Dos pasos atrás, Shawn

By shortyshawn

80K 8.5K 15.3K

Dylan es inteligente, introvertida y un ángel de pies a cabeza. Shawn es atlético, increíblemente popular y p... More

Dos pasos atrás, Shawn©.
Personajes.
Prefacio
Capítulo 1. El programa de tutorías mutuas
Capítulo 2. Debbie y Shawn
Capítulo 3. Biomoléculas y hermanos sobre protectores.
Capítulo 4. Quentin Harrison.
Capítulo 5. Primer entrenamiento.
Capítulo 6. ¡Feliz cumpleaños, Peter!
Capítulo 7. Llave entre los nudillos
Capítulo 8. Patriarcado
Capítulo 10. Baboso y patán
Capítulo 11. El principio de Arquímedes
Capítulo 12. Nada importante.
Capítulo 13. ¡Felices diecisiete, Skippy!
Capítulo 14. La teoría de Raegan Maxwell
Capítulo 15. Vasoconstricción.
Capitulo 16. Aquí no jugamos con verdad.
Capítulo 17. El síndrome de Savant.
Capítulo 18. ¡Qué suene fuerte, Carlos!
Capítulo 19. Dylan no lloraba en cuarto grado.
Capítulo 20. La princesa y los renacuajos.
Capítulo 21. Max Steel contra Ken.
Capítulo 22. La asistente y el renacuajo.
Capítulo 23. Rómpete una pierna, literalmente.
Capítulo 24. El extraño y excitante arte de la equimosis.
Capítulo 25. Día de peligrosas acrobacias con el chico malo
Capítulo 26. Capitán y capitana
Capítulo 27. ¿Si te das cuenta que esto es una cita?
ESPECIAL HALLOWEEN: A Nightmare on Elm Street
Capítulo 28. Diez horas hasta Massachusetts.
Capítulo 29. Siempre puedes contar con un aliado
Capítulo 30. El tartamudeo de Shawn Salvatore
Capítulo 31. Invitaciones de último minuto
Capitulo 32. Vous ai-je dit à quel point vous êtes belle aujourd'hui?
Capítulo 33. Soy como él, pero con cerebro
Capítulo 34. Tacos al pastor, media medialuna, y un café con leche.
Capítulo 35. Lo que podría haber sido el final de todo
Capítulo 36. El festival deportivo
Capítulo 37. Los percances de una primera cita.
Capítulo 38. El examen recuperatorio
Capítulo 39. Mil kilómetros de distancia.
Capítulo 40. Del cómo sostener una relación a distancia
Capítulo 40. Felices dieciocho, Shawn.
Epílogo
[EXTRA] Capítulo 41. Antoinette

Capítulo 9. Viaje de estudio

1.5K 192 277
By shortyshawn


CAPÍTULO NUEVE.

Si crees que quedarte dormida de pie es imposible, nunca has tenido que asistir a una excursión a las cinco de la mañana. Lo único que me mantiene despierta es el café que compré en la gasolinera, pero se que cuando este se acabe, volveré a caer en los cómodos brazos de morfeo.

Mi maestra de química, la señorita Blanco, tuvo la brillante idea —y espero que se note la ironía—, de llevarnos a un laboratorio de investigaciones bioquímicas. Lo cual no sería tan malo si el dichoso laboratorio estuviera en nuestra ciudad y no a cuatro horas de aquí.

—¿Está ocupado? —pregunta una voz en el pasillo del bus. Elevo mi vista adormilada y mi organismo despierta completamente cuanto mis ojos se topan con los de Quentin Harrison. El pelinegro me está observando expectante, esperando una respuesta.

—N-no —tartamudeo.

A penas respondo, el chico toma asiento junto a mi y se coloca los audífonos, antes de acomodarse en su puesto y cerrar los ojos. Frunzo los labios y vuelvo a mirar por la ventana, sintiéndome ligeramente incómoda por la presencia junto a mi.

El viaje a Green Valley se hizo más corto de lo que esperaba y puede que se deba a que pasé la mayor parte de este durmiendo. Cuando despierto, todos están bajando del autobús, a excepción de mi compañero —que aún está profundamente dormido— y yo.

—Quentin —murmuro, quitándome los audífonos y golpeando ligeramente el antebrazo del chico— Hay que bajar.

—¿Crees que noten si me quedo aquí arriba?

«Sinceramente, no.»

—Si —digo de todas formas.

Minutos después, toda la clase está caminando por el interior del edificio científico de la universidad de Green Valley, el cual es enorme. Quentin está al fondo del grupo, con sus airpods en los oídos y mirando a cualquier lado, sin prestar atención a la explicación que nos están dando.

—Deberías decirle que te gusta —murmura un chico a mi lado. Aparto mi vista de Quentin y me giro hacia la derecha, encontrándome con el torso de Shawn Salvatore. Ni siquiera sabía que estaba en esta clase.

—¿Quentin? —cuestiono— No me gusta Quentin.

Shawn sonríe —Si, repítelo hasta que lo creas.

—¿Qué te importa a ti? De todos modos —murmuro.

—No me importa en absoluto, pero disfruto verte enojada. Pareces una de esas ardillas que siempre estaban en el top de vine —responde el castaño. Frunzo el ceño, sin saber cómo sentirme respecto al comentario, después de todo las ardillas son bonitas pero estoy bastante segura de que lo anterior no fue un cumplido.

—¿Por qué me hablas? —cuestiono, después de un rato de estar en silencio— Creí que no querías que nos vieran juntos.

Él sonríe —Yo nunca dije eso.

—¿Y las reglas? —cuestiono nuevamente.

—La regla dice que las tutorías deben ser un secreto, eso no quiere decir que no pueda hablarte —responde.

Touché.

—¿Y por qué me ignorabas hace semanas? —pregunto.

Shawn suspira —Si quieres me voy, Dilma.

Sonrío —Pensé que esta vez si ibas a decir mi nombre.

—¿Qué tendría eso de divertido? —pregunta el castaño sonriendo, pero manteniendo su vista al frente.

Me quedo en silencio el resto del tour, prestando atención a las explicaciones que están dando y tomando pequeños apuntes en mi libreta. Una vez que termina, nos dan a todos treinta minutos para comer algo. Saco algunos snacks de la máquina dispensadora y me siento en una de las bancas que están en el jardín de la universidad, para comer y matar los treinta minutos viendo tiktoks.

—Carajo —murmuro al ver la hora en mi celular y notar que me he pasado de los treinta minutos que han dado para el lunch. Agarro mis cosas y corro hasta la escalera principal de la universidad, el punto de encuentro acordado por la clase, pero cuando llego ahí, me topo con el lugar completamente vacío— Mierda.

Saco mi celular e intento enviar un mensaje, pero la pantalla del aparato está en negro y cuando intento encenderlo, aparece la pila de la batería en rojo. Estoy oficialmente jodida, y perdida.

—¿Dónde están los demás?

Me volteo al escuchar la voz de Shawn. El chico de cabello rizado está bajando por las escaleras, con una bolsa de papitas en sus manos, pero a diferencia de mi, él se ve bastante relajado.

—Se fueron —respondo intentando encender mi celular, de nuevo. La pantalla vuelve a mostrarme la pila de batería vacía y se apaga otra vez— Carajo, ¿me prestas tu celular?

—Lo dejé en el bus —responde, encogiéndose de hombros. No entiendo como puede estar tan relajado, considerando que nuestro grupo nos dejó varados aquí y en este momento deben estar volviendo a casa— Relájate, tarde o temprano notarán que no estamos.

—¿Sabes que me va a hacer mi hermano si sabe que me quedé en una ciudad extraña contigo? —inquiero.

—¿Darte condones?

—Mandarme a un convento —contradigo.

Shawn rueda los ojos y forma una divertida sonrisa en sus labios.

—Pero ni siquiera te quedaste conmigo, intencionalmente —agrega— Y creí que empezaba a agradarle a tu hermano.

—Tendrías que ser un cura para agradarle a su hermano —nos interrumpe otra voz, sumándose a nuestra conversación. Shawn mira por encima de mi hombro y una sonrisa burlona se extiende por su boca. Al voltearme, me encuentro con Quentin Harrison caminando hacia nosotros— Un cura, o una chica.

—¿Qué haces aquí? —indago.

Quentin se encoje de hombros.

—Conocí a alguien y se me pasó el tiempo —se excusa.

Shawn ríe —¿En serio? ¿Media hora y ya estás ligando?

Frunzo el ceño, confundida. Por alguna razón, siento algo de tensión en el aire y las miradas que se están dando ambos adolescentes afirma mi teoría. Quentin camina hasta situarse junto a mi, mientras que Shawn se mantiene en frente de ambos.

—¿Y a ti que te importa? —espeta el pelinegro, mirando directamente a los ojos del chico frente a nosotros.

—¿Realmente? No me interesa —responde Shawn.

—¿Y por qué preguntas?

Shawn quita la sonrisa de sus labios, supongo que fue demasiado para sus pobres neuronas. Me encantaría ayudarlo, especialmente porque las respuestas ingeniosas son lo mío y más si se trata de callar a un adolescente petulante como Quentin, pero creo que justo ahora, no me corresponde.

—¿Me prestas tu celular? —pregunto, cambiando el tema y dirigiéndome al pelinegro de ojos azules.

—¿Para? —cuestiona, con el celo fruncido.

Ruedo los ojos —Para jugar flappy bird, Quentin.

Shawn suelta una risa ahogada e intento reprimir mi sonrisa, no quiero ser partícipe de su extraña guerra de egos. Quentin me entrega su celular, sin quitar la expresión disgustada de su rostro, pero cuando por fin obtengo un celular con batería y señal, recuerdo un pequeño detalle.

—¿Tienes el número de alguien de la escuela? —indago.

Quentin frunce el ceño —Ni siquiera tengo el número de mi papá, skippy.

—¿Cómo la llamaste? —pregunta Shawn.

«Vamos chico, no eres nadie para hablar sobre mi nombre, considerando que desde que me conoces lo has dicho bien menos de cinco veces.»

—Es algo entre ella y yo —espeta el ojiazul, provocando que eleve mis cejas en su dirección. Sin embargo, él está demasiado ocupado jugando a las quemaditas con el castaño frente a nosotros— ¿Por qué no usas tu celular?

—¿Para qué crees que te pidió el tuyo, chico listo?

Punto para Shawn.

—Me quedé sin batería y Shawn dejó el suyo en el bus —respondo, intentando recordar algún número telefónico. El problema es, que lo único que recuerdo es el número de Peter y sinceramente, temo por la salud cardiorrespiratoria si llegara a enterarse de que me quedé en una ciudad extraña con dos chicos— ¿Shawn recuerdas el número de alguien?

El castaño frunce el ceño —No, ¿quién memoriza números hoy en día?

—Su cerebro haría implosión —musita Quentin.

—Si tienes un jodido problema, Harrison, dímelo a la cara —espeta Shawn, avanzado un par de pasos hacia adelante y quedando más cerca del pelinegro.

—Oye —interrumpo, colocándome en medio de ambos y quedando en dirección a Shawn. El castaño no se rebaja a mirarme, si no que tiene la vista fija en el otro chico, como si quisiera asesinarlo con su mirada— Me importa un pepino lo que haya entre ustedes, se van a guardar ese sentimiento de macho prepotente en sus pantalones hasta que encontremos la forma de volver a casa. ¿Entendido?

—Tú no me...

—Shawn —interrumpo, en tono regañón. El castaño baja su mirada hasta mi, y entiendo que no se doblará tan fácil si se trata de su ego. Suspiro— Por favor.

Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas.

Los dos chicos no dicen ni una palabra y tomo eso como una victoria. Tomo el celular de Quentin e ingresó a instagram para hablarle a Raegan, sin embargo, cuando comienzo a escribir un mensaje, la pantalla del celular se apaga. ¿POR QUÉ DEMONIOS HACEN ESTAS COSAS CON TAN POCA BATERÍA?

—Mierda —musito, intentando encender el celular una vez más, pero sin lograr el objetivo, por lo que vuelvo a entregarle el celular al pelinegro— ¿Y ahora qué?

—Podemos tomar un autobús a casa —sugiere Shawn— Aunque insisto, tarde o temprano la señora Blanco se dará cuenta de que no estamos en el bus y volverán por nosotros. Deberías relajarte un poco, Suzie. 

—Bien, ese ni siquiera se acerca a mi nombre —declaro, apuntándolo con mi dedo— Y considerando que nuestra maestra tiene sesenta años y el sueño más pesado que un buque, no cuento con que se de cuenta que no estamos antes de llegar a Crystal Lake. 

—Tienes que estar jodiendo.

Es lo único que sale de mi boca cuando llegamos a la estación de autobuses y me percato de que están cancelando todas las rutas, producto del mal clima. No solo significa que no podremos tomar un autobús a casa, si no que también el autobús de la escuela no vendrá por nosotros hasta nuevo aviso. Si a eso le agregamos el hecho de que estamos incomunicados con las personas en casa debido al pésimo rendimiento de nuestras baterías, hoy ha sido un día de mierda.

—¿Desde cuando la nieve es un impedimento? —cuestiona Shawn, luego de oír las malas noticias— Literalmente han habido tormentas peores que esta y el tráfico funciona bien.

Me encojo de hombros —Dicen que un camión volcó a mitad de camino y han paralizado el tránsito.

—¿Entonces ya está? —indaga Quentin, sumándose a la conversación. El pelinegro ha estado junto a mi todo el tiempo pero no había mencionado ni pío en mucho rato— ¿Nos quedaremos aquí?

—Hasta que la tormenta pase, creo que es nuestra única alternativa —afirmo. Nos quedamos en silencio un rato hasta que el sonido de un gruñido nos interrumpe. Inmediatamente miro a los chicos pero los dos me están observando con miradas divertidas— ¿Qué?

—¿Ya tienes hambre? —cuestiona Shawn, mostrándome una sonrisa burlona. Es entonces cuando caigo en cuenta de que el gruñido ha sido mi estúpido estómago— Anda, te invito un chocolate caliente.

—Y yo unas papas fritas —acota Quentin, levantándose del asiento en el que está y tomándome por sorpresa— ¿Qué?

—¿Tú me vas a invitar unas papas? —cuestiono.

El pelinegro se encoje de hombros —¿Qué con eso?

—No es propio de ti ser tan amable —respondo.

Quentin entrecierra sus ojos —Literalmente te ayudé a cargar a este manojo de hormonas a su casa, cuando estaba completamente ebrio.

—¿Qué? —cuestiona Shawn, sintiéndose aludido.

—Touché —respondo, ignorando las dudas del castaño junto a mi— En ese caso, yo pago los waffles.

—¿Eres capaz de comer tanto?

—Te sorprendería.

Los tres terminamos caminando hasta el primer café que se nos cruza por en medio. Una vez en el local, le digo a los chicos que ordenen mientras que yo voy al baño, pero para cuando vuelvo al mostrador, dos trabajadores están intentando separar a Shawn y a Quentin, mientras que estos dos intentan arrancarse los ojos.

—¡Me fui por cinco minutos! —me quejo, llegando junto a ellos.

—¿Son suyos? —pregunta el hombre que está sosteniendo a Shawn por la sudadera. Asiento con mi cabeza y entre los dos hombres, terminan sacándonos a patadas del local, cerrándonos la puerta en la cara.

Me giro hacia los dos adolescentes, despeinados y con las mejillas rojas producto de la adrenalina, con los brazos cruzados a la altura del pecho y una mirada de mamá que conozco muy bien, ya que como hermana sobreprotegida, esta es la mirada que Peter me da cada vez que hago algo mínimamente malo.

—¿Y ESO QUÉ DEMONIOS FUE? —espeto.

—¡Quentin empezó!

—Qué maduro, Salvatore.

Cuando noto que Shawn tiene la intención de lanzarse contra el cuerpo del pelinegro nuevamente, me coloco frente a él y coloco las manos en su pecho.

—No me interesa quién empezó o por qué fue que empezó, no pienso pasar la tarde soportando su estúpida pelea —declaro, en tono autoritario. Shawn me mira molesto mientras que Quentin ni siquiera se digna a mirarme, pero puedo ver una ligera tensión en su mandíbula— Ahora, uno va a ir a comprar chocolate y el otro va a ir por unas papas. Quentin hacia allá y Shawn en la dirección contraria.

—¿Y tú qué? —cuestiona el castaño.

—Considerando que yo no me estoy comportando como un simio sin razonamiento, los espero aquí —demando, sentándome en la banca que está afuera del local. Los dos chicos se miran entre sí y luego pasan su incrédula mirada hacia mi— ¿Y qué esperan? Es para hoy.


NOTA DE AUTORA:

¡Feliz martes! Creo que es el primer capítulo en el que están estos tres personajes juntos y sobrios uwu, y me encanta. Sinceramente estaba asustada de bloquearme con esta historia pero por el momento, va todo bien, so dw. ¿Les gusta como se va formando la historia? ¿Qué personaje les gusta más? ¿Parte favorita del capítulo? ¿Capítulo favorito hasta ahora? ¿Quentin o Shawn? ¿PODEMOS HABLAR DE LO QUE PASÓ EN TIKTOK/INSTAGRAM AYER POR LA NOCHE? WEON, ESTUVO BRUTAL.

Por si no se han enterado, lilhuddy (ex de charli) admitió haberse besado con nessa barrett (ex de josh richards) y los demás tiktokers explotaron, cancelando a lilhuddy por mal amigo y mentiroso. So, encabronado, lilhuddy vino y expuso a todos los tiktokers(kio, olivia, anthony, avani, griffin, bryce, dixie, mads, jayden) quien engañó a quien con quien y así, luego vino charli y expuso a lilhuddy diciendo que se metiera en su propia mierda, que dejara de hacerse la víctima y así. ESTO ESTÁ QUE ARDE MAMI.

Les deseo una bonita semana mis chiquitas, recuerden que mañana actualizo love, l❤

Continue Reading

You'll Also Like

4.1M 236K 105
Libro uno de la Duología [Dominantes] Damon. Un hombre frío, amante de los retos, calculador... decidido. Se adentra en un mundo desconocido, donde l...
5.1M 444K 82
Nunca debí caer por él. Sin embargo, tampoco detuve mi descenso. Nada logró apaciguar las maliciosas llamas de deseo que se prendieron dentro de mí. ...
294K 16.5K 68
En inglés: Friendzone. En español: Zona de amigos. En mi idioma: Mi mejor amigo me mira como a su hermanita y jamás de los jamases me verá como alg...
58.1K 3K 50
Eva, una talentosa fotógrafa en ascenso, y Jase, un apuesto modelo, se cruzan en una fiesta caótica donde Jase, tras beber en exceso, cuenta con la i...