—T-taeHyung... no creo que esto sea apropiado—mi voz tembló al sentir sus dedos subir por mi cuello hasta llegar a mi mandíbula, ¿Qué me está pasando?
—Su... puedo llevarte a rincones de placer que jamás hayas sentido o experimentado, puedo ser el causante de muchas cosas si solo me lo pides—su voz ronca vibró contra mi cuello y pude sentir su cálido aliento contra este, llevé mis manos hacia mi espalda, no me permití tocarlo, no podía.
—No, a-aléjate, no quiero, me caes realmente mal—intenté apartarlo pegándole en el pecho con mis pequeñas manos pero no logré mi cometido. Él solo me miró juguetón y procedió a pegarse más a mi.
No puedo caer en sus redes, no, menos en los encantos de ese hombre, su mirada te invita a unirse al lado oscuro y yo realmente no necesito eso, no ahora.
—Si no te alejas voy a gritar—lo amenacé imitando mi voz para parecer intimidante pero él solo se rió de mi, burlándose.
—Nena, grita todo lo que quieras, pero prefiero que sea debajo de mi, en mi cama y por placer—dio un lengüetazo a mi cuello y no pude evitar suspirar, mi propio cuerpo me está traicionando, necesito salir de acá cuanto antes.
—Tae, por favor, déjame ir, te lo suplico—él puso cara de pensativo—por favor...—él a regañadientes se separó de mí y se apoyó en la pared nuevamente.
—Esto no se queda así linda, vas a caer ante mi, te lo puedo asegurar—me miró y me guiñó su ojo izquierdo, yo rodee mis ojos y miré para otro lado, poco a poco sentía como me faltaba el aire, estar en un espacio reducido con un hombre así es exhaustivo.
Cuando pasaron los 7 minutos, HoSeok vino a buscarnos, apenas abrió la puerta salí disparada en busca de JungKook, camino por los pasillos tratando de recordar el camino a la sala de estar, una vez que llego a mi objetivo, busco con la mirada a Kookie pero no lo encuentro.
Me acerco a JiMin que está hablando y riendo con YoonGi.
—Hey chicos, ¿Vieron a JungKookie? Lo estoy buscando desde hace rato y no lo encuentro.
—Oh, Kook subió a una habitación con Yon apenas te fuiste, no creo que baje en toda la noche—YoonGi suelta todo eso y yo quedo callada asimilando la situación.
¿En dónde mierda duermo? Se supone que me iba a quedar a dormir en su casa, lo peor de todo esto es que me olvidé las llaves de mi apartamento en la casa de JungKook, y mi compañera de piso está en la casa de sus padres.
Menuda mierda mi noche.
Les agradezco la información con una pequeña reverencia y me voy para afuera, necesito aire, siento que voy a desmayarme en cualquier momento.
Camino por la casa buscando la salida, cuando la encuentro, me siento en un banco y pienso que hacer en este momento, no puedo ir a un motel porque tanto dinero no traje, los amigos de JungKook no me dan buena espina y a la casa de mi supuesto mejor amigo no puedo ir claramente.
Estaba tan metida en mi cabeza que no fui consciente cuando alguien se sentó a mi lado, ya se quién es, no necesito girarme para averiguarlo.
—¿Qué quieres, TaeHyung?, ¿No fue suficiente ya molestarme en la habitación?—ni me molesto en mirarlo pero veo de reojo como una pequeña sonrisa se asoma por la comisura de sus labios—¿Qué te da tanta gracia, cabrón?—espeté enojada por su actitud.
—Tranquila fiera, te quería preguntar algo—pasa su lengua por el labio inferior y me mira—me enteré por los chicos que JungKook te abandonó por una tía, ¿Tienes dónde quedarte a dormir?—¿Por qué de repente se preocupa por mi? Si este tío se piensa que voy a tener sexo con él está muy equivocado.
—No tendré sexo contigo, Kim—ahora si me giré para encararlo y su cara de sorpresa me hizo sonreír, él no se esperó que lo llamara por su apellido, obviamente para saberlo le pregunté a JiMin, hay que estar siempre preparada.
—¿Cómo sabes mi apellido?
—Tengo mis contactos, querido—hago un gesto de suficiencia con mi mano y nos reímos, la primera vez en la noche que me río así.
—Preciosa, no voy a dejarte sola en la madrugada y más con estos animales borrachos, puedes venir a dormir a mi casa, no voy a hacerte nada que no quieras—me miró fijo y me sonrió sin mostrar sus dientes, tierno.
—¿Puedo confiar en ti?
—Puedes confiar en mi Hyun Su, no soy un psicópata—se rió y se levantó del banco, me tendió su mano y dudosa la acepté.
Caminamos hasta su auto, me abrió la puerta del copiloto y entré, él dio la vuelta y subió, prendió el auto y arrancó a su casa.
Me apoyo en el vidrio de la ventana mientras puedo apreciar las luces de Seúl, la noche se encuentra espectacular, estrellas adornan el cielo y la brisa que entra por la ventana abierta es refrescante.
Cuando me aburrí de mirar, giro mi cabeza y me encuentro a un TaeHyung serio, con una mano apoyada en el volante, su otro brazo estaba doblado y apoyado en la ventana, una verdadera obra de arte.
Tengo que admitir que es un hombre muy apuesto, sus facciones son delicadas y duras a la vez, su postura y forma de caminar reflejan poder y un caracter dominante, cosa que es sensual y atractivo en un hombre.
Él llama la atención de hombres y mujeres, ¿Y qué es lo mejor de todo esto? Que él lo sabe.
Cuando me pilla mirándolo me sonríe ladino y yo doy vuelta mi cabeza para fingir que estaba mirando al paisaje y no a él.
Él se ríe con su voz ronca y mis piernas tiemblan ligeramente, Dios Su contrólate.
—Una foto dura más, cariño—se gira hacia mi y pone un mechón suelto detrás de mi oreja, acción que me puso nerviosa automáticamente.
—¿De qué hablas?—fingí que no sabía lo que decía y puse cara de confundida.
—Su, no soy ciego ni tonto, te vi de reojo como me mirabas, te puedo dar un pañuelo para limpiarte la saliva, si lo deseas—me guiñó un ojo y yo quería que la tierra me tragara, literalmente.
—Y-yo...
—Tranquila, no tiene nada de malo, además, es obvio que me vas a mirar de esa manera, sé que te mueres por mi pero te esfuerzas en hacerte la difícil—se acercó a mi oído—¿Pero te confieso algo? Me gustan los retos—ronroneó en mi oído y creí que podía morirme allí, él se alejó con una sonrisa en su rostro, no puedo permitir que tenga ese poder en mi, solo necesito un poco de autocontrol.
TaeHyung estaciona el auto afuera de un gran edificio, sale de este mismo y me abre la puerta, me acerca su mano grande y masculina, la agarro y el tacto me resultó suave y caliente, me trasmite confianza, una vez allí caminamos juntos hacia su apartamento.
Ya en el ascensor, marcó el piso 8 y subimos lentamente, empecé a respirar cada vez más pesado, y todo esto a causa de maldito ascensor, les tengo terror, TaeHyung se percata de esto y tira de mi abrigo para poder abrazarme.
—¿Le tienes miedo a los elevadores?—susurró lentamente.
—Sí, una vez cuando tenía 10 años, me quedé atrapada en uno y estuve sola ahí adentro por 5 horas, ¿te imaginas ser tan chica y estar sola tanto tiempo en un ascensor? Estaba literalmente sola—mientras contaba mi historia me agité más de lo normal y TaeHyung me apretó contra él.
—¿Qué hacías sola en aquel elevador?—cauteloso me miró esperando mi respuesta.
—Todos los fin de semana me quedaba en la casa de mi papá, mi mamá me dejaba en la entrada del edificio, yo subía sola el ascensor y él me esperaba afuera, no era tan complicado, obviamente nunca nos percatamos que justo el maldito elevador iba a dejar de funcionar en ese momento.
—Sí, entiendo, que horrible experiencia.
Cuando iba a contestar las puertas del elevador se abren y caminamos a su apartamento, las paredes del pasillo son rojas con toques dorados, todo es bastante elegante.
Una vez que llegamos a su hogar, pasó la llave y abrió la puerta, es un lindo apartamento, las paredes están en tonos neutros como el blanco, negro y marrón, también hay cuadros con pinturas en este colgados en las paredes, es todo muy artístico. Me gusta.
—Que lindo es tu hogar, Kim—me di la vuelta para mirarlo y él está apoyado en la barra que conecta la cocina con la sala de estar, su cuerpo se ciñe sobre su ropa oscura logrando que se vea sensual ante la tenue luz de la sala, pasa su mano sobre su cabello mientras sigue apoyando su otra mano en la barra, me sonríe socarrón y yo soy gelatina en un segundo.
Siento mi celular vibrar y lo saco para ver quién me está llamando, en la pantalla aparece el nombre de Kook, ¿Lo atiendo? Solo porque quiero que sepa que estoy viva.
—¿Me esperas 5 minutos? Es JungKook, asi sabe que estoy viva—él asiente y me señala el balcón y camino para allá mientras atiendo la llamada.
—¿Su?, ¿estás ahí?—su tono preocupado se hace visible.
—Si, JungKook, estoy acá, ¿Qué quieres?—mi tono brusco hace que JungKook emita un quejido de molestia.
—¿Dónde mierda estás?, ¿Desaparezco 5 minutos y ya no estás?
—¿Perdona? Para tú información tú me abandonaste para ir a follar con otra tía, no me hables con ese tono, tú no eres mi jodido padre—escupí todo eso con rabia, increíble que venga a hablarme de esa manera, quien se cree.
—Su... no se dónde estás pero vuelve a la fiesta así nos vamos juntos para mi casa—suspiró y bajó la voz para que no discutieramos más, por su tono de voz estaba cansado, lo más probable que por follar con esa tipa.
—¿Sabes qué, JungKook? Vete a la mierda—colgué la llamada y apagué el celular.
Caminé de nuevo a donde se encontraba TaeHyung pero no estaba, caminé por el pasillo y pude divisar una luz que provenía de una habitación, me acerqué a esta y miré hacia adentro, no había nadie, cuando me dispongo a entrar sale un TaeHyung recién bañado, se venía secando el pelo y no se percató de mi presencia.
Lo quedé mirando porque el pantalón de deporte gris y su remera negra ajustada al cuerpo le quedaban de puta madre.
Cuando se dio cuenta que estaba ahí, me sonrió y dejó la toalla en el baño.
—Hey, mientras hablabas decidí darme una ducha rápida, si quieres te puedes bañar—me miró atentamente mientras yo pensaba mi respuesta.
—Si... es que y-yo no tengo otra ropa que no sea esta—miré al suelo apenada y con vergüenza.
—No te preocupes, coge esto—me dio una remera blanca y un bóxer negro—te puedes bañar aquí o en el baño del pasillo, tú decides, preciosa, voy a hacer café, ¿Quieres uno?—su amabilidad me mareó por un segundo pero negué, no tenía apetito.
Le di las gracias y me encaminé al baño, una vez allí adentro le puse seguro a la puerta y me saqué la ropa, la doblé y la deje arriba del retrete, abrí el grifo y el agua caliente cayó primero por mi nunca y asi llegando a todo mi cuerpo relajando mis músculos, agarré el bote de shampoo y lo eché en mi cuero cabelludo, lo masajeo y después lo enjuago.
Salgo del baño personal de TaeHyung secándome el cabello, él estaba acostado en su cama usando su celular, levanta la mirada y me recorre desde mi cara a mis pies logrando que me de vergüenza.
Dejo la toalla en el baño y me quedo parada a su lado.
—Pequeña, puedes acostarte a mi lado, no te vas a quedar parada ahí toda la noche—me palmeó el lugar a su lado e hice lo que me dijo.
Lentamente me adentré en su cama con las sábanas de seda rozando mis piernas desnudas, el dejó su celular en la mesita de luz y apagó la lámpara.
—Buenas noches, Su—su voz grave me hizo estremecer nuevamente.
—Buenas noches, TaeHyung.
Le di la espalda y cuando la oscuridad se hace presente me siento sola en esa cama, me da vergüenza pedirle a él que me abrace así que despacito me acerco a él.
—Su, ¿Necesitas algo? Te mueves mucho—su pecho vibró por la risa.
—S-si yo... q-quiero que me abraces...—mi cara debe de estar roja, que suerte que no se ve por la oscuridad.
Sin decirme más nada, siento un brazo agarrar mi cintura y apretarme contra su pecho, su respiración choca con mi nuca y el sueño se apodera de nosotros.
Disfruten de su lectura.
Con amor;
—Lua✨.