Desde hace un tiempo Aaron, es muy esquivo conmigo. Algo sucede y me lo esta ocultando, pero quiero pensar, que él me lo dirá en su debido momento. Él siempre a tenido sus dudas, en cuanto a nuestra relación, no es algo se dinero, ya que tengo mi propio trabajo y costeó mis propios caprichos.
Varias veces tuvimos nuestras diferencias por la edad, si es mayor, pero no justifica que nos separamos. Se que él me ama, lo amo de igual manera, pero siempre trata de alejarme. De una u otra manera, trato de calmarlo y funciona.
- Rita- me llamo- porque estas conmigo- cuestionó. Y aquí, vamos de nuevo!.
- Aaron, no empieces.
- Tienes un trabajo, te das tus lujos, eres joven y hermosa. Pero desperdicias tú vida, conmigo.
- Ya basta!- me extalte- estas cansado de mi?- pregunté entre molesta y triste.
- Hoy no fue mi día. Me siento cansado de TODO, no de ti. Es sólo que.....- suspiro pesadamente- aveces el trabajo me estresa, me siento mal, porque no estás para aguantar la vida de alguien más. Enserio, eres muy joven para eso- dice cansado.
- Aaron- cerré mis ojos, buscando compostura- no digas eso, sabes que me molesta y mucho- le recordé.
- Llegó a casa y sólo pienso en dormir, y apoyarme en alguien Rita. Eres una mujer hermosa, pero no quiero que cargues con mis problemas. Rita- me tomo por los hombros- eres una mujer buena, te amo- me tomo por los hombros- te amo tanto, no quiero que pierdas tiempo esperándome- tomo mis mejillas.
- Si estoy joven y que?- sentencie- amo estar aquí, amo estar contigo, amo espérate Aaron, te amo a ti. No me importa tu edad, al carajo la edad. Lo único y él único que me importa eres tú- su mirada, estaba llena de ternura. Mirada, que rápidamente cambio.
- Nunca estoy para ti- se sobo el puente de la nariz.
- Las pocas horas que me das, son suficientes, porque te amo, me escuchas- le sonreí- TE AMO AARON RODGERS!- grite muy, muy fuerte. Él sonríe.
- También te amo- dijo y me tomo por la cintura. Unimos nuestras frentes y entrelazamos los dedos.
- Que la edad, no siga siendo un problema, ok!- él sonreía.
- Ya no más- dice con los ojos cerrados- lo prometo.
Podía confiar en él, sabía que decía la verdad, ya no más conflictos por la edad, no mas dudas. Confiamos el uno, al otro. Como desde el primer día, una vez me preguntaron, si creía en el amor a primera vista. Mi respuesta fue si, ya había conocido a Aaron.
Nos dejamos llevar por el amor, no nos importó la edad o la fama, menos el dinero. Sólo el amor que encontramos en el otro.
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