¡Hubo doble actualización! Así que si Wattpad te trajo primero a este capítulo, asegúrate de haber leído el anterior ❤️
☀︎ Capítulo Veinticuatro ☀︎
❝Love's a fragile little flame
it could burn out❞
Hartley☀️
-Mamá, es horrible.- Sentencio al ver mi reflejo en el espejo.
Laura me consiguió un vestido "único" que "muchos matarían por tener". Fue diseñado especialmente por ella, para su marca Bianco's; debo usarlo porque en poco tiempo vendrá a cenar otra diseñadora de la empresa.
-Cuidado con lo que dices. Y más vale que cuides tus modales hoy.
-Pero...- comienzo a protestar, pero me interrumpo a mí misma al ver a Diano ingresar a la habitación.
Todo mi cuerpo se tensa y fijo la mirada en la pared.
El hombre camina con seguridad por la casa, como si fuera suya. Y eso parece, pues básicamente se ha mudado aquí.
Nadie me preguntó si la idea me agradaba. Tampoco creo que les importe.
En el momento en que las visitas se anuncian tocando a nuestra puerta, mi madre me toma firmemente de los hombros.
-Ahora vas a acompañarme a la puerta, y vas a saludar educadamente, ¿entendido?- Su tono seco y frío me pone los pelos de punta.
-Sí,- respondo.
Sáquenme de aquí, por favor.
-Bien. Vamos entonces.
Camino junto a Laura hasta la entrada de la casa. Desearía poder simplemente encerrarme en mi habitación hasta que se vayan.
-Buenas noches,- sonríe mi mamá al abrir la puerta.
Luego me golpea suavemente con el codo incitándome a saludar, pero no puedo.
No puedo hablar, no me puedo mover, y no puedo pensar. Simplemente estoy en... shock.
-Ella es mi hija, Hartley.
-Eh... buenas noches,- balbuceo sin ser capaz de apartar la vista del fastidiosamente perfecto rostro de Camille.
¿¡Qué diablos hace ella aquí?
Esto es increíble, lo que me faltaba.
-Hola, Laura.- La que parece ser la madre de Camille saluda, y luego su hija hace lo mismo.
Al parecer Nuria, la madre de Camille, es socia de mi madre. Y la chica es nada más ni nada menos que modelo de la compañía.
Asombroso, simplemente... asombroso.
-Y este es Diano, mi pareja.- mamá lo presenta cuando todos nos acomodamos en la mesa.
Luego comienzan las conversaciones de trabajo y moda que yo ignoro deliberadamente.
No puedo escuchar nada. No quiero escuchar nada. Uso todas mis fuerzas para concentrarme en el plato y olvidar todo lo qué hay a mi alrededor.
No quiero hacer ningún ruido ni nada que llame la atención. Pasar desapercibida es lo único que se me ocurre en este momento.
Durante toda la cena, no puedo evitar preguntarme por qué.
¿Por qué la gente me pone tan nerviosa? ¿Por qué me gusta tanto estar sola? Eso no es normal.
-Permiso,- murmuro poniéndome de pie, y rápidamente salgo del comedor.
Estar allí es asfixiante. Todas esas personas sentadas a mi alrededor, probablemente pensando lo patética que soy... no puedo.
Me alejo por el pasillo que lleva a la sala de estar y me siento en el sofá, sola.
Soy consciente de que solo estoy haciendo tiempo y la verdad es que no me importa. ¿Qué es lo que va a hacer mi madre? ¿Gritarme? ¿Castigarme? ¿Golpearme?
-Hartley...- la voz de Camille se escucha como un suave susurro a mis espaldas. La observo sentarse a mi lado, notablemente nerviosa.
Abro la boca para hablar, pero no soy capaz de articular ni una sola palabra.
-Escucha. Yo no quiero molestarte ni mucho menos incomodarte. Sólo vengo a disculparme; eso iba a hacer el otro día pero tu amiga me golpeó. Supongo que lo merecía.
Finalmente la miro a los ojos, sorprendida. Ella realmente parece estar arrepentida.
-Lamento todo lo que dije; creo que estaba un poco lastimada porque Cole me hubiera olvidado tan rápido, aunque yo le hice lo mismo. Sé que no es excusa para haber dicho lo que dije, pero quiero que sepas que no lo decía en serio; eres muy bonita.
»Y jamás quise engañarlo con su amigo, lo juro. No quiero que pienses así de mí. Jamás quise lastimarlo; me alegro de que esté contigo. Él merece ser feliz, y tú pareces ser la indicada...
Sonrío levemente al escuchar sus palabras.
-Tú también mereces ser feliz, Camille. No te preocupes,- respondo. Porque... ¿cuál es el sentido de odiarla? No la conozco, sólo hemos tenido un mal comienzo.
Y, sí, no parece ser buena persona según las cosas que oí. Pero no sé toda la historia y tampoco tengo el derecho de juzgarla.
Es horrible que haya lastimado a Cole y bien que podría odiarla por ello. Pero una parte de mí, una muy jodida, está agradecida de que ello haya pasado. Porque sino Cole y yo seríamos nada.
Sí, sé que es espantoso pensar así, pero no puedo evitarlo.
☀︎☀︎☀︎
Ni bien veo la llamada entrante de Cole, atiendo emocionada. El día de ayer no hablamos porque él estaba con sus amigos, y me he estado muriendo de ganas de contarle lo qué pasó con Camille desde entonces.
-No sabes lo que pasó,- es lo primero que digo.
-¿Qué? ¿Qué pasó?,- pregunta Cole confundido y esbozo una pequeña sonrisa al escuchar su voz.
-¿Recuerdas la cena que iba a haber ayer en mi casa?
-Sip, algo sobre el trabajo de tu mamá.
-Exacto. Pues resulta que su socia es la madre de Camille.
-¿Camille? ¿La Camille?
-La misma. Y ella se presentó a mi casa también.
-Oh... wow. Eso debe haber sido difícil.
-Al principio, tal vez. Pero luego se acercó a mí a solas y se disculpó. Se disculpó, Cole, y pareció muy amable.
-Oh... Ehm eso es bueno ¿no?
-¡Sí! Lo es. Y parece que a ella realmente le gusta Matías.
-Sí, y Matt está loco por ella. Lo he perdonado, ¿sabes? Tuve que hacerlo, él es...
-Lo sé,- lo interrumpo, porque no tiene que explicarme. No tiene que justificarse. -En la cena dejé mi plato de comida completamente limpio,- anuncio.
Ambos nos quedamos en silencio, sumidos en nuestros propios pensamientos.
-Te quiero, Hart.- Murmura Cole.
-Yo te quiero más.
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Espero que hayan disfrutado de los capítulos.
¡Los adoro!✨
-V ☀️