No podía ser...
Levantó su cuerpo de inmediato, hizo a un lado las mantas que aún cubrían su cuerpo y se levantó de la cama en busca del interruptor de la luz para iluminar su habitación y finalmente poder empezar a observarla con detenimiento, asegurándose de que había vuelto a ser la misma que recordaba; las paredes blancas, el escritorio nuevo, las sábanas de otro color, las cortinas acabadas de estrenar...
Empezó a sentirse ligeramente mareado y tuvo que cerrar sus ojos y respirar profundamente para intentar tranquilizarse. Acto seguido dirigió su mirada a la mesilla de noche, donde pudo ver su teléfono móvil bocabajo. No tardó ni cinco segundos en agarrarlo, desbloquear la pantalla y fijarse en la fecha y la hora que se mostraba.
1 de enero de 2020. Las dos y media de la madrugada.
¿Qué cojones?
Ni siquiera la hizo falta ir hacia el baño para mirarse en el espejo, ya que utilizó la cámara interna de su móvil para asegurarse de que su rostro volvía a ser el mismo. Las ojeras más pronunciadas, algunas arrugas a los lados, su pelo algo mejor cortado, aunque totalmente despeinado.
¿Qué había pasado?
No estaba soñando, cosa que pudo comprobar después de pellizcarse varias veces por diferentes zonas de su cuerpo, sintiendo aquel pequeño escozor en su piel durante cortos segundos. Pero si no era un sueño... ¿cómo había conseguido volver a su presente? Tenía claro que aquello no pasaría, que tendría que volver a vivir su vida y repetir todos y cada uno de los días que le faltaban. Pero...había vuelto. Y no entendía ni cómo ni por qué.
Soltó el aire con fuerza y se sentó en el borde de su cama, apoyando sus codos encima de sus piernas, con sus manos tapando su rostro. ¿Todo lo que había pasado...? Volvió a suspirar y quitó las manos de su cara, fijando su mirada en la nada. ¿Habría sido un sueño? Volver diez años atrás...no tenía demasiada lógica, si lo pensaba. Pero lo había sentido tan real que le parecía imposible que todo lo ocurrido hubiera sido un simple sueño. Había sentido cada palabra, cada tacto... ¿cómo podía ser posible?
Por más que le daba vueltas, no lograba comprenderlo ni encontrarle una lógica, pero sabía que quedándose allí sentado tampoco iba a hacerlo.
Al principio, no supo muy bien qué hacer. Volvió a por su móvil, miró un poco las redes sociales para acabar de comprobar que aquello estaba siendo real y decidió dar una corta vuelta por su casa, dándose cuenta de que realmente todo había vuelto a ser como antes y que aquello tampoco estaba siendo otro sueño.
Necesitó un vaso de agua para, de alguna manera, sentirse más despejado. Se sentó en el comedor y...pensó.
Estuvo varios minutos dándole vueltas al tema, aun sintiéndose algo trastocado por todo lo que había pasado y por lo irreal que le seguía pareciendo. No lograba encontrar una explicación lógica por más que intentara hacerlo y no había nada a lo que pudiera darle sentido, algo que a aquellas alturas ya estaba empezando a provocarle un fuerte dolor de cabeza. Por ello tuvo que cerrar sus ojos y respirar hondo en varias ocasiones para poder calmar sus nervios, intentando disipar aquellos leves golpes que cada vez se hacían más fuertes.
Pasaron varios minutos hasta que se dio cuenta de que allí sentado no conseguiría resolver absolutamente nada. No iba a encontrar respuestas por más preguntas que se hiciera, y si quería hacer algo al respecto necesitaba actuar. En cuanto despejó su mente de todos aquellos pensamientos se levantó de su lugar y caminó con pasos apresurados hasta su habitación. Rápidamente se cambió de ropa, colocándose las primeras prendas de ropa que encontró al abrir su armario, no importándole demasiado la apariencia ya que encima de esta se pondría un abrigo largo que lo cubriría hasta las rodillas. Una vez que se puso los zapatos, cogió sus llaves y salió de casa totalmente decidido. Y aunque sabía que no era una gran decisión, caminó hasta la casa de Louis, a pesar de lo tarde que era y que probablemente estaría dormido. En cuanto llegó saltó la valla por el jardín trasero, por la esquina donde siempre lo hacía, y caminó hasta llegar al balcón de la habitación correcta. Soltó un fuerte suspiro antes de empezar a trepar, sabiendo que sería muchísimo más torpe de lo que ya lo era años atrás. Sus pies sujetándose con las baldosas medio salidas, sus manos agarrando la tubería...
Finalmente lo consiguió, aunque tardó más de lo usual. Se tiró al suelo del balcón y se sacudió su ropa antes de atreverse a tocar la puerta de cristal, no viendo nada más que las cortinas verdes que tapaban el interior de la habitación.
Dos minutos después se corrieron las cortinas, finalmente pudiendo ver detrás de estas a Louis, quien llevaba puesto un pijama largo de color gris, su pelo apenas despeinado y su rostro luciendo cansado, como si aún no hubiera conseguido dormir. Harry, al sentir los ojos de Louis encima de él mirándolo totalmente descolocado, tragó saliva y cogió aire con fuerza, preparándose mentalmente todo lo que tenía intención de decir.
—¿Qué haces aquí? —fue lo primero que preguntó Louis.
Harry aclaró su garganta.
—¿Puedo pasar? —preguntó, mirándolo directamente a los ojos.
Louis se lo quedó mirando de la misma forma durante unos segundos hasta que asintió con la cabeza, aun manteniendo el ceño levemente fruncido y su expresión confusa. Se hizo a un lado y dejó que Harry pasara a su habitación. En cuanto este entró Louis cerró la puerta y volvió a correr las cortinas.
—¿Y bien?
Harry volvió a coger aire con fuerza a la vez que cerró sus ojos durante unos cortos segundos. Y aunque había preparado cada una de las palabras que diría en aquel momento no pudo evitar dejarse llevar por sus impulsos, a pesar de saber que no era lo que debía hacer.
—No te cases, por favor.
Y todo fue absoluto silencio.
Harry miró fijamente a Louis, queriendo descifrar con cada una de sus expresiones para poder saber cuáles eran sus pensamientos. Pero este parecía no reaccionar, ya que lo único que hizo fue cruzar sus brazos por encima de su pecho sin apartar la vista de Harry en ningún momento. Tragó saliva, cogió aire con lentitud e incluso tuvo que pestañear varias veces antes de contestar.
—A qué cojones viene eso, Harry.
Sonaba cabreado. Muy cabreado.
Harry suspiró, como si no lo hubiera hecho ya suficientes veces.
—Te...te va a sonar estúpido, pero...he tenido un sueño, o algo así —tragó saliva—. Y tú estabas allí. Diez años atrás. Cuando tú y yo...
—Harry —le detuvo. No apartó su mirada en ningún momento. Su ceño se mantuvo arrugado, pero esta vez con menos fuerza—. Creo...creo que llegas un poco tarde para esto.
—Lo sé, pero...
—Y no deberías estar aquí.
La mirada de Louis...podía sentir el dolor desde su lugar. Un dolor que sabía que estaba intentando esconder a toda costa, manteniendo sus brazos cruzados y tensando levemente su mandíbula.
—Deja...deja que... —empezó a sentir un nudo en su garganta que empezó a dificultar su habla—. Quiero...quiero pedirte perdón. Por todo. Por haberte hecho daño, por haber renunciado a ti tan fácilmente y... —aclaró su garganta—. Fui un cobarde cuando te besé por primera vez y me fui sin decir nada y seguí siendo un cobarde cuando te dejé por irme a otro país. No he tomado mis decisiones como debía; me arrepiento de no estar contigo como nunca he hecho con nada en mi vida —cogió aire—. Fuiste el amor de mi vida y siempre lo serás. No importa el tiempo que pase, no importa que en unos meses te cases con Zayn, que formes una familia...no me importa si me olvidas ni si nunca me perdonas por lo que te he hecho, yo...
Louis miró hacia un lado y apretó con más fuerza su mandíbula. Negó con la cabeza y soltó aire con fuerza.
—¿Por qué has venido ahora a decirme todo esto? —preguntó, interrumpiendo sus palabras.
Harry aclaró su garganta antes de responder.
—Porque...porque sentía que debía hacerlo.
—¿A las tres de la mañana? —alzó una de sus cejas.
—Sé que no es la mejor hora, pero...
—Harry —lo volvió a interrumpir, esta vez mirándolo a los ojos—. No es el momento. No ahora.
Harry asintió con la cabeza, dándole la razón.
—Sé que he venido en el peor momento de todos, pero...no he tomado buenas decisiones en mi vida y esto es lo único que se siente correcto. Haberte dejado es lo peor que pude hacer jamás y te lo repetiré las veces que haga falta. Y sé que querer recuperarte cinco años después de lo ocurrido es una locura, pero...
—¿Te estás...te estás dando cuenta de que esto no es justo para mí? —su voz había empezado a temblar—. Voy a casarme en pocos meses, Harry.
—¿Acaso es realmente lo que quieres?
—¿Por qué no iba a serlo?
Harry suspiró y miró hacia un lado por pocos segundos. De nuevo, volvió a fijar su mirada en los ojos de Louis, los cuales habían empezado a brillar más de lo normal.
—Porque han pasado diez años desde que nos conocimos y yo nunca he dejado de estar enamorado de ti.
Louis desvió su mirada al momento y mordió su labio superior con fuerza, de alguna manera intentando detener el leve temblor de su mandíbula, queriendo disipar las ganas de llorar que cada vez aparecían con más intensidad. Antes de que pudiera decir algo, Harry empezó a acercarse a él a pasos lentos, fijándose en como este ya empezaba a acumular lágrimas alrededor de sus ojos, las cuales aún no habían empezado a caer. Louis, al notar a Harry tan cerca, sintió su cuerpo tensarse y fue entonces cuando la primera lágrima se deslizó por su mejilla. Harry se ocupó de retirarla delicadamente con su dedo pulgar.
—Harry... —Louis lo nombró.
—Louis...siempre te voy a amar como la primera vez. Pase el tiempo que pase —no dejó de mirarlo directamente a los ojos—. Y sé que no estoy siendo justo contigo, pero...necesito hacer esto.
El cuerpo de Louis temblaba bajo el tacto de Harry, quien poco a poco fue acercando su rostro al suyo. Ninguno de los dos se echó para atrás, a pesar de saber que no estaban actuando con juicio y de que aquello les traería consecuencias. Poco después sus labios finalmente su unieron y no tardaron en abrir sus bocas, lentamente y sin ninguna prisa. Empezaron a moverlas al mismo ritmo, sin querer apresurarse y disfrutando por completo de aquel momento, del tacto de sus lenguas chocando la una con la otra, sus cuerpos temblando y sus corazones latiendo a la par.
Ninguno de los dos se había sentido tan bien durante mucho tiempo. Pero sabían que aquello no duraría para siempre.
Fue Louis el primero en separarse, apartando a Harry suavemente con sus manos en medio del beso. Este lo miró algo confundido, aunque no pudo saber con exactitud cuáles eran sus intenciones, ya que Louis mantuvo la cabeza agachada durante largos segundos, hasta que poco después empezó a alzarla, pudiendo notar como sus ojos seguían acumulando lágrimas.
—Me voy a casar en abril —fue lo único capaz de decir.
Harry se quedó callado durante varios segundos, sin saber muy bien qué debía decir o hacer.
—Louis... —apenas pudo pronunciar su nombre.
—Deberías irte —de nuevo, lo interrumpió.
Harry, al escuchar aquellas palabras, se apartó ligeramente de Louis, quien de nuevo había agachado su mirada al no querer atreverse a mirar a Harry a los ojos. Este soltó un fuerte suspiro y tardó varios segundos en reaccionar, sin ser capaz de decir nada ni de moverse de su lugar. Finalmente fijó su mirada en Louis, a pesar de que este siguiera en la misma posición. Cogió aire con profundidad antes de hablar.
—Espero que seas muy feliz —aquellas fueron sus últimas palabras antes de irse por donde había venido, dejando a Louis solo en su habitación y sin saber que miles de preguntas pasarían por su cabeza y que quizás, solo quizás, tomaría una decisión que volvería a cambiar su vida por completo.
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Siento lo corto y que el capítulo esté tan mal narrado :( no tenía demasiada inspiración ni ganas pero quería subir algo, así que bueno es un capítulo aceptable (espero) pero mejorable que aun así espero que os haya gustado!!!
again siento haber tardado tanto pero como he dicho no tenía demasiadas ganas de escribir
esta fic ya va por la recta final sooo faltan poquitos capítulos, probablemente escriba hasta 20, haga un epílogo y algunos capítulos extra (es decir, quedan por lo menos unas cinco partes más sdfghjk)
nos leemos, oskm