Sus últimas semanas en la secundaria se volvieron las más divertidas gracias a sus amigos.
Desde que corrió el rumor de su cambio de escuela, Xiaoxi recibió buenas caras por parte de sus compañeros. Incluso Li Wei la trató mejor.
Hacían que los proyectos se volvieran más interesantes. Su profesor de literatura había organizado una obra de teatro donde, indiscutiblemente, dejaron a Jiang Chen y Xiaoxi como los protagonistas de la historia. Y, aunque la actuación de ella no fue la mejor, recibió una buena calificación.
El día de hoy, pudo ser el peor que pudo tener Xiaoxi. Se encontraba aislada del resto de sus compañeros, viendo como todos en el exterior se divertían a la hora del descanso.
–Señor Li, de verdad me siento bien –a medio día, habían detenido a Xiaoxi por presentar síntomas de gripe aviar.
–Señorita Chen, por favor tenga paciencia, sólo es precaución, en lo que baja su temperatura.
–Sr. Li, la próxima semana iremos al día de campo... Estoy completamente bien.
El doctor de la secundaria soltó una risita discreta y siguió tomando notas.
Para la tarde, la temperatura de Xiaoxi estaba mejor. Incluso su malestar físico había disminuido. El Sr. Li, le recetó algunas vitaminas para mejor su estado de salud.
–Si no las tomas, no podrás ir el día de mañana al picnic que organizó el tutor de tu grupo. Recuperate pronto.
Al día siguiente harían una visita al hospital para hacer las pruebas al resto de estudiantes ante cualquier emergencia acerca del resfriado que se propagaba en épocas de lluvia.
A Xiaoxi le emocionaba la idea de salir. Sólo quedaban dos semanas de clases y esta era su oportunidad de conquistar a Jiang Chen.
Con ayuda de su amigo Wu Baisong, los 200¥ que había logrado juntar en un mes y dinero prestado de su primo Gu Wei, Xiaoxi pudo comprar algunos fuegos artificiales, que Lu Yang se encargaría de encenderlos al anochecer, poco antes de terminar el picnic.
Todo estaba preparado. Incluso, cuando llegó a su casa, verificó que las cajas de pirotecnia no se revolvieran con las de mudanza. Sin duda el día del picnic sería el mejor.
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A la mañana siguiente, los alumnos fueron llenando los autobuses de acuerdo al número de clase.
El salón de Xiaoxi fue el octavo en salir del colegio y también el octavo en llegar al hospital donde todo era un caos. Había alumnos por doquier. No sólo la secundaria de Wujiang estaba ahí, también la de Chioju, Zuyi y Jiaosi.
–¡Clase 8! ¡Por acá! –gritó la enfermera a cargo del grupo.
En orden, chicos y chicas se formaron en dos hileras y se dejaron guiar por las enfermeras y doctores.
El olor a alcohol, sueros y demás, marcaron un poco a Xiaoxi, pero trató de no mostrar malestar en aquellos momentos, acaba de ver a una niña que enseguida fue aislada por tener un grado más de Temperley. No quería que le sucediese lo mismo.
–Chen Xiaoxi, ¿Eres tú? –Xiaoxi asintió –tu turno. Pasa.
En el consultorio, el doctor hizo algunas preguntas básicas. ¿Cómo te has sentido? ¿Has tenido malestar? ¿Tu temperatura? Entre otras más. Luego de responder, condujeron a Xiaoxi a otra habitación, la recostaron sobre una camilla y le dijeron que se estuviese quieta, la enfermera la iba a revisar. En medio de eso, giró su cabeza de lado hacia la cortinilla que la separaba de Jiang Chen, ella, sin saberlo, no esperaba que en ese momento la cortina se abriría un poco, dejando ver a Jiang Chen en la misma posición que ella.
Él, por su parte, se sintió observado y también giró su cabeza, mirándola sin palabras.
En ese momento, Jiang Chen sintió moverse algo dentro de su estómago. ¿Qué era? No había presentado malestar antes, ni tampoco su corazón había latido tan fuerte como en ese momento. Algo le estaba sucediendo.