Esa noche fui a ponerme la pijama que su hermana me había prestado y al terminar regresé a la cama, no pasó mucho tiempo hasta que nos volvimos a quedar dormidos.
A la mañana siguiente me despertó el sonido de un trueno, miré la hora en mi teléfono y me di cuenta de que sentía el pecho pesado, miré hacia abajo y noté una cabellera recostada sobre mí y un brazo envolviendo mi cintura, volví a recostarme al ver que eran cerca de las cuatro de la mañana; alcanzaba a distinguir muchos ruidos en la parte de abajo de la casa, no era muy común para mí escuchar movimiento tan temprano en una casa, pero suponía que era porque sus padres debían ir a trabajar.
Pensándolo dos veces y un poco temerosa, comencé a acariciar el cabello de Cazz, pasé mis dedos por entre su cabello de la raíz hasta la punta repetidas veces haciendo que el chico me abrazara con un poco más de fuerza, como si sintiera que se alejaba y no quisiera separarse.
Así pasó el tiempo hasta que volví a quedarme dormida, no volví a abrir los ojos hasta notar la luz entrar un poco por las pequeñas hendiduras de la persiana, la paqueña presión que había sentido en mi pecho como hacía un rato había desaparecido y Cazz se encontraba sentado en el escritorio frente a la computadora.
—¿Tan temprano y ya estás frente a un monitor? Dios, que pereza me das. —Dije sentándome y me recargué en la almohada en la que estaba acostada.
—Uy, buenos días a ti también señorita "duermo doce horas seguidas y no paro de quejarme".
—Deja en paz mis quejidos ¿quieres? —Fingí indignación y sonreí, el chico rodó los ojos y sonrió mientras negaba con la cabeza.— ¿Llevas mucho tiempo despierto? —Pregunté tallando mis ojos y salí de la cama sentándome en la orilla, frente a él.
—Un poco, sí.
—¿Y por qué no me levantaste?
—No lo sé, te veías tan tierna y cómoda ahí acostada, que preferí no molestarte.
—¿Tierna? —Dije repitiendo algo confundida.
—Y cómoda. —Completó citandose a sí mismo para evitar mi pregunta.
—¿Sabías que te mueves un montón en la noche? —Me levanté y caminé hacia donde había dejado mi ropa la noche anterior.
—Pff, claro que no. —Se giró sobre la silla y me miró.
—Claro que sí, en la mañana me desperté y aún estaba lloviendo. Quería pararme a ver qué hora era pero no pude levantarme porque al parecer, soy una almohada muy cómoda.
—Becca, si me acosté en tu hombro es porque estaba muy cerca del cojín en el que estaba acostado, no es mi culpa que te adueñaras de la cama completa. —Se encogió de hombros excusándose.
—Estabas encima de mi pecho, tonto. —Le dije y lo miré pero de inmediato miró a otra parte.
—¿Y por qué no me quitaste de encima?
—No lo sé, te veías tan tierno y cómodo que no te quise despertar. —Repetí exactamente lo que me había dicho e imité su voz haciendo que ambos riéramos.— No, pero en serio no quería despertarte, era muy temprano y recordé que habías mencionado lo cansado que estabas la noche anterior y el incidente que tuvimos en la madrugada... Solo te acaricié el cabello.
La habitación se quedó en silencio, miré mis manos y sonreí al recordar la textura de su cabello y cómo me abrazó con más fuerza como si no quisiera soltarme; Cazz se tapó el rostro con ambas manos.
—Dios, que vergüenza, definitívamente no estoy hecho para compartir la cama.
—Descuida, es algo normal, supongo. Emi también hace algo parecido cuando se queda dormido.
—No le dirás a Emi que pasaste la noche aquí, ¿o sí?
—¿Por qué no? No pasó nada. —Él me miró con cara de "¿Es en serio que le vas a decir? Emi me odia" y lo pensé un poco más.
Si bien era verdad que no había pasado nada, no sé qué tan bien se tomaría Emi que me hubiera quedado a dormir en casa de Cazz. Desde que le había pedido a Emi que fuera mi novio, sus celos hacia Cazz habían disminuído pero no dejaba de verlo de mala forma cuando me hacía reír o me quedaba platicando con él en el receso o después de clases.
Emi tenía un ego muy grande y era orgulloso pero su autoestima era estandar, siempre era algo arrogante y ególatra en cuanto al tema de las chicas, incluso me podría atrever a decir que tenía un poco de 'fuckboy' en su forma de ser, pero seguía siendo un chico tierno y tímido conmigo. No quería que por decirle algún comentario fuera de lugar, se lo tomara muy personal y lo hiciera enojar.
—¿Sabes qué? Creo que tal vez sólo le diré que vine a tu casa. No me puedo creer que siga sintiendo celos de ti.
—¿De verdad? —Asentí con la cabeza.— Vaya, nunca creí que alguien se sintiera celoso de mi.
—Pues a Emi de repente le dan unos ataque de celos, que no me vas a creer, me ha pedido que deje de hablarte.
Ambos reímos y después de unos minutos, bajamos a desayunar. Los padres de Cazz no estaban, como era de esperarse, él me dijo que regresarían para el almuerzo si no surgía nada urgente en el hospital y después de que terminaramos el proyecto, me llevarían a casa. Cam estaba abajo y platicamos con ella mientras comíamos.
Al cabo de unas horas, ya estabamos finalizando nuestra exposición. Estabamos tirados en el piso de su alcoba poniendole fin a los últimos detalles cuando sus padres llegaron; escuchamos a su hermana caminar por la habitación de a lado y después la vimos asomada por el umbral de la puerta.
—Mis papás ya llegaron y trajeron comida china —Dijo llamando nuestra atención y la volvemos a ver—, voy a bajar por mi charola, por si ya quieren ir a comer.
—¿Nos puedes traer una por favor? —Le pidió Cazz haciendo un puchero y juntando sus manos en forma de súplica.
—Sí, ya qué. —Dijo su hermana dándose la vuelta y salió de ahí. Fijé de nuevo mi mirada al techo y suspiré soltando un quejido.
—¿Qué? ¿Otra vez ya te dormiste? —Dijo girándose para verme.
—No. —Imité su movimiento y quedamos frente a frente.— Es solo que estoy un poco estresada, me duele la cabeza y aún tengo que pensar en qué voy a entregar de proyecto para el curso de fotografía.
—Quizá yo pueda ayudarte en eso.
—¿De verdad?
—Seguro. A mí hermana le gustan las fotos y siempre me pide que le haga algunos retratos, así que me pongo a buscar lugares relativamente cercanos para una buena sesión. Podría llevarte a algunos de esos y puedes llevar a alguien para fotografiar.
—Eso sería bastante genial, gracias. Tengo un par de semanas pero mientras termine antes, es mejor.
Cam subió otra vez, nos llevó una caja con comida china a la habitación y luego nos dejó solos. El proyecto estaba listo, Cazz lo llevaría el lunes a la escuela y expondríamos. Luego de comer comencé a guardar todo en mi mochila y me puse zapatos.
—¿Ya te quieres ir? —Preguntó el chico desde su escritorio, parecía que pasaba más tiempo ahí que en el resto de su casa.
—No es que no me la pase bien contigo, pero extraño a Tobby y molestar a mi hermano. Además, debo irme antes de que vuelva a llover.
—De acuerdo, voy a ponerme zapatos para acompañarte.
Cazz se puso de pie y se acercó a donde estaban sus tenis, terminé de guardar mis cosas y avisé a mi papá que estaba en camino a la casa antes de que bajaramos, me despedí de sus papás, les agradecí por todo y salimos de la casa. Íbamos caminando por la acera en silencio hasta que llegamos a mi casa, nos quedamos afuera de la entrada.
—Ya estás aquí. —Dijo él con las manos dentro de los bolsillos.
—Sí, aquí estoy. —Acomodé la mochila en mi hombro.
—Supongo que te veo el lunes.
—Te vas con cuidado ¿okay? Avísame cuando llegues. —Me acerqué para abrazarlo y despedirme.— Lamento haberte golpeado con la almohada.
—Lamento haberme acostado encima tuyo. —Reímos y me abrazó con fuerza, suspiró sin separarse y hundió su rostro en en hueco de mi cuello cuando oímos a alguien aclararse la garganta.
—Emi...—Dije luego de desviar mi vista sin separarme y Cazz me soltó.
—Hola, estuve mandándote mensajes a tu celular desde ayer pero no contestabas así que decidí venir a verte. —Me tomó de la cintura y se acercó para besar mis labios, pero lo desvíe haciendo que besara mi mejilla.
—Sí, es que estuve un poco ocupada. —Dije quitando su mano de mi cintura y me separé un poco.
—Hola Cazz. —Le dijo al chico y él le respondió con un movimiento de cabeza y una sonrisa forzada.— ¿También viniste a verla? Es que cómo no iba a preocuparse alguien de que se desaparezca así de la nada una niña tan linda como ésta. —Acarició mi cabello y besó mi frente.
Conocía su truco, estaba tratando de que de alguna estúpida manera Cazz se sintiera mal; parecía que quería restregarle que él era mi novio. No era la primera vez que lo hacía y Cazz siempre resultaba molesto, por lo que en realidad funcionaba lo que hacía.
—Sí, lo sé, demasiado linda como para no preocuparse. —Dijo haciendo que Emi se pusiera serio. Cazz nunca había respondido de esa manera, contraatacando.— Pero la verdad es que no, no estaba preocupado, ¿por qué habría de estarlo si Becca estaba conmigo? —Sentí de inmediato mis mejillas arder de la sorpresa por lo que respondió.
—Será mejor que te vayas. —Dije yo antes de que Emi pudiera decir otra cosa. Estaba molesto, lo sabía porque sentí cómo apretó mi mano al oír la respuesta del chico.
—Sí, será mejor que lo hagas. —Dijo Emi, pero la di un leve pellizco para que no dijera nada más.
—Te veré el lunes en clase ¿de acuerdo? —Dije y Cazz asintió con la cabeza y se acercó a mí besando mi mejilla, se alejó y se dio la vuelta caminando de regreso a su casa.
—¿Estás loca? ¿Como se te ocurre dejar que te bese frente a mí? ¿Estabas con él? —Dijo Emi completamente molesto levantando la voz una vez que el chico ya estab algo lejos.
—Hey, cálmate está todo bien, no te preocupes. —Me di la vuelta para entrar a dejar la mochila cuando Emi me tomó del brazo y me jaló de vuelta a él en un tirón.
—No me dejes hablando solo, Becca, estoy siendo serio.
—Me estás lastimando Emi. —Me quejé haciendo que me soltara y mi mochila cayó al piso.— Sueltame ¿te volviste loco?
—Quiero una explicación, ¿es verdad que estabas con él? Rebecca, te estuve llamando y mandando mensajes desde ayer en la noche y ni siquiera te molestaste en responder, o ¿en qué estabas "demasiado ocupada"?.
—Estábamos haciendo un proyecto importante, fui a su casa ayer en la tarde y regresé a casa pero hoy temprano para terminarlo, pero no te contesté en la noche porque llegué directamente a dormir. —Mentí.
—¿Ahora tienes más tiempo para él que para mí?
—Creo que estás exagerando, así que te voy a pedir que por favor me sueltes y entremos a casa para hablar con calma.
—Es que no me haces caso, Becca. Te estoy diciendo que el chico sigue enamorado de ti y está haciendo todo tipo de cosas para llamar tu atención. —Tomó mi brazo con más fuerza y mi muñeca de la otra mano jalandome hacia él.
—Déjame en paz, Emilio. —Forcejeé con él hasta que alguien llegó de pronto y lo separó con un fuerte empujón.
—Te dijo que la sueltes, ¿no escuchaste? —Era Cazz, al parecer había regresado al ver lo que me había hecho el otro chico.
—Tú no te metas Caceros. Todo esto es tú culpa.
—¿Mi culpa? Estás actuando como un completo idiota con Becca, así que será mejor que no la toques de nuevo. —Frunció su ceño claramente molesto.
—¿O qué? —Me jaló de la muñeca hacia él poniéndome en medio de ambos.— Becca es mí novia, mía. ¿Qué vas a hacer al respecto? —Cazz cambió su semblante a un poco desilusionado pero sin mostrar intimidación.— Nada.
Todo se quedó en silencio hasta que la tensión se rompió cuando Cazz se abalanzó sobre Emi y empezaron una pelea quitandome de en medio y haciéndome caer al piso azotando mi cabeza sobre el pavimento. Cazz lo tiró al piso igual y recibió un golpe en la mejilla por parte de Emi, pero eso no bastó para que Cazz se pusiera sobre él y comenzó a soltar un par de puñetazos.
Segundos después, la puerta de mi casa se abrió y los vecinos comenzaron a salir por tanto alboroto. Lo siguiente que vi fue a mi papá y Fer salir de la casa, quitando a Cazz de encima deñ otro chico y separándolos, haciendo que pararan; mi madre se arrodilló a mi lado y me ayudó a reincorporarme.
Holaaaaa, perdón por no haber subido el capítulo antes, he estado teniendo unos cuantos problemas personales, pero aquí está, disculpen las faltas ortográficas, estoy desde el móvil.
Mucho bardo, mucho drama. Ya era hora de que las cosas comenzaran a ponerse densas.
Espero que lo disfruten, gracias por leer :) XO