Stay With Me.

De hyori17

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Después de tanto tiempo, Catalina vuelve a encontrarse con su primer amor, mismo que resultaba imposible debi... Mais

¡Anunció!
Prólogo
Conocerte.
#01
#02
#03
#04
#05
#6
#07: Fiesta de cumpleaños.
#08 Fiesta de cumpleaños.
#BookTrailer 1
#09
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🌻N O T A🌻
#38
#39
#40
#41
#42
#43
#44
#45
#46
Capítulo Final parte I.
Capítulo Final parte II
Epílogo.
💫AGRADECIMIENTOS💫

#27

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De hyori17

Capítulo 27| Hay personas que llegan a salvarte.

Catalina Russell.

Desde que nos entramos a la autopista James no ha dicho ni media palabra. Íbamos sumergidos en un silencio para nada incomodo pero en el fondo le agradecí no hablar del tema de lo que paso porque estoy segura que alcanzo a oír algunas cosas que soltó Noah de su boca.

Disimuladamente giré mi rostro para poder mirarlo. Su oscuro pelo estaba peinado hacia atrás, había indicios de barba en su mandíbula y el arete negro que se había puesto hace más de dos meses ya no lo traía puesto. Las venas de sus manos se marcaban con fuerza contra el volante, sus ojos verdes estaban fijos hacia la autopista y unas marcas oscuras se marcaban debajo de sus ojos.

James para mí siempre ha parecido de esos chicos salido de esas publicidades que abundan en la ciudad. Atractivo, alto, atlético y con esa pizca de rebeldía que siempre ha sido caracterizado.

— Podrías dormir un poco.— Habló, sin apartar la mirada de en frente.— Aun nos queda una hora.

— No tengo sueño.— Murmuré.

Volvió a guardar silencio, me abracé a mí misma mirando por la ventana sumergiéndome en mis pensamientos o más bien en los recuerdos de anoche. Aprieto mis dedos fríos contra mi piel y cierro mis ojos intentando no pensar en él.

Pero...era imposible. Porque poco a poco los recuerdos iban llegando.

El olor de su perfume, que durante la noche había logrado impregnarse en mi piel. Su voz sonaba en mi interior repitiéndome lo mucho que él me quería, caricia tras caricia, orgasmo tras orgasmo, beso tras beso.

Su risa, sus manos a sujetando mi rostro besando con dulzura cada parte de este. El sutil aroma a sexo de nuestros cuerpos, hambrientos de uno y el otro, sus manos aferradas a mi espalda deseosa de más. Fue un momento en que fui otra, apasionada, atrevida y adictiva totalmente a los besos de Luke Lowell.

Cuando ya no pude más con los recuerdos me coloque los auriculares y los conecte a mi celular para escuchar música en un volumen prudente si es que James llegaba hablarme.

Hasta que un hubo un momento en que me quede profundamente dormida.

— Catalina.— Oí la voz de James.— Catalina, ya hemos llegado.

— ¿Uhmm?— Suspiré, él me quito uno de los auriculares y abrí mis ojos con pereza.— Lo siento.— Bostecé.

Ya estábamos dentro de la cochera, James apagó el motor. Me quité el cinturón y antes de que pudiera bajarme del auto mi hermano bajó los seguros para que yo no pudiese bajarme así que me acomodo nuevamente en el asiento y giro mi rostro hacia él.

— ¿Vas a contarme que es lo que paso?— Preguntó.

Suspiré.

— James.

Sus ojos verdes conectan con los míos, mientras que una de sus manos seguía sobre el volante dejándome ver su anillo de boda.

— James ni un carajo. Vi como ese chico te tenia tomada de los brazos y como ese tal Luke lo golpeo.— Tragué duro.— Así que vas a comenzar hablar sino quieres que me devuelva ahora mismo y vaya a pedirle explicaciones a uno de ellos.

Fruncí el ceño.

— No serias capaz.

Me enseñó una sonrisa torcida de esas que Melanie siempre ha detestado.

— Pruébame.— Entonces encendió nuevamente el motor y tomo el pequeño control de la cochera.

Ay Dios.

— ¿Qué quieres oír exactamente?

James vuelve apagar el motor del auto, dejando el control sobre la guantera.

— Todo.— Dijo sin rodeos.

Me pasé las manos por la cara.

— No entenderías, James.

— Si no me lo explicas, obviamente no voy a entender.

Agaché la mirada y tome una gran bocanada de aire antes de contarle todo incluyendo lo que llegue a sentir por Kevin (obviamente me salté la parte de casi me acuesto con él). James me escuchó con mucha atención sin perderse de ningún detalle, me sentía avergonzada de lo que cause entre los dos hermanos por mi culpa y también se lo confesé, porque así me sentía ahora.

Culpable de que ellos ahora estén peleados.

Cuando le hablé de Kevin y de lo enamorada que estuve de él hace un par de años creí que iba a juzgarme pero lo que dijo me dejo sin palabras.

— Yo ya lo sabía.

— ¿Q-Qué...?

— Melanie y yo nos dimos cuenta de lo que sentías por él. Mucho antes de que Kevin se comprometiera con Alissa.

Trágame tierra.

<<Vamos, digamos que era algo evidente...>>

— Creí que ninguno se había dado cuenta.

¿Y si padre también lo sabía?

— A veces hay que hacerse el tonto, enana.— Vuelvo a mirarlo.— Esos celos que sentías por la ex mujer de mi mejor amigo no eran para nada normales. Y sé también lo duro que fue para ti cuando Kevin se marchó.

— Creí que te enfadarías conmigo si te lo confesaba. Creí que hasta me juzgarías por haber sentido amor y deseo por tu mejor amigo.

Su mano buscó la mía.

— No, no, yo no tengo el derecho ni el poder de juzgarte, Catalina.— Sus dedos se entrelazaron con los míos.— Tú y yo sabemos que soy la persona menos indicada para ello. Yo no soy quien para juzgar la vida de los demás, si tú llegaste a enamorarte de Kevin ¿Qué pude haber hecho? Porque uno no escoge de quien se enamora.

Eché mi cabeza hacia atrás, no quise decirle que Kevin me había confesado que yo le gustaba. Tal vez a James no le moleste que si haya sentido algo por su mejor amigo pero si puede molestarse con él por lo que dice sentir por mí.

— Y sobre lo que viste hoy...

— No le diré nada a nuestro padre. Pero escúchame bien, si vuelvo a ver o me entero de que ese chico te volvió a poner sus asquerosas manos encima te juro por mis hijos que me olvidare por completo de que soy padre de familia y le partiré la cara ¿entendiste?— Sonreí.— Hablo en serio.

Lo sé, créeme que lo sé.

Nos mantuvimos en silencio que parecieron horas y recordé cada palabra de Luke luego de habernos...acostado.

"Llegaste tú y me haz iluminado la vida..."

"Aunque no lo creas te has convertido parte de mi..."

"Eres una de las pocas personas que logro salvarme..."

Él me lo dijo, logre salvarlo pero nunca me dijo de que. Simplemente me lo susurro mientras me abrazaba y me acariciaba el contorno de mi cintura con sus dedos.

— Recuerdo que dijiste que Melanie te salvo del agujero en el que estabas, ¿cierto?

— Así es. En ella encontré el amor, encontré paz y todo el dolor que llegue a sentir se había ido apenas la bese por primera vez.— Sus ojos verdes enseñaron ese brillo especial cuando únicamente hablaba de su esposa, de la única mujer que ha amado de verdad.

— ¿Y es posible?

— ¿El qué o qué?

— Salvar a alguien.

Le conté a James lo lindo que ha sido Luke conmigo todo este tiempo, de lo dulce que ha sido, de lo que siente por mí y de sus palabras que llegaban a robarme el aliento.

— Hay personas que llegan a salvarte. Como lo hizo Melanie conmigo y tal vez eso eres para ese chico.— Relamí mis labios.

— Yo lo quiero.

Sus ojos buscan los míos.

— Y quiero que sepas que él chico que este a tu lado, va a sentirse jodidamente afortunado por tenerte.— Solté una risita y lo abracé con todas mis fuerzas.— Y Luke se dio cuenta de lo valiosa que tú eres, enana.

Como te extrañe hermanito.

***

James se había ido hace más de una hora, creí que había llegado con los niños y con Melanie pero había venido solo y de pasada para sorprender a papá. Supongo que el viaje debió ser agotador pero vendrían pronto a visitarnos pero lo importante es que ellos ya han vuelto a casa.

Papá me invadió de preguntas y una de ellas fue por qué había vuelto hoy y no mañana como lo tenía planeado pero obviamente no le di el motivo solo que me había peleado con Lisa cosa que es cierto.

— ¿Segura que no quieres ir con nosotros?— Bajo el libro que estaba leyendo y me encuentro con la mirada de mi padre.

— No, vayan tranquilo a cenar a fuera.

Nina apareció en la sala con un vestido extremadamente hermoso, un vestido largo y rojo ajustado a su cuerpo con escote en corazón. Ella es hermosa y cada vestido que se colocaba le queda más que perfecto.

— No queremos dejarte sola.— Habló la futura esposa de mi padre.— Se agarró del brazo de mi progenitor mirándome con sus lindos ojos.— Podemos ir a comer y luego pasar al autocine.

Sonreí.

— Nina, papá, voy a estar bien. Vayan a cenar tranquilos y disfruten la velada.

— Esta bien, pero cualquier cosa nos llamas y vendremos al instante ¿bien?— Asiento.— Seguramente Kevin no tardará llegar, salió a comer con su amigo Max y Sam.

Y espero no llegue.

Los fui a dejar hasta la puerta, alcé la mano en forma de despedida hasta que salieron por completo de la casa. Cierro la puerta y subo a mi habitación dirigiéndome hacia la mesita de noche y coger mi celular donde lo deje cargando.

Catalina:

¿Podemos vernos? Creo que necesitamos hablar.

¿Estas enfadado?

Luke, por favor...háblame o llámeme.

Bien, cuando estés dispuesto hablar conmigo ya sabes dónde encontrarme.

Vuelvo a dejar mi celular sobre la mesita de noche. Me coloco mi pijama y me recuesto sobre la cama mirando como una estúpida el aparato a la espera de algún mensaje de Luke pero en el fondo sé que no va a contestar.

Poco a poco mis ojos se estaban cerrando por el cansancio pero los abrí de golpe al oír una voz masculina. Me dirijo hacia la puerta y al abrirla, me asomo encontrándome con Kevin y un pequeño Sam dormido en sus brazos.

— ¿Catalina?

— Hola.

Frunció el ceño.

— Creí que llegarías mañana.— Abrió la puerta de la habitación y entro para ir acostar a Sam, así que lo seguí pero detuve en el lumbral.

— Sí bueno...tuve un problema.— Le quitó las zapatillas a Sam y el abrigo, para luego acomodarlo en la cama y cubrirlo con las sabanas.

Después de eso él se quitó la su chaqueta y la colgó en el respaldo del pequeño sofá de la esquina de la habitación. Me hice a un lado para que él saliera y cerró la puerta quedando frente a mí.

— ¿Estas bien?

¿Lo estaba?

— Sí.— Miento, porque la verdad no lo estaba.— James llego, ¿hablaste con él?

Ambos bajamos hasta la cocina, me siento en uno de los taburetes mientras que Kevin busca algo en los estantes.

— Sí, hablamos esta mañana.— Dice.— Vendrá el lunes a cenar con los niños y con Melanie.— Colocó una taza vacía frente a mi.— ¿Café?

— Por favor.

— Te veías entusiasmada ayer, ¿Qué sucedió?— Encendió la cafetera y mientras esperábamos se sentó frente a mí.

<<No es bueno que él lo sepa...>>

— Discutí con Lisa, le dije que no quería seguir con nuestra amistad porque no le parecía que yo estuviera con Luke y...— Me callé de inmediato.

— ¿Estas en una relación con él?

No hablo, no digo nada.

Porque seamos sinceras, ni siquiera sé yo en qué tipo de relación estábamos.

— ¿Quieres que pida comida china?— Me levanté para ir a buscar el teléfono pero Kevin se adelantó y me cogió de la mano obligando a que me detuviera.

— ¿Qué te paso en los brazos?— Su pregunta me pillo por sorpresa y no pude evitar mirar mis brazos donde unos pequeños círculos morados estaban marcados causados por el apretón de Noah.

Mierda.

— Nada.— Intento soltarme pero él vuelve a tomarme esta vez de ambas manos.— Kevin, suéltame.

— ¿Quién te hizo esas marcas?

— ¿Importa?

— Claro que importa.— Mi corazón se agita al momento en que él acaricia con las yemas de sus dedos las marcas en mis brazos.— Me importas, Catalina, así que dime ¿Quién te hizo esto?

"Me importas..."

— Noah, fue Noah.— Le confieso, sus ojos se oscurecieron y me termino soltando con delicadeza. Pero cuando vi que iba directo hacia la puerta me desespere y corrí hasta interponerme en su camino.— ¿A dónde crees que vas?

— A buscarlo y encararlo.— Soltó con odio, intento pasar por mi lado pero apego contra la puerta prohibiéndole que dé un paso más.— Catalina, aléjate...

— ¡¿Estás loco!?— Exclamé.— Ni siquiera sabes donde vive y tampoco te estoy pidiendo a que me defiendas.

— Mírate los brazos, joder.

Suspiré.

— Si él reaccionó así fue porque se enteró que me lie con su hermano.— El brillo de sus ojos cambio y sus manos se hicieron puños.— No quiere que este con Luke y discutimos y...bueno, sólo no quiero que te metas.

— Catalina.— Dio un paso hacia mi.— ¿En serio estas con él?— Trague saliva.

— Sí y lo quiero, Kevin.

— Entonces déjame ir a buscar a su hermano y decirle que te deje en paz.

Tomo mi rostro entre sus manos.

— ¿Q-qué?

— Tienes derecho de rehacer tu vida, tarde en darme cuenta de lo que sentía pero uno de los dos merece ser feliz y está bien que seas tú.— Descansó su frente contra la mía.— Pero no pienso permitir que un imbécil te haga daño de esa manera y mucho menos marcarte.

— Kevin...

¿Por qué de pronto quiero llorar?

— Max tiene razón.— Coloque mis manos sobre las suyas.— Soy un cobarde y tendré que hacerme la idea que no podre tenerte para mí.

— ¿Has bebido, verdad?— Sonrió y negó con la cabeza.— Yo...yo arreglare mis problemas sola, pero lo que dices no tiene...

— Estoy enamorado de ti, joder y duele como una mierda saber que tú ya no me amas.

Una lágrima involuntaria se escapó de mi ojo izquierdo. Él besó mi frente y retrocedió, extendió su mano y con su pulgar limpio aquella lágrima rebelde.

— K-Kevin...

— Iré a servir el café.

Dicho eso se dio media vuelta para poder volver a la cocina. Lleve mi mano a mi pecho sintiendo el dolor de sus palabras.

<<¿No quieres llorar? Porque yo si>>

Lo siento, Kevin.

Quiero dar gracias a las personitas que se tomaron la molestia de saludarme por mi cumpleaños <3 por sus mensajitos y buenos deseos. muchas gracias <3

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