El Ascenso De Un Alfa ©

By AMH120

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Noah es un chico que a penas conoce su mundo, pero antes de tomar el cargo como el nuevo alfa; él cree que de... More

Prólogo
Capítulo Uno: El Novato
Capítulo Dos: Lejos De Casa
Capítulo Tres: Una Mano Amiga
Capítulo Cuatro: Perdiéndose
Bonus Familia Hale
Capítulo Cinco: Asesina
Capítulo Seis: Si Puedes Escuchar
Capítulo Siete: Camino A Casa
Capítulo Ocho: Blake Shadow
Capítulo Nueve: Cuando Te Deje
Bonus Familia Hale
Capítulo Diez: Misericordia
Capítulo Once: Resignación
Capítulo Doce: Conóceme
Capítulo Trece: Menguante
Capítulo Catorce: Pronto En Casa
Bonus Familia Hale
Capítulo Quince: Cazador Cazado
Capítulo Dieciséis: Nueva Luna
Capítulo Diecisiete: La Elegí
Capítulo Dieciocho: Cicatrices
Capítulo Diecinueve: Confusión
Bonus Familia Hale
Capítulo Veintiuno: Renuncio A Ti
Capítulo Veintidós: De Nuevo En Casa
Capítulo Veintitrés: Adiós
Capítulo Veinticuatro: Soltarte También
Capítulo Veinticinco: Enemigo Natural
Capítulo Veintiséis: Nuestra Historia
Capítulo Veintisiete: Cambios
Capítulo Veintiocho: Mi Sacrificio
Capítulo Veintinueve: Nuevos Mundos
Capítulo Treinta: Min Månen
Capítulo Treinta y Uno: Mío
Capítulo Treinta y Dos: Nubes e Ilusiones
Capítulo Treinta Y Tres: Cuidaré De Ti
Capítulo Treinta y Cuatro: El Hombre De Tu Vida
Capítulo Treinta Y Cinco: Verdad
Capítulo Treinta Y Seis: Tyler Hale
Capítulo Treinta Y Siete: Heredero
Capítulo Treinta Y Ocho: Los Hale
Capítulo Treinta Y Nueve: Nuestro Pasado y Futuro
Capítulo Cuarenta: Volví Por Ti
Capítulo Cuarenta Y Uno: Vuelve
Capítulo Cuarenta Y Dos: Príncipe Demente
Capítulo Cuarenta Y Tres: Por Su Amor
Capítulo Cuarenta Y Cuatro: Todo Cambia
Capítulo Cuarenta Y Cinco: ¿Qué Más Quieren De Mí?
Capítulo Cuarenta Y Seis: Arconte De Luna
Capítulo Cuarenta Y Siete: Familia y Justicia
Epílogo
Agradecimientos
La Creación de un Alfa

Capítulo Veinte: Tu Decisión

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By AMH120

Noah

Caminaba despacio. Trataba de hacerle caso a Mara y tenía en mente las cosas que me había dicho.
Quizá si lo mantenía en orden en mi cabeza sería más fácil hablar con Emily de las cosas.

Entré a la habitación y me di cuenta de que ella estaba sentada en el balcón, sus piernas estaban flexionadas hacia su pecho y mantenía la barbilla sobre sus rodillas. Estaba mirando con gran admiración hacia la torre que iluminaba la calle, sin embargo, no quise dejar que volviera a la cama y me acerqué a ella para hablarle. No creía que quizá era el mejor lugar para hacerlo pero al menos ahora estábamos sólo ella y yo en ésta habitación.

Seríamos sinceros.

-Es hermoso, ¿No lo crees? -. Dijo cuando me acerqué al barandal y me recargué en él.

-Siempre voy a recordar París como mi mejor viaje -. Sonreí.

-El de ambos.

Emily estaba sentada en el balcón de piedra mientras abrazaba sus piernas y no dejaba de ver jamás la luz, era como si no quisiera dejar de verla por miedo a encerrarse en la oscuridad de nuevo.

-Está aquí, ¿No es así?

-Mara vino a ayudarme con algo -asentí y la miré-, pero créeme que no está aquí para molestarte.

-¿Por qué dejas que venga? -. Me miró molesta-. Ella no tiene derecho a venir aquí y menos después de que vino a ti con sus malditas propuestas.

-Ella sabe que no puede intervenir entre los dos, se lo he dejado claro y ella lo ha entendido.

-Pero yo quiero que se vaya, Noah.

-Emily, ahora hay más cosas que tenemos que resolver, no solo está Mara -. Negué y tomé una de sus manos-. Necesito hablarte de algo importante.

-¿Ahora qué pasa?

-Necesito que seas honesta conmigo, siempre.

-¿Noah, qué te sucede?

-Emily en verdad necesito que me digas la verdad acerca de lo que te voy a preguntar -murmuré-, ¿Lo prometes?

-Yo...

-Promételo, Em.

-Te lo prometo.

Ella me miró seria y confundida, sin embargo, terminó por asentir y yo tomé un buen respiro para darme valor al preguntar.

-¿Qué pasa, Noah? Me estás asustando.

-Dime algo, Em -la miré serio-, ¿Alguna vez tuviste algo con Blake?

-¿Qué? -. Negó confundida.

-¿Alguna vez estuviste con él?

-No...

-Dime la verdad, Emily. Lo prometiste -. Le dije cuando supe que me estaba mintiendo.

-Noah, no sé para qué quieres saberlo -. Murmuró.

Ella mordió su labio nerviosa, sonriendo molesta cuando miró hacía otro lado y después de pensarlo, por fin asintió.

-Sí -admitió-, fue mi amante de cierta manera cuando las cosas con John comenzaron a descontrolarse. Él era mi único amigo y en un momento de nuestra relación sí tuvimos algo.

Yo cerré mis ojos un instante y solté su mano en un reflejo de mi dolor.

-Noah no significó nada, de verdad, él sabe que solo podemos ser amigos.

-¿De verdad? -negué-, porque hasta donde yo recuerdo tú misma me dijiste que te protegió de John, de todo, como si fuera tu perro guardián.

-Como un amigo leal.

-¿Por qué dijo que eras mercancía dañada? -. Murmuré-. ¿Acaso él te compró cuando estabas con John?

-No -negó varias veces-, Blake podrá ser una especie de prestamista pero jamás me hizo daño. Al contrario, me salvó muchas veces.

-¿Y en una de esas veces te embarazaste? -. Solté al fin.

Ella me miró sorprendida, más que confundida, pero sabía muy dentro de mí que ella estaba segura de que yo jamás lo averiguaría. Como si no estuviera en sus planes decirme todo de ella. Así que negó y abrió la boca tratando de defenderse pero sin decir nada al final de cuentas.

-¿Tú bebé no era hijo de John, cierto? -. Murmuré mirándola dolido.

-No quiero que hablemos de eso, Noah.

-Pero yo sí -gruñí tomando su muñeca-, ¿Blake era le padre de tu bebé?

-Noah no hagas esto.

-Necesito saberlo ya.

-Me estás lastimando, Noah.

-¿Lo era o no? -. Espeté molesto con su intento de ocultar las cosas.

-No lo sé, nunca supe de verdad quién era el padre de mi hijo porque nunca supe qué edad tenía mi bebé cuando lo perdí, ¿Contento? -. Negó soltándose de mi agarre-. Blake se encargó de todo y nunca me dijo lo que le había pasado a mi bebé, solo sé que murió y ni siquiera pude verlo.

Yo la miré triste al saber que en verdad lo que la gente me decía de ella era cierto. Yo ni siquiera la conocía.

-Ni siquiera pude enterrarlo... -susurró-, Blake me dijo que ni siquiera se había formado y que lo que llevé por meses en mi barriga no era más que un bebé muerto.

Yo la miré sin decir nada, pues ésa historia no me la creía, y no es que no creyera en Emily sino en Blake. Sabía que él le había mentido hasta ahora. Lo sentía.

-Noah, ¿Por qué de pronto quieres saber las cosas?

-Porque después de lo que me dijiste, me di cuenta de algo -murmuré-, y es algo que ha rondado mi cabeza por días pero no te dije nada antes porque no parecía verdad.

-¿De qué hablas?

Ella bajó del balcón y se paró frente a mí, sin embargo, yo no pude quedarme cerca de ella y me alejé un paso para darme espacio.

-¿Noah?

-Yo no sé cómo decirlo...

-No me puedes decir eso -. Espetó-. Tú abriste la puerta y ahora mismo la tienes que cerrar, ¿Qué es lo que no me estás diciendo, Noah?

Yo la miré a los ojos y suspiré sacando toda la frustración de mi pecho.

-Hay una razón por la que John tenía a Megan, hay una razón por la que Blake sabía que era su hija -susurré-, y la respuesta eres tú.

-¿Qué? -. Murmuró.

Tragué saliva y cerré mis ojos un momento para soltarlo por fin.

-Creo que Megan es tu hija -susurré-, creo que ella es el bebé que perdiste, solo que no lo perdiste y creo que Blake es el único que sabe la verdad ahora.

-Por Dios...

Cubrió su boca con ambas manos y se giró mirando al cielo mientras sacaba un pequeño grito de ella.

-Las historias encajan en algunos puntos y creo que solo con una prueba de ADN sabremos si ella es tu hija.

-¿Estás seguro? -. Dijo al girarse y me tomó del cuello de mi playera-, ¿Noah, estás seguro de lo que dices?

-No estoy cien por ciento seguro pero si las historias de los tres encajan en tantas partes eso solo quiere decir que... Sí -. Admití-. Sé que ella es tu hija.

Ella me soltó y se tomó del pecho tratando de entender. Sin embargo, yo no quise intervenir y la dejé analizar todo lo que acababa de decirle. Sabía que no iba a ser fácil, ni siquiera ahora cuando las cosas entre los dos están bien, pero no me iba a rendir. Le iba a devolver la felicidad a Emily a cualquier costo.

Ella se apoyó de las puertas de cristal y di un paso hacia ella cuando la vi comenzar a llorar. Estaba tan callada, que ni siquiera las lágrimas en sus ojos hacían ruido alguno. Solo podía escuchar el latir de su corazón frenético.
Estaba aterrada.

-Emily...

-¿Por qué? -. Murmuró-. ¿Cómo sabías qué averiguar?

-Cuando capturé a John, él me dijo que Megan era tu hija, de ambos y yo no quise creerle -susurré-, él ya estaba tan loco que no creí que fuera verdad, además, Megan no te reconocía como su madre. Ella misma me dijo que tú no eras su mamá y afirmó que John tampoco era su papá. Creí más en su palabra que no indagué más.

-¿Entonces por qué lo haces ahora? -. Dijo llorando y limpiando sus mejillas-. ¿Qué le dio sentido a esto?

-No tenía sentido -negué-, Megan no se parece a ti, ella no es como tú y ni siquiera te reconoce como su madre. Pero creo que lo Mara averiguó es cierto ahora.

-¿Mara? -espetó molesta al verme-, ¿Qué tiene que ver ella en todo esto?

-Yo le pedí que averiguara la verdad.

-¿No me creíste? -dijo indignada.

-Por supuesto que sí -la tomé de las manos y las besé-, créeme que lo hice pero también tenía la duda que John me había plantado acerca del origen de Megan y yo tenía que asegurarme que antes de irnos, antes de llevarte conmigo, tú supieras la verdad.

-¿Qué? -dijo incrédula-, ¿Todo esto lo hiciste por ti?

-No, yo lo hice porque quería que tú no dejaras nada atrás ahora que...

-Ahora que me iría contigo -. Afirmó furiosa.

-Emily, yo solo quería...

-Eres un imbécil -. Espetó y soltó mis manos.

Ella golpeó mi rostro con una bofetada y no me moví ni siquiera un poco porque sabía que tal vez me la merecía por haberme metido en su pasado como un parásito.

-Emily... -. Negué tomando sus manos de nuevo.

-¿Me estás diciendo que no confiaste en mí sino en ella para saber la verdad de mi pasado? -negó zafándose de mi agarre-, ¡De mi hija, Noah!

-Yo debía saber...

-No, tú querías saber -espetó-, tú querías asegurarte de que lo que todos te decían era cierto. Porque no me creíste a mí.

-No es verdad, Emily.

Ella entró a la habitación y salió corriendo segundos después para bajar las escaleras. Yo la seguí y justo cuando vio a Mara sentada, se arrojó sobre ella para comenzar a golpearla en el suelo.

-¡Tú le metiste ésas ideas! -. Gritó Emily cuando comenzó a golpearla en la cara.

Mara se la quitó de encima con facilidad y justo cuando estuvo sobre ella, sacó un cuchillo de su cinturón para ponerlo sobre el cuello de Emily.

-¡Maraby, no!

-Yo no le metí ninguna idea estúpida a la cabeza, niña -, espetó y gruñó para arrojar el cuchillo lejos, sosteniendo solo con sus manos las de Emily-, si tuviste errores en tu vida ésa no fue culpa mía.

Emily le escupió a la cara y antes de que Mara pudiese decir algo, la tomé de la cintura y la alejé de ella incluso cuando me enterró sus garras en los brazos.

-¡Basta, Mara!

Ella se detuvo, sin embargo, cuando Emily se levantó del suelo, ella me obligó a soltarla y se agachó por su cuchillo.

-Yo no te hice nada, al contrario, deberías agradecer que yo descubrí dónde está el pedazo que dejaste de ti.

-¡Vete!

-Emily, detente -. Negué cuando quiso dar un paso hacia Mara y me puse frente a ella-. Te hará daño si la provocas más.

Ella negó y me miró.

-Haz que se vaya, Noah.

-Emily todavía tengo que decirte más cosas y no puedes correrla de aquí -negué-, necesito que esté conmigo ahora. Mis padres...

-¡Que se vaya! -. Gritó furiosa y miró a Mara-. ¡Lárgate!

Mara apretó su mandíbula y asintió.

-Mara, por favor -. Susurré al verla.

-Vendré mañana, tus padres quizá puedan llamarte hasta entonces -. Dijo al verme y la vi salir tomar su chaqueta-. Sabes cómo llamarme si me necesitas, Noah.

Ella al fin salió del departamento y eso hizo que Emily se alejara de mí para mirarme molesta. Furiosa.

-Ella me está ayudando, Emily -. Murmuré al verla mirarme-. Mara es la única conexión que tengo ahora con mis padres y ellos no están...

-Dijiste que le habías dejado claro que no podía meterse entre los dos y solo parece que se lo permites cada vez más -negó-, ella no tenía derecho a decirte la verdad. No tenía derecho a investigar sobre mí porque yo tenía que decidirlo, Noah.

-Lo sé, yo mismo se lo pedí y ella quiso negarse porque sabía que no te gustaría en nada pero yo necesitaba hacerlo, Em.

-¿Cómo sabes que es cierto? -negó-, pudo ser una mentira que ella armó solo para meter cizaña entre tú y yo.

-Ella no haría eso -. Negué seguro.

-¿Y cómo es que estás tan seguro? -espetó-, sólo la has visto una vez y eso no es suficiente para hacer que se merezca tu respeto.

-Yo sé que es verdad porque John me dijo que Megan era tu hija, Blake me dijo que era hija de una drogadicta y cuando tú me contaste la verdad, yo solo...

-Para ti las piezas encajaron.

-Yo no quise hacerte daño -negué acercándome a ella y tomándola de los brazos-, al contrario. Yo quiero descubrir si es verdad, quiero que recuperes a tu bebé, Em. Es nuestra familia.

-No -murmuró-, la familia no hace cosas a tus espaldas.

-Emily entiende que yo quiero que tengas todo, y si eso implica que Megan venga con nosotros, créeme que haré hasta lo imposible porque así suceda.

Ella me miró sorprendida y negó.

-¿Y pensaste en Blake?

-Él tendrá que entender...

-Viste como la miraba, como la esperaba; él no va a dejar que la lleve conmigo si eso lo va a alejar de ella -negó varias veces con la cabeza-, y francamente yo tampoco sé si es que yo me quiera separar de ella.

-Hallaremos la manera -. Negué.

-No.

-Emily vamos a hallar la manera de que las cosas salgan bien.

-¿Cómo? -espetó-, tú me quieres llevar a un lugar en donde me encerrarán de nuevo y no podré verla. Tú mismo dijiste que no te permiten salir jamás.

-En unos años podremos quitar la barrera, solo tienes que tener...

-¿Paciencia? -dijo histérica-, creí que mi hija estaba muerta hace un momento, por siete años creí que de verdad lo estaba, ¿Y tú me dices que tenga paciencia?

Yo me callé sin saber qué decir ahora.

-No, Noah -negó-, yo no voy a abandonar a mi bebé de nuevo. Nunca, ni siquiera por ti.

Yo la miré atento y negué varias veces con la cabeza.

-Yo no te pido eso. Jamás lo hice.

-Tú me pides que me vaya contigo dejándola ahora, cuando yo sé que está viva y que me necesita -negó-, y si tengo que elegir, definitivamente la elijo a ella.

-Yo lo sé... -. Traté de hacerle entender-. Pero no podemos llevarla por la fuerza con nosotros. Ella tiene que...

-¿Es que no lo haz entendido? -espetó-, yo ya no sé si quiero irme contigo.

-No puedes dejarme, Emily... -susurré-, eres todo lo que tengo ahora. Eres mi mitad y la única mujer con la que quiero compartir mi existencia.

-Pero no estoy sola ahora, Noah.

-Yo lo sé -asentí desesperado-, y no te pido que abandones a Megan, te pido que me tengas paciencia para hacerla entrar a nuestra vida.

-¿Y qué edad va a tener entonces, Noah? -murmuró-, ¿Quince o dieciséis años? ¡Dios, yo la tuve cuando tenía dieciséis! No quiero que cometa la misma tontería que yo solo por no tener a alguien con ella. Yo estoy aquí para ella y eso lo tiene que saber.

Yo negué sabiendo que tenía razón y me quedé callado cuando ella se alejó de mí.

-Voy a volver a Chicago, Noah.

-Lo sé -asentí-, e iré contigo.

-No.

La miré y ella limpió la lágrima que salía de su mejilla.

-No puedes dejar a tu familia, tú mismo lo dijiste, te están esperando para que cumplas con tu deber.

-Si les digo lo que pasa ellos van a entender que deben esperar más por mí. Estarán bien siempre que mis padres sepan que yo lo estoy -. Negué de nuevo-. Además, yo no puedo dejarte sola y menos ahora que me necesitas.

-Noah, yo...

La vi callarse un momento y negó.

-Yo no sé si quiero vivir así toda mi vida, yo no puedo verme como lo que tú quieres que sea, yo no soy la mujer que crees que puedo ser o tan siquiera la que te imaginas cuando me miras.

-¿De qué hablas?

-Yo no quiero quedarme en tu manada.

-No digas eso, Em.

-Es la verdad, Noah -murmuró-, yo no puedo verme como una mujer que todo el tiempo va a estar rigiendo a toda una población cuando yo ni siquiera puedo mantener en orden mi vida.

-No pasa nada, yo te enseñaré -dije asustado-, puedo enseñarte a hacerlo. Puedes aprender de mi madre, te juro que hallaremos la solución.

-No, Noah.

-¿Por qué no? -. Grité molesto y dolido.

-¡Porque yo ni siquiera tengo idea de quién soy!

-Emily no me hagas esto... -. Dije con la poca voz que me quedó cuando una lágrima rodó por mi mejilla-. No puedes dejarme, no cuando sabes cuánto te quiero.

-No puedo hacerlo, Noah -. Negó y se acercó a mí para besarme-. Pero si tú decides quedarte aquí, conmigo, te juro que viviremos bien. Quizá no como una manada, pero sí como una familia.

-Sabes que no puedo... -. Susurré.

-Puedes, si tú quieres, puedes quedarte conmigo -. Negó varias veces con la cabeza-. Podríamos ser una familia, Noah. Podemos estar con Megan y ser lo que tú querías, ser sólo nosotros, sin nadie de por medio y mucho menos un cargo tan grande como el que tienes. Podemos...

-Yo quería ser sólo yo para ti...

-Y lo eres -asintió acariciando mi mejilla-, no me importa lo demás, lobo o alfa, sigues siendo el chico nórdico para mí. Eres sólo Noah para mí.

-Pero es que yo no puedo hacerlo, Em -negué-, yo también tardé en entenderlo pero mi destino siempre fue más grande que yo por una razón y esa es que yo siempre debí ser el cambio que mi manada necesita. Yo debo estar ahí para ellos cuando me necesiten porque eso es lo que hace un alfa, eso es lo que debo hacer yo.

-Es que no te merecen -negó y me miró a los ojos-, ellos te han mantenido encerrado en un lugar solo porque tienen miedo a lo que puedes hacer.

-Ellos jamás me han temido -murmuré-, tú sí.

Ella se separó de mí por un momento y yo tuve que tomar su mano para hacer que me mirara de nuevo.

-No espero que dejes todo lo que tienes aquí, pero yo sí quiero que vengas conmigo -negué-, no como tu deber, sino porque así lo deseas, Emily. Porque tú quieras quedarte conmigo y aceptar lo que soy, enteramente.

-Yo no quiero formar parte de un mundo que exige mi libertad a cambio de mi cariño -. Negó soltando mi mano-. Yo no voy a sacrificar nada de lo que soy por un mundo que no me ha dado nada y al cuál jamás he pertenecido.

-¿Y yo qué soy? -. Negué con la cabeza y ella me miró-. ¿Acaso yo soy nada? Porque te recuerdo que yo soy parte de ése mundo y fue el mismo el que me trajo a ti, sin condiciones ni razón, yo te pertenezco y eso se lo debes a ése mundo.

-Noah...

Dejé de mirarla para darme la vuelta y miré por la ventana que incluso la Luna estaba en lo más alto del cielo e iluminaba mi noche. Nuestra noche, y yo no podía ignorarla, no podía hacerlo porque me recordaba a cada instante quién era y lo que debía ser siempre.

El Alfa benévolo de Månen.

Yo soy Noah Tyler Hale Lawrence, hijo de Alice Lawrence y Byron Hale, nieto de Balik Hale; arconte y alfa heredero de una de las ocho manadas reales.
Ya no era solo Noah y Emily también tenía que entenderlo. Debía aceptarme tal y como soy porque yo también lo hice, y si ella no podía con ello, tendría que marcharse de mi vida. De mi existencia, por más que eso me doliera.

-Cuando te dije la verdad, te dije que hay muchos que dependen de mí, si yo no vuelvo, mi manada quedará desprotegida y eso no puedo permitirlo -murmuré-, es mi pueblo, Emily. Es mi gente.

-Pero yo soy a quien amas.

Yo la miré y acaricié sus mejillas. Estaba destrozado al verla así, al saber que lo que ella me pedía no podía cumplirlo. Era el único deseo que no podía darle jamás.

-Lo sé, y créeme que lo hago con todo mi corazón -negué acariciando sus manos-, pero no voy a dejar a mi manada desprotegida. Jamás lo haría y ni siquiera sé si pudiera hacerlo incluso por ti.

Ella me soltó al alejarse de mí y sentí como mi corazón se estrujó en mi pecho. Haciéndose pequeño.

-Entonces ya tomaste una decisión.

-Como tú -. Asentí sabiendo lo que significaba y la miré derramar una lágrima que ésta vez no limpió.

-Entonces está hecho -negó abriendo sus brazos señalando todo el lugar-, sea lo que sea esto, ya se acabó y eso lo decidiste tú.

-No, Em. Es lo decidimos ambos -. Afirmé.

Nuevo Capítulo.

Ay :( Sin palabras.

#Quédateencasa 💛

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