-Quiero sentir lo que es el amor...
sé que tú puedes mostrármelo.
-foreigner.
-¿Estás seguro de esto Casey?.- decía aquel hombre con traje negro y barba blanca al entregarle uno de los contratos más importantes de toda su vida a uno de sus más grandes socios.
Tenía un gesto en su rostro no muy convencido, pero al meditarlo, sabía que era lo correcto.
-solo dámelo de una vez por todas Eric.- dijo su compañero al darle una mirada frustrada a este, el simplemente asintió y le entregó aquel bolígrafo con el nombre de su famosa empresa.
Firmó aquel papel para después poner sus dos manos sobre el escritorio de su amigo derrotado, ya que a pesar de ser socios, Casey y Eric eran amigos de la adolescencia.
-Verás que no te arrepentirás de tu decisión Sink, sera lo mejor para tu hija y para mi muchacho, para nuestro futuro.- y era cierto, Casey Sink no tenía más que aceptar su destino y el haber firmado aquel papel que afirmaría el futuro de sus hijos.
Este asintió y salió enojado acotando aquella puerta de cristal del despacho de Eric, no podía hacer nada más que entender que era lo mejor para su empresa, para su apellido ejemplar y conocido, y para su hija Sadie sink.
Finn
Verano de 1985, adolescentes salían de sus casas para poder disfrutar el último verano en la preparatoria, cines llenos, ir a gastar un poco de tus ahorros en los arcades con alguno que o otro videojuego, visitar a sus chicas y chicos, ir a ferias y ganarte un lindo osito de felpa, subirse algún juego extremo y sentir esa adrenalina en el estomago, un poco de helado, o simplemente pasarla bien en el caluroso sol de verano.
-¿Ya vamos a llegar? .- decía yo harto de estar horas y horas sentado en el asiento de lujo del avión en el que íbamos.
- cállate idiota no me dejas dormir.- dijo Nick poniéndome el dedo en la boca, se dio la vuelta y volvió a ponerse el antifaz que había utilizando todo el vuelo para que pudiese dormir.
-En un momento, llegaremos a su destino "Los Angeles, California"
Sonreí bobamente ya que vería a chicas hermosas con sus trajes de baño, poniéndose bloqueador solar, tomando el sol, que mas pudiera desear...
-¿Que te pasa imbecil?.- dije yo molesto, Nick me dio un leve golpe en la cabeza.
- este Niño con hormonas alborotadas.- dijo El rodando los ojos.
-Chicos compórtense viene el tío Kevin.- dijo mi padre mirándome fijamente, me insinuaba que me callara.
-ohhh vamos Eric, como si tú yo no fuéramos así cuando éramos adolescentes.- mi padre solo agacho la cabeza y miro a mi madre, ella solo dio una risa juguetona.
Bajamos del avión y le dije Richard mi mayordomo que bajara las maletas.
Habíamos llegado al hotel, era un hermoso hotel gigante con asombrosos candelabros que sobre ellos caían hermosos cristales brillosos, parque acuático, cine, bolos, golf, restaurantes con la comida más fina e incluso un spa en el que podías relajarte un rato.
-Rich, ¿sabes donde dejé mi camisa azul ? Dije yo dejando todo el equipaje en mi habitación, saque varias prendas de ropa y la estaba buscando entre esta, iría a investigar un rato el hermoso hotel.
-¿Habla de esta joven Wolfhard?
Bingo, era mi camisa de la suerte, ese pedazo de tela hacía que ligara más que Brad Pitt con las chicas.
Tome la camisa y salí corriendo de la habitación no sin antes agradecerle a Richard e igualmente le dijera a mis padres.
-Hey ¿a donde vas?.- me tope al tío Kevin en el camino.
-A... ¿comprar una soda?.- Dije sonriéndole nerviosamente, rasque mi sien.
-Eres igualito a tu padre Finn Wolfhard.- me palmeo el hombro y se dirigió al cuarto a dejar el equipaje, lo volví a ver de reojo y seguí mi camino.
Bajaba hacia dónde estaba la piscina y el parque acuático y Veía lo increíble y enorme que era el hotel, era un lugar para tener las vacaciones perfectas.
Niños corrían al rededor de la piscina, y familias disfrutaban del hermoso paraíso en el que estaban, pedían a los meseros que les trajeran comida para después simplemente dejar casi media orden en los platos por querer seguir estando disfrutando de las atracciones del hotel.
Otros se metían a las tiendas de recuerdos a comprar un bonito llavero, o tal vez la típica camiseta que dijera "Hollywood", básicamente eran solamente risas y sonrisas por doquier, algo que me hacía falta ver.
al -" mis teorías eran ciertas, había chicas hermosas en el hotel.
Tomaban su soda y platicaban entre ellas, se bronceaban sobre el caluroso sol para obtener un bonito color de piel, comían botana y era todo lo que había soñado, traían un lindo traje de baño y solo una traía un bikini morado, todo un sueño.
Al hacer contacto con ellas les sonreí un poco a lo lejos, y ellas solo daban leves risitas, solté una risa boba por la acción que hicieron, olí un poco mi camisa con loción cara y despeiné mis rulos, iba a acercarme hacia ellas.
-¿que te sucede?.- alguien se había puesto sobre mi camino, por andar de urgido le tire mi soda en sima a una chica.
-¡Joder! Discúlpame en serio, no te vi, déjame limpiarte, yo-yo...- mire hacia enfrente y observe hacia la chica que le había tirado mi deliciosa bebida. Tenia el cabello de fuego, hermosas pecas sobre sus lindas mejillas color carmesí e igual sobre su pequeña linda nariz respingada, unos ojos azules profundos y misteriosos, no podía parar de mirarla, parecía que era alguien irreal, era realmente bonita.
Y... ohhh mierda sentí una bofetada.
-¡Eres un pervertido! ¡Que te pasa!.- upss, creo que en el momento en que quise limpiarla, salió mi lado... ya saben el de siempre, y así es, había "sin querer" tocado un poco sus pechos.
-No fue mi intención yo...- mis mejillas estaban más ruborizadas de lo que ya estaban a causa del sol, tapé mi cara avergonzado mientras negaba con la cabeza.
Ella se veía bastante enfadada pero, eso hacía que se viera tan... atractiva.
Tomó su vestido color azul marino fuertemente de la mano para marcharse de ahí rápidamente, me había quedado completamente paralizado, no podía decir una palabra o hacer un solo movimiento, solo era yo con una botella de soda bacía.
Al dejar mis pensamientos por un momento rasque mis rulos y me marché de ahí con las manos en mis bolsillos con la mirada hacia abajo, no tenía el valor de mirar hacia el frente.
Esa pelirroja tenía algo que... no lo se, llamaba mi atención, ¿quien era? ¿Cual era su nombre? ¿De donde era?, esas preguntan giraban una tras otra por mi cabeza, Era la chica más hermosa con la que me había topado por accidente en toda mi vida.
Normalmente me gustaba coquetearle a las chicas, era algo típico mío, no me daba pena nada y hacia lo que me plazca, pero no lo se simplemente no me cabía en la cabeza, ¿por que esta vez había sido diferente? ¿Por que no tuve el valor de preguntarle su nombre? O ser el mismo chico que logra conseguir lo que quiere, no podía quitarme aquel rostro angelical tan hermoso de mis pensamientos, me daba tanto misterio el saber quien era, pero era una chica más con la que me había topado, ya que en estos momentos solo había una sola persona que me fascinara tanto y que me gustara como lo hacía Iris.
Ohh Iris, de tan solo imaginármela hace que me vuelva loco, pero... divertirme un poco en mis vacaciones no afectaría a nadie, ¿o si?.
Camine hacia mi cuarto de hotel y me recosté sobre la cama, esa chica misteriosa era todo un sueño,
¿Por que llamaba tanto mi atención?.
Escuché que dieron un par de golpecitos en la puerta para después abrirla y encontrarme con el tonto de mi hermano.
-Oye canalla, dice mamá que te alistes, ya sabes, iremos a una de esas cenas lujosas del tío Kevin y papá, no te pongas tus fachas y ponte algo formal, por lo menos báñate o peínate, que parece que no te has bañado en días.- dijo Nick molestando, lo miré de mala gana y le aventé un calcetín mío.
-El karma viene amigo.- dije yo sonriéndole desafiante, Nick dio un leve sonido de disgusto, solo di una carcajada y me paré de la cómoda cama paraa prender la ducha.
Al salir comencé a observar aquel traje negro que Rich había comprado para mi, era muy elegante para mi gusto, suspiré para no darle importancia y me lo puse.
-¿Como mierda se pone esta cosa?.- no podía ponerme la corbata que componía el carísimo traje.
-No es tan difícil de lo que crees James Bond.- dijo Mi hermano poniéndose los auriculares de su Walkman para escuchar un poco de música que traía para el viaje, le di una mirada asesina y sentí unas cálidas manos sobre mi corbata.
-ven acá tesoro.- dijo mi madre acomodándomela.
Al salir, bajaba un poco fastidiado ya que usualmente mi madre hacia que conviviera un poco con la familia para platicar de mi futuro, y por obvias razones era algo no me encanta pensar. Solamente era un adolescente de 17 años que pensaba en chicas y en pasar tiempo con sus amigos.
Más que nada con mi banda, a mi madre no le gusta mucho que practique con ellos y con mi hermosa guitarra Fender, ya que usualmente practicamos en el sótano de Ayla, la guitarrista del grupo, ella piensa que me debo de juntar con gente de mi sociedad y no con gente con tal estatus económico como lo eran ellos.
Bajamos al restaurante lujoso con exquisita comida, la especialidad de hoy era "comida italiana" , menos mal que no son mariscos, me sorprende porque estamos en zona de playa.
Baje y todo mundo estaba bastante elegante, gente refinada y fina, rodeé los ojos y despeiné mis rulos, mi madre había hecho que me peinara un poco y me pusiera un poco de gel.
-Iré por algo de comer, ahora vengo.- dije yo parándome de la mesa y dirigiéndome al gigante buffet que estaba servido para la gente que se hospedaba en hotel más lujoso de "Los Ángeles", Estaba tan aburrido por estar rodeada de gente tan elegante. Había pura ensalada y comida que se veía que era bastante cara, me decidí por una pizza ya que no había nada bueno que comer, "debes de comer algo saludable Finn, estás muy delgado y debes de comer cosas mas apropiadas aparte de frituras y comida chatarra" escuchaba la voz de mi madre retumbar en mi cabeza una y otra ves regañándome por solamente comer comida buena y comestible y no esa basura que come la gente millonaria. Rasque un poco mis rulos y fui hacia donde preparaban la ensalada.
Me ajuste un poco mi corbata y cuando mire hacia enfrente mire algo espectacular, era esa hermosa chica pelirroja misteriosa que había estado rodando en mi cabeza toda la tarde, traía un hermoso vestido largo magenta con brillos en la tela de los hombros y se había recogido un poco su cabello de fuego.
Parecía una típica escena de película con cámara lenta y enfocando hacia la protagonista, tragué un poco de saliva y me quede atónito.
-I want to know what love is, I want you to show me.- foreigner, una gran canción de ellos para un momento como este, ni si quiera la conocía y ya estaba perdiendo la razón por ella, la observé detenidamente y me acerque lentamente hacia ella mientras sonaba la canción más romántica del momento.
-Hola.- dije secamente ya que no sabía que decirle después de haber hecho semejante cosa hace un par de horas.
-¿que? ¿Ahora vienes a tocarme el trasero?.- dijo ella cruzada de hombros y viéndome fijamente.
-No... esta ves vengo a disculparme, aunque, si lo dices así, no sería una mala idea.- dije yo pícaramente, pero me retracté ya que no quería otra bofetada.
-No quería que tuvieras esa mala impresión de mi, juro que no soy un depravado sexual, estaba tan ocupado... ya sabes... viendo la vista?.- dije yo tragando saliva, por obvias razones no le iba a decir que quería ligarme a unas chicas que estaban tomando un batido cerca de ahí. Ella rodó los ojos y siguió sirviéndose ensalada.
-Eww ¿te gusta comer esa cosa verde?.- dije yo señalado a la lechuga que se estaba sirviendo a lado de las patatas con curry que tenía sobre su plato.
- ¿y a ti te gusta morirte de colesterol con toda esa grasa que tiene tu pizza?.- dijo ella señalado mi plato, rayos, era un obeso, nos miramos y comenzamos a reír.
-Vamos te hice reír, soy simpático admítelo.- dije yo acercándome hacia su rostro, ella era un poco más baja que yo, que digo, era demasiado más baja que yo. Es por eso que nos quedamos en una posición bastante graciosa.
-Eso no equivale a que siga pensando que eres un pervertido.- dijo ella tomando mi cara y haciéndola para atrás.
-Ohh vamos nena, deja te invito una malteada, nadie se resiste a mi.- dije yo ajustándome el saco y sonriéndole.
-soy vegana tonto.- dijo ella frunciendo el ceño.
-si consigo una cafetería donde sirvan malteadas veganas aquí cerca, ¿aceptas salir conmigo?.- dije yo poniendo mi brazo contra la pared que estaba detrás de ella, me miró de pies a cabeza y comenzó hablar.
-sigue intentando pecoso.- dijo ella saliéndose de mis brazo y yéndose hacia donde parecía ser su mesa.
-¿¡Cual es tu nombre Zanahoria!?.- dije yo gritándole desde la mesa del buffet.
-Así menos conseguirás mi atención Wolfhard.- dijo ella alejándose más.
-¡Nos vemos mañana en los bolos Zanahoria!.- grite una ultima ves hacia donde se dirigía ella, solo siguió su camino, puse mi mano derecha sobre mi pecho, estaba completamente loco por esa chica misteriosa, aguarden, ¿Como sabe mi apellido?.
Hola!!! Heheh esto es nuevo lo sé, pero amo el fadie y desde hace tiempo quería hacer algo así, prometo mejorar, espero les guste!.
Atte: yo xd