-vendré por tu amor,
¿De acuerdo?.
-A-ha
Sadie
-Finn me había dejado completamente paralizada en la arena suave y fina de la playa. Tenía la mano sobre mi mejilla rosada pecosa y miraba cómo se alejaba lentamente del lugar dejado pequeñas huellas causadas por sus zapatos finos y su cabello rizado moviéndose un poco de un lado a otro.
Tenía razón, las cosas estaban hechas y no podía cambiarlo, tal ves amaba a Wyatt, pero creo que eso ya debía de cambiar, el tal ves solo fue mi adolescencia, pero eso no cambia que no lo siga amando.
Me recosté sobre la arena y mire hacia arriba para poder observar el hermoso cielo azul con pequeñas estrellas, aquellas que me recordaban a las lindas pecas que Finn finn en sus mejillas, las cuales me encantaría contárselas una por una y darle besos en cada rinconcito de su cara. Era realmente lindo, pero necesitaba conocerlo, necesitaba saber si realmente valía la pena o mi vida estaba completamente arruinada.
Camine por el hotel iluminado de noche hasta llegar a mi habitación, supuse que mis padres estarían realmente enfadados por haber tardado tanto con Finn, estaba muerta.
Cerré delicadamente la puerta para irme a mi habitación correspondiente, ya que habíamos pagado el cuarto más caro de todos y era así el porqué tenía un cuarto para mi sola.
-Mami te dije que era Sadie la que había despertado al capitán George y a mi.- dijo Jacey bostezando y con una mano en el ojo frotándoselo abrazando a su gatito peludo de felpa.
-Demonios Jacey ¿que no te puedes callar?.- dije enojada y con los tacones en la mano.
-Hola mami, papi.- dije rascando mi cabello pelirrojo y saludando nerviosamente a mis padres.
-Estas en serios problemas jovencita.- dijo mi madre cargando a Jacey y mi padre solamente suspiro con la mano en su frente frustrado.
******
Caminaba de un lado a otro por todo el cuarto pensando cómo podría salir sin que mis padres se dieran cuenta. Traía mi vestido nuevo amarillo y me encantaría estrenarlo saliendo con Finn, énfasis en el que quería estrenarlo saliendo, Finn estaba de más.
-¿Voy? Mejor me quedo, ¿voy? ¡No! Necesito quedarme, Pero... ¿y si voy? ¡Ahgg!.- eran las únicas palabras que salían de mi boca al pensar que sucedería si bajaba e iba con el.
-joder Sadie decídete ya, llevas media hora diciendo si vas con ese idiota o no.- dijo Mitchell parado en el marco de la puerta sosteniendo una bolsa de papas fritas y una soda con la otra mano.
-Papá me mata si salgo con mi "prometido" y mas si sabe que es antes de la boda, aparte, yo no quiero ir con...el, solo necesito una excusa para salir.- dije tomando una de esas crujientes papas que había dentro de la bolsa, y era la realidad, yo no quería salir con el... solo era disfrutar lo que queda de mis vacaciones, solo eso...
-Te cubro hermanita, ve.- dijo Mitchell dandole un sorbo a sus soda
Y señalando con su otra mano el exterior del cuarto del hotel indicando que saliera.
-¿Estás bromeado? ¿Desde cuando te portas tan bien conmigo? ¿estás bien?.-dije quitándole un poco de su cabello castaño que estorbaba y le toque la frente sarcástica.
-Sadie, ya basta de reproches y preguntas, vete ya o cambiare de opinión y le dire a Jacey y a él capitán George que le diga a mamá y papá.- dijo Mitchell dándome una risa burlona y tirando en el cesto de basura el pequeño botecito de lata que adentro traía su deliciosa coca-cola, negué con la cabeza y le di una pequeña sonrisa.
-así estoy bien, gracias Mitchell.- le di un beso en la mejilla y agarre mi bolso brilloso que combinaba con mi vestido amarillo con Oláncitos en las mangas.
-Agh no necesito tanto amor Sadie, si yo fuera tu escupiría esa papa, ¡tiene manteca de cerdo!.- gritó Mitchell asomándose de la habitación hacia el pasillo que daba al elevador.
-Cielos Mitchell, ¡como si no supieras que soy vegana baboso!.- quite los pequeños trocitos que quedaban de papá en mi lengua y presioné el botón para bajar al lobby del hotel.
******
Finn
Estaba sentado en la cama de mi habitación teniendo ese estupido tic nervioso sobre mi pierna derecha que sucede cuando estoy nervioso o frustrado. ¡Estaba castigado! ¿Cómo demonios mis padres me harían semejante cosa? solo desaparecí como por 12 horas ya qué pasó mi tiempo volando en el arcade del hotel jugando el famoso "Pac-Man" .
Dios, si no es Sadie o Iris, ¡definitivamente me casaría con ese pedazo de chatarra!
Pero ya no soportaba más, tenia que salir de ese cuarto aburrido lujoso en el que mis padres decidieron que nos hospedáramos.
-¡Cielos Finnjamin! ¿Que carajos haces? Se que no te quieres casar y mucho menos estar aquí encerrado pasando tus últimos días de Vacaciones castigado, pero no es para tanto hermano.- Y vaya que si, Nick tenia razón, pero no es lo que parecía. Tenía la mitad del cuerpo de fuera en la ventana del cuarto, solamente estaba siendo practico y quería salir de un lugar en el que nadie me viera, aunque era irónico ya que me encontraba en el doceavo piso, y viendo la situación, al parecer no funcionó.
Golpee mi cabeza con el marco de la ventana, me queje mientras me sobaba para mientras explicarle a Nick lo que realmente intentaba hacer.
-Nick no es lo que parece, te juro que tu hermano no es un suicida, no llames a papá por favor.- Decía yo negando con las manos intentando hacer que se calmará un poco.
-¡Pap-p!.- fue lo único que alcanzó a decir mi hermano antes de que le tapara la boca para que se callara, con la otra mano me estire hacia la puerta para cerrarla de golpe.
-¡Te dije que no dijeras nada imbecil!.- le di un golpe en la nuca y susurrándole un pequeño "shh" para que se calmara el idiota.
-¡Owww! ¡Eso dolió tonto!.- dijo Nick regresándome el golpe aún más duro que el mío por supuesto, vaya que le había servido bastante el ir con Quincy cada sábado al gimnasio, ya que ahora yo era una varita a lado suyo.
Por obvias razones era más fuerte que yo.
- ¡AGH! Ya Nick, necesito que ayudes a tu hermanito aunque sea una ves en tu miserable vida. Invite a salir a Sadie pero pues ejem ejem Papá y Mamá ejem ejem, ¿entiendes?.- dije dándole una de esas sonrisas nerviosas que doy cuando algo me pone de nervios.
-¿Iris? ¿Qué ha sucedido con ella?.-se cruzó de brazos mientras yo simplemente ladeaba la cabeza para no verlo, suspiré.
-No lo sé... desde que no pude ir a su casa para lo de ya sabes... que le iba a pedir a sus padres su mano, no he sabido nada de ella.
Mamá simplemente nos aviso de este viaje y cómo si fuera en un abrir y cerrar de ojos yo ya me encontraba comprometido con Sadie.- dijo todavía sosteniendo el marco de madera de la ventana.
-quiero conocerla Nick, saber cada mínima cosa de ella, quiero saber quien es, que le gusta, que es lo que más disfruta, sus películas favoritas, su comida favorita, sus amigos, saber más de ella, cada estupido detalle, en pocas palabras saber quien es Sadie Sink, creo que...puedo llegar a quererla.- este simplemente suspiro y me tomo del hombro.
-Vete ya imbecil, a la siguiente que salga con Montse, tú me vas a cubrir ¿entendiste?.- dijo sobándose aun sus pequeños rulos y dándome una mirada desafiante.
-¿Te he dicho que esa camisa hawaiana luce muy bien en ti?.- le dije a Nick dandole una mirada pícara.
-Ya vete Romeo, o cambiare de opinión, eres un idiota. Dijo mi hermano empujándome hacia fuera del cuarto y cerrando en mi cara la puerta.
-¡mi cartera tonto!.- grité afuera de la habitación y tocando un poquito la puerta.
-lárgate.- finalizó Nick aventándome la cartera en la cara.
-como diga capitán.- solo solté un pequeño quejido y me fui en dirección al lobby del hotel.
Baje en el elevador como loco ya que estaba realmente ansioso de ver si estaría Sadie esperándome o no, pero...
¿Que demonios hacía un chico con la pelirroja ? ojo claro y un tanto alto, castaño al parecer.
-se te ve muy lindo el vestido.- dijo el idiota viéndola de los pies a cabeza, mientras Sadie daba una pequeña risita penosa y miraba a otro lado tímidamente.
¿Que se cree este tonto? ¿Que puede quitarme a mi Sadie? Debería de tener miedo, debe de tenerlo, va a saber quien soy, me va a conocer.
Pero... ¿que rayos me pasa? ¿Porque me siento así? Garganta seca, jaqueca, dolor de cabeza, algo en el pecho, ganas de patearle la estupida cara a aquel chico, pero sobre todo, algo así como si estuviera latiendo rápidamente...algo... en mi pecho..., ¿el corazón? Esto es una estupidez.
Iris, ni si quiera con Iris sentí esta sensación que estoy teniendo ahora mismo, Iris a estado con los chicos más populares de nuestro instituto, Jack Grazer, Noah Schnapp, e inclusive el campeón de basketball Chosen Jacobs. Y por supuesto conmigo, pero aunque Iris ande con el chico más guapo de todo el mundo, nunca me enfade al respecto. ¿Será que Sadie Sink me está causando celos?.
De un momento a otro me encontraba riéndome sarcásticamente del cabeza hueca que se le acercó a mi Sadie.
- Mi amor, ¿quien es este chico? Nunca me lo habías presentado en todo el tiempo que llevamos juntos.- dije con una sonrisa triunfadora ya que por obvias razones, yo aquí era el prometido de Sadie, nadie más.
-¿quien eres tú?.- Ohhh este chico si que está en graves problemas, ¿quien se cree?
Fue lo único que pudo salir de la boca de aquel chico, ya que interrumpí y lo dejé con la palabra en la boca.
-Finn Wolfhard, esposo de esta chica, un gusto, a tu servicio.- dije desafiante mente y poniendo a Sadie aun lado de mi con el brazo sobre su hombro.
-Espera yo no soy t-tu...- callé a Sadie dandole un beso en los labios y quitando un poco de su brillo labial sabor a frutas.
-¿Nos vamos cariño?.- dije poniendo mi mano al alcance de Sadie insinuando que la tomara y que nos largáramos de este lobby.
-Si... claro, un gusto Jaeden.- dijo Sadie dandole un beso en su mejilla y agitando la mando insinuando un adiós. Tomo mi mano y nos fuimos caminando hacia la pequeña feria que estaría cerca del hotel.
*****
-Jeaden Martell, ¿eh?.- dije secamente sin dejar de tomar la mano de Sadie, miraba a otro lado un tanto serio.
-Ohh vamos Finn, ¿que tienes?.- dijo Sadie sonriéndome descaradamente, sobo un poco mi mejilla pecosa. Mire hacia tras sarcásticamente insinuando cómo si le estuviera preguntando a alguien más.
-¿Yo? Yo no tengo nada.- dije poniendo mi dedo en mi pecho preguntado si estaba hablando de mi.
-¿quien más tontito? obvio que tú Finn.- dijo Sadie dándome una risita y tocando mi nariz.
-¡Ya se! Estás celoso del chico Jaeden.- dijo Ella levantando una ceja y volviendo a tomar mi mano.
-JAJAJAJ, ¿yo? ¿De ese Niño rico de ojo verde?, por favor, ni que fuera gran cosa.- dije dandole mi tono más sarcástico y aceptando su mano para entrelazarla con la mía.
-Tú también eres rico Finn, pero ¡admítelo! Estas celoso.- dijo La pelirroja carcajeando y siguiendo el camino hacia el muelle ya que ahí estaba la pequeña feria que ponían todos los años en vacaciones de verano.
-Bueno Zanahoria, si ya lo sabes, ¿para que me preguntas?.- dije molestamente y soltando un bufido con un puchero en mi cara.
Sadie se acercó lentamente a mi y parecía que realmente me iba a besar, pero simplemente me dio un tierno beso en la mejilla.
-fue un lindo beso Finn.- dijo Sadie adelantándose un poquito más hacia el camino que estábamos siguiendo, sonreí bobamente y comencé a caminar hacia su lado.
- ¡te faltó un poquito más a la izquierda pelirroja!.- dije corriendo hacia el lado derecho de Sadie insinuando que necesitaba más que un beso en la mejilla.
Íbamos directo hasta la feria, el camino resultó un tanto lindo, miradas nerviosas y penosas se conectaban entre sí, era como empezar a descubrir que era el enamorarse.
Era el día perfecto para tener una cita, un día ni soleado ni lluvioso, simplemente un atardecer increíble con diferentes tipos de tonos de colores, musica famosa del momento de la década de los 80's, chicos corriendo por doquier con sus increíbles atuendos de verano y divirtiéndose en la pequeña feria, niños pequeñitos con peluches de felpa en sus brazos, palomitas y dulces por todos lados, deliciosos helados de diferentes sabores, y yo teniendo a lado a la chica más hermosa con la cita perfecta.
Comencé a observar a Sadie detenidamente por la décima ves en el día, ella simplemente tenía centrada su vista en los fuegos artificiales que se difuminaban por el cielo multicolor, le gustaba jugar Pac-Man, tomar una que otra soda de ves en cuando, bailar y cantar a todo pulmón en su cuarto canciones de Los Rolling Stones, comer botes y botes de helado sin llenarse, ver películas y saberse todos los diálogos de la famosa saga "Star Wars", chistosa, inteligente, detallista.
Sin duda con todo esto para mi lo hacía perfecta, y no por el simple hecho de que le encante tanto Star Wars como a mi, simplemente porque Sadie sink hace que con tan solo una simple mirada hacia mi, mi cuerpo sienta descargas por todos lados y sin duda mi cerebro no sea el que domine verla o me atraiga porque sea físicamente hermosa , si no , mi corazón es el que domina y la ama tal y como es.
No me quiero casar, de eso estoy consiente, y sin duda no quiero dejar atrás mi adolescencia y mi vida normal, pero ahora estando en este día mágico con Sadie, ya no estoy tan seguro de eso.
-No debí de comerme ese combo de nachos con palomitas antes de subir a la montaña rusa.- tenia las manos en el estómago mientras daba leves quejidos.
-¡HEY! Pero todavía falta la rueda de la fortuna, los carritos chocones, de nuevo a la montaña rusa, y... ¡oh! ¡Claro! Ese juego mecánico en forma de barco que da vueltas, vamos Finn, ¿o a caso ya eres un adulto aburrido?.- eso jamás, todavía era joven y atractivo, bueno... digamos que solo joven, esa mirada de perrito regañado que me ponía Sadie hacia qué me dieran mariposas en el estómago, no podía decirle que no.
Mierda esta pequeña chica pelirroja me trae loco.
-bien.- rodee los ojos, ella dio un pequeño chillido de emoción y me jalo hacia la rueda de la fortuna.
Reíamos, contábamos chistes, anécdotas y más acerca de nuestra vida, cada cosa que me cintaba Sadie hacia qué me encantara más ella.
-nuestros padres nos matarán.- dijimos al unísono, volteamos a mirarnos hacia nuestras caras pecosas y limitamos a dar una carcajada, toda la gente nos observaba raro, pero era una tierna escena el ver a dos chicos comenzando a descubrir que es el amor.
-Admite que Han es igual de arrogante y cabeza hueca que tú.- me decía Sadie con sus dos cejas levantadas y acomodándose un poco el vestido amarillo que traía puesto.
-Tu Admite que es el personaje más cool de todos, ¡Es el mejor piloto de toda la galaxia!.- le dije yo acercándome a su cara y dándole una sonrisa burlona a causa de lo que le acababa de decir.
-Aparte se queda con la princesa Leia,
¡suertudo el de tener tremenda nave y a ese bombón!.- dije yo como idiota imaginándome todo, Sadie me miró incrédula y comenzó a rodar los ojos.
-¿Ves que se siente que te engañen? Ese idiota del Jaeden no tiene gracia.- dije yo poniendo mis dos brazos cruzados y mirando a la dirección contraria de donde estaba Sadie.
- ¡Leia es un personaje ficticio baboso! Aparte tú yo todavía no somos nada.- dijo la pecosa con sus mejillas ruborizadas y cruzándose de brazos ahora.
- ¿escuché un todavía? ¡Eso significa que te importo! Aunque sea solo un poquito, es como Han con Leia, Leia a lo largo de la trilogía se dio cuenta que si le importaba Han, hasta que se decidió por darle ese beso en el "Imperio Contraataca", pero eso significa que...un segundo... ¡Yo soy tu Han y tú eres mi princesa! .- dije yo con una cara de bobo y sonriéndole a la pelirroja.
-Por un simple beso no me vas a gustar Wolfhard.- dijo Sadie tapándose sus mejillas pecosas ruborizadas y caminando más deprisa para dejarme atrás.
-¿lo intentamos? Digo después de todo, eres mi princesa Leia, ¿no su alteza?.- tome su mano y le deje un pequeño beso sobre su mano mientras ella me miraba con esos ojos azules profundos y hermosos que tiene.
-Nos vemos mañana Finn.- dejó un pequeño beso sobre mi mejilla y salió corriendo por todo el muelle en el que estábamos parados, solamente vi cómo se iba corriendo con ese hermoso vestido amarillo y con su cabello de fuego atado a una bandita moviéndose de un lado a otro a causa del viento.
Cuando me di la vuelta, me senté en la madera vieja de aquel muelle en el que estaba postrado la feria, no pude evitar soltar un suspiro soñador, Sonreía como bobo mientras tomaba mi mejilla, recordé todo lo que había vivido el día de hoy, simplemente ella y yo. Sin pensar en alguien más, estaba enamorado, completamente enamorado, tanto como puede estarlo un adolescente de 17 años, fue el mejor día de toda mi vida.
Sentí presencia de alguien ya que escuché rechinar el piso en el que me encontraba sentado, mire hacia esa dirección, vi cómo unas zapatillas color verde se acercaban lentamente, cuando mire de quien se trataba me quede completamente paralizado.
-Hola Finn.- dijo una voz familiar acercándose cada ves hacia mi.
-¿Iris?. Aquella rubia con la que comenzó todo.
Hola!!! Jajajaj dios me han de odiar, okey se que este capítulo no es muy bueno, pero no quería dejarlas así, puse algunas referencias de "Star Wars" probablemente si no la han visto no la han de entender, pero créanme que si les gusta, podrán entender lo lindo que es este tipo de regencias.
Díganme si no les gusto que hiciera eso y lo quitaré, también prometí mejorar, siento que no estuvo bueno, en finn, las quiero a todas! Muchisismas gracias por leer!
Atte: yo xd