Protestante •Intendenteplay•

By dassgirl

82.5K 9.7K 7.7K

-Superintendente.. afuera hay una protesta- Habló el comisario Volkov. -¿Cuántas personas son? -Solo 1.. -Que... More

Prólogo.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13
Capítulo 14.
¡ E S P E C I AL !
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Epílogo.

Capítulo 22.

2.2K 269 411
By dassgirl


Y desperté.

Miré para mi lado y Jack no estaba ahí.

Había sido un sueño.

Comprobé que estaba en mi habitación.

—Joder.. —Me puse las manos en mi cara, suspirando con frustración. —No puedo creerlo..

—Hola Gustabo. —Horacio me miró con tristeza, creo que fui muy frío con él.

—Osito.. discúlpame.

—No hay nada que disculpar.. —Se sentó al lado de mi camilla. — Necesito hacerte un pregunta.

—Dime. —Lo comencé a mirar con atención.

—¿Qué es lo que tienes con el Superintendente?

Su pregunta me dejó helado, sabía que en algún momento lo tenía que hablar con él, más con mi actitud de ayer, pero todo esto era tan difícil.

—Nada, simplemente me preocupaba por él —Intenté desviar el tema, pero con la mirada de sarcasmo de Osito, decidí decir la verdad. — El abuelo y yo teníamos algo.

—¿Qué? —Horacio se cayó de la silla en la que estaba, creo que por el impacto que tenía ahora mismo. — ¿Pero cómo?

—Las cosas simplemente se dieron.. —Me rasque la nuca algo avergonzado. —De un momento a otro sentí que lo quería y ya está.

—¡Ay Gustabo! —Mi amigo hizo un facepalm. — No puedo juzgarte, sé perfectamente que a veces el corazón no manda..

—¿De verdad? Pensé que si te lo contaba, jamás podrías perdonarme. —El de cresta se me acercó y me dió un abrazo muy apretado.

—Hemos estado juntos en los mejores y peores momentos, nunca te abandonaría, que me empujaras ese día que nos conocimos, fue lo mejor que has podido hacer. —Me dio un pequeño beso en la frente.

Narra "Gumersindo" García.

—¿Cómo te sientes? —Gringo me sostenía firmemente de la cintura, me había animado a caminar, hace mucho que no movía las piernas.

—Se siente raro caminar después de tanto tiempo eh. —Le di una sonrisa torcida mientras movía una pierna, esto estaba costando.

—Tranquilo, al menos tu herida luce mejor por mis medicinas curativas.

A medida que conocía a este señor, cada vez me agraba más. Era atento conmigo a pesar de ser un completo extraño, me rescató de donde me dejaron esos hijos de puta, me daba alimento, me ayudaba con mi herida... en fin, le estaba agradecido.

—¿Escuchas eso? —Le iba a responder pero justo me puso su dedo en mis labios. —Creo que es un animal herido.

—¿Qué hacemos? —Le susurré al yo también escuchar el ruido.

—Te dejaré aquí para ir a verlo. —Con cuidado, me sentó en el suelo y se fue donde provenía al llanto del animal.

Me quedé mirando el horizonte esperando que el llegara, solo esperaba que aquel animalito estuviera bien. Estuve un buen rato ahí, hasta que lo vi con algo en sus brazos.

—¡Eh Gumer! Mira lo que encontré. —Traía algo pequeño y blanco en sus brazos, ¿Acaso era...?

—¡Una cabra bebé! —Dije cuando me la entregó en mis brazos, era muy pequeña, se veía que tenía su pata mala. —Pobrecita, está herida. —Murmuré con tristeza, aquel animalito se le veía que había sufrido mucho.

—Creo que tiene una conexión especial contigo —Lo miré al rubio esperando que siguiera su frase. — Ambos tiene la pata mala y pues creo que ya se encariñó contigo.

Me reí por su comentario, ambos eramos pata de palo como vulgarmente se dice. Le comencé a hacer cariño en su cabeza y vi que se estaba comenzando a dormir, lo mejor es que la acostemos en la casa para que duerma.

—¿La podemos llevar a tu casa para que pase la noche? Está chiquita, hay que cuidarla. — Dije preguntándole con ilusión, siempre me habían gustado las cabriñas al igual que a mi primo..

Mi primo...

Rogels..

Me pregunto cómo estará ahora, lo extraño demasiado. Teníamos un vínculo que más haya que como primos, lo consideraba mi hermano pequeño. Habíamos pasado tantos momentos juntos que era inevitable que estuviéramos separados tanto tiempo, esto de mi secuestro, sentía que la estaba pasando mal, él es muy sensible, pero por su bien, debo estar escondido por un tiempo, no quiero que muera él ni nadie.

—Puede quedarse, pero debe portarse bien. —Gringo se cruzó de brazos al ver  como celebraba mi triunfo.

—Llévala primero a ella y después me ayudas a pararme, ¿Sí?

—Claro.

Narra Jack Conway.

—Jack, por fin hoy tienes el alta, podrás irte a tu casa —¿Casa? ¿Dónde vivo? —Me avisaron que vendrán a buscarte para llevarte a tu hogar.

El sonido de la puerta me sacó de mi pequeño trance mental, el médico abrió la puerta y era ese tipo con acento ruso que me besó.

—Conway, ¿Cómo se encuentra? —Lo miré de arriba hacía abajo intentado analizarlo.

—Bien. —Dije fríamente.

—Como le darán el alta, lo llevaré a su casa a descansar. —Asentí levemente mientras él y el doctor salían de la habitación.

Me sentía muy bien físicamente, aunque mentalmente no sabía como describir. Sentía como si ahora mi vida estaba en un libro totalmente en blanco, donde las personas que supuestamente me conocen, completan esas hojas vacías. Era como un recién nacido, un niño infante aprendiendo recién a sumar, así me sentía.

Me paré de la camilla con pereza y vi que me habían dejado ropa en la mesita de noche que tenía. Por lo que vi, había una camisa, corbata, pantalón oscuro y unas gafas de sol... ¿De sol? Supongo que está bien.

Me puse con cuidado los pantalones y la camisa, me acomodé la corbata como pude en mi cuello y me miré al espejo. Un sentimiento familiar me invadió, pero algo me faltaba, lo presentía. Miré las gafas que había dejado en el lavabo, las tomé y me las coloqué.

Un fuerte dolor de cabeza me inundó, cerré mis ojos por impulso y vinieron a mí muchos imágenes sin sentido, sentía que iba a explotar en cualquier momento y no era bueno.

"Yo soy tu puto Dios, el puto jefe de esta ciudad"

"Soy el mejor Superintendente"

"¿Tú crees que podrás superarme? Capullo"

Me agarré la cabeza con mis manos, esa voz, parecía mi voz, me estaba volviendo loco. Más imágenes sin sentido aparecieron, no entendía nada de esta situación y claramente quería que parara.

—¿Conway? ¿Está lis... —El tipo ese llegó a donde estaba y me miró asustado.

—Llama a un puto doctor.. —Dije entre quejidos, sentía que literal ahora sí mi cerebro me iba a explotar.

Narra Gustabo García.

—Hola Emilio. —Lo saludé con melancolía al ver que me estaba mirando por el umbral de la puerta.

—¿Qué tal joto? ¿Cómo está tu pata de palo? —su mirada tenía tristeza absoluta, pobre Pablito.

—Aquí vamos, intentado superar cada día —Hice una pequeña pausa. — ¿Qué tal tú?

—Pos tratando de superar su ausencia.. tengo que estar cada día echándole ganas cabrón, es muy difícil.

—Lo entiendo.. —Pensé en contarle lo de Segis, tiene que saberlo. —Segismundo está muerto.

—Era lo más seguro.. ese hombre mos engañó solo para joder al Conway. —Lo miré con pena y él hizo lo mismo, entonces como pude me acerqué, estaba al lado de mi casa, lo apreté contra mí y lo sentí llorar en mi hombro, creo que lo necesitaba.

—Era mi hermano.. no sé como podré vivir sin él.. —Me decía entre lágrimas, sinceramente se me rompía el corazón escucharlo. —Ahora siento como si me hubieran arrancado mi pinche alma.

Estuvo un rato más conmigo, me agradeció y se fue, creo que no le gusta mostrar su punto débil, pero todos de vez en cuando nos quebramos y simplemente explota todo lo que nos llevamos conteniendo hace mucho tiempo.

Narra Horacio Pérez.

Estaba buscando un oufit casual para ir a visitar a Gustabo, le prometí pasar la noche con él, se sentía muy solo el pobre allá en el hospital.

Mientras me ponía mi linda chaqueta de mezclilla que había elegido, sentí mi teléfono celular, me pregunto quién será.

Comisario Enojón.

Hola Horacio.

Disculpa mi impertinencia, pero tenemos que hablar sobre tu amigo y Conway, sé que sabes algo sobre el tema.

Yo.

Hola Volkov, no sé nada sobre eso, estoy tan sorprendido como tú.

Ahora iré a visitar a mi amigo, si me disculpas, adiós.

Suspiré frustrado, nadie podía enterarse sobre lo que ocurrió entre ellos dos por ningún motivo del mundo, esto sí que era algo serio.

Tenía el leve presentimiento que Gustabo era tipo un obstáculo en el camino del comisario hacía Conway, siempre he sospechado que Viktor está enamorado del "Novio" de mi amigo.

Mejor no sigo pensando esas cosas, solo causarán enredos en mi cabeza que luego acabaré por contarle a Gustabo, lo menos que quiero hacer es darle problemas.

En ese mismo instante, volvió a sonar mi celular, al tomarlo, pensé que era Volkov insistiendo pero era mi querido Claudio.

Mi bebé paletita♡

Horacio

Te extraño po ):


Yo.

Yo también:(

Iré a ver a Gustabo al hospital, puedo escaparme un rato para verte :$

Uhh, me gusta la idea

Nos vemos 👀♡

Me reí y apagué el móvil, ahora sí que no me podía desconcertar más, objetivo: Ver a Gustabo.

Salí de la casa rápido y decidí caminar un poco antes de tomar el taxi, quería despejarme un poco después de tanto estrés. El atardecer que había hoy era muy bonito, la brisa estaba ni fría ni caliente, perfecta para la combinación de ropa que elegí.

Tuve que pasar al frente de dos tipos que estaban conversando, pude oír lo que charlaban.

—¿Cuándo crees que organicen otra protesta?

—No lo sé bro, creo que pronto, el otro día un policía le pegó a un tipo.

Al escuchar eso, mi preocupación aumentó, sabía que pronto nos harían presión por el tema que hemos estado muy tranquilos con las protestas, ahora no sabía que hacer, menos con la embarazosa situación de mi amigo, quien le gustaba el Abuelo.

La última vez, lo del tema de Segismundo, no salió para nada bien. Para empezar, Pablito murió por una bala, me golpearon mucho debido a la cantidad de gente, arruiné mi cara por tanto humo y vaya que las cremas no eran muy baratas que digamos.

Decidí pedir un taxi y olvidarme de eso por ahora.

Narra "Gumersindo" García.

Había un lindo atardecer allá afuera, lo miraba a través de la ventana improvisada de la casa. La cabra bebé estaba durmiendo en la pequeña cama improvisada que le hicimos Gringo y yo, había quedado muy cómoda a mi parecer.

—¿En qué piensas? —La voz de mi compañero me distrajo de mis pensamientos.

—Solo extraño a mis amigos y a mi primo, ellos deben creer que estoy muerto. —Le di una sonrisa algo triste.

—Yo también extraño a mis amigos, prácticamente eran mis hermanos.. —Miró hacía otro lado. —Pero un día, decidí que ya ni quería seguir el mismo rumbo que ellos, así que me separé y acabé aquí en medio de la nada, solo totalmente, llegué a creer que iba ser un ermitaño, hasta que tú apareciste.

—Supongo que ambos compartimos el mismo sentimiento.. —Dije tratando de apagar el ambiente de silencio que se generó. — ¿Por qué quisiste separarte? Si se puede saber claro..

—Pues mis hermanos y yo no andábamos en cosas muy buenas... —Lo noté dudoso por su tono de voz. — Eramos una mafia, ¿Vale? Decidí separarme cuando vi que esa ya no era la vida que quería.

—¿Y cómo terminaste acá? ¡Estamos a la mierda de todo! —Exageré mi voz para indagar más sobre él.

—Pues me pidieron con una pistola en la cabeza que me fuera de la ciudad.. por el tema que sabía demasiado de ellos y que podía "joder" sus planes.

—Entiendo.. —La noche había ya llegado y el frío comenzaba a hacerse presente. —¿Cómo que hoy hace demasiado frío no?

—Tienes razón —Me miró con el ceño fruncido mientras intentaba cerrar la venta y puerta con algunas ramas. —Estos palos deberían amortiguar un poco la helada.

Me empecé a acomodar en mi cama improvisada la que estaba en el centro de la casa, a pesar de estar algo tapado, era inevitable sentir mucho frío, la herida me comenzaba a doler.

—Hey Gumer, ¿Quieres dormir conmigo?

Narra Jack Conway.

Desperté en una lugar muy diferente en el hospital, estaba en la que parecía la habitación de alguien. Sentí la comodidad del colchón en el que me encontraba, era como si mi cuerpo estuviera moldeado en él.

Me senté en la cama y comencé a observar el ambiente que tenía ante mis ojos, se podía ver una elegante y fina decoración. Me paré para caminar, cuando vi una foto mía, con la misma ropa que traigo puesta con un montón de policías.

Caminé hacía el pasillo y vi otra foto, yo con un aspecto más joven, con una mujer y dos niños.

—Aaah.. —Comenzó otra vez a doler mi maldita cabeza. —Malditos Dolores..

—¡Conway! — ¿Volkov creo que se llamaba? —Debe tomarse las medicinas que le dió el Doctor.

"Papá, te queremos mucho"

"¡Papito! Eres el mejor"

"Jack, eres el amor de mi vida"

Diferentes voces ahora resonaban en mi cabeza... ¿Acaso soy padre? Ya me volví a confundir. Volkov me llevó hasta el sillón y me sentó, al parecer fue por los medicamentos que aliviaban por completo este dolor de cabeza.

—Tómese la aspirina que le recetaron. —Abrí mi boca y puso la pastilla en mi lengua, me pasó el vaso de agua y comencé a beber.

—Gracias.. ¿Volkov era? —Dije algo adormilado, él dio una pequeña risilla.

—De nada Conway, sabe que yo siempre estaría ahí para usted. —Se sentó al lado mío y comenzó a acercarse.

—¿Qué haces?

—Solo compruebo que esté bien. —Vi con claridad sus intenciones, quería volver a besarme, mientras se acercaba, visualice unos ojos azules potentes y decidí alejarme.

—No. —Le dije mirándolo fríamente, de verdad no quería más enredos en mi cabeza.

—Hmm.. —Lo vi sacar algo de su bolsillo. —Quizás esto le ayude a recordar.

Me extendió algo que parecía ser una placa a simple vista, con desconfianza la acepte y la tomé bruscamente, la observé.

Sentí como mi cerebro recibía una carga de muchos recuerdos a la vez, comencé a recordar, comencé a ver lo que soy, yo sé quién soy.. Todos los momentos que viví volvieron a mí, Volkov, Ivanov, Torrente, Leónidas, Greco.. los recuerdo a todos.

Soy Jack Conway, un hombre autoritario, frío e imponente. Mi esposa murió al igual que mis hijos a manos de un maldito asesino que juré despedazar su cráneo, he luchado toda mi vida, llendo de lado a lado sin rumbo fijo, para quedarme aquí, en Los Santos.

Soy el puto Superintendente de esta ciudad, soy el jefe, soy Dios.

Soy Jack Conway.

—Yo soy Jack Conway.. —Susurré bajito. —Soy Jack Conway...

—¿Comenzó a recordar? —Volkov me miraba conmovido, como si estuviera a punto de llorar. —¿Me recuerda?

—Volkov hijo de puta, ahora te recuerdo perfectamente. —Le di un fuerte abrazo mientras sentía como lloraba en mi hombro, yo igual derramé una lágrima, me sentía muy emocionado.

—Pensé que nunca me iba a recordar.. pensé que ya no volvería al cuerpo.

—¿Y quedarte tú como Superintendente? En tus sueños capullo.

Me paré y miré hacía la ventana, prepárate Los Santos, el Jefe volverá muy pronto a la acción.

Y se encargará de acabar con todos los protestantes de mierdas.

Narra Gustabo García.

Habían pasado 2 días que, según Horacio, Conway estaba dado de alta, la verdad es que estoy preocupado por su estado.

Los doctores estaban contentos con mi evolución de la pierna, decían que pronto me iría a casa, solo tenía ganas de irme de este puto hospital, estaba harto de las sopas que somos sabían a culo.

Apenas saldría de aquí, llamaría a Rogelio para contarle sobre Segismundo, no he podido obtener contacto con él, Osito no tenía su número celular.

Emilio también me preocupaba, su estado mental no era el mejor y podía hacer cualquier locura, no es bueno dejarlo solo en estos momentos.

Prendí la televisión, estaba muy aburrido con solo mi subconsciente.

"Aquí con las noticias locales de Los Santos, queremos informar sobre algo de nuestro gran Superintendente. Jack Conway, sufrió un accidente automovilístico que gracias a eso, sufrió de amnesia temporal, la cual ya recuperó la memoria según la entrevista que dió, ahora lo tenemos aquí en vivo.

—Jack Conway, ¿Cómo se encuentra usted después de vivir tantos sucesos?

—Me encuentro de puta madre.

Mi corazón dió un vuelco al verlo en vivo y en directo, estaba tan guapo.. solo tenía ganas de atravesar la tele y darle un abrazo.

—¿Tiene algo que decir sobre los últimos sucesos que han ocurrido en la ciudad?

—Mis agentes me han informado sobre eso, la verdad es que yo no recuerdo nada, pero tengo un mensaje para todos los protestantes de mierda que están viendo esto:

"Esta es mi puta ciudad, iré por cada uno de ustedes si se siguen atreviendo a hacer protestas de mierda."

Tiré el control a la mierda y comencé a llorar, no podía ser, lo habían puesto en mi contra, lo peor es que ni siquiera se acuerda de haberme conocido.

Simplemente..

Quería que me recordara.

Hola! /suelo

Aquí el capítulo más largo que he escrito, lol, partí a las 11:30 p.m. y recién terminé a las 03:24 a.m (Horario Chile)

Tuve unos problemas, pero se arreglaron antes de lo esperado  ^^ aquí tamos.

Ahora me voy a hacer la murision

Wena noche.













Continue Reading

You'll Also Like

46K 2.8K 11
Sora y Shiro pasaban sus días como siempre, hasta que la pequeña le propone a su hermano un juego, "el que pierda tendrá que cumplir el deseo del otr...
323K 24.7K 53
Historias del guapo piloto monegasco, Charles Leclerc.
6.6K 759 35
-inserte descripción- [Personajes propiedad de Scott Cawthon] #1 fnafau - 11/07/22 ••• Nota: Se que los de la portada no son William y Henry pero se...
2.3K 185 10
hola mucho gusto mi nombre es Joo Jaejing, si lo se mucha creatividad con mi nombre, pero eso no importa tengo 10 años soy la unica hija del campeon...