[Cap. 12]
🍃¿Haru?
Mi corazón se detuvo por unos segundos antes de procesar lo que la mujer el otro lado del teléfono me acababa de decir, junto a una clara instrucción: No decirle nada a Jiwoo ni a Eun.
Ni siquiera me di en tiempo para pensar en el por qué me habían llamado a mí o si se trataba de alguna broma de mal gusto, me desesperé y comencé a buscar a Jiwoo.
— Tengo que irme, ayúdame a encontrar a Jiwoo — le dije a Namjoon.
— ¿Estás bien? ¿Quién era? — preguntó, más yo no lo di respuesta alguna y seguí en mi búsqueda de Jiwoo.
Gracias al cielo logré divisar a Jimin y fui hacia a él, encontrándome con Jiwoo en el camino hacia allá.
— Hey, fui a pedir unos tragos y...
— Tengo que irme — le dije intentando mantener la calma.
— ¿Que? Pero si acabamos de llegar.
— Si, pero mi estómago... he vomitado todo.
— ¿Bebiste?
— No, por eso prefiero descansar.
— Está bien, le diré a Jimin que me voy.
— ¡No! — dije haciendo que Jiwoo me mirara extraño. — Hace tiempo no sales con él, le diré a Nam que me lleve a casa.
Sabía que estaba mal mentirle a Jiwoo, lo sabía desde el momento en el que le pedí a Hoseok que me llevara con él, pero por alguna razón, continuaba mintiéndole debido a Hoseok y solo esperaba que algún día me perdonara.
— Avísame cuando llegues, y si te sientes muy mal iré de inmediato — añadió con preocupación, haciendo que me sintiera peor por mentirle.
Jiwoo me abrazó y yo fui dónde Namjoon para pedirle que me llevara, no le di la dirección ni el nombre del lugar a donde necesitaba que me llevara, y a pesar de sus preguntas, fingí no escuchar.
Puse la dirección en el GPS y para mi suerte Nam no volvió a preguntar. Puse música para relajar el ambiente, o quizás para relajarme a mí misma, ya que me encontraba demasiado nerviosa. Me hice mil preguntas, pero una era la que menos lograba entender, ¿Por qué me habían llamado a mí?
Estuve tan absorta en mis pensamientos, que ni cuenta me di cuando estábamos frente al hospital. Me dispuse a salir del auto, pero la mano de Namjoon me detuvo.
— ¿Por qué estamos aquí? — preguntó viéndose preocupado.
— Ve de vuelta a la fiesta, Namjoon.
— Haru, ¿por qué no me cuentas? — insistió, pero yo estaba demasiado ansiosa por entrar al hospital. — ¿Es por Hoseok? — preguntó y al parecer mis gestos respondieron por mí.
— Por favor no le digas nada a Jiwoo — dije y Nam solo dio un suspiro profundo.
— No te juzgo, pero creo que deberías hablar con Jiwoo.
— Te juro que no está pasando nada importante entre nosotros — dije. En su mayor parte, no era mentira. Unos cuantos besos y un par de salidas no eran nada importante, aunque de todas formas y en el fondo, sabía que si estaba pasando algo entre Hoseok y yo.
— Cuídate, y... cuídalo supongo — dijo y yo solo lo estreché en un abrazo antes de salir del auto.
Corrí hacia el hospital, estaba asustada y mis nervios parecían aumentar con cada paso, no sabía nada de lo que le había pasado a Hoseok y me aterraba la idea de que algo grave estuviera sucediendo con él.
A penas entré, me dirigí a recepción, no sabía que debía decir, o si acaso me preguntarían algo y estaba segura de que no sabría qué responder. Una mujer muy amable me atendió y apenas dije el nombre de Hoseok, lo tecleó en la computadora.
— Está en la sala de emergencias número 112. Si avanza por este pasillo y dobla a la izquierda la encontrará.
— Muchas gracias — agradecí y fui hacia la sala un poco más calmada. Si estaba en la sala de emergencias no debía ser algo muy grave o si no lo hubieran derivado a otro lugar... o al menos eso esperaba.
Un cartel con la palabra "Emergencias" anunció que ya estaba allí. Ciento nueve, ciento diez, ciento once y por fin, ciento doce. Abrí ligeramente la cortina, encontrándome con Hoseok recostado sobre la camilla, sin sudadera y con un apósito en su abdomen. Abrió los ojos y ambos chocamos miradas por unos segundos antes de que la apartara y avancé hacia la camilla sintiendo la mirada de Hoseok aun en mí.
— ¿Qué te pasó? — le pregunté, pero antes de que él pudiera responderme, la cortina se abrió por completo dejando ver a la doctora.
— Tú debes ser Haruka, ¿verdad? — preguntó con una sonrisa y asentí. — Genial, así les puedo decir a ambos a la vez. Tuviste mucha suerte, la herida fue superficial y no se ve infectada, pero de todas formas te recetaré un antiséptico para prevenir — le dijo a Hoseok y luego su vista se dirigió hacia a mí. — Le aplicamos una inyección y hará efecto en unos veinte minutos más, le dará sueño y es por esto que no debería conducir. Si llegara a tener fiebre alta, deben traerlo de inmediato y por favor, dígale que no se meta en líos.
— Lo haré — respondí y Hoseok solo rodó los ojos. La doctora me entregó la receta antes de irse y Hoseok se puso su camiseta.
Vi un par de veces a Hoseok hacer muecas de dolor, pero ni una sola palabra salió de su boca, haciéndome preguntar si aún seguía molesto por lo de la otra vez.
— Solo te llamé porque no quería preocupar a mis padres y mucho menos a Jiwoo. — Genial, si seguía enojado y a parte me decía esto con toda naturalidad.
— Entonces déjame decirte que hiciste que me perdiera una buena fiesta.
— De seguro no era tan divertida.
— No tanto como la tuya al parecer — respondí y una leve sonrisa se formó en los labios de Hoseok. — No, es en serio, ¿Qué te pasó?
— Eran peleas y...
— ¿Te golpearon? — pregunté asustada y sorprendida.
— Déjame hablar, Haru. Y no, no me golpearon — respondió. — Las luces se apagaron, creí que era por la policía y arranqué pero sentí que alguien me tiraba hacia atrás. No sé cómo, pero lo golpeé y logré salir de ahí, pero al parecer no totalmente ileso — dijo apuntando hacia la herida. — Suga dijo que fue con un cuchillo o algo así.
— ¿Alguien trató de...
— No lo sé, iba a entrar nuevamente pero la policía estaba ahí. Ellos me trajeron hasta aquí, por mí hubiera dejado que Suga me curara antes de volver a un hospital, es enfermero y sabe de esto.
Me sorprendí de lo que Hoseok me acababa de decir, jamás se me pasó por la mente que Yoongi podía ser enfermero, pero había escuchado algo que me intrigaba aún más, ¿Hoseok había dicho "volver" a un hospital?
— Sube al taxi — dijo Hoseok sacándome de mis pensamientos. — A la comisaría, por favor.
— ¿Qué? — le pregunté a Hoseok.
— ¿No me escuchaste? La policía estaba ahí, me salvé por estar herido, pero Yoongi no.
— Debes ir a casa y descansar, yo iré por él.
— Pagaré la fianza, Kyo llevará mi auto a la comisaría y nos iremos, está todo bajo control.
— Eso espero — murmuré.
Cuando llegamos a la comisaria, el policía que estaba ahí se nos quedó mirando extraño pero a Hoseok no le importó nada y pasó de largo para ver a Yoongi.
— Hey — lo llamó el policía, pero Hoseok ya estaba en la reja y yo iba unos pasos detrás de él.
— ¿Cómo estás? — le preguntó Hoseok a Yoongi.
— ¿Yo? Imbécil, acabas de salir del hospital.
— No es grave, pero arde como la mierda — rio y Yoongi igual.
— Obviamente, tiene que haber llegado a la dermis.
— No me vengas con tus términos médicos, que me duele demasiado la cabeza como para intentar entenderte. — El celular de Hoseok sonó y lo tomó para revisarlo. — Kyo ya está aquí, pagaré la fianza para que nos vayamos.
— Hoseok, no es... necesario — terminó por decir, pero Hoseok ya no estaba ahí. Su vista se desvió y su boca se abrió al verme.
— ¿Haru?
— Hey, ¿estás bien?
— S-sí, pero creo que tú no — respondió dejándome confundida.
— ¿Por qué dices eso?
— Si estás con Hoseok algo debe andar mal en tu cabeza — dijo antes de reír.
— Él dio mi número en el hospital, dijo que no quería preocupar a su familia — dije y Yoongi negó.
— Podía haber ido Kyo, te llamó porque quería y déjame adivinar... ¿Habían peleado hace unos días?
— No peleamos, solo...
— ¿Ves? Hoseok es un genio, siempre tiene un as bajo la manga.
— ¿De qué hablan? — preguntó Hoseok volviendo junto al policía, quien abrió la reja dejando a Yoongi en libertad. — Muchas gracias —le dijo Hoseok y éste asintió.
Me pregunté cuántas veces habrá estado Hoseok en esta situación, pero no me atreví a preguntarle. Yoongi intentaba convencer a Hoseok de que le dijera de cuanto era la fianza para pagarle, pero este se negaba a responderle.
— Hoseok, respóndeme.
— Enséñame que es un antiséptico y estaré pagado — habló y Yoongi le enseñó su dedo de en medio.
Cuando salimos de ahí, Kyo estaba esperándonos afuera con el auto de Hoseok. No supe descifrar su cara pero corrió hacia los chicos a penas nos vio. Examinó a Hoseok por todas partes y suspiró de alivió.
— ¿Estás bien? — preguntó y Hoseok asintió.
— ¿Y tú? Desapareciste del lugar, por un momento pensé que te había llevado la policía.
— Estaba con Yoongi, él fue el que desapareció.
— Salí a fumar, pero me alcanzó la policía antes de que pudiera entrar y después vi a Hoseok herido — respondió. La mirada de Kyo chocó conmigo y sus cejas se levantaron.
— ¿Haru?
— ¿Por qué todos se sorprenden al verla? — preguntó Hoseok.
— ¿Es necesario responder a esa pregunta o dejo que se dé cuenta solo?
— Él llamó a Haru — respondió Yoongi.
— ¡Me dijeron que tenía que llamar a alguien para irme de ese lugar!
— ¿Y por qué no diste mi número? — preguntó Kyo. — Te llamé cuando te estaban llevando al hospital.
— ¡Ugh! — gruñó Hoseok. — No quiero que ninguno se suba a mi auto, no sé cómo volverán pero no los llevaré. — Me tomó de la mano y me llevó con él.
— No puedes conducir, y yo no sé conducir, así que... — dije escuchando las risas de Yoongi y Kyo por detrás.
(...)
La mayor parte del camino los chicos estuvieron molestando a Hoseok, y la única razón por la cual yo no me reía, era porque estaba demasiado avergonzada como para hacerlo. Pasamos por la farmacia para comprar lo que a Hoseok le habían recetado y fuimos a casa.
Al parecer la inyección comenzó a hacer efecto en Hoseok porque acomodó su cabeza en mi hombro y su respiración se volvió tranquila, todo lo contrario a mi corazón, que parecía querer salirse de mi cuerpo. Aun así, me vi tentada a acariciar su cabello y así lo hice.
— Entonces... ¿vives con Hoseok? — preguntó Kyo.
— En la casa de Hoseok — corregí. — Alguien alquiló mi departamento por más dinero y me quedé sin lugar. Jiwoo me trajo a vivir aquí.
— Estoy seguro de que alguien está más feliz que Jiwoo.— dijo Yoongi esta vez.
— Cállate — murmuró Hoseok escondiendo su cara en mi cuello, haciendo que sus labios rozaran esta parte.
Yoongi nos dejó afuera de la puerta y Hoseok le dijo que se llevara el auto y él iría por él otro día. Me despedí de los chicos y estos no se fueron hasta que entramos a la casa.
No le había prestado atención a la hora, pero de seguro eran más de las una, así que no prendimos las luces y caminamos en silencio, o eso pretendíamos hacer cuando Charly se abalanzó sobre Hoseok agitando su cola y lamiendo su cara.
— Charly, siéntate — ordenó Hoseok, pero el perro estaba demasiado emocionado y parecía no escucharlo. Reí bajito hasta que recordé la herida de Hoseok y lo ayudé a quitarse a Charly de encima. — Ve a acostarte — le habló nuevamente mientras le acariciaba la cabeza y esta vez Charly entendió y se fue.
Esta vez subimos sin hacer mucho ruido, pero en vez de dirigirme a mi habitación, acompañé a Hoseok hasta la suya para ayudarlo en caso de que le doliera mucho la herida.
Dejé a Hoseok en la cama y fui a cerrar la puerta, pero antes dejé el antiséptico sobre uno de los cajones, encontrándome con la foto que había causado tantos problemas entre Jiwoo y Hoseok, al parecer la habían arrugado pero vuelto a estirar, porque estaba rugosa y llena de marcas. No le presté más atención y fui de vuelta a la puerta para cerrarla.
Lo que no me esperaba es que apenas cerré ésta Hoseok se abalanzó hacia mí casi de la misma forma en la que lo había hecho Charly hace un rato, pero en vez de lamer mi cara, él me besó desesperadamente.
Sus manos estaban en mi cara, intensificando el beso y su cuerpo hacia presión sobre el mío, el cual se encontraba acorralado en la puerta, pero eso no me importaba en lo más mínimo, y solo me dejé llevar.
— Estuve esperando hacer esto desde que te vi, pero un hospital y una comisaría no eran buenos lugares — habló Hoseok poniendo su frente en la mía.
— Pensé que estabas enojado aún.
— Lo estaba, pero conmigo, no contigo — aclaró volviendo a besarme. — Joder, ¿Porque tengo tanto sueño aún contigo aquí?
— Ve a dormir — dije tomando su mano para llevarlo a la cama.
Hoseok se quitó los zapatos y su camiseta, dejando a la vista sus tatuajes y el parche que cubría el corte. Acomodé sus almohadas, sintiendo la mirada de Hoseok sobre mí. Cuando me dispuse a irme, la mano de Hoseok sobre la mía lo impidió.
— ¿Ya te vas? — preguntó y a pesar de la oscuridad, sus ojos parecieron brillar.
— Es tarde y necesitas descansar.
— ¿Puedes quedarte un rato más y hacer lo que estabas haciendo en el auto?
— ¿A qué te refieres?
— A eso con mi cabello — respondió apartando la mirada.
Dios, la seguridad de Hoseok era algo totalmente notorio para cualquier persona que lo viera o que incluso solo hubiera escuchado hablar de él, pero creo que eran muy pocas las personas que habían visto a Hoseok avergonzando y siendo totalmente tierno.
— Solo un rato — insistió.
— Solo un rato — repetí y él no esperó para tirar de mi mano, probando que cayera en la cama junto a él. — Idiota, podría haberte hecho daño.
— Pero no lo hiciste — dijo Hoseok cubriéndome con las sábanas.
Hoseok me apegó a él pasando sus manos por mi cintura y mis manos se fueron a su cabello, haciendo lo que él me había pedido. Al igual que en el auto, la respiración de Hoseok se hizo más suave y pacífica.
— Es extraño a veces — murmuró él.
— ¿Qué cosa?
— Una vez casi muero, pero en realidad nunca me volví a sentir vivo otra vez... hasta que te conocí. No sé qué estás haciendo conmigo, Haru, pero me gusta.
〰️
IIIIIIHHH, ASÍ ME SIENTO
¿Debería dejar de publicar a esta hora los domingos? So sorry
Espero que les haya gustado y les sirva
para empezar una buena semana uwu