¡Hola Alfakinas!
Quería saludar a una lectora llamada Yemina,
Se que tu cumpleaños se acerca, no se exactamente el día, así que decidí publicar hoy como un regalo para ti. Espero que lo disfrutes y que tengas un hermoso día de cumpleaños.
Te mando un abrazo enorme, muchos besos y bendiciones.
Gracias por el apoyo queridos lectores.
Nos vemos hasta el próximo viernes.
***
—¿Alan?—Jose lo miro confundido.
—No es Alan—Jeremy frunció el ceño—. Es Estefan, el hijo de Alex.
—¿Quién es él y que hacen en la casa de Leia?—Estefan miró a Leia.
—Esto no es de tu incumbencia Estefan—Jeremy se puso en medio de la habitación—. Esto es un asunto de tu Tio Jaime, él me mandó a aquí y él te puede dar información de lo que está pasando.
Joon apareció detrás de su amigo y Estefan empezó a reírse como maniático.
—¿Crees que le tengo miedo a mi tío Jaime?—Todos los muebles del pequeño apartamento de Leia se levantaron y cayeron al suelo, Leia grito asustada y Jeremy se acercó más a Estefan—. Me importa una mierda lo que mi tío Jaime tenga que decirme, voy a ir directamente a decirle a mi tío Alan que un hombre que reconozco por salir en las fotos de mi tío Jeremy, está en la casa de la novia Liam, moribundo y diciendo ser la mate de Gabriela.
—¿Estás seguro no es el hijo de Alan?—Jose intentó levantarse, pero solo logró sentarse a medias en la cama—. Habla igual que él e intenta amedrentarnos con sus poderes, es muy Alan.
—Si es hijo de Alex—Jeremy sonrió—. Le hice exámenes de a ADN hace unos años, cuando todos pensamos que tal vez intercambiaron de hijo sin darse cuenta—Jeremy miró directo a Estefan—, además... tiene los ojos de su madre.
Estefan pudo notar la mirada de desprecio de Jeremy.
—¿Tú sabes verdad?—Estefan empezó a agitarse—. ¿Tú sabes quién es Ruth?
Jeremy empezó a sentir pánico, ¿No se suponía que Estefan no sabía nada de esa mujer?
—¿No le dijeron que su madre era Catrina?—pregunto Jose.
—¡Cállate la boca!—Jeremy le gritó histérico a Jose—¡Estás empeorando todo!
—Entonces es cierto...—Estefan cerró los ojos un instante—. Mi mama no es mi madre biológica... es esa tal Ruth.
Todos se quedaron en silencio por varios segundos.
—Vámonos Estefan—Joon sujeto su hombro—. Es mejor que hables con ellos cuando estés calmado...
—Te diré todo sobre tu madre—propuso Jeremy—. Si tu no dices nada sobre José y lo que escuchaste.
—¿Qué es la mate de Gabriela?—Estefan río como maniático otra vez—. Si te esmeras tanto en ocultarlo, al punto de contarme un secreto que estoy seguro que mi padre te habrá pedido que jures ocultarlo, supongo que sí lo es.
—Si soy su mate—hablo Jose, haciendo que Jeremy quiera matarlo—. Yo también sé que sucedió con tu madre, sabemos todos los hechos, yo no le jure nada a tu padre y fui amigo de Ruth, no tengo nada que ocultarte.
—Bien—Estefan miró a Leia—. Tu vendrás con nosotros.
—¿Yo?—Leia palideció.
—Ella no tiene nada que ver—se apresuró a decir Jeremy.
—Ella es la novia de Liam—Estefan la sujetó del brazo—y debe estar en el hospital con su novio, ¿no creen?
Estefan miró a Leia de manera amenazante.
—Es nuestra amiga—dijo Joon intentando calmar a todos—. Estará bien con nosotros.
—Mañana en la noche—Estefan miró a Jeremy—lo llamare para encontrarnos.
Jalo a Leia, a Joon y bajaron rápidamente las escaleras a su auto.
—¿No van a llevarme donde Liam verdad?
Leia estaba sentada en la parte trasera del auto.
—Claro que no—Estefan arranco el auto—tienes muchas cosas que explicarme Leia.
—Quita tu cara de maniático—hablo Joon—que me asustas a mi también.
***
—¿Por qué no has parado de reír en todo el día?—pregunto Theo caminando junto a Noel hacia sus casas.
—Porque después de mucho tiempo, pude almorzar tranquilamente en el comedor y no escondido en el baño.
Theo sonrió negando con la cabeza.
—Debiste hablarle de esto a tus padres.
—¿Estas loco?—Noel lo miró como si estuviera chiflado—. Mi padre hubiera ido a hablar con los que me molestan y eso hubiera sido más humillante.
—Realmente te voy a enseñar a pelear—gruño Theo—. Se supone que debes ser quien defienda a mi hermano cuando se convierta en alfa, si sigues así, Antoni será quien te defienda a ti.
—Suenas como mi padre.
—Tu padre tiene razón.
—¡No seas tan cascarrabias!—sonrió Noel—. Voy a empezar a entrenar, ¿contento?, además así pasaremos más tiempo juntos.
Noel paso su brazo por sus hombros haciendo que los dos rieran.
—¿No te gusta ninguna chica de la escuela?—pregunta Noel.
—Por su supuesto que no—hablo Theo—lo que menos que quiero ahora, es involucrarme con alguien.
—Pero tu ya te transformaste—hablo Noel—. En cualquier momento puedes encontrar a tu mate, tal vez no está aquí.
Theo recordó a Gabriela y sintió como sus ánimos disminuían.
—No creo estar preparado para encontrarla—suspiro—. No quiero hacerlo aún.
Noel se dio cuenta como Theo estaba muy desanimado.
—Pues yo espero encontrarla pronto—suspiro soñador—. Casarnos, comprar una cabaña en lo profundo del bosque y tener muchos cachorros juntos.
—¿De verdad no tienes otras metas?
—No—dijo con simpleza—. Creo que ser el beta de tu hermano es un honor, cuando termine la escuela, nuestros padres me entrenaran para la administración de la manada, estoy satisfecho con eso.
A Theo siempre le costaba escuchar que las personas de esa manada, siempre aspiraban a una vida simple. Estaba tan acostumbrado a la competencia continua de poder del reino y ver como las manadas más poderosas siempre estaban al acecho por más, que la vida hogareña en Finlandia se le hacía extraña.
—¡Al fin llegan!—su padre junto a su beta estaban en el porche de la casa con un par de botellas de cerveza—¿Cómo les fue en la escuela?
—Bien alfa Victor—saludo alegremente Noel—¿Cómo va la manada?
—Todo tranquilo como siempre—Chad, el beta de Victor y padre de Noel, le dio una soda—acompáñenos un momento, nuestra Luna aún cocina.
Theo y Noel se sentaron en las escaleras cerca de sus padres.
—¿Te acuerdas cuando íbamos a la escuela, Chad? —preguntó Víctor.
—¡¿Como no recordarlo?! —Chad se carcajeo—. Éramos los reyes del lugar, ahora mi hijo ocupa mi lugar, ¿no es así hijo?, ¿ya me vas a presentar a tu novia?
Theo miró sonriente a Noel y este le rogó con la mirada que se callara.
—Termine con ella papá—mintió el descarado—. Pero no importa, no me gustaba tanto, ¿les contó Theo que empezaré a entrenar junto a él?
—¡Genial! —Víctor los miró encantado—. Los ayudaremos en lo que quieran, ¿en el reino entrenabas un poco verdad hijo?
Theo recordó a su tío Alan lanzándole miles de bolas de fuego para esquivarlas y desatando a cientos de sabuesos infernales para que los persiguiera, a su papa Matt entrenándolos en lucha hasta el agotamiento total, a su tía Catrina lanzándoles rocas y lanzas de hielo, a su tío Jaime haciéndoles estudiar hasta que sus ojos les duela.
—Sí—asintió sonriente tomando su soda—un poco.
—Entonces practicarán juntos—Víctor sonrió—Como un alfa y su beta...
Theo iba a replicar, pero algunos aullidos los pusieron alertas.
—Hombres lobos sin manada—gruño Victor—quédense aquí, nosotros controlaremos esto.
—Déjame acompañarlos papá—preguntó Theo—. Estoy preparado, siempre traigo el uniforme especial debajo de mi ropa, por favor...
—Solo miraras de lejos, ¿está bien?
—Noel entra a la casa y hazle compañía a nuestra Luna—le ordenó Chad a su hijo—. Antoni ya llegó de la escuela, cuídalos.
Noel asintió ingresando a la casa inmediatamente.
Victor y Chad se transformaron primero y Theo los siguió, estaba emocionado. Era la segunda vez que se transformaba y podía sentir la euforia de su lobo al correr.
Después de varios minutos corriendo por el bosque a gran velocidad, llegaron al área del conflicto. Theo se sorprendió al ver varias flechas volando por los aires y diferentes lobos peleando entre sí.
—Malditos cazadores—escucho a su padre por la conexión mental—el maldito Khalid está aquí con sus hombres, en mis tierras, ya estoy harto.
Entraron a la lucha, Theo solo atacaba a algunos de los cazadores, aunque solo los desarmaba y los noqueaba. Podría atacar a algunos lobos, pero no conocía a la mayoría de la manada de su padre y tenía miedo de atacar a alguien equivocado.
Mate. Escuchó a su lobo.
Theo se balanceo mareado y perturbado , mirando a todos lados.
Mate. Volvió a escuchar a su lobo.
—¡Theo reacciona!—escuchó a su padre por la conexión mental.
Logro esquivar algunas flechas y miró a la persona que los lanzaba.
Una pelirroja con cara de querer asesinarlo con su ballesta en ese momento.
Mate
Ella era su alma gemela.
La pelirroja empezó a dispararle sin tregua, pero Theo solo necesitaba imaginar que eran las bolas de fuego de su tío Alan para poder esquivar las flechas con facilidad, sin dejar de correr hacia ella.
Cuando llegó, se abalanzó sobre ella, haciéndole caer y posicionando una de sus patas delanteras sobre su estómago sin lastimarla, pero inmovilizandola. Con su hocico sujeto la ballesta y la lanzó lejos.
Mia. Gruño su lobo.