Y una vez más, sin un permiso, mis ojos se cerraron contra de mi voluntad y caí directo en un sueño profundo.
Sin embargo, estoy aquí, en medio de una espesa oscuridad y en lo que parecía, dentro de algo.
¿Donde estoy? Incluso si agudizaba mis ojos, no veía más que nada ¡¿estoy siega?! ¿Es debido al accidente?... oh por dios ¿será este mi ataúd?
No, a ver, ¿qué pasó ayer? Morí... y volví a reencarnar ¡eso es! Ayer no morí, ayer me trajo un hombre.
*grrrrr*
Abrí mis ojos con sorpresa, ¿eso fue mi estomago? ¿Ya tengo hambre? Mmmm... ese hombre alvino que me trajo ya debe de estar de regreso ¿verdad? Entonces... si lloro llamaré su atención y haré que me den comida, y en el peor de los casos; vendrá la supuesta niñera que le prometieron a mi madre...
Ante mis pensamientos, el sonido de una puerta abriéndose viajo hasta mis oídos ¡seguro es la niñera! Bien, lloraré para que se apresure a darme de comer.
—¡waaaa! ¡Ahh! ¡Whaaaaa!
—ahg... ¿es así como nos resiven?
— ¿ahora porque llora?
Valla, pensé que serían damas, tal parece que tendré niñeros... ¡espera! ¡Eso sería muy vergonzoso!
Y finalmente las luces llegaron a la habitación... donde me había dejado, siguiendo en la misma canasta... ¿cuanto tiempo llevo aquí?
—whaaa... ¡waaaa!
Seguí llorando, después de todo aun necesitaba alimentarme.
Los pasos hacercandose señalaban que más de uno venía en mi dirección. Valla la sorpresa que me dio.
— ¡¡WAAAAA!! ¡AHHH!
llore tan fuerte al ver al pelinegro enfrente. ¡¿Donde está la niñera?!
—ah...— un leve suspiro se escuchó cerca—... callen a esa cosa.
Una ves más, la gruesa voz que me recordaba al alvino llego a mis oídos, dejando un ambiente tenso dentro de la habitación.
Ok, tú lo has pedido no yo, lloraré fuerte para que te vuelvas a marchar como la última vez.
Y cuando absorbí aire para estallar en llanto, atrás del peli negro apareció el rubio de la última vez, inconscientemente me le quede mirando, hipnotizada por su belleza y aparente tranquilidad.
Guarde silencio mirándolo, incluso el ojirojo le miro ante mi reacción.
*grrrrr*
Agh, maldito estomago ¡me avergüenzas delante de un chico lindo!
—creo que tiene hambre— comentó el rubio con el ceño fruncido.
El chico de anteojos enfrente, le miro con incredulidad por unos segundo y regreso su mirada fría a mi, moviendo sus profundas pupilas levemente a la derecha, como si estuviera viendo algo más.
Él comenzó a caminar a mi dirección, pero no directamente a mi, se desvió levemente a la derecha.
Yo seguí en silencio, observando cada pequeño poro del rubio frente a mi. Pocos segundos después, el camino directamente a mi. Tomándome por sorpresa extendió sus manos asía mi y finalmente me sacó de la canasta donde había esta desde que llegue.
Acomodándome en su brazo me miro con los zafiros que tenía por ojos, claro que no lo aprecie bien debido a la incomodidad entre sus brazos... este niño no sabe cargar bebés.
Intentando acomodarme mejor, una voz aguda sonó en la habitación.
—pon tu brazo bajo su cabeza
El rubio mostrando un rostro desconcertado, realizó lo que la voz más aguda le señaló ¡mucho mejor! Es más cómodo.
Después de mirarlo unos segundos más giré la cabeza para ver al resto de las personas aquí.
Enfrente, y con poca distancia estaba el pelinegro, mirando unos papeles frente a él.
Él línea diagonal izquierda, estaba tres personas, una alado de otra, mirándome con expectación.
El primero era un chico pelirojo, de unos afilados ojos verde lima, con un ceño fruncido y mostraba una pequeña mueca. Tenía lo que parecía un uniforme, con una corbata roja mal acomodada y una camisa incompletamente cerrada
El segundo era un casataño rojizo, con unos agudos ojos verde jade, y llevaba un sombrero puesto, junto con una chámara negra, igual que el de alado, tenía el mismo uniforme, con la única diferencia de que este lo tenía mejor acomodado. Me mostraba una sonrisa ladeada.
El último, un Niño, yo digo que a de ser el menor; por su apariencia infantil y baja estatura. Pero lo que me dejó sorprendida, fue su cabello y ojos, pues ambos eran morados ¿será que se tiñó el pelo? ¿También usa pipílentes? ¿Qué afán tiene con el morado? Sus ojos era mucho más suaves que los de los otros dos a su lado, sin embargo mostraban cierto peligro igual que los otros, y debajo de esos grandes ojos, tenía ojera. Cargaba un oso que lo hacía ver tierno... este Niño parece un muñequito frágil ¡que tierno! Él me miraba con curiosidad. Igual que el resto, llevaba el mismo uniforme.
Y finalmente, el mismo Chico peliblanco está en línea vertical derecha a mi, mostrado una clara mirada disgustada... si las miradas mataran, yo ni siquiera hubiera visto al los tres de a un lado. Se encontraba a unos cuantos metros de distancia. Él llevaba a un playera negra rasgada debajo de su uniforme. Tan solo deje de analizarlo, voltee la cabeza sumergiéndome en el pecho del rubio, aferrándome a su suéter café claro. Este reaccionó con cierta sorpresa.
—bien...- el susurro apenas audible una voz fría a mi lado, hizo que me estremeciera, no voltie hacia el pelinegro.
Sin embargo, el empezó a marcharse. El silencio se desplazó por la habitación, lo único que se escuchaba eran mis respiraciones, latidos y de vez en cuando, los pequeños gruñidos de mi estómago exigiendo comida.
Han pasado unos cuantos minutos, pero sigo sumergida en el suéter de rubio, como si este fuera un escudo protector ante los desconocidos.
—fu~¿que es?...— una voz gruesa sonó en la habitación; interrumpiendo el silencio de esta.
—un bebé ¿no es obvio? — quien respondió a la pregunta fue la voz del alvino.
—ah...— un suspiro de fastidio se escuchó— no me refiero a eso, idiota— rezongo el chico— ¿es Niño o niña?
El rubio al cual me aferraba me alejo un poco observando a detalle mi rostro.
—su ropa es demasiado afeminada como para ser de un hombre...— la voz aguda sonó en la habitación, acertando con su respuesta.
Voltee levemente para observa al ojimorado, quien me miraba curioso.
Ok, necesito reconocerlos, pero no se su nombre. ¡les pondré un apodo!
Tu rubio, seras el príncipe.
El pelinegro será demonio negro.
El peliblanco será demonio blanco.
El pelirrojo, se llamará... rojo.
El castaño se llamara sombrero.
Y el pelimorado se llamará muñeco, porque da ternura.
No me pondré a ponerles apodos elaborados.
—bien— la voz del demonio negro voló por la habitación entera llamando la atención de todos— esta es la comida.
Dijo y se acerco a mi y al príncipe, vasto con mirarlo unos segundos para que este entendiera que debía entregarme al demonio... pero yo no estoy dispuesta. Aferre mis pequeñas manos al suéter de este mientras que el intentaba alejarme. Ambos fruncieron el ceño con mi acción.
—are~ are~ parece que ya elijo a su favorito.
El comentario ajeno hizo que el demonio se enfadara, y casi matándome con la mirada me hizo reaccionar... solte al rubio por mi propio bien... o eso quiero esperar.
El demonio negro me acogió en brazos, y finalmente me dio la comida que tanto esperaba.
El silencio se hizo presente mientras que con rapidez intenta acabar mi alimento. Mire a todos los lados encontrando que todo el mundo me miraba, unos con más interés que otros.
Regresando mi mirada al biberón, puse mis manos alrededor de el, eh de admitir que esta rico... el tipo ha de tener alguna clase de experiencia preparando leche en polvo.
Ante mi pequeña curiosidad, levanté la mirada para encontrarme con los ojos rojos detrás de unos anteojos. Le miré intentando encontrar el truco de sus ojos, pero se veían tan naturales... mirando su expresión seria... e de admitir que podría ser mi tipo.
Su cara es tan perfecta como la de un famoso de Hollywood. Se ve joven pero no tiene signos de alguna imperfección. Lo que son los buenos genes.
Antes de lo esperado termine la comida, y tan solo el mayor dejo el biberón en la mesa del centro, me cargo en la posición en la que mi madre me daba unas palmaditas en la espalda para pasar la comida. El también lo hizo y proboco en mi un provecho. Teñi mi cara de rojo por la vergüenza.
Este cuerpo de bebé me deja en una posición ridícula siempre que le es posible.
—jajajajaja— la risa desconocida voló hacia mis oídos, obviamente burlándose de mí gesto anterior. —¿son así todos los bebés?
—supongo, no lo sé.— respondió el pelinegro que me sostenía.
Y de repente, este me alejó entregándole al príncipe, y cuando este me recibió en brazos. Me aferré a su suéter una vez más. Siento que este chico es el más seguro de esta casa, por eso, debo mantenerme cerca de el.
—¿que se supone que haga yo con esta cosa?
La pregunta del mayor me ofendió. ¿Como se atrevía a llamarme "cosa"? Y yo que pensaba que este niño era el más decente... me arrepiento ¡¡Me retracto!!
—duermela.
La voz desinteresada del demonio negro se escuchó, volteando levemente para juzgar su elección, me percaté que el ya no estaba ¿como puede irse tan rapodo? Rápidamente busqué al resto, pero ya nadie estaba... ¿a donde se fueron todos?
Fije mi mirada en los ojos zafiro del príncipe, este fruncía el ceño, y en sus delgados labios era notable una mueca.
Siendo consciente de su disgusto, seguramente por el hecho de tenerme que dormir, cerré los ojos; iba a hacer esto de manera rápida, voy a dormir sin su ayuda.
El chico empezó a caminar, pero igual, seguí intentando dormir. Aunque no puede soportar la curiosidad cuando el chico se paró y acomodó en algún lugar.
Cuando abrí mis ojos, estábamos en un sillón, las luces completamente apagadas, y el ya empezaba a dormir. Mire su rostro en la espesa oscuridad... enserio, es un chico muy apuesto, estoy segura que es bastante popular.
Y como si este hubiera sentido mi mirar, habría levemente sus ojos, y los fijo en los míos.
Sus ojos también son bonitos, pero es incómodo que nos veamos fijamente. ¡suavizuemos el ambiente!
Reí un poco y este frunció el ceño, como si mi acción lo confundiera.
—solo duerme.
Dijo el pasando levemente sus dedos sobre mis ojos.
Le hice caso, y una vez más, dormí.
💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗👌
Hola princesas. Les traigo otro capítulo U.U
Jajajajaja, perdón por mi ausencia, en realidad, de repente me llené de tareas, y cuando las terminé, faltaba poco para un examen ¡¡fue muy cansado!! Pero e terminado ;)
En fin, espero que los capítulos hayan sido de su agrado, si fue así pueden votar o comentarme su opinión ¡me encanta que comenten! ;D
Además ¡este es el capítulo más largo!
esto es todo por el momento.
Hasta luego princesas <3
Ptta: perdón por las faltas ortográficas.