⚶14

108 12 27
                                    

Escuchaba gritos y forcejeos, divisé a mi papá sosteniendo a Cazz y a mi hermano tomando de los brazos a mi novio. Esto había sido un completo desastre.

—Ya basta. —Dije, pero las palabrerías seguían saliendo de la boca de ambos chicos.— ¡Dije que ya basta! —Grité llamando la atención de ambos y todos se quedaron callados posando sus miradas en mí.— Están haciendo el ridículo, por favor ya callense. —Las personas volvieron a entrar en sus viviendas y quedamos sólo nosotros seis a mitad de la calle.

—Todo esto es su culpa, Becca, si no se hubiera metido en lo que no le importa, nada de esto habría pasado. —Me dijo Emilio en un reclamo.

—Emi. —Llamé su atención.— Lo mejor será que te vayas... —Dije sorprendiéndolo con mi respuesta, pero hasta yo misma me quedé impactada por lo que le dije. Estaba furioso, podía notar cómo apretaba los puños haciendo que sus nudillos se pusieran blancos.

—Vamos Emi, te llevaré a casa. —Le dijo mi hermano poniendo una de sus manos en su hombro y encaminándolo hacia el auto de mi mamá.

—Llamaré a tus padres, hijo. —Habló mi papá refiriéndose a Cazz y comenzaron a caminar dentro de la casa.

—Necesitas un doctor cariño, tu cabeza está sangrando. —Me dijo mi madre haciendo presión cerca de mi frente y caminando también dentro de la casa.

Lo siguiente pasó rápido, llegó la familia de Cazz a mi casa y su papá comenzó a revisarme la herida mientras su madre le limpiaba la sangre de la nariz y del pómulo cerca del ojo, el cual quedaría definitivamente morado al día siguiente.

Micael me limpió lo que en realidad era una herida pequeña y le puso un parche para después vendarlo, me puso una compresa fría para bajar el dolor y la inflamación y dijo que para el lunes ya estaría bien.
Gretta le puso un ungüento a los raspones de su hijo y también le puso una compresa en el ojo. Mi hermano llegó a la casa y todos estábamos en la sala.

—Ahora sí, ¿alguien puede decirme por qué se estaban peleando? —Dijo mi papá con autoridad, no sé venía nada bueno.

—Fue mi culpa papá, —Dije y todos me miraron.— Emilio no estaba bien, se enojó y se alteró demasiado, así que Cazz sólo lo detuvo.

—No, fue culpa mía. Yo lo golpeé primero. —Cazz habló mirando a mí padre, defendiéndome.

—Andrés... —Dijo su mamá realmente sorprendida.

—Si tú no eres un niño problemático, ¿qué te sucede? —Le preguntó su papá y los miramos atentos a su conversación.

—Lo siento papá, pero no podía dejarlo tratar así a Becca, es un idiota.

—¿Tratar cómo a Becca? —Le preguntó mi padre dejándome fuera de la conversación.

—La tomó del brazo y le estaba dando jalones. Solo quería que parara porque los celos lo están volviendo completamente un animal. —Dijo sin pensarlo dos veces.

—¿Es cierto Becca? —Me preguntó ahora a mí, no me quedó de otra más que asentir con la cabeza y agachar la vista.— Hablarémos de ese muchacho luego ¿de acuerdo cariño? —Se acercó a mí y pasando un brazo por mis hombros y besando mi cabeza.— Lamentamos mucho haberlos hecho venir hasta acá, de verdad, no queríamos meter al chico en problemas. —Le dijo a los padres del chico.

—Descuide, no estará en problemas. —Respondió su papá.— Muchas gracias por llamar aparte, de no haber venido acá, Becca estaría en urgencias aún siendo atendida.

—Puedo pagarle por la curación, el dinero no es problema.

—No se preocupe, no me debe nada.

The Side Seat ||Cazzeros||Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum