TUS LOCURAS, SON MI DELIRIO #...

By Mian-Jollel

82.3K 8.2K 780

Para que quiero complicarme la vida con hombres que solo buscan lo que una quiere y cuando me da la real gana... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
- Agradecimiento -
Nota Autora

Capítulo 11

2.3K 285 18
By Mian-Jollel

Lucho contra mismo por no volver a caer ante el lago de esta pasión que se despierta en mí cuando la veo.
No sé cómo es su rostro, apenas sé cómo es su voz y sin embargo conozco cada parte de su cuerpo como si fuera su dueño.
Ella me hace de perder el control invitándome a entrar en un juego peligroso.
No me importa, sólo ansío quemarme con ella en la misma hoguera donde los dos somos libres de tomar nuestra decisiones dejando atrás cualquier tipo de remordimiento.

Ella tiene algo que me deja sin aliento, su piel es suave y su manera de entregarse a mí me vuelve loco.
La poseo como un hombre prehistórico, indomesticable por dejarme llevar por estas ansias de querer devorarla y hacerle el amor a la misma vez.
Su fuego me quema de una manera maestra y escandalosamente sensual, lo que hace que quiera más, probar cualquier postura alcanzando un límite de enamoramiento inimaginable y más como poco a poco me estremece al mirarla a los ojos veo un brillo en su mirada, un reflejo de mí mismo.
Sus labios me saborean ardientes y delicadamente, al igual que sus manos acarician mi piel sudada.

Apoyo mi frente en ella mirando sus labios, un labios que me recuerdan a Patricia. Cierro mis ojos fuerte queriendo abrirlos y percatarme lo que acaba de suceder.

Esta mujer no es Patricia, sin embargo me hace sentir que soy otro hombre.
Poco a poco voy abandonando su cuerpo, aquel que me perturba  haciéndome querer más de ella,  como para no querer dejarla ir.

Me quito el preservativo y me voy hacia un baño que hay instalado en la misma habitación.
Cierro la puerta con llave, al quitarme la máscara me miro en el espejo.
No me reconozco ni yo mismo.
¿Qué estoy haciendo?
Acabo de estar con una mujer tan excitante, tan apasionada, la cual me tiene hechizado.
Pongo mis brazos ambos lados del lavabo dejando caer mi cabeza.
Es sexo, solo sexo me repito a mí mismo furioso por no querer reconocer lo que acabo de hacer.

Cuando la vi salir del baño de señoras, creí que no era ella, Valentino no me había avisado de que ella estuviera aquí.
Sin saber de quién se trataba intenté auxiliarla. Bajo su máscara, su cabello pelirrojo, y esa manera tan especial de mirarme un golpe fortuito me avisa que se trata de la mujer misteriosa.
Al tocarla,  mi metabolismo cambia rápidamente, como una pequeña brecha de pólvora explota dentro de mí intentando retenerla.
Huye de mí. Lo que me deja claro una cosa, ella está interesada en el hombre enmascarado.
Salgo en su busca pero la pierdo de vista hasta que la veo caminar por el pasillo dirección hasta esta habitación.
Si como Alexis no he podido conseguir mi propósito, lo haré como el hombre enmascarado.

Y ahora aquí estoy, mortificándome al mismo tiempo lucho contra mis remordimientos por haber fallado a mis sentimientos referente a Patricia.
Me siento como un mezquino, soy consciente de lo que he hecho, y aunque esté mal lo que acabo de hacer, esa mujer misteriosa me hace enloquecer de una manera aterradora.

Me cambio de ropa y al salir de nuevo a la habitación no está. Me sirvo un whisky y leo su nota.

«Esta es nuestra fantasía, soy tuya, no lo puedo evitar, estaré loca, pero quiero seguir sin cordura cuando estoy sintiendo como mandas en mi cuerpo. Todo tiene un fin, disfrutemos mientras se pueda»

Qué razón lleva. Todo en esta vida se acaba, y en ocasiones no llegamos hacer realidad nuestros sueños o simplemente la vida nos trata mal o injustamente.
En estos momentos me siento perdido en una tela de araña.
Donde una mujer misteriosa ha emprendido en mí las ganas de querer seguir que este juego.
Y por otro lado está Patricia, la que me ha hecho que vuelva a creer en el amor nuevamente.
Siento mi corazón latir intensamente por dos mujer distintas y las cuales me tienen esclavizado de distinto modo.

— Alexis, es hora de cerrar. ¿Te encuentras bien? — Valentino me entrega una cerveza sentándose a mi lado.

Llevo horas sentado en el mismo lugar que he estado con ella, aún puedo olor su perfume, incluso tengo grabado el perfume de su aroma. Incluso puedo excitarme cuando la he tocado y no llevaba ropa interior. Es inexplicable como me he transformado queriéndole devorar su feminidad.
Sus gemidos, su rica boca...No hay nada de ella que no me atraiga y haga de que no pierda el control.

— ¿En qué piensas, te noto raro?

— Estaba pensando en la mujer misteriosa. Creo que me conoce. Bueno a  Alexis. Y creo saber quién es la mujer que se esconde debajo de esa máscara. Pero desafortunadamente, no estoy seguro si mis sospechas son ciertas.

— Alexis, amigo, aquí vienen muchas mujeres. Y te conocen muy bien como para venir y tener sexo contigo sin que tú no te enteres.

— Lo sé. Por eso trato de ocultar mi identidad. Pero algo me dice que esa misteriosa mujer la conozco. Si no... ¿Cómo te explicas de qué haya salido huyendo cuando me ha visto?

— Pero cuando te ocultas no ha huido. Por lo que deduzco que si puede conocerte, pero no sabe quién se esconde bajo la máscara.

— Eso es lo que me trae de cabeza. Si conoce Alexis,  ha huido de Alexis pero no del hombre misterioso. Pocas mujeres huyen de mí, salvo una.

— ¿Quién?

— Patricia, la chica que te hablé el otro día. Ella es la única que conozco que le gusten los hombres que me rechaza todo el rato. Incluso hace varios días, la vi que llevaba puesto unas lentillas de color azul, del mismo color de ojos de la mujer misteriosa.
Todo me hace sospechar que pueda tratase de la misma mujer.
Pero no tengo pruebas suficientes para saber exactamente que me enamorado de la misma mujer en dos versiones.

Mi razón me dice que conecte todas mis alarmas sobre Patricia. Ahora más que nunca quiero averiguar si es ella o no la misma mujer que me trae loco de atar misteriosamente.

Al día siguiente, había quedado con ella en mi oficina para hablar sobre unas telas que me encargó.
Al verla, la escaneo, miro su silueta debajo de su ropa. La altura, sus pechos, sus piernas, hasta el más mínimo detalle de ella puede darme una pista para saber si realmente estoy en lo cierto.

— Buenos días, ¿Cómo estás Patricia? — Pregunto interesado en ella y poder resolver este misterio.

— Fatal. Casi no puedo hablar. — Su voz. Me quedo pensativo unos segundos recordando la voz de la otra mujer.

— ¿Qué te ha ocurrido? — Por favor Patricia dime lo que quiero saber.

— Me duele la garganta, esto me pasa por beber tantos granizados de vodka. Y encima anoche no me encontraba bien, tuve que ir al hospital para que me receten algo para la fiebre.

— Oh, cuanto lo siento. ¿Te puedo ayudar en algo? — Maldición, me precipitado en creer que podría tratarse de Patricia, pero por lo que me está contando no puede ser  ella.

— Tranquilo con los antibióticos que me recetaron me encuentro mucho mejor.
De hecho quería comentarte algo sobre la boda. Pero no vayas a decirle a nadie. Necesito tú consejo.

Patricia me comenta cómo van los preparativos y como su trabajo está en la cuerda floja. Al parecer Corina no está muy ilusionada con la boda debido a su amor por otro hombre.
Observo a la mujer que tengo delante mostrando su preocupación. Con cuidado le agarro de su mano dándole mi consejo.

— Entiendo que estés preocupada por ella, al fin de cuentas se han hecho muy amigas. Aún así, te aconsejo que no lo tomes personal. Tú debes sentirte orgullosa por lo que haces por tú amiga, pero si ella no se atreve a sacar sus miedos y enfrentar la realidad, va acabar por perder todo.
Antes de nada debe de ser egoísta y pensar en ella misma. Aunque sea si su padre siendo un personaje público, ella debe seguir a su corazón, no lo que le quieran hacer creer.

— Me da tanta rabia que haya dejado a Dante para casarse con un patán. Porque eso es lo que Angelo. Si Corina le ha dicho que no lo ama, ¿Qué clase de persona se casa sin amor? Los que le llevan el egoísmo del poder y del dinero.  Angelo solo piensa en sí mismo. Y sin embargo...

— Corina se está sacrificando por todos, callando y siendo obediente y al mismo tiempo va en contra de sus sentimientos.

— Alexis, ¿Qué debo hacer para que entienda que se está equivocando escogiendo un camino que la conducirá al desastre y el sufrimiento?

— Permanecer con ella hasta el último minuto. Hablando con ella y apoyándola. Corina necesita unas amigas como vosotras porque se siente muy sola.

— Lo haré. Gracias por escucharme.

— No tienes que darme las gracias. Siempre estaré encantado de poder auxiliarte. — Le sonrío acariciando sus nudillos con mi pulgar. Miro sus labios, son tan perfectos para poder besarlos.

— Alexis...te puedo hacer una pregunta algo personal. Pero no mientas. ¿De acuerdo?

— No tengo porqué.

— A ver por dónde empiezo. Tú...digo...eres viudo.

— Exacto. — Me río de la manera que se ruboriza balbuceando para hacerme la pregunta. Aunque ya me puedo imaginar lo que quiere saber.

— Tú has tenido relaciones después de morir tu esposa. Digo si has estado con mujeres. — Me ha hecho una pregunta o una acertijo.

— Si te refieres si me he vuelto a enamorar. La respuesta es no, de momento. Porque hay una mujer que tengo delante mío que ha captado todo mi interés. Y si te refieres al tema del sexo. Sí, me acuesto con mujeres. Pero solo una vez, no suelo repetir con la misma mujer más de una noche. — Mi confesión no le ha debido prestar nada bien. Aunque trate de aparentar normalidad, un pequeño destello en sus ojos me dicen lo contrario. Está celosa.

— ¿Y tú? ¿Tienes algo serio con alguien?  O solo rollos. — Debo de aparentar comprensión cuando por dentro me mata la idea de que pudiera estar con alguien.

— No, ya te dije que estoy soltera. En Luxemburgo no suelo mantener sexo con muchos hombres. A decir verdad llevo meses sin tener nada con un hombre. Llevo una vida muy aburrida. Ya sabes del trabajo a casa, compra, salir con mis amigas de fiesta, y si me apetece acostarme con un tío.
Pero no tengo nada serio con nadie, aunque si me gustaría enamorarme de nuevo. Pero tengo un problema.

— Cuenta de que se trata.

— Creo que me he enamorado de un hombre totalmente desconocido, pero que sabe cómo hacerme enloquecer.
— Frunzo mi ceño asumiendo que no me ha prestado nada bien esa revelación. Finjo calma y le respondo.

— Dicen que el amor es ciego, pero yo digo que no. Nos volvemos ciegos en el momento que revelamos nuestros sentimientos hacia la otra persona, sordos cuando no escuchamos los consejos de otros y si las palabras de esa persona que creemos sentir amor y por último, nos volvemos mudos cuando nos encerramos en el dolor y no queremos hablar con nadie.
Definitivamente, el amor nace con nosotros, lo bonito de este sentimiento es la manera de como lo vamos moldeando 

— Vaya, nunca alguien me ha dicho algo tan bonito.

— Patricia, me gustaría ser más que tu amigo. De verdad me gustas mucho y estoy dispuesto hacer lo que sea necesario para que tú te enamores de mí.

— Escúchame Alexis. No voy a engañarte. Me gustas mucho, más todavía. Sin embargo, en estos momentos estoy confundida, necesito poner en orden mis sentimientos y poder cerrar la puerta de mi pasado para abrir la de nuevo para dejar entrar al amor de mi vida.
Pero debido a que vivimos en distintos países, debo decirte que no puedo llegar a más contigo. Por favor, no lo tomes a mal, nada me hace más feliz que ser tú amiga.

De pronto un rayo de decepción cruza por delante mío logrando bajar mi guardia. Debo de respetar su decisión, le sonrío y acepto ser seguir manteniendo está amistad siendo consciente de todo lo que siento hacia ella es amor.
Clavo mis ojos en sus castaños luceros pensando para mis adentros como lo voy hacer para que me vea como el amor de su vida y no como un amigo más.

Continue Reading

You'll Also Like

2.4K 291 27
En medio de dos caminos completamente diferentes, se conectan la vida de ambos. Cuando el guapo Ezio decide subirse a uno de sus cruceros de lujo con...
31.2K 1.1K 21
¿Cómo soportar una tragedia, algunas muertes y varios corazones rotos? El destino seguirá contestando tus preguntas.
1.6K 79 24
Secuela de Una segunda oportunidad para el amor. Alexa y Kyle, un amor verdadero desde la adolescencia, dónde el destino es cruel en el que ella tend...
433K 28.1K 29
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca. -¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen. -Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a e...