Habían pasado algunas semanas desde aquella salida y por más que Violet trataba de no enamorarse de Johnny, sus intentos eran en vano.
Sin saber en qué momento inició todo, la chica se estaba enamorando del castaño.
Y, por parte de Johnny los sentimientos eran los mismos. La diferencia es que él sí aceptaba lo que iniciaba a sentir por la neoyorquina.
Quizá era inevitable, pasaban mucho tiempo juntos todos los días. Iban al colegio juntos, en él compartían varias clases, luego se juntaban en los almuerzos con su grupo de amigos y se iban juntos a sus casas. Además, salían cada tanto y se visitaban, ya sea a la casa de Violet como a la de Johnny.
- Hola, Mamá. - Dijeron los hermanos Orlando al unisono.
- Hola, Mer. - Saludó la chica entrando junto a Lauren.
- Hola chicos, pasen. - Dijo al tiempo en que los tres adolescentes entraban a la casa.
- ¿Cómo has estado, Violet? - Se dirigió hacia la rubia. - Hace algunos días que ya no te he visto por aquí, sweetie.
- Bien, lo que pasa es que he estado algo ocupada. - Mintió en respuesta. No había estado más ocupada que otros días, estaba tratando de alejarse un poco de su vecino porque cada vez sus sentimientos por él eran más fuertes.
- ¿Y tus padres, cómo han estado? - Los padres de ambos se habían vuelto muy amigos, sobretodo por la amistad que tenían sus hijos.
- Bien, se preguntaban cuándo van a ir a cenar a mi casa de nuevo, pues la última vez fue en la suya. - Explicó Violet mientras caminaban hacia el salón principal.
- ¿No sé qué les parece hoy o mañana? Es que en dos días Dale se va a Canadá. - Dijo haciendo gestos con sus manos.
- Mañana está bien. - Dijo la rubia con una sonrisa.
- Perfecto. - Salió del lugar y fue hacia el interior de la casa dejándonos solos.
- ¿Qué hacemos hoy? - Preguntó Johnny mientras se tiraba cansado y dramático en el sofá.
- ¿Y si hacemos el almuerzo? - Propuso Lauren, hoy habían salido mucho antes y estaba muriendo de hambre.
- ¿Pero qué hacemos? - Violet se sentó al lado de Lauren, evitaba como diera lugar a estar cerca o a solas con Johnny.
- ¿Y si hacemos pizza? - Una sonrisa se hizo visible en ambos hermanos.
- Ya sé cómo va a terminar esto. - Dijo Violet en forma dramática mientras caminaban hacia la cocina.
...
- ¡No! - Soltó algunas risas mientras hablaba. Habían estado un rato haciendo el almuerzo y había confirmado que no era buena idea juntar a los hermanos Orlando, a solo que se quisiera un desastre.
- Así decía en la receta. - Se defendió el castaño.
- Johnny, necesitas lentes. - Bromeó la otra rubia mientras reía junto a Violet.
- ¡Johnny! - Gritó Violet cuando sintió que el canadiense le había tirado un poco de la harina con la que estaban cocinando. - Te vas a arrepentir. - Dijo tirándole harina de regreso.
Al terminar los tres chicos estaban llenos de harina.
...
Hoy era el día de la cena con los Orlando y luego del colegio los tres adolescentes habían ido a la casa de los hermanos.
- Sí, acabamos de salir de la escuela. - Estaban en un live de Instagram.
- Todas las personas son bonitas. - Dijo con una sonrisa. - Aunque creo que las chicas de Nueva York son especialmente bonitas. - No pudo evitar ver discretamente a Violet quién tenía un notable sonrojo.
- Okey... - Inició Lauren. - empiezo a sentir que aquí estoy sobrando. - Dijo con una risa.
- ¡Lauren! - Regañó en un susurro la neoyorquina.
- Dile eso a tus mejillas y a la sonrisa de Johnny. - Alzó los hombros divertida.
Los comentarios del en vivo especulaban un montón de cosas sobre la chica, pero a Violet eso no le importaba. Era segura de quién era y lo que quería, sabía que tenía el mundo a sus pies y no le molestaba admitirlo.
...
- Yo voy a salir. - Se levantó del sofá y acomodó sus cosas. - Nos vemos en la cena, Lau. - Se dirigió hacia Lauren.
- ¿A dónde vas? - Los celos eran notorios en el canadiense y eso les divertía a ambas chicas, en especial a Violet.
- Deja los celos, Orlando. - Dijo saliendo de la casa.
- ¡Espera! - El chico salió detrás de ella y Lauren rodó los ojos divertida mientras se iba a su habitación.
- ¿Qué pasa, Johnny? - El chico había caído.
- Yo... - Inició nervioso el canadiense.
- ¿Rogando por mí, Canadá? - Violet bromeaba, pero sus palabras no podían ser más ciertas. - Me voy. - Dijo al no recibir respuesta.
El castaño no dijo nada, pero apenas la chica se volteó con intención de irse avanzó hasta quedar delante de ella impidiendo su paso.
La rubia iba a hablar pero el chico frente a ella no le dio tiempo de eso, cuando menos se lo esperó los labios del chico estaban sobre los suyos.
- Johnn... - Susurró Violet apenas se separaron, aunque no tuvo tiempo de terminar su oración porque de nuevo sintió que el chico la besaba.
- Violet, yo... - Dijo algunos segundos después de que se separaran, pero fue interrumpido por la chica.
- Johnny, yo tengo que irme. - Sin más la rubia salió del lugar con una lágrima rebelde atravesando su rostro.
- No puedes, no debes. Lo prometiste. - Se recordó a su misma cuando llegó a su casa.
...
Violet moría por leer o escuchar la respuesta de Chloe ante la situación, aunque sabía que le iba a decir que se estaba enamorando de Johnny y dejara de ser pendeja yo aceptará en su vida y en su corazón.
Pero lo que para su amiga resultaba tan sencillo para ella no lo era, para Violet el aceptar a alguien en su corazón era un riesgo, y ese era uno de los riesgos que ella no estaba dispuesta a tomar.
Siempre había sido una chica que iba a lo aseguro, siempre tenía todo planeado y le gustaba que las cosas salieran tal y como ella quería. Además de que ella era muy perfeccionista y eso le sumaba toneladas de estrés a su vida. Para Violet enamorarse iba en contra de todo lo que ella consideraba seguro o algo que pudiera ser planeado ,y eso le asustaba. Le asustaba la idea de no tener el más mínimo control de algo tan importante en su vida como su corazón. Era una lastima que le costara aún más decírselo al chico del que se estaba enamorando
- En unos minutos llegarán los Orlando. - Recordó su madre. - ¿Estás lista?
- Sí, mamá. - Sonrió falsamente. No quería ver al castaño, no después de lo que había pasado esa misma tarde.
- ¡Hija! - Gritó su padre desde el primer piso, sacando a la rubia de sus pensamientos.
- ¡Voy! - De miró por última vez en el espejo que tenía en su cuarto y salió en dirección al comedor.
- Hola. - Hizo su mayor esfuerzo para ignorar la atenta y confusa mirada de Johnny.
Se saludaron entre sí y todos notaron como la rubia evitaba al máximo cualquier contacto o palabra con el castaño.
- ¿Pasó algo? - Preguntó en un sususrro Lauren preocupada y curiosa de la situación.
- No, ¿Por qué lo preguntas? - Se hizo la desentendida.
- No lo sé, pero hay algo raro entre tú y Johnny. - Susurró aún más bajo.
- No es nada, Lau. - Mintió Violet.
- Hola, Vi. - Saludó el castaño cuando se sentaron en la mesa.
- Hola. - Dijo cortante, le dolía pero para la chica eso era lo mejor. Ya no podía seguir jugando con sus sentimientos.
- Sobre lo de esta tarde... - Inició el canadiense.
- Mejor luego hablamos de eso. - Intentó sonreír pero en cambio le salió una mueca.
...
- A mí me encantaría que Johnny saliera con una chica como Violet. - ¿Cómo habían llegado a ese punto? Ni Violet ni Johnny lo sabían, aunque Lauren moría por tener una foto de la reacción de ambos ante las palabras de la madre de los chicos.
- Yo también moriría porque un Chico como Johnny saliera con Vi. - ¿No podían guárdala para sí? ¿No pudo ser en cualquiera de sus anteriores cenas?
- Sería genial tener a Violet como cuñada. - Dijo divertida Lau al ver la reacción de ambos chicos.
- ¿Por qué hoy? - Reprochaba mentalmente la rubia a la nada. - ¿Por qué justamente hoy?
Cualquier otro día Violet hubiera disfrutado de aquellos comentarios que solo incrementarían su orgullo, lamentablemente para la rubia en un día como ese, esas palabras tenían repercusiones totalmente contrarias.
- ¿Qué opinan de eso? - Dijo de nuevo Mer. - Por lo que veo en sus caras no es una idea muy alejada de la realidad.
- No, Mer. - Rió nerviosa la rubia. - Johnny y yo solo somos amigos. - Pateó levemente al chico a su lado.
- Sí, solo somos amigos. - Fingió una sonrisa mientras cada uno volvía a sumirse en sus propios pensamientos, en su propio mundo.
La neoyorquina pensaba en lo mal que se sentía por jugar con Johnny, era un chico que valía la pena y merecía algo mejor que ella. O al menos eso era lo que ella creía. Violet podría ser muy segura de lo que era y lo que tenía, pero en el amor era un completo desastre.
Por su parte, Johnny pensaba en la rubia, el porqué de su actitud. Lo confundía y eso, para bien o para mal, solo hacia que se interesara más por ella. Ella correspondió su beso, pensó que se sentía de la misma forma que él desde que la conoció. Temía haber malinterpretado las actitudes de Violet y que ella no sintiera nada más que una amistad por él.
Cuando terminaron de comer los tres adolescentes fueron al patio, pero Lauren no estaba muy convencida de que no pasaba nada entre su hermano y Violet y de un momento a otro buscó una mínima excusa para irse del lugar y dejarlos solos.
- Maddie me dijo que me iba a enseñar unas cosas, ya vengo. - Sin dar tiempo a qué respondieran dejó el jardín de la rubia y se adentró de nuevo a la casa.
Caminaron hasta una pequeña banca que tenía el patio y se sentaron, ninguno hablaba y no porque no supieran que decir. Tenían mucho por hablar, pero ninguno sabía cómo comenzar la conversación.
Violet no quería tener que enfrentar a Johnny, sabía que no era capaz de decirle la verdad así que iba a optar por rechazarlo. A pesar de todo lo que se lastimaría a sí misma al hacerlo.
Johnny no sabía cómo decirle a la rubia lo que sentía por ella y mucho menos luego de lo confundido que estaba con las actitudes de la rubia. Sabía que quería o necesitaba decírselo, aunque su miedo al rechazo podía llegar a ser mayor que cualquier otro sentimiento en ese momento.
En todo esto solo había una verdad y es que el canadiense estaba perdido por la rubia, pero no iba a ser tan fácil que ella aceptará que sus sentimientos por él eran los mismos.
Tengo unas ganas de escribir el siguiente capítulo, ya tengo los títulos de toda la novela. No saben lo que les espera a este par * risa malvada*.
Espero que les haya gustado este capítulo, gracias por todo el apoyo que ha recibido este Fanfic, no saben lo mucho que me motiva y me alegra que les vaya gustando.
XOXO
The girl behind the phone.