Capítulo 8. Traición.
La escena que se observaba en el musgoso fuerte era melancólica y lúgubre. Los soldados despidiéndose de sus familias, y rezando un par de palabras antes de ponerse en fila esperando la orden de los grandes reyes para poder partir a lo que sería una victoria, o su muerte.
—Te amo, cuida de los demás. —El centauro Glenstorm le dijo a su esposa, Glydia, mientras le daba un abrazo de despedida. Sus hijas revoloteando alrededor de sus padres y hermanos, pidiendo que por favor llegaran a salvo y victoriosos.
Los rayos del sol golpeaban con delicadeza las armas y armaduras de los narnianos, dando una ilusión como si miles de halos rondarán alrededor del lugar, y algunos rogaban que tal bonita luz fuese la bendición de Aslan. Sin embargo, dentro de sí mismos sabían que el león no había pisado Narnia en más de mil años, así que ¿Por qué aparecería justo ese día? La fé no era algo que se perdiera fácilmente, pero quién se atrevería a culpar a los narnianos de naufragar de los brazos de Aslan, cuando fué el mismo león quien los abandonó y los entregó a manos de los viciosos telmarinos a causa de algo que nadie, ni siquiera los reyes y reinas de antaño, sabían con certeza.
La Compasiva por otro lado, estaba nerviosa, no era el primer ataque que planeaba, sin embargo se sentía como si lo fuera. Peter estaba a su lado, sosteniendo su mano y tratando de calmarla, pero había otra cosa que ponía de punta a Violet, en la entrada del fuerte, Lucy la observaba decepcionada.
La pequeña quería buscar a Aslan, y Violet igual, no obstante el tiempo se agotaba y hasta ahora tenían más probabilidad de lograr atacar el castillo que encontrar al león perdido. Le susurró un "lo siento", y aunque Lucy estaba demasiado desilusionada, le entendió. No podía enojarse con su hermana, ambas eran espíritus afines, y comprendía más que nadie la posición de Violet. La misión de un rey y reina es hacer lo que creen que es mejor para las personas que conforman su reino, mejorar, y reinar con empatía y sabiduría.
Que su sabiduría nos guíe hasta que las estrellas caigan del cielo. Fué lo que alguna vez Aslan les dijo en su coronación. Aslan, quien eligió a Peter y a Violet como los grandes reyes de toda una nación porque confiaba que su gente estaría en magníficas y compasivas manos. ¿Quién era la reina Lucy entonces para juzgar las decisiones de su hermano y cuñada? Así que le dedicó una sonrisa, y junto con las centauras y faunas, se adentra al fuerte.
—Vamos. —Ordenó la reina Violet y todos los guerreros comenzaron a avanzar en sus respectivas filas.
Antes de partir, las faunas le otorgaron a ella y a Susan nuevos vestidos, además de nuevas armaduras con las cuáles se sintieran cómodas, llevaban sus arcos y carcaj en la espalda y en el caso de Violet, su daga escondida en un cinturón que llevaba en su cintura. Había encontrado su mortal daga en una de las catacumbas del fuerte, junto a un par de cartas que Anna le había dejado a su familia.
—Ángel, saldrá todo bien. —le susurró Peter, tratando de calmar sus nervios.
—Sólo prométeme que vas a proceder acuerdo al plan, y que a penas la situación se coloque complicada llamaremos retirada y saldremos de ahí antes de que alguno de los nuestros muera. —Violet miró a su esposo a los ojos.
Peter dudó un segundo, pero luego asintió.
—Me preocupa Caspian, temo que pueda reaccionar de manera fuerte y que estropee el plan. —La Compasiva volvió a hablar, esta vez observando al príncipe de Telmar, quien iba al frente guiando a todos, pues era el único que conocía la llegada al castillo.
—Si quieres voy y hablo con él. —Peter se ofreció con una mirada seria, pero por dentro pensando cómo podía amenazar al molesto príncipe.
Violet lo miró con escepticismo.
—Quiero que se sienta seguro de que puede hacer esto, no que se sienta amenazado o asustado. —Y con eso, se adelantó unos pasos hasta donde estaba el telmarino.
—Su alteza. —Le saludó la reina, y el muchacho se puso nervioso ante la presencia de la Compasiva. Especialmente luego de la disputa de hace unas horas, y él de una manera u otra insultando a la reina Anna.
—Su majestad, ¿hay algún problema?
—Sólo quería saber si te sientes cómodo con todo esto, después de todo intentaremos invadir tu hogar. —Violet le comentó de manera preocupada, pero sin despojar su postura seria.
—Estaré bien, se siente raro, pero no puedo dejar que mi tío siga con su tiranía. —Caspian respondió con seguridad, aunque aún se podía notar algo nervioso.
La reina notó el raro comportamiento, no obstante sólo le sonrió con tranquilidad y continuó. —También quiero que sepas que es imprescindible que todos actúen de acuerdo al plan, vean lo que vean el plan debe funcionar, y si Peter o yo llamamos a retirada, deben de obedecer si no queremos que se derrame más sangre narniana, ¿lo has entendido?
El muchacho asintió con convicción, a sabiendas que el Magnífico y la Compasiva eran sus superiores.
—No la defraudaré, su majestad.
•••
Si antes Violet se sentía a desmayar por los nervios, ahora se sentía totalmente peor.
Ella y Edmund estaban siendo llevados por Hardin el hipogrifo, la primera parte de su misión era llegar hasta la torre de vigilancia, para que luego Edmund diera la señal con su linterna para que los demás procedieran. La noche era fría y con algo de niebla, pero aún se podían observar las estrellas y constelaciones brillar como si fueran pequeños diamantes.
—Me nombraron reina en nombre de la gran constelación del norte. —Murmuró la reina en un intento de calmarse, obteniendo la atención de Edmund y Hardin. —Por Cassiopeia, Cassiopeia es una brillante constelación ubicada en el cielo del norte, en nuestro mundo fue llamada en honor a la reina Cassiopeia de Etiopía, pero en Narnia Peter ordenó que la nombraran en mi honor, ya que antes no llevaba nombre...
—Violet. —Edmund la sacó de su trance, luciendo algo preocupado. —Ya estamos llegando.
Era verdad, ya estaban a escasos metros del castillo. Así que Lettie respiró profundamente el limpio y helado aire nocturno y se concentró en ella y en su arco. Su precioso arco de madera de abeto con decoraciones de enredaderas y flores, acompañado de las elegantes flechas con pluma amarilla. Ella y su arco eran una sola, así que se agarró a el como si fueran a arrebatarselo. Hardin los dejó en el suelo de la torre, prometiendo que los iba a seguir a una distancia prudente en caso de que necesitaran salir rápido, y en un abrir y cerrar de ojos se llevó lejos al guardia que solía patrullar aquella torre.
—Es seguro, puedes dar la señal. —Le dijo Violet a Edmund luego de que el hipogrifo se fuera y ella hubiera revisado si había más guardias cerca.
Edmund asintió y se dirigió a la orilla de la torre, para luego apuntar con su linterna y prenderla y apagarla en un intervalo de indefinidas veces. Poco después observaron como cuatro hipogrifos sobrevolaban dentro del terreno. Cada uno llevando a Peter, Caspian, Susan y Trumpkin. Esperando a la próxima señal.
—Reepicheep y sus compañeros ya deben estar saliendo de las alcantarillas, y los narnianos deben estar entrando por la entrada que da al pueblo. —Le dijo Edmund.
—Bien, si seguimos así quizás podremos tomar el castillo. —Violet sacó una flecha de su carcaj y la colocó en su arco, solo por si acaso. —Dales a los demás la siguiente señal.
El azabache asintió y con la luz de su linterna les apuntó a Caspian, Trumpkin y a sus hermanos el lugar donde debían de aterrizar. Cuando se aseguraron que habían aterrizado de manera segura y tan sólo eliminando a dos guardias, se permitieron descansar un poco antes de proceder con la siguiente fase del plan.
—Has estado demasiado nerviosa. —Ed se acercó a su cuñada con semblante preocupado. —Antes de salir incluso vomitaste.
Violet lo miró con sus ojos llorosos, pero no respondió.
—Oh no. —El azabache se puso pálido. —¿Estás embarazada de nuevo? no quiero lidiar con una Violet embarazada, una vez Peter me obligó a ir al pueblo a las cuatro de la mañana porque se te habían antojado fresas, no pienso cumplir tus antojos de nuevo...
—No estoy embarazada, Ed. —Le cortó Violet con una pequeña sonrisa en su rostro al ver como Edmund se calmaba y el color volvía a su rostro. —Solo estoy asustada.
Edmund le pidió que continuara.
—Solo siento que si fracasamos en la toma del castillo, la voy a decepcionar. —La sonrisa de Lettie desapareció, dando paso a una voz perdida.
Anna.
El Justo se quedó sin palabras, sabía que su cuñada y hermano habían sufrido bastante al dejar a su pequeña sola en Narnia, y más aún cuando se enteraron que estaba muerta. Solo tenían que ver los apagados ojos zafiro de Violet y los repentinos ataques de ira de Peter para notarlo.
—Oh Lettie, tú nunca podrías decepcionar a Annie. —Edmund le abrazó. —Jamás.
—Pero no hay que hablar de eso ahora. —Violet rompió el abrazo y se secó las lágrimas con la manga de su vestido. —Debemos de concentrarnos.
Edmund pensó que su cuñada era una mujer demasiado fuerte. Y sabía por carne propia que los que son más fuertes han sufrido las mayores desgracias.
—A veces hace bien hablar de lo que duele. —Ed insistió para que su cuñada no se cerrará en su propia mente, él lo había hecho hace años, e irónicamente eso fue lo que más lo hirió en vez del trauma.
Pero Violet no contestó esa vez, se quedó mirando el patio de la corte telmarina. Sus ojos oscureciendose con rabia y adoptando una mirada que Edmund nunca en su vida había visto. Y, demostrando de una manera cruel y perdida que ya no era la misma persona de antes, Violet simplemente no respondió.
—Prende y apaga la linterna tres veces en esa dirección para que Susan sepa que es seguro entrar por la ventana del tutor de Caspian, ella le dará la señal a Peter, Caspian y a Trumpkin. —Ordenó la reina.
Cuarenta segundos más tarde, Violet observaba como el enano era el último en entrar por la ventana. Por otra parte, Caspian observaba preocupado la situación en la que él, los Pevensie y Trumpkin se encontraban.
—Tengo que buscarlo. —El príncipe se determinó, luego de confirmar que su profesor probablemente estaba arrestado en el calabozo.
—No tienes tiempo. —Peter negó. —Necesitas abrir el portón, además, recuerda lo que ordenó la reina Violet, no puede haber un desliz del plan.
—Ninguno de ustedes estarían aquí sin su ayuda. —Caspian insistió de manera bruta. —Ni siquiera yo.
—No seas tonto, muchacho. —Trumpkin se acercó al telmarino. —Esta idea tuya puede ser la causante de un posible fracaso, espera a que el castillo sea nuestro y podrás buscar a tu profesor.
Pero Caspian no lo escuchó, solo miraba esperanzado a los Pevensie.
—Peter y yo podemos ir donde Miraz. —Al final Susan se rindió. —Sólo tienes que asegurarte de estar el el portón en el momento indicado, si no lo estás, habrá problemas.
Caspian no lo dudó más y salió de la habitación.
—Vé con él. Asegúrate que siga de nuestro lado. —Susan le pidió al enano, y este asintió de mala gana, para luego seguir los pasos del telmarino.
—Maldición, Violet nos va a cortar la cabeza. —Murmuró Peter. Susan estuvo de acuerdo, sin embargo agarró el brazo de su hermano y ambos partieron a buscar a Miraz.
Mientras que Violet y Edmund seguían observando desde la torre de vigilancia, ambos estaban en alerta por si algo sucedía, o por si Peter daba la orden para que el ataque comenzará.
—Emil, ya es turno del cambio de guardia, puedes retirarte, yo seguiré vigilando. —Un guardia telmarino dijo mientras salía por la puerta de la torre.
Violet maldijo en voz baja y le pasó su arco y carcaj a Edmund, además de pedirle que se mantuviera quieto y callado. Pero antes de eso, enterró una de sus flechas en su corsé, de tal manera parecía que le habían disparado, y se preparó para entrar en el papel protagónico de la damisela en apuros.
—Por fin llegó una ayuda. —Murmuró de manera desesperada mientras se acercaba al guardia. Este se colocó en alerta, mirando a la reina con desconfianza.
—Nombre. —El guardia pidió de manera brusca, pero después se fijó en la flecha que estaba en el abdomen de la muchacha. —Está herida...
—Soy una dama de compañía de lady Prunaprismia. —Volvió a usar su tono desesperado, recordando el nombre que Caspian le había dado cuando planeaban el ataque y rezando por haberlo dicho bien. —Hay traidores en el castillo, uno de ellos me vió y me disparó, pero creo que no era muy buen arquero ya que no duele.
El guardia se acercó a ella con preocupación. —Venga conmigo, la llevaré ante el lord protector y luego a la enfermería.
Violet asintió con fingida desesperación, para luego en un descuido del guardia, sacar su daga del muslo y apuñalarlo por el costado.
—Qué idiota. —Le dijo Edmund cuando salió de su improvisado escondite. —Era una mentira obvia y ni siquiera se preguntó qué hacía una dama de compañía en la torre de vigilancia, si realmente son tan torpes entonces creo que de verdad podemos ganar.
La castaña soltó una risa silenciosa y el Justo le devolvió a la reina su arco y carcaj luego de que esta última se sacara la flecha del corsé y guardará su daga en el cinturón.
—Debo admitir que eres buena actriz. —Le dijo el azabache mientras se apoyaba en el borde de la torre y comenzaba a jugar con la linterna, lanzándola y luego atrapandola.
Hasta que un estruendo paró toda la diversión. Edmund no había alcanzado a agarrar la linterna y esta se había caído a la torre de abajo, provocando que un guardia saliera a investigar el origen del ruido.
—Diablos. —Susurró Edmund.
—Baja a buscarla. —Le pidió Violet mientras agarraba su arco con más fuerza cuando notó que el guardia prendió la linterna y hacía señas a lo loco, probablemente confundiendo al ejército de narnianos que esperaban su orden. —Si es necesario mátalo.
Edmund saltó de la torre y noqueó al guardia, al mismo tiempo que campanas empezaban a sonar, junto con un guardia del otro extremo exclamando que estaban atacando el castillo.
—Maldición. —Violet se preocupó, ansiedad y estrés inundando su cuerpo. —¿La linterna funciona? —Le preguntó a él Justo al mismo tiempo que saltaba de la torre y llegaba a parar donde su cuñado, quien tenía problemas al encender el aparato.
Mientras Edmund aún intentaba prender la linterna, Violet se dió cuenta cómo el guardia despertaba y trataba de atacar. Tomó prestada la espada de Edmund y comenzó a devolver las estocadas del guardia, lo cuál le resultaba algo difícil pues el guardia era muy bueno a pesar de estar noqueado hace unos minutos.
—¡Violet, Ed, envíen la señal! —El grito de Peter se hizo sonar por debajo de ellos.
—¡Estamos un poco ocupados! —Le respondió Edmund mientras apretaba el botoncito de la linterna, esperando a que esta prendiera. En ese momento Violet logró despistar a su oponente y de una sola estocada le degolló la garganta.
—Ugh. —Susurró la muchacha con asco, para luego ir a donde Edmund. —Dame eso.
Y de un sólo golpe contra la muralla, la linterna prendió.
Al mismo tiempo que Peter, Susan y Caspian terminaban de abrir el portón.
—¡Da la señal, ahora! —Exclamó Lettie, y al instante Edmund llamó a los narnianos.
De un momento a otro, los telmarinos comenzaron a salir del castillo con sus armas en mano y listos para pelear. Y los narnianos entraban con júbilo por el portón.
—¡Por Narnia, por Anna y por Aslan! —El grito de guerra de Peter desató la conmoción.
—Necesitamos bajar. —dijo Violet mientras veía cómo las espadas chocaban. —Tenemos que ayudar.
—Estamos ayudando desde acá. —Edmund le impidió una tontería.
Violet bufó, pero sabía que el rey Justo tenía razón, todos estaban siguiendo el plan perfectamente, ella no sería la excepción.
—Ven, escondámonos detrás de el tejado, aquí somos un blanco fácil. —Le dijo Ed mientras él y Lettie se colocaban detrás de lo mencionado, al mismo tiempo que los arqueros telmarinos se posicionaron en frente de ellos.
—¡Escojan un enemigo! —Exclamó el que parecía ser el arquero en jefe, el mismo teniendo la intención de disparar su ballesta en dirección del gran rey infiltrado.
—Ni lo pienses. —Murmuró Edmund mientras salía de su escondite y empujaba por el balcón al arquero que tenía planeado disparar a Peter.
Violet maldecía por lo que parecía ser la milésima vez antes de salir de donde estaba y sacar a su cuñado de ahí antes que lo mataran. Y llegó justo a tiempo, pues cuando los telmarinos le apuntaron a él, Lettie agarró su brazo y se lo llevó a la entrada de la torre, cerrando la puerta con pestillo antes de que una flecha les llegará. Siguieron avanzando por los pasillos, con la terrible melodía de los gritos acompañándolos.
Hasta que no tuvieron salida.
—Dios. —Violet parecía querer llorar. —¿Qué salió mal? cuidé cada aspecto del plan y me aseguré de que nadie fuese a arruinarlo.
—Creo que alguien desobedeció tus órdenes. —Idealiza Edmund luego de atorar la puerta con su linterna. —El plan era excelente, pero si te das cuenta, Caspian llegó más tarde a abrir el portón, además estaba junto con Susan y Peter cuando ellos debían de estar dentro del castillo reteniendo a los guardias.
Violet no quería pensar que los demás traicionaron el plan.
—¿Qué haremos ahora? —preguntó la muchacha después de un rato, asomándose por el balcón y viendo que estaban atrapados, no podían siquiera saltar pues abajo había rocas y mar.
—Hardin debe de estar por aquí cerca, dijo que nos estaba vigilando por si necesitábamos ayuda.
—Entonces tendremos que esperar a ser rescatados...
Pero ni siquiera tuvieron tiempo de esperar, cuando dos guardias rompieron la puerta y los acorralaron.
Estaban entre la espada y la pared.
—Lord Miraz nos dará una buena paga por la muchacha. —dijo uno de ellos.
—Por los dos, los míticos rey Edmund y reina Violet... ya estoy saboreando el triunfo. —Continuó el otro.
Ed y Lettie ya estaban en el borde del balcón, y para ser sinceros el suicidio pasó por sus mentes.Hasta que observaron la voladora figura de Hardin esperando a que ellos saltaran para atraparlos. Rey y reina se miraron y entrelazaron sus manos, para luego caer de espaldas con la confianza de que el hipogrifo los atraparía.
Y lo hizo, Hardin los atrapó a ambos.
—Hardin, dime que Peter llamó retirada antes de que perdiéramos muchas vidas. —Violet preguntó esperanzada luego de que ella y Edmund se acomodan en el lomo del hipogrifo.
Hardin no respondió, y en el momento en el cual el hipogrifo sobrevolaba el castillo, la Compasiva obtuvo su respuesta.
Habían traicionado su plan.
Y las vidas de la mitad de su ejército se perdieron.
Capítulo editado.
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(antigua nota de autora)
tienen que admitir que el plan era bueno y hubiera salido todo bien si no fuera por caspian y peter:)
hagan stream a "how you like that" de las diosas de blackpink y tengan un bonito día<3 NUEVO: ya q estamos, también vayan a hacer stream a born pink <3333