza; lo primero que pensó fue en ir a la casa de Jaden ya que solían encontrarse la mayoría del tiempo en ese lugar.
— debes calmarte— Intentó tranquilizar el pelinegro, Kaylee pudo distinguir a sus dos amigos con cuatro chicos más. No se dio cuenta de lo que estaba sucediendo hasta que vio con claridad a sus amigos.
—¿Mikkel?
— Kaylee tienes que irte— Logró decir con algo de miedo en su voz, se preocupaba por la joven demasiado y no quería que fuera dañada.
Kaylee miro como uno de los hombres sostenía a Mikkel con una cuchilla y otro apuntaba a Jaden con una pistola.
—¡Kaylee corre!
al escuchar el grito de su mejor amigo no lo dudo, sabía que uno de los hombres la perseguía por sus pisadas; ella intentó perderlo en un área del arca que estaba bastante enredada.
— ven aquí, muñequita.
Kaylee se escabulló cuando dobló metiéndose a un armario intentando no hacer ruido.
— Serás un buen pago por lo que nos deben tú y tus amiguitos— La voz del hombre sonaba cada vez cerca, en esa área habían bastantes armarios, el hombre empezó a revisar uno por uno, kaylee intentaba mantener la esperanza de que no la encontraría pero no tuvo suerte. El hombre abrió la puerta y cuando lo hizo kaylee lo empujó con fuerza intentando correr hacia otro lado pero él la agarró del brazo con fuerza.
— Te tengo.
— Suéltame por favor— Suplicó forcejeando, ella no tenía tanta fuerza como el. Ambos forcejeaban el hombre le dio un puñetazo haciendo que se cayera, kaylee pudo ver como se le había caído una navaja al hombre y la tomó con fuerza, en su mente el recuerdo de ese momento estaba borroso como si lo hubieran intentando borrar. Se levantó mirando todo la sangre que había retrocedió al ver el cadáver, y se quedó un poco más allá intentando procesar lo que había hecho soltó la navaja haciendo que hiciera un ruido fuerte al chocar con el metal.
miedo, era la sensación más presente; ella comprendía lo que acaba de suceder, todo lo que conllevaría y como se vería afectada al igual que su familia. Había asesinado a un hombre, tenía razones pero nadie estaba en el lugar para comprobarlo.
—¡Kaylee! ¿Dónde estás?— Jaden y Mikkel buscaban a la joven cuando la encontraron estaba sentada un poco más allá.
—¿Te alcanzo a hacer daño?— Preguntó Mikkel intentando abrazarla.
— Lo mate.
— Fue en defensa propia— Justificó pero eso no lo creerían; ella se había convertido en una asesina para el concejo y era un peligro para el arca.
— Me van a flotar— Fue lo único que susurro, Jaden no podía dejar de ver el cadáver y a su amiga llena de sangre. Los recuerdos desaparecieron de la mente de Kaylee para darse cuanta que solo eran memorias, ya no podían lastimarla más de lo que le habían hecho en ese encierro. Después de su entrenamiento a kaylee le toca almorzar como todos los días, pero antes la desviaron a la enfermería.
— Buenos días, Kaylee.
— ¿Qué tienen de bueno?
— Intenta ser más animada— Le dijo Jackson, hizo que la joven extendiera en brazo para poder sacarle algunas muestras de sangre, ella observaba cada movimiento del hombre— Te pondremos algunas vacunas.
— ¿por qué? No es necesario.
— Son para que tengas mejores defensas— Le explicó el moreno antes de colocarle la inyección.
— pronto no me van a necesitar más y seré flotada.
La sala quedó en silencio, siempre era la que decía kaylee ella ya estaba preparada para ser flotada, no tenía nada por lo que seguir en esa pequeña celda. Jackson siguió haciendo su trabajo cuando estuvo lista le dio algunas indicaciones, fue llevada nuevamente a su celda cuando los guardias se fueron kaylee se sentó en el suelo y sacó una pequeña caja que tenía escondida dentro de ella había un diario forrado con cuero, cuando lo abrió cayeron unas fotos, Marcus tenía una cámara antigua y con ella le sacaba fotos de pequeña, la primera era de kaylee con Finn debían tener unos siete años, la segunda era de la familia Kane; Marcus, Jane y Kaylee, la otra era con sus otros dos mejores amigos y la última era de bellamy con kaylee habían cumplido siete meses juntos en ese momento.
— Prisionera 7-0-3 de cara contra la pared— Gritó un guardia ingresando a la celda, kaylee confundida guardó el diario en su chaqueta para que no se lo quitaran los guardias— levante el brazo derecho.
Kaylee lo hizo sin dudar, sabía que no tenía que negarse a las peticiones de los guardias si no le iría peor.
— ¿me van a flotar?
— No podemos darte información.
Kaylee siguió al guardia confundida sin saber qué estaba sucediendo, cuando llegaron al área de convictos se podían escuchar los gritos. Su padre llegó a su lado y la abrazó inesperadamente, sorprendiéndola, aunque una parte de ella quería alejarse no lo hizo, extrañaba a su padre.
— irás a la tierra— Susurro sin separarse de ella.
—¿cómo? Todavía no era habitable— Farfulló sin poder creerlo por completo.
— Es su mejor oportunidad— Respondió— No te quites la pulsera.
La menor asintió fue levemente empujada para que caminar y los formaron a todos para ingresar a una nave, estaba realmente consternada y no sabía qué decir ni qué hacer. Era una oportunidad para vivir ¿o realmente sólo los enviaban a su destino de muerte?