Abrí mis ojos ante los rayos de sol que se asomaban por la ventana, había amanecido. Mire a un costado mío encontrándome con una cabellera rubia que con su flequillo cubría gran parte del rostro de aquel chico a mi lado el cual tenía un semblante sereno y ante aquellos rayos solares que llegaron a su rostro pronto despertó.
Me miro a los ojos somnoliento aun y me dedico una sonrisa, para sucesivo mencionar un:
Popee: buenos dias engendro
Los viejos hábitos nunca mueren y aquel seudónimo que hacía años me había impuesto permanecía aun conmigo, un extraño y peculiar apodo a mi parecer, que no por eso dejaba de ser único, pues con el tiempo termine acostumbrándome a aquello.
- buenos dias -le correspondí la sonrisa
Y antes de poder mencionar algo mas, en un movimiento rapido aquel rubio termino sobre mi sujetándome con delicadeza por la cintura con una mano y acorralándome con la otra. Me dio un beso gentil y cálido en los labios.
Por mi parte, rodee su cuello con ambos brazos. Al separarnos nos miramos fijamente por unos instantes.
Popee: que quieres para desayunar
- no te preocupes por eso, hoy me toca a mi preparar el desayuno
Ya habían pasado tres semanas desde que nos mudamos a este departamento y la gran mayoría de esos días Popee cocinaba para mi. No tengo quejas al respecto, al contrario es bien sabido que Popee tiene un gran sazón, no obstante tambien me gusta cocinar para el, asi siento que puedo agradecerle todos aquellos detalles que me ha dado, y todas esas veces que estuvo ahí para mi.
En su mirada pude ver que aquella idea no le convencía del todo, o mas bien no estaba conforme con aquella respuesta que le di, me miro bribón y comenzó una guerra, en la que para convencerme de lo que el quería, me besaba el cuello a la par que me hacía cosquillas.
- hey, e-eso no, es jugar lim-limpio -mencione entre risas
Popee: en el amor y la guerra todo se vale engendro
El tenía razón, si el no iba a jugar limpio entonces yo tampoco lo haría. Como pude le sujete de ambas manos, y con un movimiento rapido termine por dejarlo debajo mío con ambas manos a los costados
- yo, hare el desayuno -declare firme
Popee: acorralándome por la mañana, es muy temprano para eso, no te parece -menciono promiscuo
- idiota
Al final terminamos por preparar el desayuno juntos. Nuestras vacaciones de fin de curso habían terminado, hoy comenzaban las clases de nuevo. Así que al terminar el desayuno Popee me entrego un casco y ambos subimos a su moto para ir a la universidad.
- bueno, nos vemos al rato Popee
Popee: adiós engendro
Al despedirnos nos separamos y me encamine a mi aula correspondiente encontrándome con Eepop en el camino.
Eepop: ___, buenos dias -menciono animada
- buenos dias -salude
Eepop: ¿qué tal estuvieron tus vacaciones?
- increíbles
Eepop: me alegro, es gratificante verlos a ti y a Popee tan unidos y felices
- gracias
Eepop: ahora que viven juntos me pregunto en que momento pensaran en casarse -menciono burlesca, provocando un sonrojo de mi parte
- a-ah, en realidad no habíamos pensado en eso -mencione nerviosa desviando la mirada
Eepop: ¿de verdad?, han estado tanto tiempo juntos, ahora viven juntos ¿y nunca han pensado en casarse?
- Eepop, porque no mejor me cuentas como te ha ido con Onomadek -desvié el tema de conversación, y aquella mi pregunta hizo sonrojar a la rubia
Eepop: pues nosotras, la verdad es que ahora estamos mas unidas que antes
- me alegro tanto por ambas
Las clases comenzaron y siguieron su curso natural. Llego la hora del almuerzo en donde me reuní con aquel grupo de amigos con quienes conversaba amenamente, los únicos que faltaban eran Popee y Onomadek, sin embargo tanto a Eepop como a mi nos avisaron tenían mucho que hacer, por lo que no solo no nos iban a acompañar en el almuerzo, si no que con su nuevo horario se estableció que sus clases acabarían mas tarde de lo usual.
Akane: ¿que? -pregunto sorprendida- ¿cómo que tu y Popee viven juntos?
Makoto: ¿desde cuando?
- bueno, sucedió en las vacaciones
Akane: valla y creí que Makoto y yo viviríamos juntos antes que ustedes
- fue muy espontaneo que cuando me di cuenta ya vivíamos juntos
Makoto: felicidades para ambos
- gracias -mencione un tanto apenada
Y es que todo fue tan repentino que aunque ya hayan pasado tres semanas desde que nos mudamos juntos, aun no puedo llegar a asimilar aquello
Akane: bueno, si ya dieron ese paso tan grande supongo que de igual manera se casaran
Akane -mencionaron todos al unísono, a excepción de mi, pues comence a sentir mi rostro arder y baje la mirada con un tanto de vergüenza por lo dicho anteriormente por la castaña, ya que era la segunda vez que me lo decían el día de hoy.
Akane: ¿que?, únicamente estoy diciendo que eso es una posibilidad -se excuso
Makoto: a decir verdad, ustedes llevan ya varios años saliendo no, o al menos nunca dejaron de amarse
Akane: ustedes ya habían vivido juntos, aunque vivían en el circo
Eepop: ahora que viven solos pense que al menos pensarían en esa posibilidad -divago
La verdad es que nunca me había planteado el contraer matrimonio con aquel rubio, el y yo no solemos pensar mucho en el futuro, al menos no de nuestra relación, por lo tanto no lo había pensado demasiado. Nosotros vivimos mas el presente de nuestra relación, Sin embargo...
Keda: a Popee le preguntamos lo mismo
- ¿eh?
Keda: antes de que se mudaran, Papi le pregunto si planeaban casarse o si ya lo estaban
Akane: ¿enserio?, ¿y que respondió? -cuestiono curiosa. Yo tambien sentía un tanto de curiosidad de saber su respuesta
Keda: en realidad no dijo nada en concreto, pero si dio a entender que lo tiene en mente
- ¿qué lo tiene en mente? -en ese momento senti mi rostro arder aun mas
Aunque no lo hablemos, el tiene contemplado aquella opción, debo admitir que eso me pone muy feliz... No obstante, si no me ha comentado nada significa que aun no es el momento, es decir acabamos de comenzar el tercer semestre en la universidad, aun nos queda mucho camino para graduarnos, es mejor concentrarse en eso, ahora no es momento para una boda.
Las clases terminaron y junto a Eepop caminamos hacía mi departamento en donde hicimos los deberes, tomamos un poco de té, conversamos un rato y finalmente nos despedimos. Sin darme cuenta ya eran las ocho de la noche, aun no llegaba Popee, sin embargo no le tome mucha importancia pues sus razones tendría para llegar tarde, por lo que decidí preparar la cena.
Popee: estoy en casa -menciono cerrando la puerta detrás suyo
- bienvenido -mencione sin mirarle- la cena esta casi lista, prepare curry
Popee: excelente -menciono con un tonó que denotaba cansancio
- según tu horario debiste haber salido de la universidad hace horas, ¿en donde...
Al girarme para mirarle pude ver como este estaba manchado de sangre y con algunos golpes en el rostro, no muy notorios.
- ¿qué te paso? -pregunte preocupada acercándome a el con rapidez
Popee: nada en particular -sonrió
- aja, y esa sangre no es nada -me acerque a revisarlo
Popee: tuve una pequeña discusión, es todo
- y por lo que veo la ganaste no es así. Tu ropa esta manchada de sangre pero no tienes ninguna herida, a parte de esos golpes -le sujete de las mejillas y nos miramos fijo unos segundos
Popee: engendro
- dime
Popee: la estufa sigue encendida
- la estu... ¡el curry! -lo había olvidado por completo
Lamentablemente ese día no pude seguir interrogándolo, aunque me preocupaban sus heridas, la verdad es que estas no presentaban en su portador una herida grave, no eran mas que simples moretones que al cabo de unos días sanaron, por lo que tampoco sentí esa necesidad de seguir preguntando.
No obstante el tiempo paso y con el de vez en cuando Popee llegaba tarde o inclusive salía noche y regresaba a altas horas de la noche, con uno que otro golpe y algunas heridas menores "sin importancia" la verdad era que me preocupaban, por lo que una noche me decidí por preguntar.
- oye Popee -mencione llamando su atención
Popee: que sucede -mencionaba mientras cenábamos
- tengo curiosidad sobre una cosa
Popee: ¿qué cosa? -decia sin mirarme
- bueno, me gustaria saber, ¿por qué a veces sales por la noche y llegas en la madrugada con golpes y algunas mas heridas?, ¿tiene que ver con el de donde consigues todas esas armas que tienes?
Pregunte sumamente curiosa, sorprendiendo a aquel interrogado quien detuvo la actividad que estaba realizando para mirarme con seguridad y una sonrisa ladina para decir sucesivo:
Popee: no son cosas de las que debas preocuparte
Nuevamente no obtuve una respuesta concreta, sin embargo no me iba a quedar de brazos cruzados, iba a investigar que era lo que hacía por las tardes y noches o no podría estar tranquila.