Situación.-
Supongamos que estaban en alguna tienda de autoservicio, aquí en mi rancho tenemos Walmart, Soriana, Aurrera, etcétera. Para que se den una idea.
SeokJin.-
Compraría, los víveres, lo indispensable. Rollos de papel suficientes para cuatro meses por sí el periodo de cuarentena se alargaba; comida enlatada y de larga duración era lo principal en su lista. Aunque también llevaría varias botellas de Soju.
Te miró escogiendo cosas de herramienta, focos por si alguno de los que tenían se fundía, botellas de agua, sobres saborizantes. Aunque frunció el ceño al verte entrar al área de juegos de mesa. Con discreción comenzó a seguirte y llegó a interceptarte.
—¿Qué crees que vas a comprar? —Preguntó.
Un señor que pasaba por allí les vio raro por lo que entraste en pánico.
—Con todo respeto no es que le importe —le contestaste a tu novio—. Ocúpese de usted mismo.
Tomaste el juego de shots y saliste del pasillo dejando a un boquiabierto a Jin. Ya vería después cómo se las cobraría, aunque al menos le hablaste de "usted".
YoonGi.-
Fue directo a ver algunos productos musicales que ni siquiera te sorprendió. Aunque también compraría herramientas y algunos ingredientes para hacer comidas específicas.
—¿Por qué llevas tanto? —Preguntaste pasando cerca de él.
—Creo que se equivoca de persona —respondió haciendo una reverencia—. No la conozco.
Y así se alejó para acercarse a los equipos digitales comenzando a ver precios, costeando objetos y sacando presupuestos.
Te mordiste la lengua antes de dirigirte a comprar un montón de chucherías y muchos juguetes para Holly después de todo tenías una de sus tarjetas, al menos que valiera la pena el haberte ignorado.
HoSeok.-
Básicamente lo tenías encima de ti y aunque muchos se habían dado cuenta les resultaba bastante tierna y graciosa la manera en que le ignorabas.
—Pssst... Jagi —susurró a tu lado.— ¿Cuántos kilos de croquetas llevamos para Mickey?
—Joder, viene en la lista —gruñiste entre dientes un poco molesta ante si insistencia de permanecer junto a ti.
—¿No crees que es muy poco?
—¡Hey guardia! Este chico me está siguiendo ¿Puede vigilarlo para que no se acerque a mí?
Sabías que estabas siendo un poco cruel pero no podían estar juntos en esta situación. Al final te apiadaste de él y llevaste los ingredientes para hacerle su postre favorito esa noche logrando que te perdonara.
NamJoon.-
No sabía exactamente qué era lo mejor para llevar. Desinfectantes, artículos de limpieza, tú te estabas encargando de la comida por eso al ver que había como cinco paquetes grandes de toallas femeninas casi te ahogas con tu propia saliva.
—¿Por qué llevas tantas toallas? —Preguntaste en un susurro—. Tengo un paquete en la casa, como máximo lleva dos.
—Pero si compramos más ya no salimos en medio año.
—¡Vamos a salir por más cosas de todas maneras!
—¡Hey! ¡¿Ustedes dos vienen juntos?!
Voltearon asustados ante un guardia de seguridad por lo que tomaste el cierre de tu chamarra y con discreción lo atoraste en la hebilla de su cinturón.
—¡No, pasamos juntos rápido y chocamos! —Respondiste nerviosa—. Me atoré con su cinturón.
Hiciste la acción de intentar desatorarlo y caminaste lejos de él.
—Una disculpa —hiciste una reverencia—. Por favor mantengamos distancia.
—Sí, no se preocupe —respondió tu novio.
En el coche se reirían más.
JiMin.-
El Soju también sería prioridad en su lista, luego de llevar un par de cajas iría por litros de cloro y gel antibacterial. Al llegar a su lado le sentiste bastante paniqueado pero intentaste comprenderlo de alguna manera.
—¿Por qué tanto Soju? —Preguntaste sorprendida—. Creerán que harás una fiesta.
—SeokJin-Hyung dijo que desinfecta la garganta —luego frunció el ceño como si se hubiera dado cuenta de algo—. Además ¿A usted qué? Ni la conozco.
Pasó a tu lado echando su cabello hacia atrás como usualmente lo hacía. Abriste los ojos sin poder creer lo que acababa de hacer; tachabas enormemente de la lista los condones, que él los comprara después. Después de todo su castigo ya estaba impuesto y no pensabas ceder.
O eso creías hasta que la cuarentena comenzó a hacerse más larga.
TaeHyung.-
Por un momento creíste que te habías equivocado de chico al ver un montón de dulces y juegos en su carrito, pero no, tu novio estaba casi llevando un juego de cada diferente que había.
—¿Por qué solo hay chucherías y jueguitos? —Preguntaste anonadada.
—También llevo libros y una cámara, pasaré a buscar adornos y luces para hacer una sesión fotográfica.
Te mordiste la lengua teniendo que caminar al frente cuando una señora llegó al mismo pasillo. Al parecer el niño de TaeHyung había olvidado por completo que estaban en medio de una pandemia y de verdad necesitaban víveres, suministros para Tannie y desinfectantes.
A veces en ese tipo de situaciones te sentías la hermana mayor de tu novio causando un escalofrío por toda tu columna.
JungKook.-
No estabas sorprendida. Jurabas que no estabas sorprendida. Para nada ibas a sorprenderte.
Bueno, la verdad en el fondo de tu corazón querías creer que JungKook no iba a tomar la consola nueva como prioridad.
Obviamente lo hizo.
—Llevo muchos videojuegos para que juguemos juntos, jagi —susurró pasando cerca de ti algo rápido.
El carrito solo alcanzaba para las botellas de Soju que seguro también iba a comprar. Lo bueno es que le habías tomado la tarjeta negra de entre las tres que te ofreció porque al parecer los viveres para dos o tres meses los ibas a tener que buscar tú.
¿A quién engañabas?
Al final también disfrutaste de la consola.