Escapando del infierno (+21)

By girl_blue_666

43.3K 2.8K 1K

Adrien nunca había viajado a Estados Unidos, pero cuando tienes una ex psicópata, cualquiera lo hace ¿No? Pu... More

PERSONAJES
Praesagium
⚠️ ADVERTENCIA ⚠️
CAPÍTULO 1 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 2 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 3 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 4 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 5 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 6 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 7 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 8 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 9 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 10 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 11 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 12 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 13 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 14 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 15 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 16 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 18 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 19 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 20 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 21 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 22 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 23 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 24 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 25 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 26 (CORREGIDO)
Capítulo 27 (CORREGIDO)
CAPÍTULO 28 (CORREGIDO)
Capítulo 29 (CORREGIDO)
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36; Parte 1
Capítulo 36; Parte 2
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40 //FINAL//
Epilogo
Praesagium
⚠️ NOTICIA IMPORTANTE ⚠️
EXTRA
EXTRA 2
EXTRA 3
EXTRA 4
EXTRA 5
CONTINUACIÓN
EXTRA 6

CAPÍTULO 17 (CORREGIDO)

658 55 0
By girl_blue_666


Hanna Morgan

— Que sea una sorpresa, ¿Si? — Asiento mirando a Chad y le ayudó a entrar la mesa con ruedas a mi cuarto. Miro detenidamente toda la comida y me lamo los labios.

»— ¿Todavía no despierta? — Señala a Adrien en la cama y niego.

— Despertó cuando se fueron, después fue al baño a vomitar y ahora está fermentando. — Ambos reímos y luego Chad sale cerrando la puerta de mi cuarto.

Pasó la toalla de baño por mi cabello una vez más y tomo mis maletas llevándolas al armario.

La noche anterior papá y Sasha no llegaron a la casa, asique no cenamos con ellos. Mientras lo hacíamos, Alex tuvo la genial idea de fingir que yo todavía no llegaba, así cuando comenzará la cena de cumpleaños hoy, yo asombrará a papá con mi presencia.

Todos concordamos en que sería una divertido, asique todo el día estaré dentro de mi cuarto junto a Adrien.

Abro las maletas y me visto con un jeans suelto y un top color mostaza, tomo un par de zapatillas negras de la maleta de zapatos y luego me miro en el espejo frente a mí. Miro mi ombligo pensando en la idea del piercing y niego yendo por mi maleta de maquillaje, la abro y saco mi estuche yendo al escritorio en mi cuarto.

Enciendo las luces blancas y sonrío viendo mi reflejo.

— Eres tan caliente. — Le lanzo un beso a mi reflejo y voy sacando mis sombras dejándola sobre los libros.

»— Cuando llegué a San Francisco te regalare una polla, dos si todo sale bien. — Murmuro presionando mis dedos sobre mis labios para luego dejarlos en el reflejo de ellos.

— Justo cuando pensé que no podías ser más narcisista, me sale con que le coqueteas a tu espejo.

Miro a través del reflejo a Adrien sentarse en la cama y sonrío divertida.

— ¿¡Qué dices!?

— Eres cruel. — Vuelve a recostarse sobre mi cama y se cubre el rostro con su antebrazo.

Qué imagen más caliente me está dando ahora mismo. ¿Lucirá así después de una noche cogiendo?

Vuelvo a concentrarme en mi maquillaje, pero a mi mente vuelve el beso de anoche.

Fue un beso candente, comenzó lento y luego fue subiendo la temperatura de mi cuerpo con los toques de su lengua.

Nunca me había calentado tanto sin que me tocaran el resto del cuerpo.

Lástima que se levantó rápidamente y fue a vomitar a mi baño, bueno no, no es una lástima, no me hubiese gustado que me vomitara en la boca.

Hago una mueca recordando sus arcadas.

Después volvió a acostarse y no despertó más. ¿Recordará que nos besamos?

— ¿Cómo es que termine en tu cuarto?

Ahí está mi respuesta.

— ¿Qué es lo último que recuerdas?

— Apostaba shots con tus hermanos y me hacían preguntas sobre cuánto sabía, si ya me habías dicho todo, si tenía claro mi lugar y otras cosas que no recuerdo.

— Bebiste un montón, te llevaron con el doctor de los guardias y luego vinieron a dejarte a mi cuarto porque necesitabas dormir. — Le miro a través del espejo y asiente lentamente. Quita su brazo y luego me mira.

— ¿Algo más?

— Vomitaste como una hora en mi baño. — Señalo la puerta y él hace una mueca. — Luego dormiste y ahora despertaste.

Asiente lentamente y señala el baño.

— ¿Puedo tomar una ducha? — Asiento mirándolo y él se levanta de mi cama con pereza. Entra al baño cerrando la puerta y yo sigo maquillándome con calma.

Pongo una ligera capa de sombra dorada y delineo mis ojos con una línea delgada y larga. Baño mis labios con el bálsamo labial que me dio Tania y peino mis cejas con cuidado. Verifico cómo cada día que no haya un vello creciendo y luego peino mi cabello con delicadeza.

Al terminar me levanto yendo otra vez al armario dejó el estuche de maquillaje en la maleta y tomó mi perfume La Nuit Tresor rociando con delicadeza mi cuello.

Mi perfume desde hace cinco años, estoy enamorada de él.

Salgo del armario y hago mi cama escuchando el agua caer en la ducha del baño.

¿Por qué no le dije del beso?

No lo considere algo especial, ni tampoco importante, el chico estaba ebrio y nunca me hubiese besado sobrio, asique si supiera que lo hizo, se sentiría mal.

Tiene ese aire de goodboy demasiado impregnado en él, incluso dudo que sea de los que besa a las chicas antes de hacerlo oficial.

Y conmigo nunca podrá hacerlo oficial porque no soy su tipo de chica.

Soy el tipo de chica de solo una noche.

La chica que tu madre reza por nunca tener de nuera, la nuera que tu padre gustaría tener en la cama, la cuñada qué tus hermanas envidian y tus hermanos desean en secreto.

Y nunca podría tener algo oficial, mucho menos con un príncipe azul.

Voy hacia mi teclado quitando la tapa y comienzo a afinarlo comiendo algunas fresas del desayuno qué me trajo Chad. No pasa mucho tiempo hasta que Adrien sale del baño con una toalla en la cintura.

— Hurensohn. — Suelto el afinador del teclado y tengo que apoyarme en la pared con la imagen que tengo frente a mí.

*Hijo de puta <<alemán>>

Su cabello húmedo luce negro en este momento y lo seca con una toalla de forma distraída, aprovechó de eso para devorarlo con los ojos.

Los músculos de sus brazos se marcan al tenerlos por sobre la cabeza y me deleito con la imagen de las gotas caer desde sus hombros hasta sus pectorales, pectorales que lucen bastante firmes.

Lamo mis labios imaginando como será morderlos.

Bajo lentamente mi mirada por su piel tostada y trago la saliva que comienza a llenarme la boca al ver... dos, cuatro, mierda, seis cuadros bien marcados en su abdomen.

Se nota que ejercitar es su pasión.

Una ligera línea de vello negro se pierde bajo la toalla blanca... Oh y ni hablar de esa V marcada, que indica el camino hacía el tesoro escondido bajo la toalla de baño.

Esa V es todo lo que está bien en el mundo.

He visto muchos cuerpos masculinos, algunos marcados, otros no tanto, otros muy marcados, y otros que nunca entraron a un gimnasio, sin embargo, nunca había visto uno que me empapara las bragas tan rápido.

El hombre frente a mi tiene el cuerpo de un jodido Adonis.

Tú lo ves y entiendes a su ex celopata.

Saco mi móvil y le saco una foto mientras sigue secándose el cabello. ¿Por qué lo hice? No lo sé, pero creo que esta foto debería estar en un museo.

— ¿Me sacaste una foto?

— No. — Se la envió a Thomas sonriendo.

Adrien me mira ladeando ligeramente su rostro y alzó una ceja esperando que hable.

— Hanna escuche cuando la sacaste.

— ¿Por qué te sacaría una foto?

Se cruza de brazos alzando una ceja y vuelvo a bajar mi mirada hacía la toalla que se sacude con sus movimientos.

Por favor diosito, nunca has estado para mí, pero ahora te pido de rodillas mentalmente, que haya un terremoto que haga que esa maldita toalla se caiga.

— Muéstrame tu galería si no sacaste nada.

— Tengo muchas fotos de penes ajenos, no querrás verla. — Guardo el móvil en mi bolsillo trasero y trago saliva cuando comienza a caminar hacía mí.

Sus piernas son tan atléticas y la capa de vellos que tiene es tan delgada que me calienta. Es un hombre y no un mono gracias a los cielos.

Se para frente a mí y por primera vez en mi vida quiero ser sumisa por completo.

Mentalmente incluso le extiendo mis muñecas juntas para qué me amarre a donde sea y me dé una buena follada.

Carajo... Quizás si soy ninfómana, solo pienso en sexo.

— Dame tu móvil.

"Ponte de rodillas" Si, esa orden suena mucho mejor.

Su voz sigue enronquecida por todo el alcohol que bebió y le da un toque más caliente a todo lo que sale de su boca.

— No quiero dártelo. — Pongo mis manos tras mi espalda apoyando está por completo en la pared. Sonrió con malicia por todos los pensamientos que estoy teniendo y lo miro fijamente a los ojos.

Adrien me mantiene la mirada y toma mi mentón con su mano todavía húmeda.

El beso de ayer vuelve a mi mente.

— Dame tu móvil, Hanna. — Se inclina hacia mí sin dejar de mirarme y el olor a jabón y menta me hace temblar.

— Oblígame. — Alzo mi cabeza hacía la suya rozando nuestras respiraciones.

No sé aparta, para mi sorpresa, se acerca tres pasos más haciendo que el nudo de su toalla choque contra mi vientre.

Cómo desearía que fuera otra cosa.

— Hanna no me hagas... — Sigue sosteniendo mi mentón y veo sus ojos oscurecerse ligeramente.

— ¿Perder el control? ¿Cómo esa vez que use ligueros? — Susurro y siento su respiración caliente volverse pesada contra la mía.

Ninguno dice nada y la tensión en el cuarto crece. La tensión y yo no somos buenas amigas así que rodeo su torso y lo beso con ganas poniéndome de puntillas.

Adrien no sé queda atrás y me lo devuelve con desesperación tirando de mi labio inferior con sus dientes.

Su mano baja a mi cuello y lo aprieta con fuerza apegándome más a su boca.

Fuego puro es este puto príncipe azul.

Me pierdo entre los toques húmedos de su lengua y los movimientos apresurados y seguros de sus labios. Acaricio su espalda húmeda con mis palmas abiertas y las bajó lentamente hasta su culo apretándolo con fuerza.

Se carga un buen culo, admito que desde que lo vi tengo ganas de estrujarlo entre mis dedos.

Adrien gruñe en mi boca y sus manos rodean mi cintura apegándome por completo a su cuerpo. Sus labios dejan los míos y dejando besos por mi mejilla y mandíbula, bajan hasta mi cuello donde muerden y succiona de manera extraordinaria.

Su lengua da un largo trazo hasta el lóbulo de mi oreja y siento que me derrito como mantequilla en cuchillo caliente.

Suelto un gemido sin evitarlo y siento su sonrisa contra mi piel.

Sus manos bajan a mi culo apegándome más a él y mordiendo el lóbulo de mi oreja, se aparta por completo de mí.

Le miro todavía perdida por el placer que me dio su boca y me conecto con el mundo al ver que tiene mi móvil en sus manos. Fue una estrategia.

— ¿Contraseña?

— Hurensohn.

*Hijo de puta <<alemán>>

— No sé alemán. — Me mira divertido lamiéndose los labios hinchados.

Nunca nadie me había dejado con las ganas, todos suelen complacerme hasta el final, y él tiene el descaro de ser el primero.

Lo odio.

¿Por qué nunca puede darme lo que quiero?

Tomo el móvil haciendo que se desbloquee con mi rostro, el chat de Thom es lo primero que aparece y él hombre frente a mi toma rápidamente el móvil.

— "Trescientos dólares en ropa a qué te lo tiras". — Lee el mensaje divertido mirándome de reojo y luego abre la foto alzando una ceja.

»— Lamento defraudarte, Thom, pero no tendrás trescientos dólares en ropa. — Le manda un audio y me extiende el móvil con una sonrisa.

— Cuidado Volkov, yo igual podría comenzar a besarte para conseguir lo que quiero. — Tomo el móvil guardándolo otra vez.

— ¿Y qué te asegura qué te dejare? — Ríe divertido y va por su maleta que está junto a la puerta.

Estoy tentada a decirle que anoche él me beso primero.

Entra al armario con su maleta y me giro terminando de afinar las últimas notas del teclado.

No me gusta esto, siempre tengo lo que quiero cuando lo quiero, y nadie se aparta una vez ya me tocó. Necesitan terminar el recorrido o se vuelven cavernícolas hormonales. Un caso es Reed, no aguanto una sesión de besos y se tocó en mi baño.

¿Qué hay de Adrien? ¿Se calentó igual que yo con esos besos?

Miro las puertas del armario unos segundos y me siento frente al teclado sonriendo. Obvio que se calentó, fue a mí a quien beso.

¿Quién no se calienta con la atención especial de Hanna Morgan?

— Caerás Adrien, no eres especial en el mundo. — Murmuro tomando una tablatura y la pongo frente a mi ubicando mis manos sobre las teclas.

La mansión es lo suficientemente grande para que yo toque sin preocuparme de que papá o Sasha me escuchen.

Muevo mis dedos lentamente por las notas leyendo la partitura, trato de concentrarme en ella, pero los recuerdos de la última vez que la toque me invaden.

OCHO AÑOS ATRÁS

Tocó el SI mayor con mi meñique y lo quito con lentitud mientras mi cuarto comienza a retumbar por aplausos. Sonrío negando y me giro abrazándome a mí misma mirando al chico sobre mi cama.

— Fue hermoso, Hanna.

— Todavía le faltan algunas cosas, Franchesca la leyó y...

— Franchesca te envidia, por eso dice que tu trabajo está incompleto. — Se levanta de la cama y me extiende su mano sonriendo.

— No me envidia, ella es perfecta. — Hago una mueca y él me mira mal.

— Dame la mano.

La tomó con una ligera sonrisa porque ya sé lo que hará. Avanzamos hasta el espejo amplio de la pared y se para detrás de mí con sus manos sobre mis hombros. Toma mi mentón con delicadeza y no la quita hasta que miro el reflejo de mis ojos celestes.

— ¿Que ves?

— Una pareja interracial en pijama ya que la noche anterior hicieron el amor. — Alzo mi mirada con una sonrisa a sus ojos y él niega divertido.

— Hablo en serio, Hanna.

Rio y me abrazo a mí misma mirando detenidamente mi reflejo.

— Veo cabello rubio, es como el de Barbie, ¿No crees? — Aarón asiente apoyando su mentón en mi cabeza.

— Barbie lo envidia. — Sonrío negando y baja sus manos por mis brazos abrazándome contra su pecho con fuerza.

— Veo una nariz respingada, fina y delgada. Cejas gruesas y formadas, por cortesía de la novia de Chad.

— La novia de Chad se merece el cielo. — Ambos reímos y el chico asiente hacia mí para que siga hablando.

— Veo labios sanos, bien proporcionados de un color ¿Durazno?

— Color durazno con sabor a fresas. — Me guiña un ojo divertido.

— Interesante aclaración. — Rio mirando otra vez mis labios, los cuales ahora están estirados en una sonrisa amplia. — Veo dientes sanos y blancos que alegran a mi dentista.

Dientes sanos que nunca se vieron afectados por toda la mierda que me metí.

»— Veo una piel sana digna de comerciales de cremas. — Miro mis ojos otra vez y suspiró profundamente. — Y veo ojos claros como el cielo de verano, aunque en el borde son azules como el océano.

— Tus ojos son hermosos.

Son iguales a los de Sasha.

Sonrió ligeramente y abre el nudo de mi bata de baño dejando que se vea mi cuerpo desnudo

— ¿Quieres que siga por ti? — Su voz dulce susurra a mi oído y asiento mirándolo dejar suaves besos en mi hombro.

»— Veo un cuerpo sano, algo delgado, pero nada qué las sopas de pollo de mi nana no puedan arreglar. — Ríe dejando caer la bata a nuestros pies.

»— Brazos delgados pero fuertes, unas manos talentosas que anoche me demostraron que toman bien otras cosas aparte del piano.

— Idiota. — Rio negando y trato de cubrirme, pero él toma mis manos entrelazando nuestros dedos.

— Veo clavículas marcadas, con unos lunares preciosos, veo pechos hermosos con pezones rosados... Muchas mujeres desearían tenerlos, ¿Lo sabes?

Asiento desviando la mirada.

— Hanna míralos, — Me habla con calma. — Muchas van a envidiarlos, y eso no significa que debas avergonzarte de ellos, no es tu culpa tu genética, no dejes que su envidia te hunda.

Asiento ligeramente y los tocó con cuidado.

»— Son perfectos y no por su tamaño o su forma, por qué son tuyos, debes grabarte eso. Todo en tu cuerpo es perfecto no por sus medidas, por qué es tuyo.

Deja un beso en mi hombro tomando mis manos otra vez y entrelaza nuestros dedos con cariño.

»— Es perfecto porque le pertenece a Hanna Morgan, ¿Entendido? Eres la persona más atractiva del mundo y todos lo saben, es hora de que tu también lo sepas.

— ¿Que más ves?

Aarón sonríe.

— Veo un abdomen plano con un ombligo redondo y alargado muy bonito. — Ríe y mete su índice en el haciendo que contraiga mi abdomen apartándolo.

— Duele. — Rio cubriéndolo y él vuelve a besar mi hombro.

— Anoche creo que escuche algo parecido.

Le doy un codazo en el abdomen riendo y él pone sus manos en mi cintura con una sonrisa.

»— Veo una cintura delgada y caderas anchas de ensueño, curvas qué no deberías ocultar bajo ropa holgada, porque hasta anoche nunca pensé que tu cuerpo fuera así. — Desliza sus manos hasta mis caderas y bajan a mi culo apretándolo ligeramente.

»— No lo veo, pero si toco un trasero grande y duro. ¿Cuantos escalones subes?

— Subo y bajo cuatro escaleras de quince peldaños todos los días, de lunes a viernes.

— Sumare eso a mí rutina de ejercicios. — Ríe arrodillándose y deja un beso en una de mis nalgas.

»— Veo también unas piernas fuertes y largas. — Desliza sus dedos por mis muslos hasta llegar a mis pies.

»— Y unos pies bonitos con uñas bonitas, mmm, ¿Quieres que te cuente uno de mis fetiches? — Me mira a través del espejo divertido y yo rio arrugando el rostro.

— Eres un asqueroso.

— Sueño con llegar de la graduación, quitarte los tacones y besar...

— ¡Ya! — Aparto mis pies cuando los va a besar y rio recogiendo la bata. — Te odio.

Aarón se levanta y me ayuda a ponerme la bata mirándome con una sonrisa.

— Me amas, Hanna. Nunca amaras a alguien tanto cómo me amas a mí. — Tira del cinturón de la bata y me apega a su cuerpo lamiéndose los labios. — Y yo nunca amaré a alguien tanto como te amo a ti.

— ¿Nunca? — Rodeo su cuello rozando sus labios y él deja un corto pero apasionado beso en los míos.

— Me lo dije a mi mismo cuando te entregaste a mí en cuerpo y alma. — Señala la cama y luego toma mi rostro con sus dos manos. — Te amo demasiado Hanna, y prometo sacarte del infierno en el que vives.

Mi pecho se aprieta y mis ojos pican mientras miro sus ojos grises.

— ¿Lo juras?

Aarón es el uno de los pocos que sabe de la mierda que me hizo Sasha.

— Lo juro. — Besa mis labios una vez más y me abraza con fuerza. — Siempre te protegeré, Hanna.

Sonrío y lo vuelvo a besar avanzando a la cama otra vez.

— ¿No tocaras otra canción para mí? — Sonríe y acaricia mi mejilla.

— Una más y volvemos a la cama. — Me levanto riendo y él se recuesta en la cama divertido.

— ¿No fue suficiente lo de anoche? Vaya Hanna, al parecer tendremos que comprar muchos condones cuando vivamos solos.

— Que aburrido eres, ¿Quieres que usemos condones? — Me siento frente al teclado riendo y un calor agradable se expande por mi cuerpo cuando él chico de piel oscura se carcajea desde mi cama.

Nos iremos juntos, me salvara del infierno.

ACTUALMENTE

Enamorarse es patético.

Voy levantando lentamente mi meñique del SI mayor y un sabor amargo recorre mi boca al no escuchar aplausos. Tomo la mesa con comida acercándola a la cama y me siento sobre ella sirviéndome un vaso de jugo de naranja mientras como un waffle con fresas.

— ¿Qué canción era? — Ambas puertas del armario se abren y le doy un largo trago viendo al hombre frente a mí.

Se ve igual de sexy vestido o semidesnudo.

— Una que nunca habías escuchado. — Señalo la mesa y él toma la silla de mi escritorio sentándose frente a mí.

— Es magnifica, si te soy sincero, tuve ganas de suicidarme dentro del armario, pero las últimas notas estaban cargadas de esperanza... ¿Qué te inspiró a escribirla? — Me mira de reojo mientras pone jarabe a su waffle.

— Una sobredosis de cocaína.

Adrien ríe negando sin creerme y se sirve un vaso de jugo mirándome fijamente.

— Lo que sea que te haya pasado, me alegro que lo hayas superado.

Asiento y vuelvo a mirar el piano metiendo el waffle a mi boca.

Si Sasha no le hubiese dicho a Aarón de mi pasado con el polvo de hadas, probablemente me hubiese ido con él. ¿Qué clase de mujer seria ahora?

Seguiría siendo millonaria, sexy obviamente también, pero... ¿Qué hay de ROM? ¿Thomas, los hermanos Steven, Tania e incluso Sean? Salvándome a mí, también logre ayudarlos a ellos.

No sería quien soy ahora, y me gusta quien soy ahora.

Aprendí a amar el infierno del que nunca pudesalir.


Continue Reading

You'll Also Like

24.5K 2.6K 36
QUINTA Y ÚLTIMA PARTE DE GREEK GODS: "Hades: El dios del inframundo" Para Hades "Greek Gods" era su familia y ahora ya no queda nada de lo que el lla...
28.1K 3K 13
Kim SeungMin ha estado enamorado del mejor amigo de su hermano mayor, Bang Chan, desde que tenía trece años de edad. Cuando su novio, WonPil, rompe c...
205K 16.3K 55
Ray Ravens, un hombre guapo, inteligente, millonario, caballeroso, el chico perfecto que todas las Mujeres de Nueva York desean. Él mantenía una vida...
200K 13.3K 35
Después de dar por terminada su relación, Kyle Graham aun se niega a soltar a Maya Franklin. El esta convencido de que ella es su verdadero y único...