Dedicado especialmente a @CeciSnchez3
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De haber sabido que eso pasaría mejor hubiera dejado que el asesino se ahogara, no... Mejor nunca hubieran venido a Los Ángeles. –Maldito idiota bastardo hijo de...- Gruño entre dientes, o más bien entre colmillos. Sentía sus garras incrustarse contra sus palmas, a pesar de la estrepitosa lluvia que lo cubría de pies a cabeza y de su sangre fría, su agudo sentido del olfato captaba la sangre que escurría entre las membranas de sus manos.
-¡Harley!- El grito de David lo saco de su mal sana imaginación, diferentes escenarios donde ese maldito y egocéntrico hombre agonizara de dolor. El auto arranco, menos mal era de madrugada y la tormenta había dejado casi desiertas las calles de L.A. -¿Me vas a decir que pasó?-
-¿Para qué? Seguro ya leíste mi mente...- Suspiro con fastidio, como si no conociera al mutante.
Una sonrisa traviesa adorno la cara del rubio mayor. –Si... Pero me gustaría escucharlo de ti...- Dijo, obteniendo solo un gruñido por parte del otro.
Se recargo sobre su asiento con los brazos cruzados, la humedad de su ropa y el frio de su piel empañaban el asiento, ni siquiera la calefacción del coche lograban darle algo de calidez. Siguieron en un incómodo silencio hasta que pararon en el primer semáforo.
-Así que... ¿Tu y Morningstar...?-
-¡YO Y EL NADA!- Grito enojado, pudo sentir el cambio brusco de temperatura en su cara, mierda... Estaba sonrojado. -¡NO TENEMOS NADA!
-Me preguntaba cuanto tardaría en estallar su tensión sexual...-
El rojizo tono en sus mejillas aumento. -¡DEJA DE LEER MI MENTE!- El auto avanzo.
-Es difícil cuando piensas en voz alta...-
-¡AAAAAAAAAHHHHHHH!- Un grito frustrado resonó en todo el vehículo. –Mier... da...- Suspiro mientras se hacía ovillo sobre su asiento, estaba muy cansado para seguir haciendo berrinche. Sus manos retrajeron sus membranas, los colmillos habían desaparecido y sus orbes dilatados volvían a su característico azul.
A veces olvidaba que Harley podía ser muy infantil cuando de sentimientos y emociones se trataba. –Harley... Amigo...-
-Ya no digas nada... Por favor...-
-Oye...-
-Enserio... Olvídalo...-
-Lo haría pero... ¿Qué pasara con tus padres?-
Su rostro giro abruptamente hacia el contrario. -¡¿QUÉ?!- Todo rastro de rubor desapareció, dejando sus mejillas más pálidas que de costumbre.
-Si... Es decir... ¿Crees que Morningstar no va aprovechar esto para joder a Constantine?-
-¡NO! ¡NO PUEDE! Di-Digo... Papá Nanaue lo des-destriparía si se entera que... Que yo... Y el...- Joder, hace un rato deseaba a Lucifer muerto, pero no con tanta bestialidad. –No... No creo que se arriesgue solo por querer fastidiar a Papá John...-
-...-
-...-
-...-
-¿O sí?- Maldita sea la hora que lo conoció.
[SEIS MESES ANTES]
Independizarse no era fácil pero si lo hacías con un amigo era mejor. -¡HARLEY! ¡¿CUÁNTAS VECES TENGO QUE DECIRTE QUE QUITES EL TAPÓN DE LA TINA CUANDO TERMINES DE BAÑARTE?!- Ok... A veces.
-Ups!- El menor sonrió. –Perdón mamá... ¡AH!- Un zapato fue a dar directo a su cabeza, de no haber estado a espaldas pudo haber esquivado el golpe. –David serias una excelente madre, enserio... Ni papá John tiene esa puntería...- "Alago" mientras se sobaba la cabeza, enredando sus dedos a través de sus rubios rizos.
-Agradécele al Profesor...- La falta de movilidad en las piernas del mayor se compensaba con su buena puntería, ¡Joder! Hasta Pietro con todo y su súper velocidad fue víctima de Xavier.
-Jajajaja siempre pensé que Magneto era el encargado de la disciplina física...-
-Y yo creí que Constantine te había enseñado ¡A DESTAPAR LA MALDITA TINA!-
-Uy! Que humor... Cada vez te pareces más a Erik... Solo te faltan los dientes puntiagudos...-
-...-
-¡NO EN LA CARA NO!- Corrió, lamentablemente el departamento no era tan grande como para huir exitosamente, por lo que se vio rápidamente acorralado en una esquina mientras el otro soltaba manotazos en su contra.
-¡DEJA DE COMPARAR A MI PAPÁ CON UN TIBURÓN!-
-¡JAJAJAJA NO! ¡YA POR FAVOR! ¡PARA! ¡VA-VAMOS DAVID!- El mayor suspiró, apartándose de su amigo quien yacía en el suelo hecho bolita por tratar de protegerse. –Ah... Vamos David, ¿Te avergonzaría ser hijo de un tiburón?-
-No... Y no hace falta que te pregunte a ti... Oh! ~ Gran Harley Constantine Príncipe de los Tiburones, Gobernante de todas las Bestias Oceánicas, Sultán de los Siete Mares, Conde del Más Allá, Rey de lo Espectral...- Alabo a su vez que hacia una ridícula y exagerada reverencia.
-Ni que fuera Aquaman...- Contesto el menor con burlona modestia, mientras se levantaba del suelo. –Vas hacer que me sonroje...-
-En un mundo como en el que vivimos, ya es común cualquier relación humano-especie...- Común sí, pero no totalmente aceptado, malditos prejuicios.
-Lo ves, es por eso que nuestros padres se llevan tan bien... Y no los culpo... Si un pene es rico imagínate d... ¡NO! ¡YA NO!- Sus manos cubrieron su rostro, pero el golpe nunca llego.
-¡DEJA DE DECIR QUE MI PADRE ES UN TIBURÓN!- Lo último que quería imaginar (o más bien recordar) era la vida sexual de Charles y Erik, ahora sería atormentado por la de King Shark y Constantine. -¡ARGH! Carajo ahora voy a tener pesadillas...-
-Para eso están los amigos...-
-Me vas a dejar más loco de lo que estoy...-
-¿Tú crees? Aquí entre nos... Siempre pensé que eras el más cuerdo de los cinco...-
-¿En-Enserio?-
-Claro ¿Por qué crees que quise venir contigo? Admitámoslo, con Pietro ya habría destruido este lugar... Peter me agrada, pero la Tía May también y sería muy cruel separarlos... Mientras que Lorna y Wanda, pues... Las amo, son mis amigas pero... No creo poder con las hormonas femeninas...- Sus mejillas se ruborizaron de un leve rosa.
-Para tener veintitrés años, te comportas como un adolescente de quince...-
El menor rodó los ojos. -Yo también te amo David...-
-Harley... Esto... ¿No lo hiciste por Damian verdad?-
-¿Qué? ¿Acaso insinúas que quise mudarme al otro lado de Estados Unidos por él? ¡¿Solo para olvidarme de ese maldito amargado ¡Repugnante bastardo! ¡INFIEL CABRÓN HIJO DE PUTA DE DAMIAN WAYNE?!- Los ojos del menor yacían dilatados, dejando sus cuencas completamente negras.
-Eh... ¿No?- El mayor trago saliva del susto, aunque sabía que su amigo era capaz de controlar sus instintos y que nunca le haría daño, eso no lo hacía menos atemorizante de ver. Menos cuando su lado de depredador oceánico se mezclaba con el de Nigromante y dejaba la mitad de su rostro cadavérico. –Se... Se nota que ya lo superaste...-
El menor olio el miedo en el mayor, así que respiro profundamente antes de que fuera más allá y sus dientes se afilaran y sus garras salieran. Menos mal no estaba en el agua o sus manos y pies ya estarían cubiertos de membranas y su cuello con branquias. –Lo... Lo siento...-
-Oye...- Sus manos tomaron los hombros del otro en busca de darle, al menos, un poco de confort. –Te comprendo perfectamente... Dick fue tan importante en mi vida, como Damian en la tuya... Así que ¡A la mierda los Wayne!- Ambos rubios se sonrieron mutuamente.
-Si... A la mierda los Robin...- Definitivamente venir con David fue lo mejor.
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-Si... Si... Ok... Aja... Claro... Si... No... Si... Ok... Bien... Si... No... Si... También te amo... Adiós...- Colgó, su anterior sonrisa se había mal formado en una mueca torcida.
-¿Problemas?-
-Lo de siempre... Papá esta con el Dr. Strange en no sé qué misión, y mi padre...- Suspiro. –Escapo de Arkham... Otra vez...-
-¿Por eso John te llamo?-
-Si... No quiere que me acerque al mar por ahora...-
-Muy tarde...- Dijo David viendo las olas y la espuma a lo largo de toda la orilla, disfrutaban ir a la playa al menos por una hora, lo suficiente para que Harley pudiera nadar y estirara las "aletas", era más cómodo que usar la bañera. -¡Espera! ¿Tu papá y Strange...?-
-Ya se... Es extraño...- Ironizo. -Como sea, me da igual... No pienso alejarme del mar solo porque él lo dice, además... Papá Nanaue nunca me ha hecho daño...- A pesar de ser un villano, el Rey Tiburón siempre vio por su único hijo, aunque fuera un padre distante, con eso de huir y escapar a cada rato.
-Tal vez él no, pero no hay honor entre villanos... Tengo la sospecha de que Amanda Waller tiene algo que ver...- No le sorprendería que estuviera sometiendo a King Shark, bajo amenaza de hacerle algo a su amigo.
El rubio menor chasqueo la lengua con fastidio, odiaba a esa mujer. –Esa perra... Si, seguro ya formo otro matadero...-
-Escuadrón Suicida...-
-Es lo mismo...- Suspiro. –Voy a nadar...- Dijo, dejando su celular en manos de David. –Si vuelve a llamar dile que estoy invocando a Chespirito...- Y sin más, corrió hacia el mar.
El mayor lo vio desaparecer entre las olas. –Ay amigo...- No sabía que era más difícil, ser un mutante, ser un híbrido... ¿O tal vez ser humano? En fin, simplemente vivir no era fácil.
[...]
Se sumergió en lo más profundo que la presión oceánica le permitió, algunos peces que nadaban por ahí huyeron rápidamente al sentir su presencia de depredador. Era solo la esencia que Harley traspiraba por su (media) naturaleza salvaje, ni siquiera le gustaba el pescado ¡Mucho menos crudo! –Carajo...- Gruño, de su boca escapaban varias burbujas que flotaban libremente a la superficie.
Solo podía pensar en su padre ¿Cómo estará? Esperaba realmente que hubiera escapado del asilo y no como títere de la sociópata de Waller.
Mientras rebasaba algunos corales un reflejo en la superficie llamo su atención, un par de piernas que pataleaban frenéticamente al poco tiempo empezaban a sumergirse, alguien se estaba ahogando. No lo pensó dos veces cuando comenzó a nadar hacia el desafortunado quien se hundía inmóvil, por encima un hilillo de sangre se disipaba entre las aguas, el hombre tenía una herida de bala en el hombro. Lo tomo por detrás y solo con sus piernas nado hasta la superficie, David lo diviso a lo lejos, para su suerte el sol estaba cayendo y la playa estaba casi desierta.
El mutante corrió hasta donde estaba su amigo. -¡¿Qué paso?!-
-¡No lo sé! ¡Ayúdame!- Ambos alejaron al herido del agua, entre un delgado camino de sangre.
-Mierda...- Susurro el mayor.
-¿Qué?- Para ese entonces su forma híbrida marina estaba oculta y solo era un joven recién salido del agua.
-Es un criminal...- Aun inconsciente, la mente del extraño gritaba muy fuerte. –Asesino a una mujer...-
-Mierda...- Susurro el menor. –Entonces... ¿Hospital o Policía?-
Como si alguna fuerza cósmica lo hubiera escuchado, tres unidades policíacas arribaron a la playa. De entre todos, una mujer rubia, un hombre castaño y otro más alto azabache comenzaron a acercarse a la escena, mientras los demás acordonaban la zona.
-Policía de Los Ángeles...- Dijo la rubia, mientras revisaba los signos vitales del ahogado. –Soy la Detective Decker...- Su nombre resaltaba en la placa.
-Si no me dice, no me doy cuenta...- Dijo David un tanto fastidiado, lo último que hubiera querido es pasar la tarde-noche en la comisaria. Porque si, había leído los pensamientos de dos de ellos y sabía lo que vendría, sin embargo le impacto no poder leer al más alto. ¿Por qué no podía?
-Hola...- Saludo sin expresión alguna el rubio menor, por la actitud de su amigo sabía que su noche de videojuegos se fue al carajo. –Aquí está su criminal, de nada...- Intento zafarse y tomar el brazo de su amigo para irse lentamente, pero alguien se adelantó a su idea y la uso en su contra.
-No, no, no... Ustedes jovencitos tienen mucho que explicar...- Hablo con burla el azabache más alto.
Asqueado Harley se zafo de su agarre. –¡No me toques!- ¿Qué se creía? Aparte de policía ¡Nadie lo tocaba sin su consentimiento! Excepto David cuando lo golpeaba por sus estúpidas elocuencias, pero se lo pasaba por ser su amigo y como un hermano mayor.
-Detective Espinoza...- Dijo el castaño mostrando la placa, la rubia de hace unos minutos escoltaba a los paramédicos con el criminal en camilla, por la calma en que operaban los oficiales, ambos rubios suponían que el idiota seguía con vida. –Necesitamos sus declaraciones...-
-Y sus números, si no es mucha molestia...- Hablo el tercero y único desconocido (por el momento), con esa petulante sonrisa que a Harley le estaba dando mala espina, su sexto sentido vibraba inquieto desde que ese hombre le había tomado el brazo.
El detective rodó los ojos. -Ignórenlo... Acompáñenos por favor...-
-Si no hay de otra...- Resoplo David
-Ya que...- Mascullo el menor ante la atenta mirada del azabache más alto que no le quitaba la vista de encima, su amigo noto su incomodidad. -"Préstame tu suéter..."- pensó sabiendo que el mayor lo estaba leyendo; ya estaba anocheciendo, seguía en short, todo mojado y no quería ir por ahí con el torso desnudo, menos con ese sujeto extraño que de oficial no tenía nada.
El otro hizo lo que le pidió. -"Te dije que trajeras uno..."- Contesto telepáticamente pasándole la prenda, él no era fan del mar, prefería la arena por eso siempre usaba ropa sencilla; short, camisa, suéter y sandalias.
-"Perdón mamá..."- Y sin más ambos fueron escoltados hasta un vehículo policial, en el corto trayecto el arrogante sujeto insistió en guiar al rubio menor por el hombro, donde Harley sintió su agarre muy brusco, como si quisiera encajarle las uñas. –"Imbécil ¿Quién te crees?"-
[...]
Ya en la comisaria ambos fueron separados para declarar, Decker con el menor y Espinoza con el mayor. Harley agradecía que el arrogante no estuviera con ellos, aunque sabía que estaba afuera en la oficina, esperando. Ambos rubios coincidían hasta el momento en que sacaron al criminal del agua, después de esto sus versiones cambiaban por los puntos de vista entre sus poderes...
-¿Caroline verdad? No soy quien para juzgar... Pero si tu amante es un celopata, no te sorprendas de las veinte apuñaladas en tu torso...-
-¿Cómo sabes eso?-
-Oh perdón oficial... Le estaba hablando a Caroline...-
[...]
-James estaba enfermo, pensaba que Caroline lo engañaba y quiso tener pruebas, pero nunca las tuvo, se frustro tanto que por eso la apuñalo...-
-¡¿Có-Cómo es que tu...?!-
-Intento deshacerse del cuerpo, condujo hasta Beverly Hills... La enterró en un jardín...-
[...]
-Si lloras así no te entiendo nada, te duele lo sé, pero tu quisiste amarlo a pesar de todo...-
-...-
[...]
-Lo acorralaron, sus oficiales lograron dispararle en el hombro, lo inmovilizo pero no por mucho... Creyó que dentro del mar le perderían la vista pero el agua lo hizo sangrar más...-
-...-
Salieron de las salas después de casi una hora. -¿Y esas caras?- Pregunto la pequeña López ante la impresión en los rostros de Decker y Espinoza.
-¿Y bien?- Lucifer yacía al lado de la forense, tenía ciertas sospechas del par de rubios, pero sabía que en su presencia no soltarían nada y por ello se había mantenido fuera del interrogatorio.
Daniel salió de su estupor. –David Charles Xavier-Lehnsherr, treinta y un años...-
-¡ESPERA!- Grito Ella estupefacta. -¡¿DI-DIJISTE XAVIER-LEHNSHERR?!-
-Eh... Si, él es...-
-Un mutante... "Lo sabía..."- Pensó Lucifer, y si su hipótesis era correcta, este era uno de los más poderosos, pero el otro chico era el que más le inquietaba.
-¡No! No lo entienden... Es... ¡Es un X-Men! ¡Es hijo del Profesor X y Magneto! No puedo creerlo... Y-Yo... ¡Déjenme hablar con él por favor!-
-Ella tranquilízate...- Dijo Chloe, no era la primera vez que lidiaban con mutantes, pero si era la primera vez que la forense mostraba tanta euforia por uno. –Está aquí como testigo, no para dar autógrafos...-
-Pequeña López, no pensé que fuera fan de los X-Men...- Aunque tampoco le sorprendía, si tan solo supiera que él...
-¡Me encantan! ¡Tengo todos sus comics! Bueno... Casi... Me falta el volu...-
-Ella, Ella...- Llamo Daniel. –Lamento interrumpir pero, no es momento ¿Ok? Bien... En fin... Sí, es un mutante, nivel psíquico por cierto... Entro en las memorias de James Hoffer y prácticamente me relato todo el caso, hasta el momento en que lo encontraron en el agua...-
Un agudo grito resonó en las oficinas. -¡AAAAAAAAAH!-
-¡PEQUEÑA LÓPEZ MIS OÍDOS!- Gruño Lucifer.
-¡Lo-Lo siento! ¡Lo siento! Es que... ¡Es tan emocionante! Pero...-
-¿Pero?-
La sonrisa de la forense comenzó a decaer. -No lo identifico... Es decir... En los comics... ¿Dan estas seguro de que es un X-Men?-
-Si lo es...- Continuo la detective. –Su amigo me lo dijo...- Comenzó a leer las notas de su interrogatorio. –Harley Chandler Constantine...- En ese momento todo rastro petulante y sonriente de Lucifer cayo de golpe en una mueca, incluso podía jurar que sus mejillas palidecieron. –Veintitrés años, americano, nigromante...-
-¡¿QUÉ?! ¡¿Di-Dijiste Ni... Ni-Nigromante?!- La voz de López se escuchaba quebradiza y un tanto asustada.
-¿Qué es un Nigromante?- Pregunto Dan.
-Un mago oscuro...- Contesto Chloe.
-¿Qué? ¿Cómo en Harry Potter?-
-Tan ingenuo como siempre Dan...- Contesto Morningstar. –Un nigromante es un científico ocultista con dones en lo paranormal y la demonología...- Todos notaron el disgusto en su voz. –Déjame adivinar detective... ¿Hablo con la difunta victima?-
-Si...-
-¡¿Puede hablar con los muertos?!-
-¿Qué parte de 'dones en lo paranormal' no entendiste, detective inútil?-
-¡Lucifer! ¿Qué pasa?- Chloe sabía que esto ya era un tema muy personal para su amigo/compañero. –Si sabes algo será mejor que lo digas ahora...-
Claro que lo sabía, ¿Cómo olvidar ese maldito apellido? -¿Qué? Para nada, es solo la rivalidad natural entre su raza y los míos...- No podía revelar nada por el momento, hasta saber más de ese mocoso.
-Como sea... Gracias a ellos atrapamos a Hoffer...- Con una simple señal, Espinoza ordeno a los oficiales en guardia que abrieran las habitaciones de interrogatorio para dejar ir al par.
Apenas pusieron un pie fuera, la pequeña López se apresuró y se plantó frente a David. –Hola, disculpa... Lamento la molestia, sé que no me conoces pero yo... Yo soy fan de...-
Antes de que pudiera terminar el mayor se apartó. –No sé de qué habla, permiso...- En un silencio incomodo se apartó y camino a toda prisa hacia la salida, dejando a Ella con la palabra en la boca.
-Perdónalo...- La voz de Harley la sorprendió por detrás. –No es nada contra ti, es solo que... Digamos que prefiere el 'anonimato'...- Oh por lo menos pasar desapercibido.
-Oh... ¡OH! Yo... Yo... Lo siento, no quise...-
-Descuida... Soy Harley...-
-Ella, Ella López...- Entre un amistoso apretón de manos, un tercero llego para interrumpir la atmósfera.
-Vaya... Vaya... ¿Qué tenemos aquí?-
-Lucifer...- En ese momento Harley sintió unas inmensas ganas de correr. –Mira él...- Y así lo hizo.
-Me tengo que ir, adiós...- Y sin siquiera darle oportunidad a ninguno, camino veloz hasta la salida esperando alcanzar a David. ¡Vaya mierda! ¡¿En qué infierno se había metido?!
[...]
Había pasado un mes desde aquel percance y desde ese entonces una paranoia constante donde Harley sentía que alguien lo seguía a lo lejos.
-Harley... Tus ojos...- Advirtió David, generalmente no tendría problema de no ser porque estaban en pleno trabajo.
-Lo siento...- Su vista fantasmal totalmente blanca desapareció y sus ojos azules regresaron. Por mucho que las animas vigilaban a su alrededor, ninguna le pudo corroborar sus sospechas, algunas ni siquiera regresaron.
-Amigo contrólate antes de que el jefe se dé cuenta...-
El rubio mayor parecía invocador, ya que al momento este mismo apareció. –A trabajar señores...- Hablo el hombre generalmente a todos, los cocineros a cocinar, los lavaplatos a lavar, los de limpieza a limpiar y los meseros (como ellos) a tomar los platillos listos e ir por más órdenes.
Mientras David llevaba los pancakes, Harley se dirigió al otro lado del restaurante. –Buenos días ¡Bienvenida a The Griddle Café! ¿Qué desea ordenar?-
La morena deslizo levemente sus lentes oscuros, mostrando una sonrisa burlona. –אספרסו, כפול... ועוגת שוקולד, ללכת...-
(Un expreso doble y pastel de chocolate, para llevar...)
Escuchar aquella lengua le erizo la piel, pero no iba a demostrarlo. -מיד...-
(Enseguida...)
Contesto con calma, sabía que no estaba (¡TAN!) loco, esa mujer era la prueba, después de todo ¿Cuántas mujeres pedían café y pastel en hebreo antiguo?
Cuando el pedido estaba listo, la morena pago y se fue, pero algo paso a manos del cajero. -¡Chandler!- Llamo este.
-¿Si?- Pregunto Harley.
-Te dejaron esto...- En sus manos dejo una carta. –¡Anda Don Juan! No sabía que te gustaran las maduras...-
-Muy gracioso Jacob...- Resoplo el otro, cuando nadie se dio cuenta la carta ardió entre sus manos, quedando solo cenizas.
[...]
Dos meses y las visitas de esa misteriosa mujer no pararon, sus cartas mucho menos, algunas veces variaba su forma de pedir su orden; desde hebreo, sánscrito, egipcio, elamita, griego y hasta chino clásico.
Harley no tenía ningún interés en leer los mensajes y quemo cada uno que paso en sus manos, para su mala suerte todos en el trabajo se dieron cuenta y tenía que aguantarse sus comentarios que dejaban al rubio como un cruel casanova por no hacerle caso a la mujer, incluso su jefe había entrado al tema y le pedía que si no le iba hacer caso a semejante belleza entonces que le pasara el teléfono. ¿Cómo carajo si ni siquiera la conocía? Y tampoco le interesaba saber.
-Chandler... Alguien está preguntando por ti... Mesa seis...- Genial, apenas había llegado y ya tenía problemas ¿Cómo lo sabía? La cara de David lo decía todo, algo había leído en la mente de Jacob y no parecía alentador.
Salió antes de que sus compañeros hicieran escándalo porque se tratara de la mujer de siempre y el quedara como maldito Don Juan. Apenas puso un pie al frente ya se estaba arrepintiendo de salir de la cocina, sobre todo al ser tan temprano el lugar estaba vacío, salvo por...
Hubiera preferido a la mujer. –¿Qué se le ofrece?- Ni siquiera se molestó en tomar asiento, si su jefe llegaba y lo veía ahí con... Ese sujeto... No quería ni imaginar el sermón que le daría.
-¿Con esa actitud atiendes? No me quiero imaginar las pésimas propinas que recibes... Si es que recibes...- Ahí estaba, esa sonrisa arrogante que deseaba romper de un puñetazo.
-Si no va ordenar nada, le pido que se retire...-
-Entonces tráeme un cappuccino...-
Harley anoto la orden. –¿Qué? ¿No pedirá su expreso doble y pastel de chocolate? Creí que Satanás tenía una dieta estricta...-
-Entonces sabes quién soy... Seguro Johnny te lo advirtió, lamento decepcionarte pero las ordenes de Maze fueron solo para ella, lo mío fueron las cartas que deliberadamente rechazaste...-
-Y por eso vino en persona...-
-Hubiera venido antes, pero los crímenes en Los Ángeles no se resuelven solos...-
-Si... Me preguntaba ¿Qué hace el Diablo en la Tierra?- Dijo con sarcasmo, le importaba un carajo.
-Dime Lucifer... Y si hubieras leído mis recados, lo sabrías...-
Cuando el rubio iba a replicar, un par de clientes atravesaron la puerta. No iba hablar de ángeles y demonios frente a los comensales así que se dio la vuelta y fue por la orden de cappuccino. Al regresar, el restaurante estaba casi lleno por los clientes habituales que desayunaban ahí o pedían sus almuerzos para más tarde. –Aquí tiene...- Iba a dar la vuelta pero un agarra malditamente familiar lo detuvo.
-¿Cuál es la prisa Constantine?- Se pudo distinguir la burla y desprecio en el tono con el que pronuncio su apellido.
-Estoy trabajando...-
-Entonces toma...- Era otra carta. –Y más te vale que respondas esta vez...- Eso ultimo había sonado a una amenaza, y si no fue más claro sus ojos rojos lo confirmaron.
[...]
-¡¿QUÉ?! ¡¿QUÉ?!- Grito David. ¿Alterado? No, eso era poco para describir su estado. -¡NO NO NO NO! ¡LLAMARE A MI PADRE!-
Antes de que pudiera tomar el teléfono, el menor obstruyo su paso. –David no...-
-¿Cómo puedes estar tan tranquilo? ¡ES EL DIABLO!-
-¿Y?-
-¡¿CÓMO QUE "Y"?!
-David tranquilo...- Era más fácil decirlo que estarlo, por algo dicen que hay que temerle más a los vivos que a los muertos, y Lucifer era alguien demasiado vivo para su gusto.
El mayor se dejó caer en el sillón, tratando de asimilar lo que acababa de leer. –No puede ser... A mis padres les dará un infarto cuando se enteren...-
-¡No les puedes decir! ¡Lo dice la carta!-
-¡¿Quieres que le mienta a mi familia y de paso a toda la comunidad mutante?!-
-No sabemos si lo que dice es verdad... Además... Esto puede causar un pánico colectivo...-
Ambos se quedaron viendo el sobre, Harley tomo la carta y contemplo la imagen. Tenían tres meses, tres meses para presentarse en el Lux ¿Por qué? Ninguno lo sabía, pero el menor se hacía a la idea de que todo era por llevar el apellido Constantine. Si en ese tiempo no ponía un pie en aquel club nocturno, David perdía sus poderes a manos del mismísimo "creador" de los mutantes.
[DOS MESES Y VEINTINUEVE DÍAS DESPUÉS]
Apenas piso el lugar y sabía que algo no estaba bien, empezando por esas almas fuera del Lux que le susurraban al oído "No entres...". ¿Tanto miedo le tenían a Lucifer? ¿Acaso estaba subestimándolo? Tal vez... Ese lado casi suicida venia de familia, y estaba claro en las ganas que tenía de golpear al tipo, en vez de temerle como alguien "normal" haría.
-Harley ¿Estás seguro? ¡Puedo entrar contigo! Puedo...-
Pero él no era normal. –No, tengo que entrar solo...-
-Puedo esconderme...-
-Puedes engañar a los demás, pero a Lucifer no... Te va detectar entre la multitud y quien sabe que te haría... No voy arriesgarte...-
El rubio mayor suspiro, no habría poder humano o inhumano que lo hiciera cambiar de opinión, tan parecido a John. –Está bien... Pero por favor ten cuidado, no quiero a un tiburón y un mago tras mi cabeza...- No necesitaba morir para saber que era el infierno, dentro de su mal sana mente podía imaginarse el infierno que pasaría si algo le pasaba a su amigo, su mejor amigo hijo del Rey Tiburón y uno de los Nigromantes más importantes del mundo... Si... Su cabeza, torso, brazos, piernas, etc. ¡Todo rodaría!
-Descuida... En mi testamento te quito toda responsabilidad... Eso y te deje mi Xbox, con la condición de que borres mi historial de Internet... ¡Ah! Y no le digas a Pietro y Peter sobre mi fetiche con pies...-
Y entre fraternales risas y sonrisas el rubio menor se adentró al lugar, el lugar estaba infestado de personas, la mayoría humanos, no es que el tuviera algún complejo pero estaba tan acostumbrado a convivir con otros... ¿Seres? Su padre era un mago, el otro un tiburón, sus mejores amigos eran mutantes y un chico con poderes arácnidos, uno de sus mentores era un genio, millonario, filántropo, y solo estaba mencionando a los vivos... Con eso decía todo.
Mientras Lucifer aparecía, decidió ir por un trago a la barra. –Vaya, vaya... Al fin apareces...- Una voz femenina lo sorprendió por detrás, aquella mensajera morena que tanto lo fastidio con las cartas.
-Tú debes ser Mazikeen...-
-Y tú debes ser Constantine Junior...-
-Harley...-
-Lo que sea...- Con un gesto de su mano pidió un par de tragos al bartender. -¿Cómo esta John?-
-Más vivo que nunca...-
-No me imagine que fuera un hombre de familia... ¿Quién fue la afortunada?-
-Él...- Bebió su trago, mientras que la demonio le miraba como si acabara de revelar el secreto más importante del universo.
-No me jodas... ¿John? ¿John Constantine es tu madre? Yo siempre lo vi como alguien... Activo...-
-Se dice padre gestor... Y es versátil...- Volvió a beber. -Y si eso te impresiona no imaginaras quien es mi otro padre...-
-Eso si me interesa...- Una tercera voz irritantemente familiar hablo detrás suyo. -¿Quién fue la pobre alma en desgracia que acabo entre las piernas de John?-
-¿Celoso Morningstar?-
Con una simple mirada del mayor, Maze se apartó y dejo a ambos "hablar". -¿Celos? ¿De qué?-
-No sé, tú dime... Por algo me has estado molestando...-
-¿Molestar? Yo solo quería conocer mejor al primogénito del "buen" Johnny...- Aquello ultimo dicho con burla.
Harley sabía a qué se refería, si bien su padre no era un Santo, tampoco iba a pagar sus platos rotos. –Si claro... ¿Tan desesperado estas que amenazas con quitarle a David sus poderes? Al carajo Morningstar ¿Qué es lo que quieres?-
El mayor sonreía triunfante. -Sí que eres un Constantine...- En ese momento, el sexto sentido de Harley le decía que acababa de crucificarse. –Ven conmigo...-
[ACTUALIDAD]
En el camino todo había quedado en silencio, David había respetado la privacidad de la mente de su amigo, Harley no dejaba de pensar en todo lo que paso, o más bien en lo que recordaba. Todo había sido tan rápido, en un momento estaba en la barra, al siguiente arriba en el lujoso penthouse de Lucifer. Habían bebido, hablado y discutido...
El mayor burlándose de su padre, él defendiéndolo. Lucifer insistiendo en saber quién era su otro padre, este negándose a decirlo. Entre trago y trago hubo un punto en el que habían hablado de algo... ¿Qué? No recordaba, pero eso lo hizo ¿Llorar? ¿Por qué? Oh no... ¡Había llorado frente a ese imbécil!
Después estaba besándose con Lucifer, una cosa llevo a la otra, y otra a la otra, total... El Rey de las Tinieblas acabo bastante satisfecho con su hemipene... Y sus garras... Y sus colmillos... Pregúntenle a su espalda.
-¿Harley?- La voz del rubio mayor lo saco de sus nublados pensamientos.
-¿Qué?-
-Oye... ¿Es mi imaginación o esa camioneta nos está siguiendo?- La lluvia había cesado, y si no fuera por eso no se habría dado cuenta que una camioneta negra con las luces apagadas estaba detrás suyo.
-¡¿QUÉ?!- Harley volteo y efectivamente había un vehículo, pero por más que enfocaba no lograba ver al piloto. –David...- Un fuerte estruendo fue lo único que escucho, después todo se volvió negro.
[...]
-¿Qué es lo que deseas?-
-Un tequila, sal y dos limones... Pero no te molestes, que tus trucos no funcionan conmigo...-
-Mierda, olvido que eres un Constantine...-
-Si claro... Fue la principal razón por la que llame tu atención ¿No?-
-En parte... Pero la principal razón era ¿Qué hace un joven súper genio mago oscuro en Los Ángeles...? ¿Trabajando de mesero?-
-Algunos desean una vida más simple...-
-Entiendo... Pero me parece un desperdicio de potencial...-
-Cada quien tiene sus motivos... ¿Tu por qué abandonaste el infierno?-
-Oh! Touché...-
[DOS HORAS DESPUÉS]
-¿Tienes idea de lo que es que te juzguen por ser cómo eres?-
-Querido soy el diablo, claro que se eso...-
-No sé cuántas veces me han intentado secuestrar, torturar o matar por ser hijo de... Ya sabes... ¡Joder! Una vez Nergal intentó abusar de mí... ¡Y solo tenía trece años!-
-Hablare con ese bastardo... Seriamente...-
-Gracias, por cierto que bonitos ojos rojos tienes...-
-...-
-Como sea... Yo no voy a pagar los platos rotos de mis padres...-
-Concuerdo completamente...-
-¡¿Tu?! Llamaste a mi padre idiota insufrible...-
-El mío también lo es... Además, se lo dije al idiota insufrible de tu padre, no a ti...-
-¡No te metas con mi padre!-
-Ya, ya, estamos chupando tranquilos...-
-¡JAJAJAJAJAJAJA! Si John me viera... Emborrachándome con uno de sus enemigos...-
-Johnny no es mi enemigo...-
-No has dejado de insultarlo...-
-Sí, pero con cariño...-
-¡JAJAJAJAJA! Qué dulce eres... Ya enserio ¿Qué tienes contra mi padre? Digo, además de que te engaño, dos veces... Y acabo con varios de tus amigos demonios... ¿Qué otra cosa te hizo?-
-A mí no me engañan con facilidad y si lo haces prepárate para las consecuencias... Pero tu padre supo cómo hacerlo con estilo, y eso es algo que debo aplaudir aunque signifique herir mi orgullo...-
-¿A qué quieres llegar?-
-En realidad nada, no tengo nada contra tu padre... Solo me gusta molestarlo, es divertido cuando se le inflama esa vena extraña en su cuello...-
-¡JAJAJAJAJAJA! ¡LO SE! ¡AMO ESA VENA!-
-Johnny es... Es como un amigo malditamente querido que dan ganas de golpear cuando lo ves...-
-Sonaste a Tony hablando de Loki...-
-¿Stark y Laufeyson?-
-Si ¿Los conoces?-
-Por supuesto... Sobretodo a Stark...-
-¡Iugh! No quiero saber tu historial sexual...-
-Y... ¿No quieres ser parte de el?-
Podía sentir sus parpados abrir y cerrar, sus ojos solo contemplaban colores y luces borrosas. Sus oídos zumbaban, sabía que había alguien hablando pero solo escuchaba incoherencias. Intento moverse pero el dolor le punzo todo el cuerpo.
–Tiburoncin...- Aquella voz sonaba como un eco. –Baby Shark... ¿Me escuchas?- El borrón en sus ojos se fue disipando.
-Lucy...- Su garganta se sentía reseca, su instinto gritaba por agua ¿Cuánto tiempo llevaba inconsciente? -¿Qué...?- Un fugaz pensamiento cruzo su mente. -¡DAVID!- Intento levantarse abruptamente, pero eso provoco que se retorciera de dolor.
-¡OYE! ¡TRANQUILO TIBURONCIN!- Lucifer lo retuvo contra la cama.
-¡DAVID! ¡¿DÓNDE...?!-
-¡EL MUTANTE ESTA BIEN! ¡ESTA BIEN!- Logro calmar la histeria del rubio, pero no quitaba la cara de preocupación que tenía por el mutante.
-¡¿DÓNDE ESTA?! ¡¿QUÉ LE...?!-
-¿Podrías preocuparte un poco más por ti? Tu amigo solo se rompió un brazo y una pierna, pero tú casi mueres...-
-¿Qué paso?-
-¿Escuchaste lo que dije? Casi mueres...-
-¿Entiendes que a un Nigromante le importa una mierda si muere?-
El mayor chasqueo la lengua disgustado. –Ustedes los magos oscuros y sus tendencias suicidas... Pero en fin... Fue un intento de secuestro, específicamente el tuyo...-
-¿Quién...?-
-No lo sé... Uno de los autos que les choco abordaba a una mujer...-
-¿Gorda?-
-Si...-
-¿Morena?-
-Si...-
-¿Fea con F de Foca?-
-Si...-
-Waller...- Gruño furioso, sus orbes se dilataron dejando sus cuencas completamente oscuras. –Matare a esa hija de puta...-
-En otro momento esa mirada tuya me excitaría... Pero ¡OYE! Cálmate... No queremos que papá Constantine te vea así...-
La mención de John trajo de vuelta sus ojos azules. -¡¿MI PAPÁ ESTA AQUÍ?!-
-Debe de estar por llegar... También llame al tal Xavier y...-
La puerta se abrió abruptamente en un fugaz movimiento platinado. -¡HARLEEEEEEEEY!- El chico paso de largo casi empujando al mayor. -¡BEBE! ¡ESTABA TAN ANGUSTIADO POR TI!-
-¡PIETRO! ¡BASTA! ¡DUELE! ¡AAAAAAAH!- Grito Harley ante el estrujamiento de su mejor amigo.
-Hey Flash! Le vas abrir las heridas...- Lucifer aparto al peliplateado antes de que la cicatriz de la operación se convirtiera en hemorragia.
-¿Flash? ¡Flash! ¡FLASH! ¡¿CÓMO TE ATREVES A LLAMARME ASÍ?! ¡SOY MUCHO MEJOR QUE ESA ESTÚPIDA TORTUGA COLORADA! ¡¿Y QUIÉN CARAJO ERES TÚ?!-
-¡PIETROOOOO!- Otra voz histérica y jadeante entro a la habitación. –Pi... Pie... Ah... Ta... Ta... Ah... Ta... rado...- Alguien necesitaba hacer más cardio.
-Peter...- Dijo Pietro.
-Lenguaje...- Se burló Harley.
El mayor comenzó a fastidiarse con tanto "mocoso" en la habitación, y con eso se refería a los recién llegados. -Yo me retiro... Te veré después Baby Shark...- Al salir miro de reojo al par "P", sus ojos ardieron en rojo, lo que hizo que los chicos retrocedieran temerosos.
-Ha... Ha... Harley... ¿Qui-Quién es ese?- Pregunto Peter.
-Es una laaaaaarga historia...- Y lo decía en todos los sentidos.
Pasaron veinte minutos entre pláticas, risas y mimos por parte de Pietro por casi perder a su mejor amigo, cuando otra voz resonó en toda la habitación. ¿Acaso en este hospital no conocían el orden, el respeto o el silencio?
-¡HARLEY CHANDLER CONSTANTINE!- Genial, 'mamá John' había llegado, aquel labio partido y su vena punzando en su cuello le decía que se había encontrado con cierto mal querido conocido.
[...]
Después de aquel susto patrocinado por Amanda Waller, Constantine había pegado el doble grito en el cielo: Uno contra Nanaue, por no haber procurado la vida de Harley y dejar a Waller usarlo como chantaje.
El otro contra Harley por haberse involucrado con ya saben, pero a John no le quedo de otra que tragarse su orgullo y agradecerle a Morningstar por salvar a su hijo. Claro, después de unos cuantos puñetazos, no era idiota y conocía bien las sonrisas de Lucifer, por eso se abalanzo contra él al momento de ver aquella que decía "tuve sexo con tu hijo...".
~ ♥ ~
Les había costado mucho convencer a sus padres, pero después de la recuperación estaban decididos a volver a independizarse, no iban a vivir con miedo solo por un altercado, mucho menos Harley, quien en ese tiempo había aumentado sus conocimientos paranormales y ahora tenía más trucos bajo la manga; la prueba estaba bajo tierra, aquellos agentes de H.Y.D.R.A que habían intentado secuestrar a Morgan, por suerte Harley y Peter estaban de visita en la Torre Stark al momento del altercado, solo basto un susto y unos cuantos gritos después los soldados habían caído entre infartos y convulsiones.
Ahora estaban de vuelta en Los Ángeles, esta vez en un hotel y de vacaciones junto con todos sus amigos. -¡VAMOS A LA PLAYA!-
-Harley son las once...- Dijo Peter.
-¿Y eso que?-
-De la noche...- Replico Wanda.
-Aguafiestas...-
Lorna rodó los ojos. -Disculpe usted príncipe del mar...-
-¿Ese no era Aquaman?- Pregunto Pietro.
Harley frunció el ceño. -Aquaman me la...-
-¡CHICOS!- David llego corriendo con una carta malditamente conocida por él y Harley. –Tenemos una invitación...-
[...]
No estaba en su plan volver a verlo, pero ¿Qué más da? Si fue terco la primera vez, sería mejor enfrentar la segunda directamente, además no era tan malo.
-¡MÁS FUERTE!- Era muuuuuy bueno. -¡OH SI! ¡SI! ¡TIBUROGHFRMMMM...!- Su boca fue callada por una de las garras del rubio.
-Ca... Lla... Te...- Jadeo, mientras que con la otra garra se aferraba a la cadera del azabache.
Las manos de Lucifer se aferraban a la espalda del menor, pero sus marcas no eran nada comparada a su pecho y espalda; mordidas de una boca colmillada y garras por doquier, heridas que tardarían mucho tiempo en sanar, como la primera vez. Al parecer Lucy había desarrollado un fetiche.
Unas cuantas estocadas más y la tercera ronda culmino dentro del mayor. -¡AH!- Por piedad sexual el rubio aparto la mano que cubría la boca de Lucifer, ahora comprendía porque Peter le ponía un bozal a Wade. –Ah... Ah...- Cuando el rubio pretendía salir, el azabache lo detuvo. -¡No! Que-Quédate un poco más...-
Quería saber cómo estaban sus amigos allá abajo, esperaba que Lorna no estuviera bailando sobre alguna mesa, o Pietro vomitando por ahí, o Wanda de mala copa queriendo retar y golpear a otros. Aunque... Hasta el momento no había escuchado gritos de Peter o David. –Ya que insistes...- Mientras Troya no arda, se quedaría recostado en el pecho del mayor.
-Estoy... Impresionado...-
-¿De qué? ¿De mi doble pene? Creí que el Rey del Infierno tenía experiencia... Sin ofender pero atrás tienes lugar como para tres...-
Una sonrisa boba se formó en los labios del mayor. -Estos mocosos de ahora, ya ni al Diablo respetan... Pero no lo decía por eso...-
-¿Entonces?-
-De verdad creí que morirías... Podía jurar que vi la sombra de Azrael rondando alrededor de ustedes...-
-¿Y por eso me seguiste en todo el camino?-
-No fui yo, fue Maze... Ella me aviso...-
-Eres un explotador, no sé cómo te aguanta esa mujer...-
-Demonio...- Corrigió.
-Mujer, demonio, duende, vampiro, lo que sea... Espero la hayas recompensado por todo ese trabajo de espionaje...-
-¿Por qué crees que he tenido tanto trabajo en la policía? Tuve que encargarme de los casos yo solo... - Mentía, pero su orgullo le impedía reconocer la tortura de pasar tanto tiempo con Espinoza. -Todo para darle unas semanas de vacaciones con la detective...-
-¿La rubia? ¿Tu compañera? ¿Ellas son...?-
-Si...-
-Ah bueno... Retiro lo dicho, que buen jefe eres... A veces...-
-No soy tan malo como dicen...-
El menor se incorporó un poco a la altura de su rostro. –Lo se...- Lo beso.
-Baby Shark... Volverás a Los Ángeles...-
-No lo sé... David y yo pensábamos vivir en Inglaterra...-
-No era una pregunta...-
Aquello desconcertó al menor. -¿Disculpa?-
-Hay una vacante en la comisaria, más bien dos... Para ti y tú amigo... ¿Qué dices? Detective Constantine suena mejor que Mesero Constantine...-
-Wow! Wow! Espera... No me mal entiendas, pero quise ser mesero precisamente para tener una vida menos desastrosa de lo que ya es...-
-Lo sé, me lo dijiste la primera vez...- El rostro del menor se ruborizo un poco, hasta la fecha no recordaba casi nada de aquella primer noche, ¿Qué tanto había hablado con ese hombre? –Pero existe muchas víctimas que necesitan gente como ustedes... La mayoría aspiran a organizaciones mayores como Los Vengadores, Los X-Men o La Liga de la Justicia, o terminan trabajando por su cuenta o creando su propio equipo... Y está bien... Pero... Se olvidan de los grupos más pequeños como la policía, ¿Tienes idea de cuantos casos hay sin resolver?-
Lo sabía, claro que lo sabía. No había calle en Los Ángeles donde no se topara con un espíritu lamentándose, los que más le dolían son los niños. –Entiendo...-
-¡Vamos! Sera divertido... La pequeña López ansia conocer tus habilidades...-
-Déjame hablarlo con David, pero no te aseguro nada...-
-¿Y si te ofrezco protección? ¿Quién mejor que el Rey de las Tinieblas cuidando tu espalda? Te aseguro que Waller, Nergal, Thanos, Hela o quien sea, lo pensara dos veces antes de querer tocarte un rizo...- Dijo, mientras su mano pasaba entre las hebras cenizas del menor.
-Suena tentador... Pero se defenderme solo, no me subestimes...-
-¿Qué tal esto? Protección total también para tu amigo...-
El rubio hizo un gesto pensativo. -Mmmmm... No lo sé...-
-Que avaricioso eres... ¡Bien! Protección a ti y todos tus amigos, más un pase de por vida en el Lux...-
-¡Mierda! ¡Tengo que ver cómo están!- Cuando pretendía moverse, el mayor lo retuvo.
-¡Espera! ¡Argh...! ¡Bien! Protección, Lux, bebidas gratis y...- Tendría que jugar su última carta. –Una muerte pacifica... No te aseguro nada en el cielo, no es mi área... Pero si te toca ir al infierno, lo cual es muy probable...- Aquello último lo mascullo por debajo, pero obviamente Harley lo escucho. –A tu puerta nunca pasara ningún demonio...-
-Entonces... ¿Mi tortura será la soledad? Que aburrido...-
-Es el infierno, no un parque de diversiones... Pero está bien, te visitare de vez en cuando...-
Sonrió. -Trato hecho...- Sus manos se estrecharon, la sonrisa de Harley se ensancho más hasta comenzar a reír. –Jajajaja...-
-¿Qué es tan gracioso?-
-Hace una semana acepte el trabajo...-
-...-
-...-
-¡¿QUÉ?!-
-El Detective Espinoza me envió un correo... Ya comenzamos a ver departamentos, Peter, Wanda, Pietro y Lorna aprovecharon y vinieron de vacaciones pero tienen que volver a Nueva York, el mundo no se salva solo... David y yo nos quedamos... Llámame Detective Constantine...-
No sabía si reír, enojarse o llorar. -Voy a matar al detective inútil...- Sus ojos ardieron al rojo, otro Constantine lo había engañado.