“Derribar y destruir es muy fácil. Los verdaderos héroes son aquellos que construyen y trabajan para la paz” (Nelson Mandela).
Estamos todos en silencio asimilando todo lo que ha ocurrido hoy, no puedo describir en palabras lo que estoy sintiendo ahora mismo, es un dolor muy grande, a pesar de todo lo que me hizo Nick mientras salíamos, a pesar de todo eso no se merecía un final así, no se merecía está vida en la que estaba viviendo últimamente, de hecho nadie se la merece, en estos últimos días que pasamos juntos pude darme cuenta de la clase de chico que era en realidad y lloro más por eso, porque me hubiera encantado seguir conociendo a ese gran chico, es que ya hasta lo estaba considerando un hermano como el hermano que nunca tuve. Observó a Dereck y me doy cuenta de que este se encuentra en un estado de neutralidad, ¿es que acaso no siente nada?.
Lo miro con mucho odio, si él tal vez se hubiera dignado a cooperar tal vez nuestra situacion sería distinta, tal vez le hubiéramos ganado a los cazadores, tal vez Nick estaría vivo y solo tal vez ya en este momento estaríamos lejos.
- Todo esto es tu culpa - hablo bajo pero es lo suficiente para que él me escuche. Dereck me mira incrédulo y confundido como si no entendiera de que le hablo.
- ¿Qué es mi culpa? - me pregunta el castaño, no le respondo nada - ¡dime que es mi culpa! - grita esta vez más alterado.
- ¡Es tu culpa que Nick este muerto! ¡Es tu culpa que ahora nos encontremos aquí! si solo me hubieras ayudado tal vez ahora mismo todo sería diferente, tal vez ahora mismo estaríamos en Canadá, Turquía, Corea o hasta en la misma Antártida de ser posible - le grito también bastante alterada. Este me mira de una manera que no logro descifrar - y encima de todo no sé que pasó con mi mamá.
- Yo entiendo tu dolor enserio lo entiendo, pero tú misma lo has dicho, tal vez y solo tal vez hubiéramos ganado ¿qué te asegura que no hubiéramos perdido y de paso que nos mataran? - me pregunta.
Desvío mi mirada de él y esta vez la poso en Analía, la castaña se ve bastante mal, está pálida, tiene los ojos y labios inflamados de tanto llorar y parece como si estuviera a punto de darle un colapso.
Vuelvo a mirar a Dereck pero esta vez lo miro muy fijamente a los ojos, tiene unos ojos tan hermosos e hipnotizantes que cualquier persona envidiaría, en otro momento esos ojos me hubieran parecido la creación perfecta pero ahora solo me dan repulsión.
Decido hablar - porque tú hubieras estado a mi lado y hubiéramos luchado juntos como un equipo - le digo con una mirada triste, él me mira de una manera tan intensa que siento que me desarma desde adentro hacia afuera. Este trata de hablar pero lo interrumpo - pero supongo que nunca lo sabremos.
Nos quedamos mirándonos por unos segundos más, él castaño me mira de una forma que no comprendo al instante pero después si y me doy cuenta de que él me mira sintiéndose culpable y solo espero que se sienta así o peor.
Nos quedamos en silencio, pienso en donde nos estarán llevando, tal vez una cárcel, al matadero, un circo ¿los circos son bonitos o no? pero que estoy pensando, solo pienso estupideces.
Analía me observa, abre la boca, la cierra y lo vuelve hacer tres veces más, cuando pienso que no dirá nada resulta ser lo contrario.
- Yo... siento lo de tu hermano - la miro confusa hasta que me empiezo a reír de manera amarga, como si acaso era mi hermano, ojalá lo hubiera sido. Esta me mira confundida sin entender el porqué me estoy riendo, así que decido que es hora de aclarar esa situación.
- En realidad él no era mi hermano, mi madre solo les dijo eso porque no sabían quienes eran ustedes y nosotros solo seguimos la corriente - digo encogiéndome de hombros - pero ya eso no importa.
- Ahhhh - es lo único que dice.
Sentimos la camioneta que sigue avanzando hacia nuestro destino hasta que de un momento a otro se detiene, todos nos miramos confundidos, ¿qué estará pasando? ¿será que llegamos? aunque no lo creo, tampoco es que llegáramos lo suficientemente lejos.
- ¿Qué estará pasando? - pregunta Analía.
- No lo sé - le contesta su hermano.
Escuchamos un ruido encima de la camioneta, disparos y gritos, ¿pero qué es lo que está pasando?, estamos tratando de ver por la ventana pero no podemos llegar a ver algo.
Los dos cazadores que se encuentran con nosotros que hasta ahora se habían mantenido en silencio, se empezaron a mirar entre sí. Casi se me olvida que estaban aquí.
- Manténganse quietos, ni siquiera intenten hacer algo o les disparamos - habla uno de ellos mientras prepara su arma - ¿entendieron?
Nosotros asentimos, los dos cazadores apuntan hacia la puerta esperando expectantes a que algo ataque, pero nada pasa, seguimos escuchando los gritos hasta que también se detienen, ahora todo está sumergido en un inquietante silencio, lo único que se escucha es mi respiración acelerada, seguimos así un rato más y no puedo evitar mirar hacia Dereck intrigada, este también me observa intrigado, parece que ya nada va a pasar porque uno de los cazadores alias animal baja su arma y también el otro, en ese misero segundo en el que han bajado la guardia una cosa, no sé que demonios sea, abre la puerta y los ataca haciéndolos salir volando por los aires.
Jadeo asustada, no entiendo que está sucediendo, estoy confundida, bastante confundida, me fijo mejor en la cosa esa que ha atacado a los cazadores y veo que parece un torbellino de ¿aire?, definitivamente no me sorprendería, según Dereck existen algunos que controlan el aire, así que me imagino que este es uno.
Poco a poco veo como se va disolviendo mostrando así una figura, la contempló por un momento, es un chico bastante alto, pelirrojo, con una sonrisa encantadora que deleita.
- Escuché que necesitaban un héroe así que aquí estoy - habla el pelirrojo con una sonrisa egocéntrica. Otro chico atrás de él carraspea - perdón escuchamos que necesitaban un héroe así que aquí estamos.
Me quedo mirandolos por lo que parece ser una eternidad hasta que la voz de Dereck me saca de mis pensamientos.
- Ya era hora hermano - le responde Dereck amablemente. Al parecer si puede ser amable pero claro conmigo se comporta como un imbecil.
- Bueno...ahora salgan de aquí - habla el pelirrojo refiriéndose a la camioneta, así que sin más bajamos de esta - por cierto encontramos a estos dos por allí - señala atrás de él y a lo lejos puedo visualizar a dos figuras que se dirigen corriendo hacia nosotros, suspiro aliviada y feliz no puedo creer que están bien.
- ¡Chicos estoy vivo! - grita Nick mientras corre y se ve muy feliz. Analía y yo corremos hacia mi madre y él rubio, hasta que llegamos a su lado y las dos nos lanzamos a sus brazos, este nos recibe feliz, mi madre también se une al abrazo provocando que todos nos riéramos.
- Pero que pasó, como es... es que tú y yo... no sé que decir - hablo entre jadeos de sorpresa y felicidad.
- Tranquilas las dos respiren - y eso hacemos, las dos nos tranquilizamos - ahora hable una a la vez.
Analía me mira y no sé cómo pero con su mirada entiendo que me quiere decir, así que lo hago.
- Escuché un disparo, creímos que te habías muerto ¿qué fue lo que sucedió? - le pregunto bastante confundida.
Nick me mira sonriente para luego desviar la mirada hacia mi mamá y este la mira fascinado.
- Pues pregúntale a tu madre que es la que me ha salvado - dice muy simple mientras se va con Analía. Me quedo confundida, así que la miro con una ceja alzada. Esta solo me mira de manera inocente mientras se encoge de hombros.
- Entonces madre no tienes nada que decirme - está solo se hace la inocente y se encoge de hombros.
- Es una larga historia solo digamos que lo ayude - responde muy simple.
La miro pero no de mala manera sino de una forma triste, me tiro a sus brazos y empiezo a llorar, está me abraza mientras me susurra que todo estará bien.
- Pensé que te perdí, creí que los había perdido a ambos y que me había quedado sola para siempre pero aquí estás y estás bien, estoy tan feliz de que estés aquí - le digo llorando como niña pequeña, ella solo se dedica a acariciar mi cabello mientras que mis sollozos se ahogan en su blusa.
- Ya no tienes que temer estoy aquí contigo nena - me responde esta de manera maternal y cariñosa. Me separa ligeramente de su lado y acuna mi rostro en sus manos - ya estoy aquí nena y te prometo que jamás en la vida te dejaré sola.
- ¿Lo prometes? - le pregunto cómo una niña.
- Lo prometo.
Sonrió más tranquila así que me empiezo a calmar poco a poco hasta que sonrió y le preguntó.
- Entonces no me dirás cómo salvaste a Nick - le digo mientras sonrió de forma divertida.
- Sabes que mejor sigamos prometiendo cosas - evita totalmente el tema. La observó con seriedad así que ella solo asiente - bien lo haré, pero es una larga historia.
- Pues me la cuentas después - le respondo.
Escuchamos que los chicos nos llaman así que nos dirigimos hacia ya, cuando llegamos los dos desconocidos se me quedan mirando con una notoria curiosidad.
- Soy Darían - se presenta el pelirrojo - y este es mi amigo Ian - presenta al otro chico.
- Hola es un placer y gracias por ayudarnos hace un rato, mi nombre es Alexa y supongo que ya conoces a los demás - le digo afirmando lo último, Darían asiente. Le sonrió forzadamente, no se por qué pero me producen mala espina o tal vez me estoy volviendo paranoica. El tal Ian se me queda observando con una curiosidad que hasta me sorprende. Le dedicó una mirada fría, este se incómoda y desvía su mirada así me gusta, buen perro digo chico.
- Bueno... nos vamos o esperamos más cazadores - habla está vez Dereck.
- Vámonos - hablan todos al unísono, en cambio yo ni me muevo.
- Esperen pero, ¿a dónde iremos? - pregunto preocupada - no tenemos hogar, ni un sitio a donde quedarnos temporalmente, ni dinero, así que a donde iremos, acaso iremos abajo de un puente y viviremos como trolls - les digo lo último con sarcasmo - además se supone que tenía que ir a un lugar frío.
- No seas tonta todos saben que los trolls viven en las alcantarillas no en los puentes - me responde Darían con mucha seriedad. Es sarcasmo cierto o un chiste, por que no existen los trolls o ¿Si?. Voy hablar cuando Ian me interrumpe.
- Iremos al búnker - nos responde Ian con mucha seriedad.
- Además no te preocupes ahora mismo por la transición, por un tiempo se detiene pero después vuelve - me habla Dereck, yo solo asiento en respuesta.
Espero que sea cierto porque no creo que pueda soportar más dolor.
¿Al búnker? ¿qué será eso del búnker? no tengo la menor idea pero espero que haya comida y un aire, me siento bastante cansada.
No te agradan pero comerás su comida, hipocresía se llama eso.
Me reprocha mi conciencia.
Shu no se tienen que enterar que no me agradan. Además la comida no tiene la culpa de nada.
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“Mi madre siempre ha sido la heroína de mi historia” (Marilandi Sime).